El Omega saludo con una reverencia a Kihyun, el cual no se molestó ni en mirarlo, así que Taehyung simplemente continúo caminando hacia la oficina de su jefe temporal.

Tocó, recibió un pase y entro.

Jungkook sintió el aroma de chocolate y fresas, se sintió relajado y su lobo alzó las orejas, pendiente del Omega que estaba entrando por la puerta, con una camisa manga semi-larga, pero este tenía botones y dejaba ver parte de su pecho y cuello, un pantalon negro ajustado a sus piernas, y para finalizar, los zapatos negros que portaba.

Sintió caerse de la silla con tan preciosa y magnífica vista, así que tomo un poco de aire, y lo miró con cara inexpresiva.

—Buenos días jefe Jeon, ¿Hay papeles que atender hoy?— pregunto, el lobo de Jungkook aspiro el aroma del Omega, mientras movía su colita feliz de tener el olor al alcance de su nariz.

—Agh, al parecer necesito enseñarte a vestir, ¿No es así?— Taehyung parpadeo confundido.

—¿D-Disculpe?

—¡Agh!— tomo su saco y se levantó. — Acompañame— pidió, saliendo de la oficina, con el Omega muy confundido detrás de él.

—Señor Jeon, ¿Necesita que lo acom...?

—No— corto fríamente, Kihyun le dió una mirada de odio a Taehyung, quién iba detrás de él.

—Maldito Omega— pego un manotazo en su escritorio, viendo como su Jefe y ese Omega entraban en el elevador y se cerraban las puertas.

En el elevador, la incomodidad del Omega era palpable. Jungkook incluso se hizo un poco más hacia la pared metálica, dándole su espacio, pero podía ver qué estaba incómoda, así que no dijo nada y lo que pensaba decir, simplemente se lo guardo para sí mismo.

Al llegar al último piso, salió del elevador, algunas personas lo miraban, lo saludaban y hablaban cobre que hacia el jefe a estas horas fuera de su oficina.

Jungkook se consideraba un obsesivo con su trabajo, es por eso que el personal no estaba acostumbrado a verlo a esas horas fuera de lugar de trabajo, ya que Jeon llegaba mucho antes que todos y se iba después de que todos lo hubieran hecho, todos no se la creían de que estuviera ahí.

—Apúrate— dijo, al ver que Taehyung había bajado la velocidad de sus pasos.

Al llegar al estacionamiento, Jungkook camino con pasos firmes hacia su auto, mientras que Taehyung, iba temeroso e inseguro, no sabía a dónde estaban yendo y el rostro inexpresivo de su jefe, no le parecía nada agradable.

—Uhm, señor...— habló, pero Jungkook ni siquiera sé inmutó en responderle, así que sólo saco las llaves de su bolsillo y le quitó el seguro a todas las puertas con tan sólo presionar un botón. —Iré de regreso a la oficina— Taehyung se dió la media vuelta, pero una mano sostuvo su brazo antes de irse.

—Sube— más que un sentimiento de confianza y amabilidad, estaba un sentimiento molestó y brusco. Taehyung negó. —Agh, maldición— aún tomándolo del brazo, lo jalo, abrió la puerta del copiloto y lo hizo entrar a la fuerza. Taehyung simplemente se encogió en el asiento, no sabiendo que hacer realmente.

El Alfa rodeo el auto y entro, arranco y se pusieron en marcha a quien sabe dónde. El camino se hizo silencioso e incómodo, Jungkook no había querido ser tan brusco, pero últimamente, sus movimientos eran incontrolables. Él era incontrolable.

—Uhm...¿Vives con alguien?— lo que Jungkook había querido preguntar realmente era "¿Tienes novio?" Pero por obvias razones, él no sería completamente directo con Taehyung.

—Oh, y-yo... no, yo vivo solo— contesto, evitando mirar al Alfa.

El auto se llenó de ambos aromas, menta y café, chocolate y fresas, haciendo un combinación perfecta de aromas, cosa que Jungkook no paso por alto, incluso su lobo movía la cola feliz mientras aspiraba los aromas combinados.

Jungkook se estacionó en el estacionamiento del centro comercial.

—Baja— ordenó, Taehyung para evitar un suceso como el del estacionamiento, hizo lo pedido.

Ambos entraron a las instalaciones, Taehyung miro muchas tiendas de ropa, de zapatos y de maquillaje, y supo que era lo que hacía ahí, así que sin avisarle nada, se dió la vuelta, dispuesto a marcharse de ahí, pero nuevamente, una mano se engancho en su brazo, haciéndolo detenerse y girarse nuevamente.

—Ya estamos aquí, camina.

Sin poner más reproches, entraron a una tienda de ropa, dónde una mujer se les acercó.

—Buenos días, ¿En qué puedo ayudarles?

—Ropa formal para hombre— dijo, mirando a Taehyung de pies a cabeza, el cual se encogió en su lugar al notar que el Alfa lo estaba escaneando. —Talla chica.

El Omega se sorprendió al saber su tipo de talla, ¿Acaso estaba tan desgraciado para saber que era talla chica?

—Claro, por aquí, por favor— Taehyung miro a Jungkook sin mucha confianza, pero aún así, siguió a la encargada.

El Alfa tomo asiento en el sofá que estaba afuera de la cortina de probadores, necesitaba dar su visto bueno.

—N-No estoy muy cómodo con esto— habló desde adentro del probador, Jungkook rodó los ojos y tomo su tabique nasal con irritación.

—Sal y muéstrame— el lobo de Jungkook salto de emoción al ver a Taehyung salir con semejante vestimenta. Incluso él, sintió que había abierto mucho la boca.

Pantalon jeans celeste ajustado que hacia resaltar su cintura, un cinturón con diamantes y pequeñas cuerditas colgantes, doble polo y un hermoso collar de diamantes.

Carraspeó rápidamente y negó.

—Descartado. Otro— ordenó, Taehyubg rodó los ojos y regreso al probador.

Veinte minutos después, volvió a salir con otro conjunto.

¿Acaso nuestro Omega quiere matarnos de tanta belleza?

¿Nuestra, lobo tonto?

Sí, nuestro.

Jungkook gruñó ante la respuesta de su lobo, miro a Taehyung sin expresión y negó.

—Otro.

Otros minutos pasaron, para que Taehyung volviera a salir.

—¡Ese!— la encargada y Taehyung pegaron un brinco ante la repentina voz del Alfa. —Ese será elegido. Pruebate otros.

Tres horas más tarde, el auto estaba repleto de bolsas de zapatillas, perfumes, collares, maquillaje y ropa, claramente Taehyung, no estaba de acuerdo.

—Señor Jeon, con todo respeto, ¿Porqué quiere cambiar mi imagen de vestuario?— pregunto, su voz parecía molesta e irritada.

—Es porque está, es la manera correcta de vestirte, ¿Acaso piensas que con lo que siempre sueles vestir siempre, conseguirás un buen empleo de contadora?— Taehyung parpadeo confundido, jamás lo había pensado ni visto de esa manera.

—Sí, pero...

—Note que tu abdomen aún está irritado por el café caliente— cambio abruptamente el tema.

—¿Oh? Oh sí, ayer fui al doctor y me recetó una crema, así que... pronto estaré mejor.

Jungkook asintió, pero su lobo estaba aliviado y se sentía culpable por lo sucedido.