➳ [ 036 ]
"Tu, en mi imaginacion, son tan vividos, cómo si estuvieras ahí, pero extiendo mi mano, y de repente desapareces" — BTS; Film Out.
Puso el vaso de whisky sobre sus labios y le dió el último trago, mientras que su mirada estaba posada en la foto que tenía en su mano. Esa foto, esa que había sacado con su cámara, después del desayuno que había compartido con su Omega.
Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas y las dejó recorrer sus mejillas, y es que, ya nada le importaba, no sí Yoongi no estaba con él, porque también le dolía, le dolía que él se hubiera marchado después de que le entrego tanto amor.
Jimin empezó a preguntarse si realmente había hecho algo malo, si realmente se merecía que lo dejará de esa manera, no lo sabía, ni lo iba a saber, pero estaba seguro de algo; Yoongi no iba a volver. Mirar la habitación desde un punto dónde podía recrear los escenarios tanto sexuales, como amorosos, realmente lo ponía más enfermo y triste. Su Alfa aullaba de dolor y de perdida por su Omega.
Apretó el vaso y lo arrojó al piso con fuerza, causando que se rompiera en muchos pedazos, como él, y que causará un enorme sonido. Cubrió sus ojos con una mano, mientras dejaba caer la fotografía al suelo; para después llorar.
—Jiminie.
Su voz, maldición, su maldita voz. Descubrió sus ojos y alzó la cabeza, mirándolo ahí, recargado de la pared de la entrada de su habitación, una hermosa sonrisa adornaba su rostro, él le sonrió de la misma manera, mientras que sus ojos botaban lágrima de dolor.
—Yoongi.
—No llores Jiminie... mejor sonríe, me encanta tu sonrisa.
Y cómo lo pidió, el Alfa le regaló la más hermosa sonrisa a su pequeña alucinación. Él estiró su mano y cuando estaba a punto de tocarlo, él simplemente desapareció, un enorme sentimiento de vacío se acumuló en su pecho y una tristeza enorme se hizo presente en su Alfa y en él. Sollozó, apretó su mano en un puño, y lloro nuevamente.
Su sistema estaba muy contaminado de alcohol, por lo que al levantarse, se tambaleó un poco, causando que cayera al suelo, mientras se quejaba, maldecir y al final, lloraba.
Y ahí se quedó, echó una bolita en el suelo, tratando de entender el porqué Yoongi lo dejó.
Al día siguiente, Jimin amaneció peor, las enormes ojeras que adornaban sus ojos, el personal de la empresa, no paso por alto.
Jimin contrato a una nueva secretaria, a la cual, al llegar a su oficina ella lo saludo, pero él ni se inmutó, pasando de largo y con un sentimiento de tristeza aún consigo.
Al entrar a su oficina, camino hasta su silla, acomodó sus papeles y su mirada se posó en el sofá, donde él solía estar. Su mente parecía querer jugarle una mala pasada, ya que lo imagino a él, sentado ahí, sonriéndole, él también formó una sonrisa, la cual se borró al instante en el que él volvió a desaparecer.
La puerta fue tocada.
—Adelante— Su voz dolió, pero no le importo en lo más mínimo.
La puerta se abrió y una figura femenina entro, el Alfa levantó su rostro y miró a Jennie entrar.
—¿Qué haces aquí?— Ella sin decir nada, puso un periódico en su escritorio. —¿Qué significa esto?
—Léelo.
Jimin con fastidió lo tomó y empezó a leerlo. Al finalizar, dejo de golpe el periódico y miró con enojo a Jennie.
—¿¡Quién mierdas escribió esto!?
—No lo sé, pero todos están enterados de que lo tuyo con Yoongi no funcionó... y tú padre a retomado la idea de nuestro compromiso.
Maldición.
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