Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

¿Alfa? (1)

—Hola, bebé — la grave y melodiosa, incluso tierna, voz de la Alfa menor se hace presente cuando Nayeon estaba tranquilamente pasando por la zona.

—Deja de llamarme así, Chou — la molestia en su voz es conocida. Tzuyu hace un pequeño puchero.

—Aw, pero ¿por qué, bebé? — la pelinegra siempre la ha molestado llamándola de diferentes formas cariñosas coqueteandole de una manera tan tierna. Nayeon se maldice porque en el fondo le gusta.

—Porque no quiero y ya — tiene que admitir que le gustan los apodos cariñosos de la contraria pero no en voz alta obviamente.

—Como diga, mi Alfa — con lo último dicho en el oído, con voz gruesa y demandante, se va caminando tranquilamente dejando a una Alfa hormonal congelada encantada con el nombre dado. A Nayeon le encantó ese llamado.

Ella lo sabe, desde el principio, cuando se vieron a los ojos, cuando el aroma de la otra las atrajo y cuando sus corazones latieron rápidamente al tener sus miradas justas en la otra.

Son predestinadas.

Nayeon no lo quiere aceptar, pero no hay nada que hacer. Siempre va a buscar a la Alfa en sus celos aunque su terquedad no la dejara irse. Siempre le encantará el aroma a café helado y dulce aunque no lo diga en voz alta. Siempre estará conectada a ella aunque no quiera y siempre sus lobos se querrán aunque ella no lo acepte.

Tzuyu lo aceptó en cuanto la vio. El aroma adictivo a dulce y chocolate combinados, los ojos profundos que le encantaron, todo su ser encantador. Todo aceptó, aceptó ser su Alfa aunque sea mal visto.

Para ella no es malo, la Diosa Luna lo eligió y así será.

La Diosa Luna no se equivoca, las personas sí lo hacen.

Cuando se dio cuenta del miedo de su Alfa, saltó y sonrió con una idea buena que cruzó su mente.

Se comprometió a cortejarla hasta hacerla su pareja, hasta marcarla, hasta pasar los celos con ella y para después la vida con ella. Tzuyu tenía felizmente su vida hecha aunque no totalmente. Tzuyu quería ser la Alfa de esa Alfa terca.

Aunque es un poco difícil, no se rendirá. Esa Alfa será su Alfa y ella también le pertenecerá a la otra. Como la Diosa Luna y su corazón digan, no como la sociedad.

Todavía recuerda cuando se vieron por primera vez y conectaron aunque la coreana lo disimuló con una mueca.

Ambas estuvieron viéndose como por media hora hasta que el timbre de las clases llamó la atención de ambas y tuvieron que irse. Tzuyu le sonrió de lado y se fue dando saltos hacia sus clases. Nayeon la miró confundida y a la vez con miedo.

Ambas, dos chicas jóvenes, con vidas normalmente comunes.

Tzuyu era una chica totalmente reservada. No hablaba con casi nadie. No mostraba nada de piel porque le encantaba su palidez. No era social solo porque no quería serlo.

Nayeon, una Alfa de sociedad pero no mala. Era la alfa perfecta para cualquier Omega o Beta y había capturado la atención de muchos. No por nada tenía una novia… que terminó cuando se dio cuenta de sus sentimientos inestables.

Nayeon claramente era perfecta y de buena imagen. Oh, ¿y qué es mal visto para la imagen social? Oh claro, ser pareja de una Alfa, siendo Alfa.

Fue demasiado lindo para ellas, cuando se vieron y sintieron de todo. Fue también raro, ambas sonriendo a la otra sin conocerse ni un poco.

Ahora las dos siguen viéndose cada día, menos en sus celos los cuales son extremadamente dolorosos por no tener la compañía mutua de la otra. Con la taiwanesa poniéndola de los nervios y la coreana nerviosa mientras actuaba molesta por todo de ella cuando es evidente que le gusta.

No tan evidente, pero lo es.

Retomando a los personajes, Tzuyu se fue directo a su casa feliz y orgullosa de dejar así a la coreana con solo un apodo que ella obviamente volverá a decir… y gritar en gemidos si tiene suerte algun día.

Nayeon se quedó estática por unos momentos más, hasta que retomó su paso y caminó con un poco de notable incomodidad por su ereccion de tanto pensar en ese apodo en otro contexto.

Llegó a su casa y sin saludar a nadie fue directo a su habitación a encargarse de su ya totalmente erecta polla. Tenía que ser así todos los días y solo era una joven hormonada que hace un mes tenía una vida sexualmente activa, ahora es consolarse con su mano en su habitación.

La mayoría de veces es así. Tzuyu dándole esa accidental erección e irse como si nada, sin hacer nada, pero tampoco es como si Nayeon la dejara hacer algo al respecto.

Eso lo ignoraba pero en su corazón todo lindo le dolía. Le dolia recibir el rechazo y su lobo aullaba cada vez que pasaba eso llamándola ‘idiota’ por no ir a su casa y ayudar a calmarse a su Alfa.

Tzuyu no sabía que le provocaba pero aun así, Nayeon la maldice cada vez.

Ella tenía pensamientos impuros sobre Tzuyu mientras Tzuyu pensaba en cómo hacerla su pareja. Ambas tenían emociones o sentimientos firmes amorosos con la otra pero pues sus mentes eran diferentes. Nayeon piensa con la polla. Tzuyu es una niña no social, cegada por el amor y cariño.

—Tz-Tzuyu — gemía la coreana moviendo su mano más rápido en un ritmo constante y preciso intentando llegar a su esperado orgasmo. Tzuyu está en su pensamiento

Imagina que la mano no es suya, es de la taiwanesa coqueta y linda que la persigue casi todos los días. Imagina que Tzuyu la complace con sus pequeñas manos torpes… pero no logra llegar.

La puerta se abre abruptamente y ella solo se tapa rápidamente gruñendo por lo cerca que estaba de llegar a su inmenso liberamiento con la imagen de Tzuyu sobre ella.

—¿Quién es esa tal Tzuyu? — preguntó una voz conocida por ella como su madre omega. ¿Y por qué no toca? Nayeon la odia por un momento.

—¡Mamá! No entres así de repente — gruñó levemente para después sacar la cabeza de las cobijas y mirar a su madre la cual ignoró su reclamo y siguió esperando la respuesta de su pregunta. — … Te sigo esperando ¿Por qué no nos has dicho sobre esa tal Tzuyu? ¿Te rechazó a algo? — ¿Rechazó? Si es ella misma la que la rechaza constantemente y Tzuyu sufre. Aunque de esto último Nayeon no está completamente enterada.

A Nayeon nunca la rechazaron porque mayormente a ella le llegaban propuestas y ella no se animaba a cortejar a alguien. No sabía el dolor que el lobo puede sufrir con solo un alejamiento.

—No, es solo que… es complicado — su madre esperó que continúe pero ella no lo haría, no hasta estar segura que sus madres tomaran bien una relación Alfa con Alfa.

—¿Qué es lo que complica tanto? Una Beta u Omega pudo haber caído completamente por ti, cariño — pero es una Alfa, una caliente, coqueta, tierna, amable y su predestinada alfa.

—No, solo que no tuvimos buen comienzo y no quedamos bien, pero después vamos a ver — mintió la menor. Lo bueno es que a ella le podía salir naturalmente una mentira y no sabía si eso le debía alegrar o dar miedo.

—Bueno. Pues cuando queden, traela que la queremos conocer — con eso dicho se fue de la habitación dejando a Nayeon pensando. Nayeon también se preguntó el por qué no esperar a que llegara al orgasmo en igual de entrar así tan abrupto.

Sus madres podrían alegrarse con lo linda que era Tzuyu y sus hijos podían ser hermosos… o tal vez no la querrán conocer por ser Alfa.

Espera… ¿Hijos? Oh, dejó el tema mejor y pensó más.

Ella sigue teniendo miedo por su imagen perdida pero quería más estar con Tzuyu. Quería estar tanto con aquella linda Alfa bonita que la alegraba.

Quiere decidir pero a la vez solo quiere no pensar en nada y dormir un poco. Sus pensamientos la cansaban mentalmente mucho

Olvidándose del por qué estaba en cama tan temprano se acomodó para dormir. Seguía un poco caliente pero sus pensamientos no la dejarían ir por su preciado orgasmo y en momento se le vino a la mente a Tzuyu llegando y ayudándola…

Nayeon se le quitó el sueño y fue al baño encerrándose en este mismo por unos cuantos minutos mejor.

Le venía bien, ¿no? Tanto pensar y nada mejor que descargarse en líquido blanquecino y viscoso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro