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UNO

Jungkook estaba arrodillado frente a Jimin, acariciando y besuqueando su enorme barriga que era del tamaño de una sandía. Sintiendo el aroma de su omega de manera deliciosa y esparciendo feromonas rojas que eran visibles para ambos ya que habían fortalecido su vínculo amoroso durante los ocho meses de embarazo y ahora ambos podían ver y no solo sentir y oler las feromonas que esparcían mutuamente.

Jimin sonreía mientras Jungkook le besaba la barriga, sintiendo una conexión profunda con su alfa. Podía sentir el amor y la devoción de Jungkook hacia él y hacia su hijo, eso lo hacía sentirse seguro y protegido. La barriga de Jimin se movía suavemente mientras el cachorro se movía dentro de ella, y Jungkook se reía de alegría mientras acariciaba la barriga de su omega.

Las feromonas rojas que Jungkook esparcía eran una nube de amor y protección que los rodeaba a ambos. Jimin podía verlas con claridad, y sabía que eran un símbolo de la conexión profunda que compartían con Jungkook. Las feromonas rojas también tenían un efecto calmante en Jimin, lo ayudaban a relajarse y a sentirse más tranquilo porque había estado nervioso ya que Jungkook tenía que irse a un viaje de negocios a Italia y no podía cancelarlo.

—¿Más? —preguntó Jungkook, refiriéndose a las feromonas y Jimin negó con la cabeza.

—Podré soportar el fin de semana, pero si te tardas más días voy a terminar desmayado o en algún hospital. —Jungkook se puso de pie, dándole un tierno besito en la frente.

—No seas exagerado mi bonito, estaremos en contacto. Procuraré hacerte videollamadas durante el viaje.

Jimin abrazó a Jungkook, al hacerlo miró la maleta que estaba atrás de su alfa con tristeza.

—Ya lo se, es que el cachorro y yo te queremos cerca. —Hizo puchero.

—Permanece en el nido, también esparcí bastantes feromonas en la habitación, le ordené a la chica de la limpieza que te cuide y que te lleve todo lo necesario a la habitación. No estarás solo, vuelvo pronto —susurró tratando de calmar el corazón de Jimin.

—Cuídate mucho, no vayas a lugares extraños y tráeme un recuerdo de Italia.

—Iré a la reunión y me quedaré el resto del día en el hotel, pero si veo algo que pueda gustarte te lo traeré. —Jimin sonrió, le gustaba que Jungkook le llevara regalitos de los viajes que hacía, es que desde que se embarazó no había podido viajar por lapsos largos en el avión porque le era incómodo.

—Te amo, mi alfa, nos vemos en dos días.

—Te amo, mi omega, no tardaré mucho.

Ambos se dieron un último beso en los labios antes de que Jungkook abandonara la casa. Jimin se fue de inmediato a la habitación, sumergiéndose en la enorme cama rodeada de sábanas, almohadas y ropas variadas. Sintiendo la calidez del nido y cerrando sus ojos para descansar porque le daba muchísimo sueño a causa del embarazo.

La habitación estaba llena de feromonas de Jungkook, lo que lo hacía sentirse seguro y protegido. Jimin se sintió relajado y tranquilo, sabiendo que Jungkook regresaría pronto. Se durmió rápidamente, rodeado de la calidez y el amor de su alfa. Mientras tanto, Jungkook se dirigía al aeropuerto, sintiendo una desesperación incontrolable por volver con su omega. Estaba emocionado por el viaje, pero también estaba triste por dejar a Jimin y al cachorro. Sabía que regresaría pronto, pero no podía evitar sentir una sensación de vacío al dejar a su omega y a su futuro hijo.

Abordó el avión junto con su socio comercial, Kim Taehyung, ambos se sentaron en primera clase. Al poco tiempo de haber despegado el vuelo Jungkook comenzó a sentirse mareado e incluso un poco caliente, por eso pidió atención médica. Le llevaron un termómetro confirmando que estaba ardiendo en temperatura, después le entregaron paracetamol para ayudarle a bajar la fiebre.

—¿Es por estar lejos de tu esposo embarazado? —preguntó Taehyung, mirándolo con preocupación.

—Tal vez, no me había pasado —respondió Jungkook, cerrando los ojos y tratando de relajarse.

—Quizás porque ya está en la última etapa del embarazo —sugirió Taehyung, asintiendo con la cabeza.

—Podría ser —dijo Jungkook, abriendo los ojos y mirando a Taehyung.

Taehyung sonrió y le puso una mano en el hombro.

—No te preocupes, amigo. Estarás de regreso con Jimin antes de que te des cuenta. Y pronto tendrás a tu bebé en brazos. —Jungkook sonrió débilmente, sintiendo un poco de alivio. Sabía que Taehyung tenía razón, que pronto estaría de regreso con Jimin y su futuro hijo.

El alfa cerró los ojos y se reclinó en el asiento, tratando de relajarse y de dejar que el medicamento hiciera efecto. Sentía la fiebre disminuyendo lentamente, y su cuerpo comenzaba a relajarse.

—¿Ocupas feromonas de omega? Puedo esparcir un poco de las mías.

—Si haces eso moriré al llegar a casa. —Sonrió con los ojos cerrados—. Jimin sentirá tu aroma y terminará matándome a causa de los celos.

—Yo lo decía por ayudar...

—Y yo solo bromeaba. —Jungkook sonrió—. No me mataría, pero seguramente se sentiría inseguro y embarazado es frágil, quiero lo mejor para él. Así que puedo soportar el viaje, gracias de todos modos.

Taehyung se rió suavemente y asintió con la cabeza.

—Entiendo. No queremos que Jimin se sienta inseguro.

—Exacto. —Jungkook abrió los ojos y miró a Taehyung—. Gracias por entender.

—No hay de qué, pero trata de recomponerte para cuando aterricemos y para mañana, la reunión es importante.

—Sí, no te preocupes. —Jungkook se sentó un poco más derecho y respiró profundamente, intentando calmarse y prepararse para la reunión.

Taehyung lo miró con una sonrisa.

—Solo relájate y piensa en Jimin y en el bebé. —Jungkook asintió con la cabeza.

Sabía que Taehyung tenía razón, que debía relajarse y pensar en su familia. Cerró los ojos y se concentró en la imagen de Jimin y del bebé, sintiendo una sensación de paz que lo ayudó a relajarse.

Jungkook parecía sentirse mejor cuando bajaron del avión, eran las cinco de la tarde en Italia y la reunión sería al día siguiente, así que se dirigieron al hotel en el que se hospedarían. Caminaron juntos hacia la habitación 506 y 507. Se despidieron en las puertas y cada uno ingresó a su cuarto. Jungkook estaba desesperado, se arrancó la ropa y se dirigió al baño abriendo el grifo y sintiendo la presión del agua en su espalda, pero no lograba calmar esa sensación de calor.

Se miró en el espejo y vio que su piel estaba enrojecida y sudorosa. Se sintió mareado y tuvo que apoyarse en el lavabo para no caerse.

—¿Por qué ahora? —se preguntó reconociendo los síntomas.

No era que extrañara a Jimin, tampoco un resfriado, eran síntomas que anunciaban la llegada de su rut. La última vez que se le presentó fue cuando dejó embarazado a Jimin y al estar pensando en la reunión y en el embarazo del amor de su vida se le olvidó por completo que estaba en fechas.

Se sintió frustrado y ansioso. No podía creer que su rut estuviera llegando justo en ese momento, cuando estaba lejos de Jimin y no podía estar con él. Se preguntó qué hacer, si debía intentar controlar su rut o si debía dejar que su cuerpo siguiera su curso natural. Se sintió dividido entre su deseo de estar con Jimin y su necesidad de satisfacer su rut.

Mientras se debatía en sus pensamientos, Jungkook se dio cuenta de que su cuerpo estaba empezando a cambiar. Su temperatura corporal estaba aumentando y su piel estaba empezando a sudar más. Se sintió mareado y tuvo que sentarse en el borde de la bañera para no caerse. Sabía que su rut había llegado y que no podía detenerlo. Tomó su miembro con la mano, sintiendo sus venas gruesas, masajeando de arriba hacia abajo para saciarse, sacudiendo y estirando una y otra vez de manera frenética, pero fue interrumpido por el sonido de alguien llamando a la puerta. Se colocó una toalla alrededor de la cintura e inhaló, sintiendo el aroma almendra de Taehyung.

Avanzó a la puerta con pasos largos abriéndola y encontrándose con Taehyung, quien llevaba una caja de paracetamol en las manos que había encontrado en su maleta.

—Pensé que las necesitarías. ¿Estás sudando o te duchaste?

—Ambas —dijo con voz grave y profunda, mirando la belleza de Taehyung como nunca antes.

—¿Te sientes bien?

—Espárcelas —dijo en un susurró, tomando a Taehyung de la camisa y arrastrándolo al interior de la habitación—. Esparce tus feromonas, quiero sentirlas —añadió con su voz de mando.

La orden recorrió el sistema nervioso de Taehyung y esparció sus feromonas, bastó ese movimiento para que Jungkook cerrara la puerta con seguro y empujara a su amigo contra la pared, dándole un beso apasionado en los labios que le robó el aliento.

Taehyung se sintió sorprendido y excitado al mismo tiempo. No había esperado que Jungkook reaccionara de esa manera, pero no podía negar que la pasión y la intensidad de su amigo lo estaban atrayendo. Se sintió abrumado por la feromonas de Jungkook, que lo estaban envolviendo en una nube desbordante de pasión.

Jungkook continuó besando a Taehyung con intensidad, su lengua explorando cada rincón de su boca. Taehyung se sintió débil y sin aliento, pero no podía evitar sentirse atraído por la pasión y la intensidad de Jungkook.

Mientras tanto, Jungkook estaba completamente dominado por su rut. No podía pensar en nada más que en satisfacer su deseo carnal. No le importaba nada más que el momento presente y la persona que estaba frente a él. Se sintió como si estuviera en un estado de trance, completamente dominado por sus instintos y su deseo.

Mal día para ser casado.

Mal día para estar esperando un hijo.

Mal día para tener el rut.

Y mal día para ser un alfa infiel.

Arrancamos con Alfa infiel, es cortita como la de tu ex🙊

Esta historia fue gracias a las imágenes que envió Isabel al grupo de la manada en WhatsApp me inspiré y la escribí de una vez. Además hoy tenía tiempo. 🙈

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