El pequeño fruto del amor de Jimin y Jungkook de diez meses de nacido se fue a pasear durante todo el día con sus tíos alfas porque Jungkook y Jimin planificaron con audacia irse a hospedar a un hotel de lujo para tener intimidad.

Al llegar a la suite presidencial no esperaron más y Jungkook tomó a Jimin entre sus brazos para besar sus deliciosos labios. Él se dejó guiar, por primera vez desde hacía mucho tiempo tenían tiempo y espacio para estar juntos de esa manera. En algún momento llegaron a pensar que eso no volvería a suceder porque estar entre llantos y pañales les consumía todo el tiempo.

Jimin estaba de manera sumisa y receptiva, ese estado hizo que la confianza de Jungkook aumentara al igual que su deseo.

Le quitó la ropa lentamente, besando parte de su piel expuesta en el proceso, quería que esa tarde para él fuera inolvidable. Le indicó que se arrodille y él lo hizo sin protestar, estando ahí en esa posición, Jungkook se bajó los pantalones sin despegar sus ojos de los de Jimin, dejando su miembro ya erecto a la vista de él.

Los ojos de alfa centellearon sintiendo un éxtasis que solamente Jimin podía provocar cada vez que lo tenía de rodillas frente a él, cada vez que lo tenía a su merced.

Tener a Jimin a su disposición le emocionaba tanto, ser el alfa de ese omega le era maravilloso, placentero. Le pidió que chupara pene pene al colocarle la mano en su cabeza y él todo obediente accedió.

El alfa sintió la lengua del omega acariciar la punta del glande tímidamente, él probó despacio, pero la desesperación le jugó en contra a Jungkook en el momento en el que lo empujó hasta el fondo para sentirlo más dentro de su cavidad bucal, ahogándolo en un gemido al sentir el tope de su garganta, era la sensación más exquisita.

Lo escuchó emitir un grito ahogado, pero no le importó, ya que la excitación hacía que su semen se esparciera sin avisar, llenando la hermosa boquita del dulce omega. Él se lo tragó y Jungkook sonrío cuando separó su falo de sus labios.

El alfa se puso de rodillas y limpió su barbilla con su camiseta, para después darle un beso dulce y casto en los labios.

—Sabes delicioso —susurró Jimin excitado—. Tan dulce como la miel.

—Pondré mi miel dentro tuyo, gírate.

Jimin sonrió, girando su cuerpo y poniéndose en cuatro, Jungkook le empujó la espalda para que se arqueara un poco más, lo observó y sonrío ante la imagen, Le acarició cada una de sus nalgas, masajeando y apretando como si fuera una pelota antiestrés, vaya que lo eran. Sentirlas era tocar el paraíso y perderse en él. Se inclinó y pasó la lengua por toda su entrada, y sin despegarme de él dejó besos en sus glúteos, mientras se deleitaba con los sonidos de satisfacción que Jimin emitía solo para él.

Destapó el lubricante que pidió antes de llegar al hotel y lo untó con una cantidad considerable. Jimin se erizó  al sentir el gel frío y Jungkook trató de tranquilizarlo con caricias y un siseo que al parecer logra excitarle.

—Voy a entrar, omeguita —dijo y Jimin gimió a modo de respuesta.

Colocó el glande en su lugar y entró de manera suave.

Jimin gimió casi al mismo tiempo que Jungkook, para el alfa sentir la estrechez de sus paredes anales era la gloria, saber que era el único alfa que tenía la posibilidad de devorarle el culo hacía que su pene se hinchara y palpitara en su interior.

Comenzó a entrar cada vez más hasta que sintió que él ya estaba listo para ser tomado más rudo, más fuerte y más rápido.

Tomó su esbelta cintura con las manos, sus dedos se aferraron a su piel sin querer soltarse, casi como si la lejanía quemara. Agarró con más fuerza su cintura y empezó a darle embestidas cortas y suaves.

Jimin gimió y Jungkook hace el mismo movimiento provocando cada vez más esos sonidos encantadores.

Jimin apretó la alfombra con sus manos y encajó sus uñas mientras que Jungkook aumentaba la velocidad.

El alfa se pegó más a su cuerpo moviendo las caderas a un ritmo atroz y mágico que los mantenía en un magnífico delirio. Le dio una nalgada, dos, mejor tres.

Lo observó contraerse y soltar su cuerpo escultural, el alfa estiró la mano para tocar su abdomen, se corrió, estaba embarrado. Jungkook da un par de embestidas más y se termina corriendo dentro suyo, soltando su semen en su interior, haciendo suyo al amor de su vida por primera vez luego del parto.

Estaban agotados, Jimin estaba más agotado que Jungkook. Por eso lo ayudó a levantarse, llegaron a la cama y se acostaron juntos.

Jungkook amaba tanto a Jimin y verlo agotado después de recibir su elixir dentro suyo le hacía imaginar que pudieran tener más de diez cachorros juntos.

—Necesito tener otro cachorro, esta vez una copia tuya —dijo Jungkook.

—Te aseguro que si tuviéramos un cachorro de nuevo, volvería a salir idéntico a ti. Tienes unos genes extraordinarios —contestó Jimin y Jungkook sonrió.

—¿Podemos volver a hacerlo? Quiero aprovechar a tomarte ahora que no está nuestro hijo, no volveremos a tener un día así para nosotros hasta que vuelva a convencer a sus tíos de cuidarlo.

—Todo el día y toda la noche, Jungkook. Aprovechemos.

El par de enamorados esparcieron feromonas y se sumergieron entre las sábanas, acariciandose, besándose y saciando sus deseos. Lo hicieron hasta agotar sus fuerzas.

Mientras eso sucedía, lejos, en una casa de maternidad que cuidaba omegas solteros se encontraba Kim Taehyung, cuidando en silencio a su cachorro de un mes de nacido. Era tan hermoso, fuerte y saludable, su rostro idéntico al de su padre omega y sus ojos oscuros idénticos a los de su padre alfa.

—Lamento no poder darte un padre, mi pequeño —susurraba Taehyung—. Él ya tiene a su familia y tú y yo nos tenemos mutuamente, podemos solos.

Aquella prueba que Taehyung había mostrado el día del hospital era falsa, había escuchado que Jimin estaba muy enfermo por parte de Namjoon el día que quiso ir a visitarlo para pedirle disculpas por lo sucedido, le quería decir que también estaba embarazado y que lucharía por el amor de Jungkook, pero no pudo hacerlo, no tenía corazón para separar a un alfa de su omega.

Por eso, decidió encarar aquel día en el hospital a Jungkook y decirle que no estaba embarazado, después desaparecería de su vida, mandaría a algún representante a la empresa y sus reuniones serían por videollamadas.

Estaba bien por su cuenta, no quería a un alfa que no deseaba a su cachorro, no quería a un alfa que no lo amaba.

😨FIN😨