04.
ERES ALGUIEN QUE ME ENDULZA LA VIDA A CADA SEGUNDO QUE PASA.
Omega de sangre pura, esas palabras estaban en la boca de cualquiera que fuese a la preparatoria Tteoolueneun Taeyang, la primera clase con la señorita Ji Eun fue animada, en especial porque una pequeña zorrita estaba junto una temible leona.
Pero, ese no era el único suceso del día; "La alfa más temida y cruel compartiendo su sagrada siesta con una cachorra hiperactiva."
Muchos salían al campus sosteniendo que eso se trataba de una mentira, el chisme del día. Pero todos regresaban sorprendidos al ver como la capitana de Básquetbol, una alfa casi desalmada tenía entre sus brazos a una dulce y frágil cachorrita de hebras castañas.
Y todos se preguntaban, ¿Cómo llegaron a eso?
La alfa mira de reojo a la omega que la acompaña, su olor, su cuerpo, sus ojos, su presencia en general, había llamado la atención de la felina por lo que también llegaron preguntas y deseos.
La cachorra era bastante atractiva y llamativa a la vista de cualquiera, en especial cuando el sutil aroma ácido desaparecio y la dulzura se podía oler perfectamente.
━━━ 🎀 ━━━
—Gracias por ayudarme.
Murmura la menor una vez la adorable mujer se marchó a hablar con el director del recinto.
—Era para que dejaras de soltar tus feromonas.
Fríamente la alfa le miro sin interés alguno.
—L-Lo entiendo, no suelo oler bien...
Baja la mirada hacía sus manos, luciendo triste.
—Yo... N-No quería decir... Eso.
Se retractó inmediatamente, extrañamente al verla decaída algo dentro de ella se incómodo y le dolió.
—Pero tiene razón, cualquier omega tiene mejor aroma que yo.
Se encontraba al borde de tomar pastillas para reducir en gran manera su olor.
—No lo hagas... T-Tu olor me agrada, es dulce... Yo soy mala expresándome, solo eso.
Dice bajando la voz en cada palabra soltada.
—...¿Puedo pasar el receso con usted?
—¿Qué?
A ningún alfa, beta u omega le gustaba pasar más tiempo con ella del necesario, evitandola como si de una plaga se tratase.
—¿N-No te doy miedo?
—Nop, ¿Porque debería tenerle miedo? Si es verdad que usted es una alfa y también es mayor que yo, pero, ¡parece una linda cachorrita!
Aclaró ignorando a los estudiantes que fingían caminar por ahí temiendo por el menor. JeongYeon rodó los ojos, esos estudiantes se movían como si tuvieran ochenta años lo que lo hacía todo más obvio.
«Parece una cachorrita, parece una cachorrita, parece una cachorrita.»
—¿Qué dices? Yo soy una leona, ¡mocosa idiota!
Responde frunciendo su ceño, la molestia deslizándose de su boca en aquellas palabras.
—Usted es grandiosa.
La mayor la miró incrédula, ¿Acaso había escuchado el insulto?
—Mocosa idiota, ¿oíste bien?
Repite otra vez, pero ahora sintiendo confusión.
—Claro, usted es una leona.
Menciona, la alfa la miro y obtuvo una sonrisa de la menor.
Entendió que la cachorra simplemente ignoraba los comentarios hirientes y se concentraba en lo mejor.
━━━ 🎀 ━━━
—Mocosa, quédate quieta.
La alfa no podía creer como una cría dos años menor que ella tuviera tanta energía, llevaba un rato saltando la cuerda cual niña de kinder, en el mismo árbol de la mayor, lo cual le estaba costando la paciencia a la alfa.
Sin embargo, la omega no se detuvo hasta que se golpeó contra el tronco haciendo que la cría caiga al igual que algunas hojas secas.
—¡Auch!
Se queja la menor, pasando sus manos por su trasero, justo en la zona lastimada.
—Duele, duele... Mhn, ¡árbol malo!
Chillaba con lágrimas en sus ojos.
Algo dentro de la mayor dio un terrible vuelco ante esa imagen, no le agradó ver a la menor herida y llorando, así que puso su pálida mano en la cabeza de la cachorra dejando pequeñas caricias, la omega cerró los ojos, disfrutando.
—¡Oye!
Cuando la mano de la mayor se alejó, la omega se alteró.
—¡Unnieeee, quiero más caricias, por favor!
Aquellos chillidos, sonaban tan tiernos que el corazón de piedra de la alfa latía más rápido.
—Solo te las daré si te quedas quieta.
Intenta lograr que por fin la cachorra se quede inmóvil.
—Lo prometo.
JeongYeon comenzó a juguetear con sus dedos en la cabecita de la cachorra, acariciando con sus largos dedos las rojizas orejitas de Nayeon, quién cerró los ojos mientras empezaba a ronronear. No habían pasado ni dos minutos cuando el sueño empezó a atacar su cuerpecito, sus párpados empezaron a ser pesados, dándole ganas de dormir.
Lleva sus pequeñas manos para frotar sus ojos ya que si seguía así se dormiría e Irene no le daría una de sus deliciosas galletitas de chispas de chocolate que tanto amaba, pero una voz totalmente ajena la hizo despertar, no era la leona sino que se trataba de una híbrida de oso.
—Jeong-ah, la última clase se pospuso por temas de embarazo de la esposa del profesor. ¿Vienes conmigo?
Habla con total calma.
—Gracias Momorin, pero me quedaré un poco más, ve a casa.
Ríe nasalmente viendo como la omega se acurruca aún más en su pecho, dormida entre sus brazos.
—No puedo dejarla sola.
Murmura agarrando a la zorrita de su fina cintura para posteriormente sentarla en su regazo y atraerla a su cuerpo, la menor por instinto escondió su cuerpo en el ajeno, utilizando el pecho de la alfa como almohada personal.
—Claro, muchos alfas quieren saber de la omega pura.
Contesta la chica riendo al ver como la mayoría de alfas estaban alejados porque Yoo estaba al lado de Nayeon. — Te veo en el departamento Jeong-ah.
—Hasta luego, Momo.
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