Extra 03.2: Albert y el futuro
Albert vio a su amigo pasear de un lado a otro con expresión preocupada.
Estaban en el apartamento de Yven.
Mathieu y Gratien habían ahorrado para poder arrendarlo cerca de la universidad de su hijo.
Yven seguía viviendo con sus padres, era el tipo de persona cariñosa que odiaba estar sola. Albert nunca había conocido un joven que se pusiera triste por la noticia de que tenía un apartamento a su nombre, pero Yven había casi llorando abrazado a su madre y haciéndole prometer que no era una indirecta que era hora de que se fuera de casa.
Por supuesto que no era eso, así que Yven se había calmado y solo usaba ese apartamento para descansar entre periodo de exámenes, estudiar y darle espacio a sus padres en sus celos y aniversarios.
Albert podía sentir las feromonas de Alfa, inquietas, de su amigo.
Generalmente cualquier exposición de feromonas de Alfa lo ponía mal.
Después de todo Albert era un Omega bastante sensible, había nacido ya prematuro y frágil, su crecimiento con padres desinteresados no lo hizo mejor, y el historial de traumas infantiles era bastante largo. Cuando se presentó como Omega se le hizo obvio que sería una vida difícil. Ya temía a los adultos y Alfas, ser Omega era el peor resultado posible.
Que Yven fuera un Alfa no debería haber sido una sorpresa, su amigo seguía creciendo cuando Albert parecía haber alcanzado su límite de estatura, y eso que era casi dos años mayor.
Incluso siendo Alfa, Yven siempre había sido diferente, cariñoso y con una mamitis aguda de la que no se avergonzaba en lo más mínimo, incluso mientras crecía, el amor por su familia era evidente y no temía mostrarse cariñoso con sus cercanos.
Cuando Albert se enteró que Yven se había presentado como Alfa, había ido preocupado a su encuentro, pensando que tendría que poner distancia con su amigo, pero al contrario de lo que pensaba al sentir las feromonas de Yven había tenido una erección.
Albert había querido morir de vergüenza y que Oliver, él único que se había dado cuenta, se riera de él por semanas no lo hizo mejor.
Albert culpaba a Yven.
Las feromonas Alfas siempre habían sido desagradables y asfixiantes, incluso si eran buenos Alfas como Mathieu o su hermano mayor, o malos como las citas de su padres, que habían dejado más traumas en él de los que quería admitir. No importa cual tipo de Alfa fuera, siempre se sentía mal al ser expuesto a feromonas de un Alfa.
Pero Yven era especial. Claro que podía ser intimidante si quería, solo intenta decir algo sobre sus hermanos y los cielos no quieran que te escuche decir algo contra su madre, y era sobreprotector al limite con todos los que quería, pero siempre de una forma más suave, sus feromonas no eran agresivas y desagradables, eran dulces e intoxicantes en el buen sentidos, de esas que te hacían querer seguir oliéndolas por siempre. Albert a veces solo quería abrazarlo y frotarse contra él para que el aroma quedará pegado a él.
A veces las olía y solo pensaba en follar.
Y Albert no era de los que pensaba en follar.
Albert había pasado más de 15 años creyendo que el sexo no era interesante, de niño le parecía desagradable porque lo relacionaba a estar escondido con sus hermanos, y mientras crecía no encontraba el sentido de tanta cercanía con alguien, incluso de adolescente seguía sin entender cómo podían encontrar a alguien sexualmente atractivo solo por una mirada, aroma o un encuentro ¡No tenía sentido! Albert no se excitaba, no encontraba a las personas sexualmente atractivas, y aunque se sentía raro por ser diferente no podía evitar ser así.
O eso pensaba hasta que Yven se presentó como Alfa y su aroma era diferente a cualquier cosa que había sentido antes
¡Y era Yven! el niño que había conocido desde su infancia, el niño mimado que se colgaba de él para jugar, que le gustaba intentar contar las pecas en su rostro y lo abrazaba con cariño.
Yven, su amigo, un Rusell. Albert solo podía esconder esos sentimientos porque no podía traicionarlo así.
Oliver lo sabía, pero era él único, y era como una voz molesta que susurraba a su lado que solo debía seducirlo.
— Sé lo que dijimos sobre los hermanos Rusell, pero si tengo que verte con un Alfa como pareja, Yven es el primero en mi lista, ningún Alfa será mejor que él.
— Oliver, es intocable para nosotros.
— Sí él llega a quererte no podemos hacer nada. Podrías seducirlo.
— No dijiste eso cuando Yvette se declaró.
— ¡¿Cómo sabes eso?! Y eso es diferente.
— ¿Por qué? ¿Por qué es mujer?
— Porque es mucho menor y el Alfa soy yo.
— ¡Soy mayor que él!
— Bueno, no lo pareces.
— ¡Oye!
Sacudió su cabeza apartando los pensamientos de su molesto hermano.
Volvió a ver a su amigo que seguía dando vueltas, casi parecía querer hacer un agujero en el suelo. Sabía que era por el celo de su padre que estaban allí, Yven le mando el mensaje de que fuera a su apartamento, pero nunca lo había visto así de preocupado.
— ¿Yven?
Yven se detuvo a mirarlo, y Albert ahogó un gemido bajito. Odiaba como su cuerpo reaccionaba a la atención del Alfa, queriendo mostrar su cuello y abrir sus piernas para invitarlo.
— Lo siento ¿Mis feromonas fueron demasiado?— Yven se movió inmediatamente a abrir la ventana y se acercó a su cama, donde él estaba sentado, dando caricias delicadas en su cabello para calmarlo.
Albert no pudo evitar mirarlo con estrellas en los ojos, admirandolo. Yven solo era un par de años menor, pero era mucho más alto y robusto, y sin duda mucho más atractivo.
Siempre excesivamente atento y cariñoso, sobre todo con él. Albert creía que era por ser Alfa y Omega.
— Estoy bien, no te preocupes, y seguramente tus padres también están bien.
Yven suspiró, sentándose a su lado en la cama, su mano aún en su cabello.
— Lo sé, mamá ama a papá más que nada y disfruta estar con él. Pero cuando papá está en celo es un poco rudo, siempre deja a mamá sin poder levantarse. Me preocupa— Yven dijo todo eso sin sonrojarse o sentirse incómodo, porque había crecido sabiendo que sus padres tenían intimidad porque se amaban con pasión.
Mentiría si dijera que eso no lo había hecho sentir envidia en algún momento. Sus recuerdos de la infancia del sexo era estar abrazando a Isi mientras Oliver intentaba tapar sus oidos de los ruidos de su madre y sus citas, algunas veces sin éxito. A veces recordaba haber escuchaba golpes y gritos que hoy en día estaba seguro que no eran relacionados al placer, no quería pensar en eso demasiado.
— Creo que es genial, llegar a ser adulto y saber que tus padres aún se aman.
— Bueno, mi papá siempre dice que hay que ser inteligente y agradecer que alguien como mamá llegó a nuestras vidas— Dijo con una sonrisa cariñosa.
Albert sabía que Yven amaba a su madre más que nada. No podía culparlo, había escuchado la historia. Yven y su hermana habían estado con su madre, su madre biológica, cuando un ladrón había acabado con su vida. Incluso si era demasiado pequeño para entender que era la muerte, sabía que su madre no volvería. Luego hubo muchas personas amables queriendo abrazarlos, pero todo se había sentido frío y distante. Yven decía que todo olía a tristeza. Se habían mudado con su tío, que pasó a ser su nuevo padre, Mathieu. La casa se sentía oscura y fría, Mathieu le sacaba sonrisas de vez en cuando, y aunque él olía un poco como su madre, olía a mucha tristeza también.
Y entonces apareció Gratien. Una explosión de calidez y brillo que llegó y se fue como un huracán, y luego volvió para quedarse. También olía a tristeza, pero también a amor. Yven decía que le costó entender porque, pero seguramente porque todos hasta ese momento los abrazaban y se acercaban para consolarlos, Gratien solo los abrazaba porque amaba abrazar. Él también estaba triste, estaba triste porque los amaba y les dolía lo que habían pasado, pero desbordaba un amor cálido y dulce que opacaba esa tristeza.
— A veces envidió tu familia— Se le salió, y abrió los ojos asustado al darse cuenta de lo que dijo—. L-lo siento, no quise decir eso de mala forma, solo que tu familia es perfecta y…
— Está bien— Yven sonrió, la mano en su cabeza se deslizó a su mejilla, dando otra caricia cariñosa—. Lo entiendo, no dijiste nada malo. Lamento que no hayas tenido una familia como la mía.
— Tengo a Oliver y a Isi, y bueno a ustedes también.
Yven asintió de acuerdo, y luego se quedó pensando en algo, se le había pegado de su madre, se quedaba quieto pensando de vez en cuando.
— ¿Cómo es tu celo?— Preguntó de la nada y Albert se sobresaltó poniéndose rojo.
— ¿P-por qué de repente preguntas de eso?
— Recuerde que mamá dijo que primero fue compañero de celo de papá, aunque ya lo amaba antes eso sirvió para acercarlos más— Yven meditó un poco.
— Vaya, no hubiera creído eso de tu madre.
— Mamá es sorprendente de diferentes formas, papá dice que fue seducido y solo no pudo negarse— Se rió entre dientes, pero luego volvió a ponerse serio—. Creo que podemos intentarlo.
Albert casi se ahogó con su propia lengua, seguro de que entendió algo mal en alguna parte.
— ¿Qué?
— ¿No quieres? Creo que funcionaría ser compañeros de celo.
— ¿Nosotros… ?
Yven rio, no parecía burla con la expresión cariñosa que le dio.
— Claro, tú y yo… Oh, si no quieres está bien ¿No te parezco suficiente para tí? — Su voz sonaba triste. Casi haciendo un puchero que no debería ser adorable.
— ¡No! Digo, no eres el problema, yo… no soy nada especial, estás seguro de poder…uh, ¿Querer dormir conmigo?
Yven lo miró frunciendo un poco el ceño, su mano aún estaba acariciando su mejilla con suavidad, pero se movió para levantar su mentón y poder mirarlo a los ojos.
— Eres especial, y eres bonito, muy bonito, claro que podría dormir contigo, quiero hacerlo, por algo estoy preguntando.
Albert tragó, sutilmente apretado un puño y enterrando su uña en la palma, solo para comprobar que no se había dormido en algún momento, no podía creer que esto estaba pasando, casi un sueño hecho realidad escuchar a Yven querer dormir con él.
— S-si estás seguro de poder excitarte conmigo podemos intentarlo— Tragó un poco, seguro de que estaba sonrojado, y levemente asustado de que saliera un "Era broma"o peor aún, de no poder mantener erecto a Yven, porque vamos, es Yven, tenía una fila de gente queriendo llamar la atención, gente realmente atractiva y él era…bueno, Albert, nada muy especial, en lo único que ganaba, seguramente, era en la cantidad de pecas que tenía.
— Claro que estaría excitado por ti— Yven se inclinó hasta rozar su nariz con su cuello, lamiendo un poco y haciéndolo gemir—. Siempre me ha gustado como hueles, hueles dulce, no un dulce que calma como mamá, un dulce que hace querer morder, marcarte— Dio un pequeño mordisco sacando un gemido más intenso.
— Oh, cielos.
Cayó hacía atrás en la cama. Yven jadeaba sobre él, podía sentir su erección rozandolo.
Albert aún procesando que Yven realmente estaba excitado por él.
— Mierda, ya entiendo porque estaba tan inquieto.
— ¿Qué?
— Cuando olí el celo de papá, me puse inquieto, creo que también viene mi celo.
— Oh, por eso estás así— No pudo evitar sentirse un poco decepcionado, era el celo, no él...
— Mi celo y tu aroma cerca me impiden mantener el control— Yven explico aún oliendo su cuello—. ¿Podemos? Quiero estar contigo, tanto. Seré bueno, si quieres detenerte en algún momento lo haré.
La voz era ronca y desesperada y Albert olvidó sus preocupaciones, su cuerpo solo quería abrir su piernas y sentir como Yven lo hacía suyo.
— Claro que podemos— Su voz salió más soñadora de lo que quería.
— Gracias al cielo— Yven le sonrió antes de besarlo, un beso suave y breve, Albert gimió queriendo más—. Seré honesto, llevo un tiempo imaginando esto, poder tocarte, besarte, hacerte mío.
Albert gimió, ya sin poder contenerse abrio sus piernas para que Yven se rozara más contra él.
— Hazlo, hazme tuyo— Se tapó la boca no queriendo decir más, pero había dicho suficiente por que Yven gimió encima suyo.
— Sí, puedo hacer eso, lo haré tan bien que solo querrás ser sostenido por mí y ser mi compañero.
Albert casi se corre solo pensando en ser compañeros de Yven.
— Por favor, solo tocame.
— Claro que sí.
La sonrisa de Yven fue cegadora mientras se acercaba a besarlo, pero no pudo pensar mucho en eso mientras su mente se nublaba.
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De momento mis favoritos. Yven sería un Alfa cariñoso y Albert amaría eso.
El otro aún esta en proceso :( tendrán que esperar.
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