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Capítulo V

Gratien

Eli lo había apartado a la salida. Ya le había dicho que tenía algo que hablar con él y Gratien, ingenuamente, creía que solo quería autoinvitarse a otro almuerzo, o tal vez agradecer ese día. 

— ¿Podemos hablar camino a la estación? No quiero dejar a Mathieu esperando.

— No tomará mucho tiempo— Eli parecía nervioso, y eso era extraño.

Eli siempre había sido extrovertido, sociable con todos. Había llegado mucho después que Gratien al trabajo, pero había logrado una confianza con el jefe y compañeros que a Gratien le había tomado meses lograr. También se había apegado a él, y Gratien sentía que debía guiarlo en el trabajo, poco a poco habían formado una amistad, al menos la suficiente para hablar de que se había mudado y estaba cuidando unos niños, casi nadie en el trabajo sabía eso.

— Bien ¿Qué pasa? 

Eli respiro profundo antes de iniciar.

— Gratien… Yo sé que me ves como un amigo— Gratien comenzó a hacerse una idea, y fue incomodo, realmente incómodo, se sintió culpable de cuánto quería que alguien los interrumpiera—, pero yo no logró verte solo así. Eres la mejor persona que he conocido, eres tan paciente y amable, hasta con los clientes más antipáticos eres amable y mantienes la calma, admiro mucho eso— En realidad Gratien sentía que eso era más cobardía que paciencia y amabilidad. Después de todo era un Omega, cuando una discusión partía no podía evitar que sus instintos le pidieran aligerar las cosas, no era bueno discutiendo.

— No soy tan bueno. 

—Lo eres, y que no lo veas aumenta ese encanto. Yo… a mi realmente me gustas, Gratien, y sé que aún no me ves como nada más y que soy más joven que tú, pero prometo que me esforzaré, conseguiré un buen trabajo y te puede dar estabilidad para que estés tranquilo y seguro a mi lado, te puedo hacer feliz… 

Eso era tierno, pero seguía siendo incómodo. 

— Eli...

— No, no respondas hoy, esperé hasta el viernes para que puedas pensar tranquilo, puedes tomarte todo el tiempo que quieras, pero al menos no me verás el fin de semana y no será, uh, incómodo entre nosotros. Puedo esperar el tiempo que quieras yo-

Gratien apretó sus puños, intentando tomar valentía. 

Ya había pasado por esto antes, cuando era más joven e inexperto, simplemente dejarse abrumar por la confesión de otra persona, aceptandolo y esperando comenzar a sentir algo con el tiempo, no había funcionado. Sus ex novios eran un buen ejemplo, incluso si sentía que les habían gustado un poco, y había podido decir te quiero y confiar en ellos, era más por cosa de costumbre y estar tanto tiempo juntos. No los había amado. 

— Lo siento.

— N-no debes responder hoy, yo-

— Eli, lo siento, no hace falta pensarlo, solo te daría falsa esperanza o te haría daño, lo siento.

— Ni siquieras has intentando verme como más que un amigo, puede funcionar, puede-

— No lo hará, no funcionará… A mí me gusta otra persona.

Eli bajó la cabeza, parecía dolido y también molesto.

— Es ese Alfa ¿Verdad? Con él que vives. 

“¿Soy tan obvio?”

— ...Sí, es él, me gusta Mathieu— Fue sorprendente él como su corazón se aligeró con decirlo. ¿Eso era lo que pesaba tanto? ¿Contener sus sentimientos? Se sentía ligero, honesto, y hasta más valiente y confiado.

— Yo le pregunté, le pregunté a ese tipo si eras su Omega y dijo que no. Le dije que iba a confesarme y no hizo nada para impedirlo.

Gratien se encogió de hombros.

— Me gusta, pero no estamos juntos. 

— Entonces olvídalo y dame una oportunidad.

— ¿Tú puedes olvidar tus sentimientos tan fácil e ir a por alguien más? 

Eli se congeló y apretó sus labios.

—  No quise decir eso.

— Lo sé… lo siento, de verdad lo siento, eres una buena persona y un buen Alfa, harás feliz a alguien algún día, pero no puedo ser yo… lo lamento, si se hace muy incomodo trabajar juntos, podemos hablar para cambiar de lugar de trabajo, he estado en otras sucursales y puedo volver allí.

Eli no contestó y Gratien meditó que tal vez debería hablar con el jefe. Con una despedida incómoda se fue. 

Mientras subía al auto de Mathieu se dio cuenta que la sensación de ligereza y confianza disminuye. Le había revelado a alguien que le gustaba Mathieu y se había sentido bien, ligero, valiente, honesto, le gustaba ser honesto. Sin pensar en los pro y contra y guiándose por una decisión repentina, le pidió a Mathieu hablar.

Era hora de ser valiente.

Así que lo había dicho, por alguna razón, aunque se sentía nervioso y puede que el día de mañana fuera echado de la casa, se sentía orgulloso de tener el valor de decirlo.

— Le dije que estoy interesado en otra persona... En ti… le dije que me gustas tú. 

Apenas las palabras salieron sintió otra vez la sensación de ligereza, libre de esa carga. Lo había dicho, Mathieu lo sabía, fuera echado o no ya no había nada que esconder, ya no iba a hacer falta babear a escondidas por el Alfa, podía hacerlo de frente sin miedo.

Tomó el valor de ver a Mathieu, tenía una expresión sinceramente desconcertada, casi como si no pudiera cerrar la boca del asombro y un pequeño sonrojo se estaba mostrando en sus mejillas.

— ¿Tú...qué?

Gratien sonrió, un poco avergonzado, pero feliz de poder hablar con honestidad. Repentinamente con mucha confianza en sí mismo por tener la valentía de decir sus sentimientos. 

— Me gustas, creo que es incluso más intenso que solo gustar. Vamos, no es tan sorprendente que me gustes, eres tú… no debería ser extraño que tenga sentimientos por ti. 

—Es por eso… ¿Por eso te mudaste a ayudarme?

—Bueno… principalmente, no quieres ver a la persona que te gusta sobrecargada, ¿no? Quería apoyarte, pero incluso si fue por eso ahora realmente amo a los chicos, es fácil cuidarlos, amo a los chicos, y… a tí así que-

Repentinamente se cohibió cuando Mathieu se levantó de su silla, parecía en trance mientras se acercaba a él. Se sentía como una presa, encandilada por su depredador, y por alguna extraña razón, no quería huir, al contrario, se quedó quieto y callado, sentía que si hablaba o hacía algún movimiento todo se detendría.

Mathieu se paró frente a él, lo que debería ser intimidante siento el Alfa tan alto, pero al contrario, se sentía seguro y protegido.

Mathieu levantó sus brazos y acarició una de sus mejillas. 

Era un toque delicado, solo una caricia suave, como si esa mano temiera tocarlo y descubrir que no era real.

Inclinó su cabeza para apoyarse más en esa mano, como un gatito buscando cariño. Mathieu pareció tenso con esto un segundo, pero enseguida se relajó de nuevo. 

Allí estaba de nuevo, ese ambiente que se formaba entre ellos, lleno de química tensa.

“No tengas esperanzas, no tengas esperanzas”

Comenzó a repetirse, pero en algún momento el mantra se detuvo porque Mathieu lo estaba besando. 

Comenzó como un roce suave, un simple toque que poco a poco presionaba más, como confirmando que realmente estaba allí y era real.

Gratien no tenía razón para apartarse, era Mathieu, Mathieu lo estaba besando, el Alfa que por años amaba. Inclinó un poco su cuello, intentando un mejor ángulo.

El Alfa en Mathieu soltó un leve ronroneó a este gesto, complacido de que el Omega le diera permiso para intensificar las cosas. Mostrando su cuello en el proceso, como cediendo a él.

Gratien fue alzado repentinamente y sentado al borde de la mesa. Con la sorpresa la lengua de Mathieu aprovechó para invadir su boca, devorándolo

El Alfa se hizo espacio entre las piernas del Omega, casi rozandose entre si. 

Hubo leves segundos de pausa que aprovechaba para recuperar el aliento antes de ser devorado de nuevo. Los besos cada vez más intensos, y el peso de Mathieu casi empujándolo contra la mesa. El Omega en él parecía complacido con las cosas, dejándose devorar sin ninguna resistencia. Gratien estaba seguro que era un desastre en este momento, un desastre sonrojado, jadeante y con saliva goteando de su boca, pero Mathieu no le daba descanso.

— ¿Gat?

La voz de Yven sobresaltó a ambos. Y Gratien se bajó rápidamente de la mesa para subir corriendo. Yven estaba de pie cerca de la puerta de su cuarto.

— Hey, Yven ¿Que pasó?

— No quería ir al baño solo, vine aquí y no estabas.

— Lo siento, estaba, uh— “¿Devorando la boca de tu padre, o siendo devorado?”—, hablando con tu papá. Ven, vamos al baño.

Se demoró un poco en volver a dormir a Yven. Concentrado en el pequeño, su mente no había pensado en todo lo que pasó, el descanso de Yven era su prioridad, pero cuando el niño se hubo dormido y salió del cuarto, todo volvió a su mente. 

“¿Qué demonios fue eso?” Mathieu nunca había mostrado mucho interés en él, se había confesado para aliviar la carga que sentía, si lo rechazaban y era echado dolería, pero no se arrepentiría, si Mathieu lo rechazaba, pero dejaba que se quedará, podría dejar de estar escondiendo sus sentimientos al menos y eso haría las cosas un poco más fáciles y suposo que a su tiempo podría superarlo y en un futuro interesarse en alguien más. Pero eso que había pasado allí abajo, no sabía qué significaba. 

Algo en él le impedía tener esperanzas, no sabía por qué, pero tenía el presentimiento de que no todo sería bueno al bajar de nuevo. Casi lo hacía querer ir a esconder a su cuarto, pero reprimió eso, estaba siendo valiente, ya se había confesado, no se arrepentiría.

— ¿Mathieu?— El Alfa estaba sentado nuevamente en la mesa, sus codos apoyados en la mesa y su rostro escondido en sus manos. Sin mirarlo.

No parecía pasar un buen momento y Gratien se preguntó si se arrepentía, tal vez fue el calor del momento y estaba dándose cuenta que besarlo había sido mala idea. 

— ¿Yven se durmió?

— Sí— Se sentó intentando ignorar la incomodidad en el aire—. Solo quería ir al baño… bueno, sobre lo de antes…

— Lo siento— Ah, allí estaba, la disculpa, Gratien tragó quedito, no debería estar sorprendido, lo presentía, aunque eso no quitaba que estuviera algo confundido de recibir el “lo siento” luego de una intensa sesión de besos, por breve que fuera.

— Nah, no te preocupes… no te lo dije esperando ser correspondido, sé que no me ves así… 

— No, no es eso, yo… lo siento.

— No te disculpes, me hace sentir mal…

— Estoy feliz con tus sentimientos— Mathieu tragó, parecía no saber como poner en palabras sus sentimientos. Gratien generalmente era bueno en poner en palabras lo qué los demás no sabían cómo plantear, pero le funcionaba más en los chicos que en Mathieu.

— Bien, uh… no puedo evitar preguntar esto, pero ¿Aún puedo quedarme?

— Claro que sí, sería genial…¿Pero sería justo para ti?

— Estará bien, por ahora, al menos ya no tengo que estar conteniéndome, o fingiendo que no te estoy comiendo con la mirada.

Mathieu bajó los brazos, por fin mirándolo, consternado, como si no creyera lo que acababa de escuchar.

— ¿Qué?

— ¿Qué? Era difícil, no me confesé esperando ser correspondido, solo...cuando se lo dije a Eli me sentí ligero, y sabía que sería mejor si lo sabías…. Me gusta ser honesto, me da confianza.

— Yo… no sé qué decir, me gusta saber tus sentimientos… y me gustaría— Se cortó, buscando las palabras, pero al final solo negó—. Pero no funcionaría, no hay futuro.

— Bien… lo entiendo, soy feliz de poder quedarme con ustedes…

— Gracias…Y si un día te sientes incómodo o necesitas ayuda en algo… puedes decirmelo. Te mereces lo mejor.

De nuevo había una extraña valentía en él, como si pudiera decir y hacer cosas que normalmente no podría. 

Ahora mismo confiaba en Mathieu, incluso si eran solo amigos, incluso si estaba siendo rechazado, confiaba en él y ahora que estaba siendo honesto tenía más confianza en sí mismo de la que se creía capaz de sentir algún día. Eso era mucha confianza para alguien cómo él. 

— Hace un rato me besaste— Era verdad, y quería dejar claro su punto.

Mathieu tosió, incómodo y nervioso. Otro ligero sonrojo en su rostro.

— Eh, sí… no es que no me intereses, eres… realmente especial, pero no creo que un futuro juntos funcionaría.

Eso aún dolía, un poquito. 

— Pero pudiste besarme… ¿Eso no te molestó?

Una tos incómoda antes de un torpe: 

— Claro que no.

Entonces, podría funcionar

— Oh, que bien, entonces, hay algo que siempre es incómodo, así que esperaré tu ayuda— Decidido, se levantó, era tarde, muchas emociones por un día, necesitaba un descanso—. Debería ir a dormir ya.

Mathieu lo miró confundido.

— Espera… ¿Ayudar con qué?

Gratien lo miró, apoyando su mano en su cadera.

— Dijiste que podía avisarte si me sentía incomodo. 

— Sí, dije eso, sí.

— Bien, nada es más incómodo para un Omega que el celo, así que cuando se acerque mi celo y necesite tu ayuda, te avisaré. Si puedes besarme, no te molestará ayudarme un poco ¿No?

Mathieu parecía a punto de desmayarse, el sonrojo subiendo de intensidad por todo su rostro, mirándolo con los ojos tan grandes que hasta era divertido. Gratien quería reír, pero se contuvo. 

— N-no sería una molestía, pero, nosotros…

— Está bien, no te pido llegar al final si no quieres, y menos marcarme, lo entiendo. Solo tener un aroma de Alfa cerca será un alivio, lo que estés dispuesto a dar me ayudará. Hoy en día eso de compañeros de celo está de moda, estoy seguro que tienes experiencia en ayudar a un Omega en celo. 

Gratien se acercó al Mathieu consternado que seguía congelado.

Le dio un beso rápido en los labios, sin poder evitar sonreír ante el rostro que tenía el Alfa.

— Cuento contigo, aún falta una semana. Buenas noches, Mathieu, descansa.

Hubo una respuesta cortada, ininteligible, pero no se giró. 

Se acostó en la cama con total calma…y dos segundos después estaba pataleando y girando sobre está. 

Estaba avergonzado, estaba seguro que Mathieu no esperaba ni hablaba de ayudarlo en sus celos u otras cosas, pero no podía desaprovechar esa oportunidad. 

¡Se habían besado! Y era el mejor beso que había tenido en su vida (Una disculpa a sus ex's, pero estaban lejos de estar a la altura de Mathieu). Había dicho que no podía ver un futuro juntos, pero no que no estuviera interesado en él. 

Gratien no podía culparlo, no era un Omega especialmente hermoso ni interesante. Si fuera un bar, seguramente no llamaría la atención de nadie y se pasaría la noche bebiendo y viendo a las parejas flirtear e irse. 

Mathieu debía sentirse así. No le molestaba besarlo o tocar un poco, pero no podía verlo como una pareja, y eran amigos, así que no quería darle falsas ilusiones o lastimarlo. 

Gratien estaba bien con eso, había perdido total esperanza de alguna cercanía con Mathieu más allá de la amistad, así que obtener aunque sea un poco de atención estaría bien, y Mathieu sabía sus sentimientos, si un día se pasaba del límite seguramente se lo diría. 

Estaría bien. Mantendría sus esperanzas a raya, sería honesto sin ser tan pegajoso. Ser compañero de celo funcionaría. 

✦•······················•✦•······················•✦

Mathieu 

Se había vuelto loco.

Era la única explicación, meramente razonable para que esto estuviera pasando.

Desde que Gratien se había confesado los días pasaban como un borrón, borrón realmente vergonzoso en que pasaba encerrado en el baño más veces de las que admitiría.

Gratien actuaba normalmente con los chicos. El cambio era con él. Cambios maravillosos, borren eso, extraños, sí, extraños y que definitivamente no disfrutaba.

Como esta mañana. Gratien se preparaba para ir a trabajar, siempre silencioso intentando no perturbar sus descansos. Mathieu siempre lo sentía irse, no podía evitarlo, el dulce aroma yéndose no podía ser pasado por alto, pero generalmente solo despertaba a medias y volvía a dormir. Esta vez se levantó a ir al baño, no es que estuviera esperando algo. Y allí estaba Gratien

— Lo siento ¿Te desperté?

— No, claro que no, solo iba al baño.

— Bien, deje todo listo, que te vaya bien con los chicos.

— No te preocupes.

El celular de Gratien vibró.

— Es el auto, me voy ¡Nos vemos al almuerzo! — Y entonces se acercó dándole un breve beso, su mirada brillante y una sonrisa en sus labios mientras se apartaba y se iba como si besarlo así fuera lo más normal del mundo.

Vamos, no puedes estar feliz con un beso tan ligero, deberías solo- espera, no, incluso un beso ligero está mal” 

Y allí estaba el problema, la cercanía de Gratien era suave, ligera, casi inocente. Besos ligeros de saludo y despedida, toques suaves sin ser invasivo, sonrisas coquetas y miradas brillantes a casi cualquier hora del día. Y Mathieu debería estar incómodo y enfadado por esas acciones, pero en cambio estaba incómodo y reprimido porque no eran suficiente. 

Cada vez que Gratien se acercaba para un beso breve, Mathieu en vez de apartarse debía detenerse para no agarrarlo y profundizar el beso. Quería besarlo como ese viernes en la noche, devorarlo y hacer que la parte Omega de Gratien se rindiera a él, que lo aceptará como su Alfa, que descubriera su nuca y lo dejará hacer con él lo que quisiera.

Aún falta una semana” Había dicho Gratien.

Y debía tener razón, cada día su aroma era más dulce y espeso. Ahora que estaba lo suficientemente cerca al besarse cada día, podía sentir el aroma cambiar, avisando que el celo se aproximaba.

El celo de Gratien no era tanto problema, generalmente se quedaba en casa un día o dos al mes, y aunque pasaba gran parte del día encerrado, seguía haciendo sus deberes de forma diligente. Controlaba su aroma con supresores, el aroma aún estaba allí los primeros días, pero nada demasiado intenso, aunque nunca hubo mucha cercanía entre ellos. Gratien parecía evitar acercarse a él especialmente esos días

Esos días se preocupaba de usar su collar. Mathieu odiaba esa cosa, por alguna razón cuando lo veía, sin importar que tan bien se veía el rojo oscuro contra el cuello pálido y esbelto de Gratien, el verlo despertaba unas extrañas ganas de arrancarlo... a mordidas. 

Seguía almorzando y cenando con ellos, aunque parecía algo febril en esas ocasiones insistía en que le gustaba estar con ellos, luego se encerraba en su habitación.

Ese día cuando llegó a casa intento no estar entusiasmado, si calculaba bien, hoy o mañana debería empezar el celo de Gratien.

Cuando se acerque mi celo y necesite tu ayuda, te avisaré”

Mathieu se repitió que no estaba ansioso de ese aviso, claro que no. 

Había tenido sus encuentros con Omegas cerca de su celo, y una vez con uno en celo, por alguna razón no había sido satisfactorio, el aroma había sido tan espeso que era hostigoso, se había mantenido lo más lejos posible de las glándulas odoríferas y había sido cansador hacerlo tantas veces hasta lograr que el Omega se desmayara. Había tardado días en sacarse ese aroma empalagoso de encima, una experiencia horrible que nunca quiso repetir. 

Así que no estaba esperando gran cosa, pero el aroma de Gratien provocaba algo intenso en él desde antes del celo. Y eso lo emocionaba y asustaba en partes iguales. 

— Bienvenido, papá— Yven fue hacía él para saludarlo como siempre.

— Papá— Yvette estaba uniendo mejor las sílabas, y seguía recibiendolo con pasitos disparejos.

— Bienvenido— Gratien tenía puesto su collar y le regaló una sonrisa cálida que hacía estragos en su corazón. 

Cuando Gratien fue a la cocina a terminar la cena, Mathieu lo siguió. Gratien no hacía nada indebido cerca de los chicos, los besos se reservaban solo cuando no estaban presentes los niños. 

Podía sentir el aroma de glicinas proveniente de Gratien, más dulce, no era empalagoso ni molesto, al contrario, bordaba lo delicioso, casi creía que podía babear solo por olerlo. 

¿Sería hoy?

— Hey— Su voz sonó un poco ronca así que tosió. 

— Hey— Gratien se giró, feliz de verlo solo, se acercó para darle un beso, esta vez demoró un poco más y Mathieu fue feliz por eso, podía sentir el aroma llamándolo ahora que estaba más cerca—. Lo siento, he usado los supresores pero mi aroma está cada vez más intenso, creo que esta noche o mañana empezará mi celo.

Mathieu no lo alejó, hundió su rostro en la curvatura del cuello y algo en él se alegró de sentir un jadeo de Gratien.

— Si, puede olerlo— “Delicioso, llamando por mí” Pero no lo dijo.

— ¿M-me ayudarás?— La voz parecía frágil y vulnerable. El lado Alfa de Mathieu quería gruñir porque el Omega no debería ni dudarlo, solo él podía ayudarlo.

Mathieu tomó respiraciones profundas, llenándose del aroma, esperó unos segundos antes de calmarse.

— Claro… te ayudaré.

Sonaba como si estuviera sacrificándose, pero era un tipo de ayuda que amaría dar. Se ofrecería voluntario cada vez que pudiera. 

— Gracias— Gratien inclinó su cabeza casi inconscientemente, dándole más espacio. El cuero del collar rozaba su nariz, Mathieu se contuvo de morderlo hasta desgarrarlo, era molesto que algo se interpusiera en su camino—. I-ire a tu habitación a la noche entonces.

Mathieu asintió, conteniendo un gemido decepcionado cuando Gratien se apartó de él.

— Bien.

— Solo un rato, no te molestaré para que puedas dormir para ir a trabajar mañana.

Le tocaba trabajar este sábado. Mathieu asintió, pero no le dijo que había pedido libre ese día.

Tampoco dijo que lo anoto como compañero de celo para obtener ese permiso en su trabajo. Su jefe solo le dio una mirada astuta cuando entregó la hoja.

Gratien se sentía cansado y parecía algo febril así que fue a la cama temprano. Mathieu fue a dormir a los chicos.

— ¿Gat está bien?

— Lo estará— “Lo ayudaré”—. Son días especiales.

Así los habían estado educando, Gat tenía días especiales en que necesitaba estar más tiempo en la habitación, como si estuviera enfermo.

Yven e Yvette eran niños en crecimiento, tenían fiebre fácilmente y parecían entender que otras personas también podían enfermarse, aunque eso no hacía fácil las cosas, están apegados a Gat, incluso más que a Mathieu, los querían a ambos, pero su conexión con Gat parecía especial, suponía que era por ser Omega.

No le molestaba eso, los chicos tenían buen gusto.

— ¿No puedo cuidar a Gat?

— No, no puedes—Mathieu estaba teniendo está idea en mente desde hace un rato—. Hombrecillo, tengo que pedirte un favor.

Yven lloró un poco, pero al final aceptó irse a pasar un par de días con su abuela.

Mathieu se tragó la vergüenza ante la mirada de su madre.

— Llamame cualquier cosa.

— Tal vez estés demasiado ocupado para contestar— La sonrisa de su madre era pícara. Mathieu estaba completamente seguro que estaba malentendiendo todo, siempre había parecido feliz de que Gratien estuviera con ellos, no importaba cuantas veces Mathieu le dijera que solo eran amigos, su madre no le creía. 

Y ahora será peor, porque vamos, si antes ya creía que su relación no era solo amistad, menos ahora que le pedía cuidar a los chicos porque Gratien estaba en celo. Claro que dijo solo “enfermo” pero su madre estaba lejos de ser estúpida.

— Cuida a Gat por mí— Yven lloriqueo un poco. Mathieu sonrió, el chico era un mimado irremediable de Gat.

— Claro que sí, hombrecito.

Yvette estaba media dormida, pero Mathieu de todas formas la besó en la mejilla.

— Dile chao a Gat por mí— Yven seguía triste mientras se iba.

— Se lo diré.

Había intentando tocar la puerta de Gratien antes de que los chicos se fueran para que se despidieran, pero no contestó, suponía que el inicio del celo no era fácil. 

“— Iré a tu habitación— Había dicho, así que Mathieu no insistió y se fue a su cuarto. Sin los chicos debería estar más tranquilo, estaba un poco preocupados de que ellos vieran o escucharan algo que no debían.

En algún punto se había dormido porque despertó de un salto cuando su puerta se abrió con fuerza.

— ¡Los niños no están!— Gratien parecía jadear y estar sonrojado, sin duda ya en celo por el aroma dulce de glicinas que salía de él a montones, pero también tenía un aroma preocupado, casi apunto de un ataque de pánico—. ¡¡Mathieu, no están!!

— Están con mi mamá, están bien.

Gratien se detuvo casi llegando a su cama y lo miró confundido.

— ¿Qué?  ¡¿Por qué no me avisaste?! ¿Sabes como me asuste al ir a verlos y no encontrarlos?

— Quise avisarte y no despertaste.

Viéndolo bien, estaba temblando, si era a causa de su celo o el susto de no ver a los chicos, no lo sabía.

— Entonces están bien…. 

— Lo están, ven aquí— Mathieu apartó sus mantas y palmó un lado de la cama, Gratien solo dudó unos segundos antes de ir.

— Me asusté.

— Lo sé, lo siento, debí dejarte una nota o algo.

Mathieu podía sentir el aroma aún preocupado y con miedo saliendo de Gratien debajo de su aroma dulce, así que lo abrazó intentando consolarlo. Un poco conmovido de cómo Gratien estaba tan preocupado por sus chicos incluso iniciando su celo.

— ¿Por qué te los llevaste?— Gratien soltó un leve gimoteo, sí, sin duda ya estaba en celo, siendo algo irracional—, me pone incomodo no sentirlos cerca ¿Puedo llamarlos?

— No creo que estén despiertos ya— Se habían ido hace solo una hora, y ya deberían estar acostados en casa de su abuela.

— ¿Podemos intentarlo? Si no lo están no importa— Parecía un poco irracional, aún soltando leves gimoteos como si hubiera perdido algo importante y estuviera realmente triste por eso. Se le hacía raro, Gratien no lo había dejado verlo así en sus celos anteriores.

— Okey, llamaré a mamá, si están dormidos los dejaremos.

— Bien— Le dio una sonrisa emocionada y Mathieu desvió la mirada porque era increíblemente tierna.

Llamó a su madre, casi seguro que no contestaría, pero lo hizo.

Supo que fue una buena idea porque podía escuchar los llantos estridentes de fondo. Sin duda Yvette e Yven tenían un gran escándalo en casa, reconocería sus llantos en cualquier parte.

— ¿Mathieu? Estaba evitando llamarte, pero gracias por llamar, no logro calmarlos.

— Mis niños— Gratien gimoteo un poco a su lado, con sus cejas inclinadas preocupado al escucharlos llorar.

— Puedo oirlo— Contestó a su madre—, Gratien está preocupado de haberlos mandado contigo ¿Puedes poner el altavoz? 

— Oh, cariño, he escuchado algo de eso, tal vez aún era muy pronto.

— ¿Para qué?

— Tan lento, tú— Su madre regañó, confundiéndolo—. Luego te digo espera, tal vez se calmen si escuchan su voz ¡Yven, Yvette! Gratien y Mathieu están al teléfono.

El llanto de Yven se detuvo rápidamente. 

— ¡¿Es Gat?! 

— Yo igual estoy aquí— Mathieu intentó no hacer una mueca, estos niños.

— ¡Papá!— Yven grito— ¡Son papá y Gat!

— Ma, Ma, papá— Yvette parecía interrumpir su llanto soltando sílabas 

— Si, amor, son tu papá y Gratien. Ven, ven a hablar con ellos.

Mathieu acercó el celular a Gratien, manteniendo el altavoz.

— Hey, hombrecito ¿Por qué tanto llanto? 

— No están aquí— Yven contestó triste, parecía suficiente justificación para él.

— Yven, mi niño— Gratien sonrió al teléfono.

—Gat, es Gat ¿Estás mejor? 

— Si, cariño, siento que estén lejos.

— Papá dijo que era mejor.

— Siento eso, es culpa mía por estos días, pero solo será un tiempo y volverán con nosotros ¿Bien?— Gratien parecía un poco más racional y controlado, más enfocado en calmar a los niños—. ¿Yvette? Yvette, cariño ¿Estás allí?

— Ma, Ma

— Si, cariño, aquí estoy, siento estar lejos.

— Te extrañamos— Yven parecía apunto de llorar. Mathieu dio una sonrisa cansada, chico mimado.

— Yo igual, cuidense y portense bien, y pronto los traeremos aquí ¿ok?

— ¿Lo prometes?

— Claro que sí, los quiero a mi lado. Solo será un tiempo, lo prometo.

— Bien, me portaré bien, cuidaré a Yvette.

— Buen niño, eres el mejor hermano.

— Ma.

— Tu igual, princesa, la mejor, cuidense ¿bien?

— Lo haremos.

Mathieu espero un poco más, solo cuando se despidieron un montón de veces con besos y promesa Gratien pareció tranquilizarse, su aroma de preocupación se fue, dejando solo el aroma dulce de las glicinas. Pareció agotado ahora que ya no estaba preocupado por los niños y su cabeza cayó cerca del muslo de Mathieu, el Alfa aprovechó de acariciar sus cabellos, las hebras suaves deslizandose por sus dedos.

— Gracias, mamá ¿Están más tranquilos?

— Si, cielos, no lograba calmarlos, bueno, es Gratien, por supuesto que los calmaría.

— Es bueno con los niños.

— Claro que sí, como pensé, era demasiado pronto para separarse de ellos.

Mathieu se apegó más al teléfono mirando a Gratien, feliz donde estaba. 

— No entiendo.

— ¿Qué? Creí que por eso aún no los enviaban a otro lado cuando Gratien tenía su celo. Es normal que un Omega no quiera separarse de sus cachorros cuando son pequeños, los quieren cerca, o al menos quieren saber que pueden llegar a ellos fácilmente, es su instinto. 

— Pero ellos no son-

— Matt, los ha cuidado por meses, ya tiene un vínculo con ellos, incluso si no hay relación de sangre, hay un vínculo con ellos. Para los Omegas separarse de sus cachorros los pone inestables.

—Eh, pero van al jardín y Gratien no se pone así.

— Matt, obviamente es porque está en celo. Cuando está en sus sentidos sabe que es lo mejor, su lado humano lo sabe, ahora en celo gana su instinto, y su lado Omega se pone inestable por sus cachorros. 

— Oh.

— Realmente los quiere, y creo que los niños lo saben.

— Supongo.

Mathieu estaba un poco conmocionado. El vínculo entre Gratien y los niños era más fuerte de lo que pensaba, debería haberlo imaginado.

Su corazón estaba cálido con ese pensamiento. Gratien veía y sentía a los niños como suyos. Debería haberse preocupado, Gratien y él no tenían futuro juntos, él nunca podría hacerlo feliz, no totalmente. Pero el saber eso lo hizo feliz. 

Cortó la llamada con una despedida rápida y miró al Gratien que aún dormía, ahora aferrando su muslo. 

Se movió intentando dormir un poco más hasta que Gratien lo despertará con su celo. Maniobró hasta lograr estar recostado abrazando al Omega, disfrutando su olor, y dejando salir el propio en respuesta.

Mientras su mente se iba quedando dormida había un pensamiento que lo molestaba. No lograba entender que era, las palabras de su madre se repetían una y otra vez. Había algo mal con ellas.

Y entonces, con un pequeño grado de conciencia que quedaba pensó justo antes de dormirse:

No sus cachorros, son nuestros

***
Mylene estuvo mirando toda esa semana luego de traspasar a Gratien mucha seguridad y confianza para que se confesara e hiciera a Mathieu su compañero de calor/celo.

Mylene: Todo va bien. Este plan si funcionara.

El ex ángel guía de Gratien: Estoy emocionado, nunca logré que llegara tan lejos.

Cupido que por alguna razón esta por allí: ¿Saben que ahora van a tener sexo, verdad?

Mylene: Oh, es verdad. Bien, vamos a usar tapones de oídos y cerrar los ojos un momento.

Cupido: Eh, es un celo, será más que solo un momento.

Mylene: Oh, es verdad  *Revisa sus bolsillos¨ Bien, aquí mi aporte para la silla de ruedas de Gratien, no sean tacaño, donen algo. 

*Depositen aquí sus aportes (Morales) para la silla de ruedas*

***

Yo queriendo escribir una historia toda tierna y con leve drama de un Alfa estéril y un Omega enamorado criando niños…. (corazones y arcoiris) 💕🌈

Yo viendo que por alguna razón ya voy a escribir hard (A veces planeas una cosa y te sale una completamente diferente) (corazones y llamita de fuego) 💕🔥

Perdón el rumbo raro… prometo hacerlo lo mejor que pueda. Y perdón la hora, en menos de 4 horas debo despertar y aquí estoy publicando esto.

El próximo espero que antes del martes porque tengo libre el lunes.

¿Mal rumbo? No duden en decirlo, los estoy leyendo.

Gracias por su apoyo.

Perdón si hay errores.

Abrazos.

PD: Fuerza Ucrania, horrible lo que están pasando 😥

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