Capítulo IX
Gratien despertó sintiendo su cuerpo adolorido. Se sentó y estiró con cuidado mientras su mente comenzaba a despejarse poco a poco.
Era sábado, su celo había terminado ayer en la noche y tenía todo el fin de semana por delante. Daba las gracias por eso, no muchas veces se tenía días libres después de un celo. Ir a trabajar después de un celo era bastante incómodo.
Se dio cuenta, tardíamente, que estaba solo en la cama. Supuso que Mathieu había ido a ver a los chicos o bajado a hacer algo antes.
Se levantó lentamente, sus piernas lo sostuvieron después de unos breves temblores. Nada extraño si pensaba que había sido complacido hasta desmayar por dos días seguidos. Pensó que el celo anterior había sido salvaje, pero su perspectiva de salvaje había cambiado estos días.
Mathieu sin duda no era el tipo de Alfa que hiciera las cosas a medías. No debería sentir esta emoción curiosa por el futuro.
Se suponía que no usar condón iba a calmarlo más rápido, no hacerlo más lujurioso, pero estaba bien, no se arrepentía de nada, había tenido el placer de experimentar eso, ahora lideraría valientemente con las consecuencias.
Necesitaba bañarse, con urgencia.
El clima hacía evidente que estaban en otoño con brisas un poco frías, así que tenía una excusa para tapar la cantidad de marcas en su cuerpo. Buscó una camiseta y poleron de mangas largas y cuello alto.
Mientras se movía palpó el collar, nuevamente casi destrozado por los mordiscos.
Se retiró el collar observando las grandes marcas, casi había cedido ante las mordidas, pero de suerte era de buen material y no se rompió del todo. Trazó las marcas unos segundos antes de arrojarlo a la basura.
Movió su mano para acariciar su nuca, se sentía demasiado lisa para su gusto, pero a su vez estaba feliz de seguir sintiéndola lisa aún. Recordaba a medías que quiso quitarse el collar y permitir el vínculo con Mathieu, pero su Alfa había mantenido el control y lo distrajo hábilmente. Estaba agradecido de eso, amaría ser marcado por Mathieu, pero si hubiera sido un vínculo formado en el calor de un celo, sus propias inseguridades iban a atormentarlo en algún momento preguntándose si sus feromonas habían obligado a Mathieu a marcarlo. Era mejor planearlo con anticipación y vincularse cuando estuvieran seguros y con una relación más estable.
Fue al cuarto de los chicos, pero solo estaban los pequeños durmiendo. Ya no estaban los cascabeles en la manilla así que Mathieu debe haber ido en algún momento, seguramente a alimentar a Yvette.
Gratien se detuvo unos momentos en la entrada, solo observando a sus niños dormir, reconfortado con la vista y el sonido de las respiraciones tranquilas.
No podía evitar pensar en el acontecimiento que los llevó a ser la familia que eran ahora: La muerte de Mylene había sido horrible, algo que nadie debería pasar nunca. Las cosas deberían haber sido diferentes, ella aún viva y estos niños aún con su verdadera madre. Aún así, incluso si se sentía egoísta, agradecía poder estar aquí hoy en día. Tenía la oportunidad de ser su segunda madre, educar, amar y cuidar a estos hermosos niños. Nunca podría igualar a su verdadera madre, menos reemplazarla, pero eso estaba bien, porque no era su objetivo. Era feliz con ser su segunda madre. Aún era inexperto en cuidar y educar niños, pero era fácil amarlos y apoyarlos, se esforzaría en que esos pequeños crecieran bien.
El mundo había sido cruel, arrebató la vida a Mylene, pero Mathieu y Gratien se esforzarían en equilibrar las cosas, todo para que esos inocentes niños vieran que aunque la vida era cruel y confusa, también era hermosa y se podía sonreír después de llorar.
Su mano se deslizó a su propio estómago. La compresión de lo que significaba la esterilidad de Mathieu lo golpeo un poco más fuerte que el día de la confesión. No estaba embarazado, entendía eso ahora, no importaba cuantas veces tuvieran relaciones, cuántos celos pasarán juntos o cuantas veces Mathieu se corriera en su interior, nunca habría una vida creciendo allí, no de forma natural, al menos.
Claro que no estaba arrepentido. Amaba demasiado a Mathieu y algo así no lo haría dudar nunca eso. Solo que ver a sus chicos lo hizo pensar en bebés. No estaría mal sentir su estómago abultado algún día, poder llevar en su interior al hijo de él y de Mathieu. Un tercero, no era un mal número, le agradaba.
Confiaba en Mathieu cuando le dijo que había métodos para hacer eso posible.
Sonriendo, negó con la cabeza saliendo con cuidado del cuarto de los chicos.
Un paso a la vez, aún no había ni una marca, ponerse en campaña para un bebé era un salto muy grande, aún.
Fue hacia el baño, Mathieu ya lo había limpiado superficialmente, pero había mucho más que limpiar, se detuvo varios minutos a observar la cantidad de marcas en su cuerpo, sonriendo tontamente ante ellas. Se dió un buen baño antes de bajar.
Encontró a Mathieu poniendo la mesa, estaba con un sartén en la mano deslizando unos huevos fritos en los platos (Y lo que parecía un intento de tortilla para Yvette porque aún no podía comer huevo frito)
Bajó y encontró a Mathieu poniendo la mesa.
— Despertaste— Mathieu parecía sorprendido. Seguramente creyendo que dormiría mucho más.
— Hace poco, buenos días.
— Buenos días— Mathieu dejó la sartén para acercarse a darle un beso. Ya que no había menores presentes, el beso se alargó y profundizó. Una mano traviesa se deslizó de la cadera de Gratien hasta su trasero, masajeando sutilmente los glúteos—. Mmn tan bueno ¿Como está tu cuerpo?
— Todo bien— Gimió cuando la mano se deslizó peligrosamente cerca de su abertura—. ¡Mathieu!— El regaño fue débil, pero Mathieu obedientemente alejó sus manos.
— Lo siento, es demasiado tentador— Le dio un beso rápido antes de alejarse de vuelta a su trabajo para hacer el desayuno—. Tu celo definitivamente terminó, hasta ayer te frotabas contra mi tan ansioso cuando yo-
— ¡¡Mathieu!! entendí, ya entendí, no lo digas en voz alta— Intentó aparentar que no estaba sonrojado hasta las orejas, pero estaba seguro de que falló por el cómo ardía su rostro.
— Aww, tan adorable. No te avergüences, solo estoy bromeando. Ya está casi listo ¿Quieres despertar a los chicos? Yven es el más lento, aunque si vas tú puede que se despierte más rápido.
— Vamos a ver.
Volvió a la habitación de sus niños. Yven estaba de lado, murmurando entre sueño.
Fue primero hacía él, sabía que era el sueño más pesado en toda la casa. Se agachó, conteniendo la mueca de incomodidad al movimiento, y se puso a la altura de la cama.
— Hey, Yven, cariño, es hora de despertar— Fue casi un susurro, probando que tan profundo dormía su pequeño.
Yven murmuró algo medio dormido, pero a los segundos volvió a una respiración pausada.
Gratien sonrió ante el adorable rostro de su pequeño, y sin poder resistirse se inclinó y le dio un beso breve en la frente.
— Yven, despierta.
—... ¿Mamá?— Yven parpadeó intentando enfocarlo, sus ojos aún medio dormidos.
— Si, aquí estoy. Vamos arriba, arriba.
Yven se sentó con su cabeza aún cabeceando un poco.
— Tengo sueño.
— Siempre lo tienes en la mañana ¿Que tal dormiste?— preguntó con toda la normalidad posible, una parte de él aún estaba preocupado de haber sido demasiado ruidoso.
— Bien— Frotó sus ojos antes de soltar un gran bostezo—. Quiero hacer pipi— Dijo de la nada.
— Aguanta, vamos al baño— Gratien lo alzó rápidamente y corrió al baño con él.
Apenas pudo volvió para despertar a Yvette.
Yvette solía despertar con mucha energía, así que no tenían gran problema con ella.
Yven parecía medio dormido, pero se había despertado más rápido que cualquier otro día y bajó obedientemente a desayunar.
Desayunaron con calma, conversando de temas triviales, disfrutando el inicio del día, los adultos escuchando felices a los niños murmurar.
— Me gusto el parque— Yven lanzó mientras hablaban del día anterior.
— ¡Sí! Palque— Yvette agitó sus brazos con su exceso de energía y casi derrama el vaso de jugo, pero Mathieu fue rápido en sostenerlo.
— Par-que— Repitió la palabra, estaban tomando esa costumbre a todo lo que dijeran mal—. ¿Qué te gustó de allí?
— Muchos juegos.
— ¡Pala!
Mathieu alzó una ceja confundido y miró a Gratien.
— ¿La caja de arena?
Yvette gritó y rio mientras se movía feliz.
— Adora cavar y jugar allí— Yven dijo en un tono confundido, sin entender que tenía de entretenida la caja de arena.
— Eso es bueno, algún día jugaras con arena en la playa— Mathieu recordaba que los niños no conocían el mar aún.
— Deberíamos ir al parque todos juntos— propusó Gratien contagiado por la emoción de los niños.
Los niños aceptaron de inmediato, felices de salir al parque que les gustó con sus padres.
Mathieu miró a Gratien no muy convencido.
— ¿Estás seguro?
— Claro ¿Por qué no? ¿Tu madre dijo algo?
— No, mamá está encantada con el parque, me preocupa tu cuerpo.
— ¿Mamá se siente mal?— Yven detuvo su festejo inmediatamente.
— ¿Duele?— Yvette movió su mano hacía Gratien dando intentos de palmaditas consoladoras—. Ya, ya.
— ¡Estoy bien! Solo me duele un poco la e-espalda por tanto…¿trabajo?— La sonrisa burlona de Mathieu lo estaba poniendo nervioso, pero el Alfa se apiadó.
— Probablemente Gat no pueda jugar mucho con ustedes, pero podemos sentarnos a verlos jugar, y yo iré con ustedes si quieren jugar.
— ¿Eso está bien?— Yven parecía querer ir, pero no si eso significaba algo malo para su madre.
— ¡Claro que sí! estoy bien, quiero conocer ese parque que tanto amaron mis niños— Gratien se veía realmente convencido, así que Yven dejo de dudar.
Tardado un poco preparando todo para una salida sin problema: Ropa de cambio, toallas húmedas, juguetes para los niños (Y sin duda la pala y el balde de Yvette para la arena), algunos bocadillos y biberones para Yvette. Gratien no estuvo satisfecho hasta que hubo de todo un poco. Abrigo a sus chicos porque corría un poco de viento afuera y no quería arriesgarse a un resfriado por ser descuidado.
Cargando un par de bolsos en el auto, por fin partieron al parque.
Estaba bastante cerca del jardín, una buena ubicación, la zona de juegos al centro del gran parque, lejos de las calles y con abundantes áreas verdes alrededor.
Debían haber invertido bastante en él. Los juegos eran casi nuevos, y había muchos de ellos, los más grandes tenían letreros donde estaba indicada una referencia de edad y algunos hasta altura para su uso. Siempre con letreros de “Bajo la supervisión de un adulto”
Había bancas alrededor, donde los padres y tutores vigilaban a los niños, algunas familias incluso llevaban frazadas que colocaban en el pasto cercano.
Gratien amo el parque apenas lo vio. Los padres allí estaban atentos a sus niños y ninguno jugaba nada peligroso. Había zona para correr detrás de los juegos y una caja de arena en otro punto.
Decidiendo la banca más cercana a la caja de arena para tener a la vista a Yvette, pusieron encima los bolsos principales. El auto había quedado estacionado en la cuadra de enfrente y podían ir a buscar cualquier cosa más en pocos minutos.
Gratien repitió reglas básicas: A que juegos no acercarse sin supervisión de ellos, no aceptar nada de extraños y no alejarse de su vista.
— Estaremos aquí sentados, cualquier cosa nos llaman. Sin pelear, si algún niño o niña les hace algo deben avisarnos ¿Bien?
Yven asintió emocionado de terminar la charla para ir al resbalin.
Yvette asintió, pero solo miraba la caja de arena con emoción.
— Bien, bien, ve a jugar Yven, me avisas cualquier cosa— Tomó de la mano a Yvette—. Ven cariño, traje tu balde y tu pala.
— También pusiste estos moldes de arena— Mathieu lo siguió con una bolsa llena de ellos.
— Sí, también— Estaban todos con el nombre en fucsia de Yvette y llenos de calcomanías para diferenciarlos, igual que su balde y pala.
Dejaron a Yvette jugando en la caja y Gratien se sentó junto a Mathieu. Observando a sus chicos.
Los instintos Omegas protectores de Gratien estaban a flor de piel, su celo había acabado hace poco así que estaba hiper atento a todo lo que estuviera alrededor de sus niños, buscando un posible peligro.
— Estarán bien— susurró Mathieu pasando un brazo por sus hombros—. Solo hay que relajarse viéndolos jugar.
— Lo siento, yo-
—No te disculpes, adoro cómo los cuidas, y ellos saben que es porque los amas. Están felices, mira.
Gratien los vio jugar y se relajo un poquito.
Pasarón un par de horas así, con alguno de ellos viniendo a buscarlos para mostrarles algo (Una creación de arena indescifrable, o cómo podía subir al resbalín desde la parte lisa), se turnaban para ir a lavarle un poco las manos y la cara, y hasta tuvieron tiempo de darles un par de bocadillos.
Gratien se estaba relajando un poco más, desvió la vista para recorrer el parque unos segundos, había más gente ahora, no se dio cuenta de cuándo habían llegado más familias. Vio lo que parecía una pelea cerca de un juego de escalar: Dos niños empujando a otro, había una madre allí inmediatamente alejando a su hijo de los otros dos, y justo cuando estaba viendo eso, escuchó el llanto de su pequeña.
Saltó inmediatamente de la banca, mirando con pánico alrededor, no parecía haber nadie sospechoso ni peligroso en la caja de arena. Solo tres niños, incluyendo a su niña.
Fue hasta ella pensando si se había lastimado ¿Algún vidrio en la arena? Había revisado un poco cuando la dejó y parecía seguro.
— ¿Yvette? ¿Qué pasa, cariño?
Yvette lo vio llegar, aún llorando, apuntó a una niña mayor a su lado y Gratien entendió en seguida. El balde y la pala en manos de la niña eran de Yvette.
— Mío— Murmuró Yvette entre llanto, y se acercó hacía él, buscando consuelo.
— Ay, cariño, ven aquí— Gratien la alzó para consolarla—. Está bien, está bien.
Mathieu estaba detrás de él, así que le pasó a Yvette a su pareja.
— Vamos princesa, no pasa nada— Mathieu intentaba calmarla.
Gratien miró a la niña que tenía los juguetes de Yvette y no parecía interesada en devolverlo aún si había llanto involucrado. Era mayor que Yven, seguramente unos cinco o seis años, los suficientes para entender que estaba mal quitar los juguetes de otra niña.
— Pequeña— Gratien se agachó a su altura, y vio que la pequeña se sobresaltó a su cercanía, dejando caer la pala del susto—. Lo siento, no quise asustarte, pero esos juguetes son de mi niña, Yvette— Apuntó a Yvette que se estaba calmando en brazos de Mathieu—. No puedes llegar y tomarlos, menos quitarlos, al menos debes preguntar primero ¿Entiendes?
La niña parecía mirarlo entre asustada y confundida. Gratien vio por segunda vez, notando que el vestido que llevaba era un poco ligero para el clima de hoy, también estaba en un tono amarillento que no parecía nada higiénico. Tenía un cabello rubio que limpio hubiera sido muy bonito, pero estaba opaco y desarreglado. La niña tembló ante una brisa que pasó. Más preocupado de la niña que del juguete, puso un tono de voz más amable.
— ¿Puedes indicarme quiénes son tus padres?
La niña dudó, pero mirando a Gratien pareció un poco menos asustada, y apuntó a una banca lejana.
Gratien miró a Mathieu, intentando transmitir con la mirada lo que le preocupaba, debe haberlo transmitido bien porque el Alfa asintió moviendo la cabeza en dirección a la banca que la pequeña apuntaba.
— Bien, puedes jugar un poco más con eso, iré a hablar con tus padres un poquito.
— ¿M-Me castigara? — La voz era tan suave que casi no la escuchó y Gratien vio que había miedo detrás de esas palabras. Yven e Yvette a veces refunfuñaban con los castigos o cuando les impedían algo, pero nunca temían mucho por ellos, tal vez se sentían mal, pero no el temor que mostraba esta niña.
Incluso más asustado, se obligó a calmarse y dejó salir un poco de feromonas para tranquilizar a la niña.
— No, solo hablaremos con ellos, no has hecho nada malo.
La niña los vio alejarse aún confundida de porque ese adulto era tan amable con ella.
La banca era la más lejana al parque, ningún padre la ocupaba porque no podían vigilar bien a sus niños desde allí. Mientras se acercaban Gratien paso junto a Yven y le hizo prometer no alejarse, no quería descuidar a su pequeño, pero necesitaba hablar con esos padres y quedar tranquilo, más que el hecho de que robara los juguetes de Yvette, era el estado de esa niña.
Llegando a la banca vieron a solo un hombre sentado allí. Estaba ensimismado en su celular sin prestar atención a su alrededor. Olía dulce y floral, claramente Omega, pero también era por un exceso de perfume de aroma intenso. Estaba vestido mucho mejor para el clima que la niña, tenía un tapado grueso encima y aunque no era de comprar cosas de marcas, sabía reconocer ropa buena cuando la veía, aunque extrañamente la combinación de prendas le parecía un poco excesiva en la piel que mostraba, el tapado lo cubría del viento, pero abajo tenía una polera casi top que dejaba al descubierto sus hombros y lo que parecía un pequeño bulto en su estómago.
La mente de Gratien se paralizó: "¿Estaba embarazado?" Su enojo retrocedió un poco, tal vez no se sentía bien, tal vez estaba pasando un mal momento y había descuidado a la niña inconscientemente.
— Disculpa ¿Tu hija es la de la caja de arena?— El hombre levantó la vista del celular con molestía de ser interrumpido, si no se escuchara la música de vídeos de ocio, con esa mirada, Gratien hubiera creído que acababa de interrumpir algo super importante—. Hablo de la pequeña rubia con vestido— aclaró, ya que el hombre no respondía.
— Es mía sí— Dijo antes de volver a mirar su celular.
Gratien se enfado con esa reacción, muy embarazado y todo, pero si un desconocido se detuviera a hablar de alguno de sus niños se preocuparía, no tendría tiempo ni concentración para seguir viendo un estupido video.
Antes de incluso pensarlo, estaba sacando el celular de las manos del hombre y dejándolo, volteado, a un lado en la banca.
— Mira, seguramente su video es super interesante, pero tienes una niña en este parque y deberías estar atento a ella, al menos mostrar un poco de preocupación si alguien viene a decir algo de ella.
El hombre lo examinó de nuevo, y se cruzó de brazos.
— En verdad son tres.
— ¿Disculpa?
— Tres niños, una niña y dos niños, están por…— El hombre frunció el ceño, mirando todo el parque—... juraría que estaban, ah, allí, allí, andan el par— Apuntó a los dos niños que Gratien había visto empujando a otro, ahora parecían haberse apropiado del juego porque nadie más se acercaba a ellos—. Ah, sí, y en verdad viene otro en camino, serían cuatro— acarició su estómago.
Gratien se detuvo sin saber que decirle, su mente tenía muy claro que decir, pero no quería ser grosero
"¿¡Tres niños y no les prestas atención!? ¡Deberías preocuparte por ellos!"
— Disculpa, siento si esto suena entrometido, pero aunque debe ser difícil porque estás embarazado no puedes descuidar a tus niños. Tu hija le quitó los juguetes a mi niña, y tus hijos estaban peleando hace poco.
— ¿Y qué quieres que haga? Si no los sacó de casa la gente habla, y si los sacó se quejan igual.
Gratien hizo control de sus emociones, había atendido a clientes más difíciles que él. Personas que eran como hablar a una pared, esa gente a veces decían cosas sin sentido con la confianza de que hablaban cosas lógicas.
— Lo que cualquier persona con hijos debe hacer: Vigilarlos, cuidarlos, guiarlos si hacen algo mal.
— ¡Ja! ¿Ahora quieres que les pegue aquí mismo?
Mathieu se tensó a su lado al escuchar esas palabras. Ellos eran cuidadosos en la crianza de sus chicos, los golpes jamás estaban incluidos en esa crianza. No deberían estarlo en ninguna.
— ¿Perdón? Aquí nadie ha hablado de golpear ¿Que parte de cuidarlos y guiarlos te hace pensar en golpear? Hay formas de guiarlos que no requieren la violencia.
— Tan entrometido ¿Cuántos niños tienes?
— ¿Uh? Dos ¿Que tiene que ver eso? Sé que estoy siendo entrometido, me disculpo, pero estoy preocupado por tus niños.
— ¡Dos! Aún un novato, un buen Omega debe tener niños, entre más mejor.
Gratien no vio necesidad de corregir que ninguno era propio, primero porque se daba cuenta que no había conversación lógica que mantener con esta persona y segundo porque aunque no eran propios, eran suyos.
— Estás siendo increíblemente grosero— Mathieu dejó salir sus feromonas mostrando su subgénero de Alfa—. El valor de Omega no tiene nada que ver con sus hijos, y si lo tuviera sería que tantos los amas y cuidas, no de cuántos tienes.
El hombre se congeló al sentir las feromonas de Mathieu. Gratien al principio creyó que era por las palabras, que por fin habían logrado alcanzar su sentido común, pero el hombre se levantó y miró a Mathieu con ojos muy abiertos.
— ¿Mathieu?— Susurró el nombre con confusión.
Gratien se sobresaltó, no recordaba haber dicho ningún nombre.
Las feromonas de Mathieu se desequilibraron y las ocultó rápidamente. Gratien lo miró confundido, estaba mirando al hombre y parecía haber visto un fantasma.
— ¿Cal?
Gratien estaba muy incomodo ahora.
— ¿Qué haces aquí?— El hombre, Cal, sonrió de forma coqueta, acercándose un poco más a ellos. Gratien intento mirarlo mejor ahora: Era apuesto, aunque estaba bajó una gran y obvia capa de maquillaje. Cabello rubio con una trenza a un lado, con esa vestimenta que exponía más piel ahora que estaba de pie, jeans ajustados y muy bajo las caderas, con el top y el tapado encima. No le gustaba criticar a la gente, pero parecía el tipo de vestimenta más adecuada para una salida con amigos en la noche que para un parque familiar—. Ah, ¿Es tu pareja?— Miró a Gratien con cierto desdén y Gratien logró mantener esa mirada sin miedo.
— Sí, es mi Omega— Mathieu se giró hacía Gratien—. Es Calyspo, mi ex, del que te hable ¿Recuerdas?
Gratien lo entendía ahora. El amor adolecente de Mathieu, él que se había ido con palabras hirientes cuando descubrió que era estéril.
— ¿Sabe de mí? Que honor. Aún me recuerdas bien entonces— Cal volvió a poner una sonrisa de medio lado—. Podríamos quedar para hablar de viejos tiempos ¿Te doy mi número?
Mathieu le dio una mirada a Gratien, transmitiendo de que él tampoco sabía qué pasaba con esa actitud y volvió a girarse a Calyspo.
— Lo siento, no creo tener nada bueno que recordar. Y en serio, pedir eso frente a mi pareja y mi hija es muy grosero, estamos hablando de algo serio y desvías el tema.
— No era nada importante.
— ¡Estábamos hablando de tus niños!— Gratien no pudo evitar alzar su voz—. ¿Cómo puedes decir que no era importante?
— Verdad, sí, son importantes. Tendré cuatro dentro de unos seis meses más o menos, creo que son más que suficientes.
— ¿Dónde está el padre de los niños?— Mathieu preguntó.
— Por allí, no son de los mismos padres— acarició su estómago—. Pero ningún Alfa puede abandonar a sus hijos del todo, así que me dan una pensión por cada uno. Es divertido, en el momento todos dicen que quieren preñarme, pero al final se asustan. Tengo suficientes ahora ¿Cuatro no es suficiente para tí?
Mathieu parecía confundido y Gratien esperaba que no fuera lo que pensaba, porque vamos ¿Lo había llamado entrometido y él actuaba así de descarado?
Al ver que Mathieu no contestaba se giró a Gratien.
— ¿Sabes de su falla?— Mathieu se tensó a su lado y Gratien frunció el ceño ante esa palabra—. Es lamentable, pero no podrás tener más niños, no con él al menos. Y estoy seguro que solo por eso te buscó— Le dio una mirada de arriba abajo. Gratien entendió lo que Cal creía, que los niños eran suyos y que Mathieu estaba con él solo para tener una familia.
— ¡Callate!— Mathieu hizo estallar sus feromonas, su furia evidente—. No vuelvas a hablarle así a Gat.
— Aww, tan feroz, no hay necesidad de actuar todo protector y fiel ¿No es mejor ser honestos? Tal vez lo tres podamos-
Algo iba a decir, pero unos suaves aplausos hicieron que todos se giraran.
Había otro hombre allí. Un adulto joven de cabello oscuro y algo largo, bastante atractivo, tuvo que admitir Gratien al mirarlo de arriba abajo, parecía modelo de una revista.
Mathieu gruñó al ver a su pareja admirar al hombre y Gratien se acercó inconscientemente más a él para calmarlo, eso pareció funcionar porque dejó de gruñir, pero se puso protectoramente enfrente de él. Gratien no tuvo tiempo de procesar lo que había pasado.
— ¡Adultos! Adultos supuestamente responsables con niños— El joven dio una sonrisa superficial. Gratien podía oler que era Omega, pero no podía detectar nada más ¿Estaba enojado? algo del aroma faltaba, como oculto, no sabía que un Omega podía hacer eso—. Les recuerdo que esto es un parque familiar, donde hay niños, traviesos mocosos que escuchan y ven cualquier escándalo que los adultos hagan, así que si quieren dar espectáculos haganlo lejos de ellos.
Gratien vio avergonzado que mucha gente los miraba desde lejos. Yven entre ellos, mantenía su distancia, pero sin duda estaba preocupado y atento a ellos.
Dio una inclinación rápida, no pudo evitar dejar salir sus feromonas mostrando que estaba avergonzado y arrepentido de esto. Había olvidado completamente el lugar donde estaban y que sus pequeños estaban allí ¡Que horrible!
— ¡Lo siento! No nos dimos cuenta y nos descontrolamos—Miró a su niño y le hizo señas para que se acercará. Yven corrió inmediatamente hacía ellos.
— ¿Estás bien?— Yven parecía preocupado.
— Sí, todo bien, cariño, siento que hayas escuchado y visto esto— Gratien negó, regañandose mentalmente—. Lo siento, no deberías ver a adultos discutir.
— Mamá no hizo nada malo— Yven miró a Cal con cautela y algo de lo que vio lo asustó porque se aferró su pierna, escondiéndose, Gratien lo abrazó.
El hombre joven los miró con una sonrisa en los labios.
— Un poco más responsable, sin duda más que él— Miró a Cal, pero luego se centró en Yven—. Mocoso— Gratien no pudo evitar darle una mirada seria "¿Cómo has llamado a mi niño?"—. Ay, perdón, no te enojes, hombre, es un hábito mío, pero debería mantenerse alejado, también tu niña, no queremos que escuché más de la basura que sale de la boca de este tipo.
Un hombre apareció allí, más alto y robusto, igual o más guapo que el primer hombre, juntos parecerían celebridades.
El hombre alto movió sus manos como esperando que llegara y le pasara a sus niños.
— Solo los dejaré con los otros niños más lejos— Dijo simplemente al ver su expresión. Gratien apretó el agarre contra Yven, desconfiado. Muy guapo y todo, pero no confiaría a sus niños a un desconocido.
— Bruto— El joven Omega regañó y luego se centro en Gratien—. No le hará daño, los llevará con los padres de allí atrás, si quieres ve con ellos para que los dejes encargado a alguna familia.
Gratien no quería dejar solo a Mathieu, pero tampoco llegar y pasar a sus niños a un desconocido. Mathieu vio esa duda porque le dio un gesto con la cabeza indicando que fuera.
— Estaré bien— Susurró con una sonrisa confiada. Gratien asintió y tomó a Yvette en brazos mientras tomaba de la mano a Yven. Se alejó con ellos de vuelta a la caja de arena, había más gente allí y estaba lo suficientemente lejos para que no escucharán.
La niña seguía cerca con el balde de Yvette en su mano, pero también los miraba.
— Quédense aquí un momento ¿Bien? Todo está bien— Miro a los adultos buscando alguna cara conocida o de confianza.
— Los vigilaré— Dijo una mujer mayor cuando sus ojos se encontraron, apuntó a una niña que estaba comiendo bocadillo a su lado—. Es mi nieta, los cuidaré mientras la vigilo.
Un Omega cercano también dijo que los cuidaría y aprovecho de susurrar:
— No es primera vez que ese hombre viene, sus niños siempre causan problemas, espero que se pueda hacer algo.
— Gracias.
— Estaré atenta a ellos igual— Una mujer se acercó, su estómago abultado de varios meses—, no podre correr, pero no les quitaré la vista de encima, lo prometo por mi bebé— Acarició su estomagó y Gratien le sonrió.
— Gracias, y lo siento, no quería causar este espectáculo.
— No te preocupes, podemos no escuchar bien desde aquí, pero entendemos quien es el del problema…Vi a sus hijos… no parecen estar bien.
Gratien asintió y se agachó hacía sus niños.
—Quédense aquí y portense bien ¿Ok? Cualquier cosa lanzan un grito y estaré aquí, estas amables personas los vigilaran— Les dio un beso rápido en la frente a ambos y volvió con Mathieu.
Llegó justo para escuchar al joven Omega hablar.
— No me discutas— Regañaba a Cal—. Conozco a los de tu tipo, teniendo hijos irresponsablemente, diciendo en redes cuánto aman a sus niños y la bendición que es ser padre/madre mientras los dejan a su suerte.
— Yo no-
— Claro que tú no eres así— El hombre no lo dejó ni refutar—. Por eso tu ropa es tan cara mientras los tienes con harapos ¿Te has preocupado de tus hijos en estos momentos?— Miró a Gratien que regresaba—. Él está preocupado de alejar a sus hijos y de tenerlos vigilados. Lo vi limpiarlos y cuidarlos desde que llegué ¿Tú? Tú estás más interesado en tu celular o en ti mismo que en tus hijos, los dejas a su suerte, los dejas pelear, caerse, jugar brusco y hasta quitar juguetes. Si no estás interesado en tus niños no tengas más, cielos.
— ¿Cómo te atreves?
El joven Omega alzó su barbilla de forma desafiante, su postura recta mientras se acercaba a él. Un aura amenazante rodeandolo. Gratien estaba seguro que no conocía a ningún Omega que pareciera así de desafiante, y eso que trabajaba con varios.
— ¿Cómo me atrevo? Tú te atreves a traer niños al mundo cuidándolos como una mierda ¿Y te enoja si alguien se queja de eso? ¡Me atrevo, hombre! Si vas a tener niños al menos que sea luego de tener una relación estable y una forma de mantenerlos. Puede que algunas veces sea un accidente, esas cosas pasan ¿Pero cuatro?
— No fueron accidentes, no del todo— Cal parecía nervioso—. Ellos decían que querían tener hijos conmigo y se los di ¡No es culpa mía que luego se asusten y se vayan!
— No puedes estar hablando en serio ¿Verdad? Un fulano te dice que quiere tener hijos en el calor del momento ¿Y dejas de cuidarte? Hay Alfas estúpidos que creen que decir eso es sexy, claramente se asustan si luego les dices que si estás embarazado ¡No lo dicen en serio!
— Asier— Susurró el hombre alto.
— ¡No, Thibaut! Es que no puede ser verdad. Sé que no es solo cosa del Omega el cuidarse ¿Pero lo escuchaste? Se embaraza porque quiere. Tal vez tenga algún tipo de retraso— Reflexiono en voz alta.
— ¡Oye! No tengo un retraso, soy Omega, quiero tener hijos, quiero mantener feliz a los Alfas ¿Si no tengo hijos cómo demuestro que soy un buen Omega para ellos?
— ¿Es en serio?.... Bueno, ¿Siendo una buena persona? ¿Tal vez demostrando que eres responsable?— El Omega, Asier, según escuchó, abrió los brazos como si fuera obvio—. No sé, hombre, no creo que nadie deba elegir pareja según cuán fértil es. Tener hijos lo haces cuando ya tienes una relación estable, no para demostrar algo.
— Bueno, ese es tu pensamiento, no el mío.
— No es un pensamiento, idiota, se llama sentido común, pero supongo que es mucho pedir para alguien que intentó seducir a un hombre con pareja en pleno parque familiar.
Cal tuvo la decencia de sonrojarse. Gratien no pudo evitar una mueca, sintió a Mathieu tensarse a su lado, su aroma mostrando que estaba enfadado.
— No estaba-
— Ay, no, claro que estabas y creyendo que tu mejor punto a favor era tener más niños ¿Que demonios con ese pensamiento? En serio— apuntó Gratien—. Es sin duda más agradable, responsable y lindo que tú.
Gratien se sonrojo ante los elogios y Mathieu gruñó celoso acercandolo más hacía él.
— Solo digo un hecho, amigo, no estoy interesado en tu pareja, tranquilo. Alfas— Rodó los ojos—, tan cavernícolas.
Cal estaba rojo, seguramente entre la humillación y la rabia. Pareció recordar algo y dio una sonrisa.
— Solo intentaba hacerle un favor, Mathieu es un Alfa un poco especial, debe querer tener niños por eso— Mathieu se tensó incluso más, Gratien no podía culparlo, también se tensó—. Está fallado, es estétil ¿Puedes creerlo?
La forma en que lo dijo, casi deletreando la palabra fallado, con un toque de burla y casi como si se compadeciera de él, hizo que Gratien reaccionar antes de pensar. Se acercó a Cal con más confianza de la que había sentido nunca. Quedando de pie cara a cara contra él.
— No digas fallado, no está fallado, es una persona, no una cosa. Es estéril ¿Y qué? Es mí Alfa, el mejor Alfa que he conocido. Lo amo y una pequeña cosa como ser estéril no resta nada a la gran persona que es, no lo define y no importa en nuestra relación.
Cal parecía un poco sorprendido de ser regañado, pero volvió a hablar intentando mantener su actitud, no lo logró del todo.
— …Claro que resta, un Alfa que no puede embarazar a su pareja es como un Omega que no pueda parir ¿Qué valor tiene alguien así? ¡Nacimos para esos roles por una razón! una falla es una falla.
Gratien le dio una sonrisa compasiva, no pudo evitarlo al darse cuenta del problema con el pensamiento de Cal.
— Así que es así ¿Sientes que sin poder parir no vales nada? Entonces el problema tuyo es que la única forma en que logras sentir que vales algo es teniendo hijos del que se te cruce por delante— Vio a Cal palidecer y pareció querer replicar, pero Gratien no lo permitió— ¿Sabes cuál es el problema que realmente importa aquí? que las personas valen algo desde que nacen, cada niño que tienes vale mucho, y ninguno tiene la culpa de tu mente podrida, sin duda merecen algo mejor que un padre que tiene la autoestima por el suelo y necesita embarazarse una y otra vez para sentir que vale algo— Gratien no pudo controlar lo siguiente, advirtiendo casi en un susurro—. Ah, y te lo advierto, no insultes de nuevo a mi Alfa, tampoco te insinues a él, es mí pareja ahora y no quiero que tenga nada que ver con un Omega como tú— Se alejó un poco, sonriendo con confianza—. Aunque si lo único a tu favor es la cantidad de niños que logras tener, tal vez no tengo ni que preocuparme.
Se alejó de vuelta al lado de Mathieu, que lo miraba como si tuviera dos cabezas.
— ¡Ahora estoy seriamente preocupado! si alguna vez lo quisiste es porque tienes un gusto horrible ¿Y que dice eso de mí?
Mathieu pestañeó confundido y luego le dio una sonrisa cegadora, tan feliz. Sus feromonas saliendo para calmarlo, su aroma haciendo evidente el amor y deseo por su Omega, solo él.
— Creo que esto dice que entre mi adolecente idiota y mi yo de ahora mi gusto a mejorado a escalas agigantadas, madure y por eso te encontre, demasiado perfecto para mí, gatito.
Una risa rompió el ambiente. Asier rio a carcajadas y se apoyó en el Alfa alto, Thibaut si mal no recordaba Gratien.
— Santo cielo— Resopló mirando a Gratien—. Eso fue genial, le devolviste sus palabras de la mejor forma.
— ¡¿De qué te estás riendo?! — Cal volvió a reaccionar y parecía sentirse más que humillado.
— ¿De tu estúpida mentalidad? ¿De cómo te sientes un Omega sin valor? Aww, pobre de tí.
— ¡No es así! Quieran o no un Omega debe tener hijos, es tan sencillo como eso.
Asier se acercó a él ahora, con pasos seguros y barbilla alzada.
— Repite eso después de escucharme: La sociedad no define cómo debe ser un Omega, nacemos así, no es algo que tenga que ver con cuán fértil eres, está en nuestro genes, en nuestras feromonas. Soy Omega, quieras o no lo soy ¿Y sabes qué? Soy infértil, y sigo siendo Omega según mis pruebas.
Gratien no se sentía tan sorprendido. Había visto que Asier era un Omega diferente, no de mala forma. Esa confianza venía de aceptarse como era y enfrentar a una sociedad que pensaba como Cal.
Le dio un codazo ligero a Mathieu, moviendo las cejas como diciendo “Deberías tener esa confianza al decir que eres ésteril” ¿Qué si había alguien como Cal por allí listo para criticar? ¡Eran personas con pensamientos tan estúpidos, no había ni que escucharlos!
Mathieu lo miró aún sonriendo, pero volvió a concentrarse en la escena frente a él.
Cal pareció boquear, ninguna palabra salió por unos segundos.
— P-pero tienes pareja— Miró a Thibaut.
— Sí, es mi Alfa.
Thibaut asintió.
— Lo soy ¿Algún problema?— Se cruzó de brazos, mostrando sus músculos como desafiando a decir algo más, por supuesto Cal era lo suficientemente estupido como para seguir hablando.
— ¿Cómo puedes tener una pareja Alfa si no puedes darle niños?— Algo debe haber pasado por su mente—. ¿Han adoptado?
Asier lo miró como si hubiera comido algo descompuesto. Gratien no pudo evitar una mueca a esa expresión.
— Eww, no niños, no me gustan los niños, jamás podría criar uno ¿Tener uno por 24 horas? Cielos, no gracias.
— Están en un parque familiar— Mathieu no pudo evitar decir.
— Sí, bueno, no tenemos hijos, pero sí sobrinos y amigos con hijos— Asier se detuvo unos segundos con una expresión de terror mientras iba hacía su pareja—. Ay, santo cielos, Thibaut ¿Donde están las mocosas?
— La viejita de allá los está cuidando a todos— Apuntó a la que también se ofreció a cuidar a Yven e Yvette primero. La mujer parecía rodeada de niños que seguían atentos a ellos, aunque estaban lo suficientemente lejos para no escuchar.
— Okey...no le diremos a tu hermana ni a Chryre que dejemos a sus hijos con una desconocida porque se van a enojar ¿De acuerdo?
— Ah… sobre eso, lamento informar que todo está quedando grabado y lo sabrá.
— ¿Has grabado todo?
— Absolutamente todo y sigo grabando— Apuntó el celular en el bolsillo de su camisa, lo sacó para apuntar mejor.
— ¿Qué estás grabando?— Cal los miró confundido, reaccionando de nuevo cuando vio que lo grababan.
— Ah, ya sabes, evidencia para las autoridades que vienen en camino.
Gratien y Mathieu los miraron mientras Asier y Thibaut sostuvieron la mirada.
— Por favor, es un peligro suelto, un irresponsable de primera, necesita ser controlado y esos niños puestos en un mejor lugar.
— ¡No puedes hablar en serio!— Cal estaba en pánico—. Sin ellos no me darán el dinero.
— Ah, interesante que eso sea lo primero que te interese de perder a tus amados hijos.
Gratien no pudo evitar apretar sus puños al escuchar eso.
Cal dio un silbido, el mismo que se escuchaba para llamar a las mascotas en el barrio.
— ¡Niños, todos, aquí ahora!
Los hijos de Cal llegaron corriendo rápidamente.
El par de niños que se pelaron en el juego: El mayor debía tener unos 8 o 9 años, tenía una expresión fría y seria, de cabello oscuro y ojos claros. El otro solo parecía ser solo un par de años menor, pero con una expresión más asustada, su rostro salpicado de pecas lo hacía ver más vulnerable, con cabello claro como Cal y ojos claros.
La niña parecía la menor, se acercó rápidamente al hermano mayor, como buscando protección, parecía tener miedo de mirar a los adultos y miraba el suelo asustada.
— ¿Sí, señor? — Respondió el mayor, su mirada no tenía nada de respeto ni cariño por Cal. Es más, parecía desafiante, parándose protectoramente frente a sus hermanos.
— Nos vamos, tú quisiste venir a este maldito parque y mira lo que pasa.
— Pero llegamos hace poco.
— ¡Nos vamos, sé obediente si no quieres una paliza!
El mayor se encogió un poco, pero no retrocedió de su puesto protegiendo a sus hermanos del regaño.
— Fuertes palabras para tu hijo— Comentó Asier mientras que con su pareja rodeaban a Cal, alejandolo sutilmente de los niños—. Nadie va a salir de aquí, esperaran hasta que lleguen las autoridades.
Gratien vio la mirada asustada y confundida de los niños ante esas palabras. Mientras la pareja contenía a Cal, él se acercó a los niños, alejándose un poco más porque Cal ya estaba discutiendo de nuevo con Asier
— No queremos hacerles daño, es por su bien, lo prometo— Dejó salir su aroma, intentando calmarlos.
El niño de pecas lo miró y parecía tan asustado que Gratien quería abrazarlo.
— ¿N-nos separaran? No quiero estar sin Oliver ni Isi.
— No, cariño, no lo harán si no quieren.
— Me quiero ir. Oliver, vámonos— El niño se dirigió al mayor mientras tironeaba su brazo.
La niña miraba igual de asustada.
— V-vámonos a casa.
Parecían a punto de llorar, hasta que el mayor habló:
— No, vamos a esperar y decir todo— Dijo decidido Oliver. Parecía igual de angustiado que sus hermanos, pero seguía mostrándose fuerte.
— Pero…
— Esperaremos. Al, esta es nuestra única esperanza.
— ¿Y si nos alejan?— La niña miró a su hermano mayor asustada.
— Isi, debes hacerlo, prometo que no dejaré que nos separen, pero debemos salir de allí. No podemos seguir escondiéndonos en el armario si trae a sus citas, ni dejar que nos golpeen o nos nieguen comida, hay que salir de allí. Por favor, confíen en mí.
El corazón de Gratien se rompió al escuchar eso. Ningún niño debería estar pasando esas cosas. Sin poder resistirse dejó salir su aroma Omega para calmarlos mientras los abrazaba. Ya que venía saliendo de su celo su aroma fue más potente de lo que esperaba y puso somnoliento a los menores.
— Todo va a estar bien, estarán bien, lo prometo.
Los niños cabecearon cerca de él, medio adormilados escuchando palabras que ya no sabían si creer, los adultos no eran confiables para ellos.
Mientras veía a Cal discutir sin una mirada ni interés en sus niños, Gratien cerró los ojos unos segundos para calmarse, no sé creía una persona capaz de guardar odio, pero ahora mismo creía poder hacerlo hacía Cal.
Esperaron menos de una hora hasta que llegó una patrulla de los servicios sociales. Cal se había rendido en escapar (debilitado por la combinación de feromonas Alfas de Mathieu y Thibaut, y al parecer algo de Asier también). Una mirada a los niños, el video y lo que habían escuchado fue suficiente para que subieran a Cal a una patrulla, uno de los asistentes sociales se quedó para esperar una nueva patrulla para llevar a los niños que poco a poco habían ido despertando.
Gratien prometió visitarlos y apoyarlos en todo lo que pudiera, aunque aún estaban algo adormilados y no sabía si lo habían escuchado. De todas formas dio los datos al asistente para que lo contactaran cuando establecieran a los niños.
Los vio partir casi llorando, eran demasiado jóvenes para sufrir así. Vio de reojo a sus niños ¿No era cruel el mundo? Yven e Yvette habían perdido una madre maravillosa, una madre que quería seguir viviendo para ver a sus niños crecer, mientras por otro lado tres niños debían sobrevivir como podían al venir al mundo por una persona irresponsable que ni se interesaba en ellos.
— Van a estar bien— Asier se acercó a él intentando calmarlo.
— Mi hermana tiene conocidos allí, de verdad van a cuidar de ellos— Thibaut se acercó también—, y no los obligaran a separarse si no quieren. Primero buscarán a alguno de sus padres por si alguno quiere hacerse responsable, si no resulta eso buscarán otra familia, lo cual sería difícil si los tres quieren estar juntos… pero si nada funciona obtendrán comida, techo y abrigo para crecer seguros hasta la mayoría de edad, también los educaran y todo.
— Bien, eso sería genial. Yo… supongo que es egoísta decir que quiero ayudarlo solo a ellos, porque miles de niños lo necesitan.
— Hey, está bien, tienes niños propios— Asier miró a Mathieu que había ido a buscar a sus niños, volvía con Yvette e Yven, pero aún estaba un poco lejos—. Es normal por tu lado materno y todo eso, no es que lo entienda— Se encogió de hombros con una sonrisa—. Pero puedo ver que realmente amas y cuidas de tus hijos y obviamente vas a preocuparte si ves a niños con un cuidado tan negligente.
— Gracias, lo intentamos, amarlos y cuidarlos. Ellos no lo han tenido fácil tampoco— Vio la mirada confusa de la pareja—. Ellos perdieron a su madre, su verdadera madre hace unos meses. Son los sobrinos de Mathieu, él es el tutor legal ahora, el verdadero padre de ellos nunca…— Se encogió de hombros—... fui a vivir con él para ayudar a criarlos, en verdad nos juntamos como pareja hace poco— Se rió nervioso—. Ah, no sonamos muy responsables resumiéndolo así ¿no? lo siento— “¡¿Por que estaba hablando tanto?!” Se regañó mentalmente.
— Espera ¿No son tuyos?— Asier parecía confundido.
— Bueno, no de sangre, pero los siento como míos. Son mis niños, los amo como si fueran propios— Vio que Yven lo miraba de reojo a unos metros de él, Yven parecía escuchar algo que decía Mathieu, pero lo miraba a él. Cuando se dio cuenta de que había sido notado, desvió la mirada.
— No lo hubiera imaginado, están realmente unidos a tí. Hubiera pensado que tal vez no son de Mathieu, pero sí tuyos.
Gratien no pudo evitar reir.
— Mathieu puede compartir sangre con ellos, pero sin duda tengo un vínculo más fuerte. Bueno, en verdad son regalones de ambos. Es imposible no amarlos, al inicio estaban tan…confundidos por que su madre ya no estaba— Yven volvía a mirarlo con una expresión tensa—... Un segundo— Se acercó a su familia, mirando a su pequeño—. ¿Qué pasa, cariño? Estás mirándome hace un rato…
¿Estaría preocupado por él? No quería estar preocupando a su niño, se sentía tan irresponsable ahora mismo, había hecho un espectáculo ¿Tal vez estaba asustado?
Mathieu resopló divertido e Yven le dio un golpecito en la rodilla que era lo que tenía cerca.
— Papá— Susurró y parecía enojado.
Gratien miró a ambos confundido.
— Está bien, diganme que pasa.
— Niños malos—Yvette murmuró desde los brazos de Mathieu.
— ¡Yvette!— Yven la hizo callar casi desesperado.
— Cariño, no eran malos niños, estaban mal cuidados… por eso se comportaron así— La pequeña incluso se había disculpado con ellos por quitar el balde y la pala antes de irse.
Yven hizo un puchero y Mathieu no pudo evitar reír a carcajadas.
— ¿Qué? ¿Qué es tan divertido?
— Está celoso— Mathieu dijo entre risas mientras despeinaba a Yven con cariño—. Preguntaba preocupado porque su mamá estaba abrazando y consolando a otros niños, que no debería estar haciendo dormir a otros niños porque eres su mamá, no de ellos. Que tal vez eran niños malos que querían robarse a su madre— Mathieu seguía riendo ante la mirada avergonzada y enojada de Yven.
Gratien dio un suspiró antes de pisar un pie de Mathieu con fuerza mientras le susurraba:
— No te rías de lo que dicen, van a pensar que está mal decir lo que piensan y se avergonzarán.
— Ay, lo siento, pero fue divertido.
— No lo es, no te rías de lo que sienten— Se agachó a tomar en brazos a Yven—. Cariño, eran niños que estaban a punto de ser sacados de su hogar y vivieron cosas muy malas, solo quería calmarlos un poco, nada más, lo prometo.
— ¿No nos quieres cambiar por ellos?— Yven se acurrucó contra él.
— Claro que no, me preocupan, pero solo los amo a ustedes.
— Todo un niño de mamá— Mathieu mencionó. Yvette movió los brazos queriendo ir a Gratien—. Bien, niña de mamá igual, no es que pueda culparlos.
Yvette no soltó el brazo de Mathieu.
— Es niña de papá igual— Dijo Gratien sonriendo.
Asier y Thibaut se acercaron a ellos.
— Son una linda familia.
— Gracias… ¿Ustedes no tenían niños a su cargo igual?
Asier abrió los ojos.
— Ay, cielos, las mocosas.
Gratien aún encontraba un poco ofendido esa forma de referirse a los niños.
Thibaut corrió hacia la mujer mayor y trajo dos niñas de vuelta.
— Ella es Nelly, hija de un amigo mío— Apuntó a una niña—, y ella es Daphnee, la sobrina de Thibaut— Apuntó a la otra.
Ambas niñas miraron a los adultos y luego a los niños, parecían niñas extrovertidas y hasta traviesas, podía notarlo en la mirada y sonrisas abiertas.
Gratien bajó a Yvette e Yven y se inclinó un poco.
— Hola, Nelly y Daphnee, un gusto conocerlas. Soy Gratien, me dicen Gat. Este niño aquí es Yven, saluda cariño.
— Hola— Yven saludó un poco tímido, medio escondido contra su espalda. Gratien movió su brazo para darle palmaditas y darle un poco de confianza.
—Buen niño. Y esta pequeña es Yvette, la hermanita de Yven, saluda, cariño.
— Hola— Yvette movió sus manitos y Gratien sonrió elogiandola también.
Mathieu saludó también, siguiendo su ejemplo, agachándose un poco. Asier y Thibaut miraban como las niñas interactuaban con la pareja sin miedo, diciendo su edad e información que ni habían pedido.
— Se nota que saben de niños, Nelly tardó un tiempo porque siempre que veía a Thibaut lloraba.
— Huele dulce como mamá— Nelly se acercó a Gratien un poco—. Me gusta.
— ¡Es mi mamá!— Yven saltó perdiendo el miedo y se paró con los brazos extendidos, intentando impedir que se acercaran más.
Hubo un pequeño silencio antes de que Gratien hiciera un ruidito feliz antes de abrazarlo
— Claro que sí, amor, mi niño protector— Lo tomó en brazo para llenarlo de besos.
— Papá, quieren robarnos a mamá— Logró decir Yven bajó el asaltó de besos.
— Nadie me está robando— Tuvo que explicar Gratien, pero siguió llenándolo de besos—. Tan adorable, te quiero.
Yven se dejó mimar feliz y mirando a las niñas con superioridad. En su mente había ganado.
— No creo que sea bueno que lo alabes por actuar así, va a confundirse—Mencionó Mathieu, pero no impidió que su pareja siguiera mimando a su pequeño.
— Vamos a hablar con el psicólogo de eso— Dijo Gratien interrumpiendo sus besos, pero aún abrazando a Yven.
— Yo igual, beso-beso— Yvette tiró de su ropa.
— ¡Tan lindos!— Gratien se agachó para llenar de besos a Yvette también.
— Quiero ver a mí mamá— Daphnee hizo un puchero al ver a Gratien mimar a los niños.
— Yo igual— Nelly estuvo de acuerdo.
Asier miró a Thibaut con una ceja levantada.
— Bueno, podrías preguntar si pueden volver antes— Dijo Thibaut sacando el celular y alejándose un poco.
Mathieu solo sonreía mirando como Gratien se veía tan feliz arrullando a los niños. Asier siguió la mirada.
— Está bien, lo aceptó, es un poco tierno, un poco cursi, pero tierno.
Mathieu lo miró.
— Viene saliendo de su celo así que está todo cariñoso, se pone así, y ellos lo saben, adoran ser mimados. Han pasado por mucho así que solo los amamos tanto como podemos.
— Puedo ver eso, son felices, es lo que importa… Me dijo un poco, de como son familia ahora, lo están haciendo bien.
— Sí, esperemos seguir así— Vio a Gratien reír de cómo ahora él era el centro de los ataques de besos de sus pequeños—. Estaremos bien.
Se despidieron luego de intercambiar números. Mathieu quería tener el video para respaldarlo y cualquier información que la hermana de Thibaut logrará tener de que pasaría con los niños.
— Son una buena pareja— Gratien mencionó mientras ya estaban todos en el auto y camino a casa.
— Sí, lo son, no entiendo bien como funciona eso de que no quieren hijos, pero son agradables.
— Bueno, cada quien tiene derecho a querer o no querer hijos.
— Es verdad, mientras sean felices nadie puede criticarlos.
— ¿Mamá quiere?— Yven preguntó curioso.
— Me encantan los niños— Yven hizo un puchero—. Sobretodo dos niños adorables que hoy se portaron muy bien— Yven rio feliz.
— Tan celoso— Mathieu murmuró de forma burlona.
Gratien lo miró.
— ¿Y lo dices tú? Gruñiste allí.
— ¡Recuerdo porque gruñí! No tenías que verlo de arriba a abajo, es apuesto sí, pero estaba allí mismo.
— S-solo mire dos veces porque parece modelo y su aire era un poco extraño, no sé como decirlo, me confundió que fuera Omega por el aire dominante que emanaba.
— No puedo culparte por eso, es un poco singular, ese Alfa no debe tenerlo fácil.
— Parecen felices, consiguió un Omega con mucha confianza y guapo— Gratien suspiró—. Es tan injusto, yo no tengo confianza en mí mismo ni soy así de bonito— Hizo un puchero.
— ¡Mamá es lindo!
— Lindo— Repitió Yvette.
— Eres perfecto, Gatito. No lo dudes— Mathieu le dio una mirada de reojo—. ¿Por que no tienes confianza en ti mismo? Todo depende de los gustos, amor, prefiero mil veces a nuestro Gat, hermoso, cariñoso y con la paciencia de cuidarnos y amarnos a todos. Perfecto.
Gratien se sonrojo, feliz de los halagos.
— Te amamos— Yven e Yvette corearon desde los asientos traseros.
— Yo igual, cariño, los amo.
Era fácil ganar confianza si tenías una familia que te amaba y apoyaba así.
Fue a la noche luego de acostar a los niños que Gratien volvió a mostrarse preocupado.
— ¿Esos niños estarán bien?— Mathieu se acostó a su lado y lo abrazó.
— Mejor de lo que estaban, y eso es lo que importa.
— Sé que no podemos hacer mucho, pero estaba pensando ¿Y si somos sus padrinos? ¿Se puede apadrinar a niños de esos hogares? Tengo ahorros para ayudarlos, podrían ser amigos de Yven e Yvette, sacarlos de paseo y comprar lo esencial… Fuimos responsables de que se los llevaran y prometí que estarían bien, tengo que asegurarme de que eso se cumpla.
— Tan perfecto— Mathieu le dio un beso en la sien—. Creo que se puede, lo haremos como familia, los apoyaremos para que estén tan bien como puedan.
— Gracias.
— A tí— Mathieu suspiró antes de volver a hablar—. No esperaba volver a encontrarme con Cal, fue horrible lo que dijo y cómo se comportó…
— No debes dejar que nada de lo que dijo te haga daño.
— Lo sé, no lo hace, lo entendí hoy. Sus palabras me molestaron, y de su actitud no hablemos, no sé cómo terminó así, pero me di cuenta de que no me importaba, no quería que tú o los niños escucharan esa basura, pero no me lastimaba, en el pasado había dolido más.
— Bueno, era tu novio y lo querías.
— Tal vez, pero no lo amaba, no como te amo a tí— Mathieu sonrió antes de darle un beso breve—. Tal vez por eso no me importó, porque te tengo conmigo, y a los niños…
— Y gracias a varias sesiones de terapia.
— Sí, le debo un chocolate a Melissa, aún tengo mucho que sanar, pero creo que voy bien.
— Claro que sí, puedes con eso y con todo lo que venga.
— ¿Sabes? A veces me preguntó que hubiera pasado si no hubieras llegado a nosotros— Mathieu lo miraba con cariño mientras le acomodaba un mechón de su cabello—. Yo casi provocando un incendio en el primer día de mudarme solo con ellos, no me veo criando a dos niños que acaban de perder a su madre, con su mundo destrozado… no solo…
— Lo hubieras logrado de todas formas, yo ayude, pero tú ya los estabas sacando de su tristeza, Mathieu, reían gracias a tí.
— Lo intentaba, pero tu eres mejor que yo con ellos, te aman y los amas, ellos lo sabían desde el inicio, creo. Que los amabas solo porque amas a los niños, no porque te obligaran a ser su tutor o porque eran familia.
— Eso no hace mi amor mejor, tu eres su familia, y te aman también, no lo dudes, cambiaste tu horario por ellos, tu hogar, estabas dispuesto hasta a cambiar de trabajo, los sacarías adelante como fuera. Ellos lo sabrán y van a agradecerte y amarte por eso… Te ves preocupado ¿Que pasa?
— Viendo a los niños de Cal no puedo evitar pensar que no lo estamos haciendo tan mal, pero aún preocupa ¿Mi hermana estará tranquila y orgullosa?
— Creo que sí, seguramente si nos viera lo estaría.
— Me gustaría decirle que eligió bien, que los amo y agradezco tenerlos. Que soy feliz con ellos, y que los haré felices… Que te tengo conmigo y que sé que si un día me equivoco estarás allí para hacerme ver que tengo que cambiar.
— Creo que lo sabe, seguramente los cuida de arriba y lo sabe. Vera esta familia y pensara en lo bien que eligió, verá a sus niños ser felices y estará orgullosa y tranquila.
— Sí, seguramente también vio que te elegí.
— Si, a veces pienso en ella, nunca la conocí, pero pienso como “Mylene hubiera sido buena cuñada” y una flor se mueve.
— ¡También me ha pasado! Un día, el día que Elí se te confeso, estaba tan asustado de si lo habías aceptado, quería huir y entonces algo tintineó y sentí que me decía “Sé valiente”
Ambos se miraron.
— No puede ser ¿Verdad?
Casi como si un silencio repentino hubiera llegado, se escuchó un pequeño tintineo. Ambos se miraron antes de reír entre asustados y asombrados.
— Ay, santo cielo, eso me asustó un poco, pero te estoy diciendo que esta mirando todo— Gratien dijo aún sonriendo.
— Espero que no vea todo, todo— La sonrisa de Mathieu y las manos que se deslizaban debajo de la camiseta hacía obvio a que se refería.
— Tonto— Pero no se quejó de nada mientras se acercaba para un beso.
No eran una familia perfecta, había mucho que mejorar. Quedaba mucha crianza y educación por delante, pero ambos estaban seguros que todo estaría bien.
Se amaban, se aceptaban y se apoyaban ¿Que importaban unos detalles? Podrían con todo lo que deparará el futuro, y había alguien cuidándolos y guiando su camino cada vez que lo necesitaran. Tenían el mejor ángel guardián, de alguna forma lo sabían.
El tintineó esta vez fue ignorado por las dos personas que gemían en la habitación.
✦•······················•✦•······················•✦
Mylene: Que no podían dijeron, de mí se rieron 😎
Ex ángel guardián: Nadie se rio, solo te dijimos que no podías quitar un puesto así como así.
Mylene: mírame ahora, que yo misma no me lo creo 🎶
Ex ángel guardián a cupido: ¿Me está ignorando a propósito, verdad?
Cupido: Evidentemente.
Mylene sonrió feliz de hacer enfadar al divertido y algo inútil ángel guardián.
Miró a la familia que cuidaba: Su hermano y su pareja, sus hijos.
Mylene: Los veo, estoy orgullosa de todos ustedes.
Ex ángel guardía: ¿Dijiste algo?
Mylene: ¡Sí! Vamos a buscar al ángel del capullo de Cal, algo está haciendo muy mal para que su humano acabe así.
Un perezoso ángel por allí estornudo y tuvo un escalofrío, su humano ya estaba podrido y estaba apunto de ser despedido, nada podría ir peor… ¿Verdad?
Nota autora:
Acabe esta mierda, digo, historia (no es la mejor, lo sé), perdón, es que una parte de mi ya pensaba que se quedó pausada para siempre.
La canción de Mylene va para mi igual xd
Adoro escribir historias con niños, tengo que hacer más, pero el tiempo y ganas no me acompañan, veremos que pasa.
Tenía este borrador hace rato, pero tenía partes fragmentadas y unirlas fue horrible, si ven algo raro o sin sentido es por eso, me avisan para editar, por favor.
Queda un epílogo muy cortito comparado a los capítulos, y unos extras del futuro (?) tal vez.
Mi perrito al final tiene una enfermedad autoinmune, no se si avise eso, no recuerdo, estamos con un tratamiento a ver si funciona, pero no es tan grave de momento, al menos no fue cáncer.
Aún tengo trabajo, me extendieron contrato hasta agosto, veremos que pasa ese mes, mi estabilidad depende de eso también.
Perdón las tardanzas, me engancho con una serie, o libro, o fanfic, y no podía escribir cuando estaba con otra cosa en mente.
Nos vemos en el extra.
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