Capítulo I
Mathieu era un Alfa casi a toda regla.
1,91 de altura. 87 kilogramos donde la masa muscular resalta a simple vista.
Cabello castaño oscuro, brillantes ojos miel, una sombra de barba candado que enmarca sus facciones.
Pero Mathieu tenía un problema.
Por eso era casi y no completo.
Era esteril. Prácticamente sus espermatozoides eran inútiles.
Estaba bien, al menos cuando lo supo estaba en plena adolescencia, ser padre era lo último que quería, así que no le tomó importancia. La mayoría de sus amigos Alfas se habían alegrado por él bromeando cómo no iba a necesitar usar protección y que era un suertudo, él les había seguido el juego, pero sus padres fueron personas responsables que lo hicieron ver que la protección, era protección más allá de embarazos y eso le quitó chiste a su "beneficio", pero seguía sin ser un problema. Su madre parecía decepcionada, pero su padre inmediatamente investigó del tema, tenían varias soluciones para cuando quisiera ser padre.
Estaba bien, no podía embarazar por sí mismo a su futura pareja, pero había solución, fertilización asistida y hasta adopción, podía escoger, cero problema.
Excepto cuando a la edad de quince años se enamoró.
Y de un imbécil. A veces el primer amor es el mayor error de la vida.
Las cosas con su primer novio, cuyo nombre se negaba a mencionar, se habían calentado, eran adolescentes y prácticamente cualquier roce o situación podía encenderlos.
— No hay nadie en casa— Mathieu mencionó mientras sentía como estaba duro y solo quería follar, a esa edad tenía mucho la idea de follar en la cabeza.
— No podemos, mis padres aún no me quieren dejar tomar anticonceptivos y no podemos comprar condones— Aún así, el Omega seguía dejando que besara su cuello y desprendía ese aroma floral que lejos de ser empalagoso lo encendía más.
— ¡Está bien! no pasará nada.
— ¡No! ¿Luego quedó embarazado qué haríamos? mamá podría matarme.
— No voy a dejarte embarazado, vamos, por favor, estoy tan duro por ti.
— De verdad también quiero, pero no podemos, mi familia me mataría si quedo embarazado tan joven.
— ¡No lo quedaras!— Mathieu lo amaba y estaba seguro que él también era amado, o eso creía, era demasiado joven para entender realmente el amor, pero lo quería, estaba caliente y confiaba en él—. Tengo suerte, no puedo dejarte embarazado.
El Omega se apartó, de repente la tensión sexual desapareció como si nunca hubiera existido.
— ¿Qué? ¿Qué quieres decir?
— No es que sea secreto, pero solo mis amigos y familia lo saben, soy estéril, todo estará bien, aunque quiera, aunque me corra dentro, no te embarazare— Sonreía, aún feliz, con eso resuelto estaba seguro de que por fin dejaría de ser virgen.
— ¿Eres estéril? P-pero eres un Alfa, eso no está bien.
— Estoy bien—Tontamente creyó que estaba preocupado por él—, son esas raras enfermedades que se dan, pero no hay ningún otro problema ¿Y no es genial? podemos tener todo el sexo que queramos sin miedo de sorpresas— Quiso acercarse a besarlo, pero fue empujado repentinamente y se cayó de la cama—. ¡Hey! eso es peligroso.
— No puedo.
— ¿Qué?
— ¡¿Por qué no me lo dijiste antes?!
— Bueno, nunca surgió la oportunidad, pero está bien, ahora lo sabes.
— ¡No! No está bien, hombre, soy un Omega, no ahora, pero en un futuro quiere tener hijos, formar una familia.
— Vamos, podremos tenerla a su tiempo, hay métodos y adopciones y todas esas cosas, hay centros donde ir en pareja para hacerlo artificial.
— ¿Artificial? hombre, no, yo no estoy fallado, no voy a ir centros médicos a pasar vergüenza por tu culpa. Tú eres el problema.
— Hey, no es un problema ni una falla, es una condición y ya— Era lo que sus padres siempre decían.
— Eres un Alfa, uno que debería estar cuidando de no embarazar Omegas pero no puedes hacerlo ni aunque quieras, es una falla, no puedes ser un Alfa completo así.
— ¡Mis padres dijeron que no era un gran problema!
— Porque son unos mentirosos que no quieren hacer sentir más inutil a su hijo Alfa ya inutil. Lo siento, me tengo que ir, creí que eras un buen Alfa, uno completo, y me equivoque.
— No puedes estar hablando en serio ¿Solo por ser estéril?
— ¡Por qué soy un Omega, idiota! No hay Omega que no quiera tener hijos propios, nadie quería estar con un fallo de Alfa como tú.
Su primer amor se fue haciéndolo sentir furioso, herido y humillado.
Por supuesto con el paso de los años cada vez estaba más seguro que ese Omega era un imbécil de primera, culpen a la adolescencia por haberse enamorado de un capullo así. Pero tampoco fue el primero, por alguna razón, el ser Alfa estéril en vez de facilitar las cosas en pareja arruinó todo. Si, no iba a negar que tuvo uno que otro encuentro sin compromiso realmente geniales. Pero esa era la clave, sin compromiso, nadie que quisiera un verdadero compromiso quería algo serio con un Alfa como él. Hubo un par que parecieron quererlo lo suficiente para seguir con él con esa información ya en sus manos, pero al final, nunca resultó, luego de saber que era estéril se perdía el brillo.
Fue a mitad de la universidad que se empezó a aburrir de los encuentros de una noche sin compromiso, y fue en ese momento que conoció al Omega que sería su segundo gran amor y pondría patas arriba su mundo.
Gratien era un Omega un grado menor que él. Cabello un poco largo y negro, ojos castaños, contextura delgada y altura promedio, lo que significa unos 15 centimetros minimos de diferencia. Debería ser un Omega normal, pero algo en su apariencia, en su aroma, en la sonrisa fácil y ojos amables lo cautivó.
Lo vio en una fiesta de la facultad, y luego lo siguió con la mirada en todos lados. Fue tomando nota mental de las clases que tenían juntos, y en qué lugar del comedor solía comer.
Con un proyecto grupal Mathieu tuvo la oportunidad de acercarse más al que sería el mejor Omega que conocía, y un buen amigo. Una brecha imposible de cerrar.
Porque, por supuesto que un Omega como Gratien tenía un sueño tan lindo como tener hijos. Pero su sueño no era tan sencillo, entre conversaciones y su amistad estableciéndose lentamente supo el sueño completo.
— Y un día lo sabré antes que él— Gratien hablaba de su futura pareja hipotética y Mathieu ya la odiaba—, le diré que estoy embarazado con esas sorpresas lindas de envolver zapatitos o algo de bebé, y estará sorprendido, pero super feliz ¿Crees que es una tontería?
— Eh, no, claro que no. Es un sueño muy lindo, aunque hoy en día—Se encogió de hombros intentando mostrarse tranquilo y no como si su corazón se estuviera rompiendo—, ya sabes, tener hijos es algo que se puede planear y decidir junto a tu pareja.
— ¿Seré muy egoísta? Sé que debería ser planeado, pero me encanta la idea de que sea una sorpresa. Bueno, claro, eso si algún día tengo una pareja, sería cuidadoso hasta estar marcado y poder permitirnos tener un bebé.
— Ah, si, suena bien, es como una historia de novela.
— Gracias por no reirte, muchos se han reido cuando les cuento...ah ¿Y tu quieres tener hijos?
— Yo...— Aún dolía lo que acababa de escuchar y decir la verdad no estaba en sus planes— .Tal vez, no he pensado mucho en eso, me gustaría tenerlos si conozco al indicado supogo.
El resto del recuerdo era borroso, pero Mathieu había aceptado que su tonto enamoramiento no podía nunca ser algo más. No podía darle a Gratien lo que más soñaba, no podía ser su Alfa. Así que tuvo que contentarse con ser su amigo.
Eso resultó bien, para finales de la universidad seguían siendo amigos. Incluso mientras buscaban empleo se seguían juntando y viéndose cada cierto tiempo, Mathieu intentaba no indagar en las relaciones de su amigo, no quería destrozar más su corazón, porque incluso si sabía que nunca sería el indicado, su corazón ya había elegido, con el tiempo poco a poco se habían distanciado, pero estaba bien, era el tipo de relación en que podía pasar meses sin hablar hasta volver a escribirse de la nada y reir por horas, y eso le agradaba. Aunque si era sincero, él sería feliz con cualquier relación que pudiera mantener con Gratien
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Era un día cualquiera, o eso parecía. Estaba en el bar que le gustaba frecuentar. Siempre había gente nueva apareciendo para pasar un buen momento, no podía evitarlo. tenía necesidades y siempre la tonta esperanza de que alguien apareciera para volver a atrapar su corazón y aceptarlo completamente, incluida su falla.
Ese día el Omega que se le acercó era una belleza. Rubio y ojos claros, la ropa ajustada ya le daban una buena vista a lo que podía tener después.
Luego de algunos tragos y caricias furtivas bajo la mesa se levantaron para ir a un mejor lugar.
— Hay un motel cerca de aquí ¿Dividimos cuenta?
— No te preocupes, yo pago.
— No me molesta dividir— La mano del Omega se deslizó por los abdominales de Mathieu y dio un rápido apretón a su miembro—. Si lo que creo es cierto disfrutaré un montón esta noche.
— Eso no lo dudes, voy a complacerte tanto que-
La introducción de una canción de una película de Disney rompió el ambiente.
Había puesto ese sonido especialmente para su familia, para tener que contestar sí o sí esas llamadas.
— Lo siento, un segundo...debe ser importante.
Contestó rápidamente antes de que sonará más de la melodía. Dio un rápido vistazo de que era su madre. Ella nunca lo llamaba para interrumpir sus noches, así que debía ser importante.
— Hola, estoy un poco ocupado ahora...
Su madre no contestó, y casi pensó que era ideal cortar en este momento, la noche prometía y sin duda valdría el regañó que llegaría después.
Y entonces lo escuchó. Un sollozo.
Su madre jamás lloraba, estaba bien, lo hacía, era humana, pero era en situaciones muy específicas.
El sollozo lo asustó.
— ¿Mamá? ¿Que pasa, paso algo malo?
— Oh, Matt— Los sollozos la interrumpian, parecía no poder parar—. Tienes que volver... tu hermana, llamaron por ella, dijeron...
Su corazón se congeló, su madre llorando y hablando de su hermana no era buena combinación.
— No...
— No pudieron, dijeron que intentaron todo pero no pudieron salvarla— Su madre parecía haber juntado todo su valor en esa frase porque luego de decirla se rompió y solo pudo escuchar sollozos mezclados con "Mi niña" "Lo intentaron"
— ¡Voy para allá!— Se giró tomando al lindo chico por los hombros—. Hombre, lo siento mucho pero surgió algo muy urgente, lo siento.
— No te preocupes, escuché...parecía grave, ve.
Mathieu se alegró que el chico fuera tan comprensivo, si no estuviera con un nudo en su garganta y corazón lamentaría no poder conocerlo más.
— Eres una belleza, gracias ¡Lo siento de nuevo!
Vio al chico mover su mano despidiéndose de él, pero su mente ya estaba en otra parte mientras corría hacía su moto. La había dejado lejana al bar porque planeaba pasar algún rato en un motel antes de irse a casa, y esa zona no era segura, ahora lamentaba no estacionar más cerca.
Mientras aceleraba en las calles esquivando los autos su mente volvía a Mylene
Su hermana mayor le llevaba 4 años. Tenía 27 años. Era demasiado joven. Una Beta con una belleza clásica y demasiado inteligente y sensible.
Recordaba a Mylene de 10 años poniendo una bandita en su rodilla herida mientras él no dejaba de llorar.
A Mylene de 14 años enseñándole a andar en bicicleta y corriendo desesperada a su lado cuando él no podía frenar.
A Mylene de 17 años apoyándolo junto a sus padres cuando le dijeron que era estéril.
A Mylene de 19 abrazandolo toda esa noche cuando su horrible primer amor se fue con un portazo.
A Mylene de 21 años diciendo que se iba de casa porque se había enamorado, que debía ayudar a sus padres ahora que ella no estaría.
A Mylene de 24 años mostrando orgullosa a su primer hijo, su primer tesoro.
A Mylene de 25 años llorando abrazando a su madre porque su pareja la había engañado estando ella embarazada de su segundo hijo.
A Mylene de 26 teniendo a su segundo hijo, una hermosa niña.
Mylene cumplió los 27 este año. Solo hace unos meses. Estaba saliendo adelante con sus dos hijos con sudor y lágrimas, negándose a rendirse en esta vida. Le quedaba toda la vida por delante.
Estaba llegando a casa cuando se dio cuenta que no preguntó por sus sobrinos. No era que no los quisiera, pero no los veía mucho, Mylene estaba empeñada en salir adelante sola sin cargar a sus hijos a su familia, así que solo los visitaba unas veces al mes.
Esa noche la casa de sus padres se sentía demasiado grande y fría mientras el policía le contaba todo, había más lágrimas de lo que jamás creyó poder ver. Hasta su padre lloraba. Habían ido sus tías y otros más de su familia para acompañarlos. Los brazos y manos de todos flotaban alrededor, siempre buscando un contacto con alguien más de su familia, intentando apoyar al otro, o tal vez buscando apoyo para no derrumbarse.
Un robo dijeron, un delincuente que se molestó de que Mylene se pusiera nerviosa cuando la había amenazado con una pistola, ella estaba volviendo a casa junto a sus hijos, solo quedaban unas cuadras. Le rogó que no le hicieran daño a los niños, el delincuente lo cumplió, la hizo alejarse de los niños antes de disparar.
El delincuente no tenía más que 18 años. El abogado dijo que podrían conseguir unos 10 años de cárcel si no había atenuantes. Mathieu nunca había odiado tanto la justicia, daba igual cómo, el delincuente saldría libre algún día, aún joven y viviendo más que su hermana.
Y el juicio tardaría un tiempo. Mathieu ya estaba pensando en qué pasaría si en plena audiencia mataba al tipo, de seguro la justicia también le daría un poco tiempo en prisión. Al fin y al cabo daba igual matar a alguien, en ese tipo de mundo vivían, con ese tipo de justicia debían vivir. En la que una persona cualquiera puede matarte por robarte un poco de dinero y un celular, en que les da igual si eres hombre o mujer, Omega-Beta-Alfa, si te resistes o cedes, o si vas con niños.
Mientras la tristeza y rabia lo destrozaban e intentaba ser un apoyo para sus padres y entretener a sus sobrinos, se enteró de que su hermana había dejado un último deseo, porque al parecer daba igual lo joven que fueras, cuando eres madre, piensas siempre en el futuro.
Su hermana había dejado designado un tutor para sus hijos.
A él.
...
Soy sincera, no sé que estoy haciendo.
Estoy escribiendo esta historia solo para llegar a escribir el epílogo que es lo único que tengo claro.
Al inicio ni siquiera habría niños de por medio, pero bueno, los hay y me gusta el rumbo que está tomando.
Llevo escrito más que esta parte, espero que la reciban bien y así pronto reviso y subo la parte siguiente.
La portada es un asco, lo sé, pero la hice a las 2 am ayer y al final salió lo que salió.
Será una historia corta.
Wattpad me cambia los guiones largos a cortos. Lo odio.
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