012
Taehyung.
Los gritos del funalo que nos había traicionado lleno la habitación del club. Mire detrás de él a los dos imbéciles que se estaban haciendo encima suyo.
-Si esto les asusta, no creo que vayan a durar mucho.- la forma burlona en que habló SeokJin les hizo chillar.
Ellos debían morir, pero iba a ser lento. No sólo pusieron en peligro a mi familia si no se atrevieron a meterse en mi territorio.
-Sin embargo vas a tener que darme nombres, por que yo mismo te voy a clavar una bala en cada parte de tu cuerpo.- mire al funalo quien lloraba.
♡♤♡
Llegue a casa, los cuatro nos encontrábamos mirando a Jungkook. Esperando por una respuesta. Estaba ya amaneciendo. Había mandado a Hoseok a domir y aun no quería Yoongi se lo llevó.
-¿Entonces?.
-Cuando fue el atentado, reconocí a dos espías por las fotografías que nos dio nuestro contacto de los tailandeses. No había mencionado nada. Por que en realidad quería ver si eran estúpidos pero no lo fueron.
-Hoseok se dio cuenta, cuando le disparo a uno de ellos. De echo cuando llegamos a la capital ya me habían tratado de torturar pero como dije eran estúpidos. No eran expertos. Escape una vez se detuvieron y me mantuve oculto.
-¿En donde?.- pronuncio Namjoon.
-No lo recuerdo.
SeokJin, Namjoon y yo nos miramos con el ceño fruncido, mire de nuevo a mi hermano menor y pregunté con cuidado
-¿Hay algo más que debamos saber?
-No.
-Bien.- termine la conversación ahí. Salí del despacho principal para subir con cuidado por las escaleras. Tenía un esposo que castigar.
No lo vi en la habitación y entonces la puerta del baño se abrió. Salió con ropa deportiva. Sus ojos viajaron hasta mí y su nervios salieron.
Me acerque hasta el mirando como retrocedía ante mi presencia. Me encantaba Hoseok. Ya había aceptado que lo amaba. Pero no me quería dar ese lujo, yo lo condene a esta vida. Que es mucho peor de la que ya vivía. Pero aún sentía que era mi culpa.
Asesinaba a cada uno de los que se atrevieron hablar pestes de él. De ese ángel caído. Por que eso era Hoseok para mí. Era mi ángel.
No tenia compasión, el tampoco, pero el veía en mi algo bueno, por que me buscaba, me necesitaba tanto como yo a él.
Era tan egoísta que no iba a dejarlo irse. Nunca. Nisiquiera cuando el me lo pidiera.
Se topo con la pared del baño. Justo de donde el se había salido.
-¿S-sucede algo?.
No me di mi fuerza, cuando lo alcé y con brusquedad lo besé. Solto un chillido. Los sonidos que hizo viajaron directo a mi pene. Me aleje de él jadeando, deje mi frente contra la suya.
-Se supone que esto es un castigo.
-Puedo decirte que me gusto mucho.-
-Ese no era el punto.
-Ups.- agregó con una sonrisa. Gruñi con fuerza para volverlo a besar. Sus labios eran suaves y eran maltratados solos por mí.
-Tae.- sus gemidos fueron un coro de ángeles en mis oídos. Sin embargo no podía tomarlo de esa forma.
Vante y yo aun estábamos molestos. Y podía saberlo por nuestro olor a exitación y enojo.
-Abajo.- ordene.
-No quiero.- Hoseok apretó más su agarre en mi cuello.
-No voy a tomarte molesto Hoseok, no va a ser así nuestra primera vez.-
Lo sostuve aún con fuerza y lo lleve a la habitación, me subí con el aun colgado de mi y nos deje caer en la cama.
Solte un suspiro cuando mis costillas tocaron el colchón. Los brazos de Hoseok se quitaron de mi cuello y se sentó en la cama mirándome con preocupación.
Joder la calentura se me había pasado. Parecía un adolescente calenturiento.
-Joder ahora yo quedo como el aprovechado.
-Vamos a descansar un rato.-
Le tome la mano y lo enpuje en mi dirección, se acomodo mejor y mi cabeza quedo en su cuello.
-No vuelvas a ocultarme cosas Hoseok.-
-Losiento.-
Suspire rendido por este omega.
...
Me encontraba en mi primera reunión con la sala. Ninguno se atrevió a decirme algo acerca de Hoseok. Ellos sabían cual era su posición, mi lugarteniente de confianza Suho me mantuvo al tanto de todo. Había estado observando a cada uno de ellos, pero no podía hacer nada más si no le habían faltado al respeto como tal. Si no me traicionaban.
Regrese a revisar algunos de nuestros clubes de chicos y uno que otro llegaba a mi tratando de poder llamar la atención.
Llevaba sintiendo desde la mañana calor, en ocasiones me dolía la cabeza y otras veces me enojaba. La imagen de Hoseok sólo con una camiseta mía de color negra y sus boxers negros me mantenían controlado.
Había tomado antes algunos no sólo de este, de otros también, pero teniendo a Hoseok a mi lado tenia que respetar a mi omega.
Era un hombre cruel. Pero con modales.
Llegue al carro seguido por mis ejecutor principal y mi lugarteniente de confianza, gruño con fuerza y los miro jadeando.
-Me iré a la cabaña. Ya saben que no deben molestarme.
Los mire asentir con la cabeza, me subí al carro tomando con fuerza el volante. Saqué de mi bolsillo mi celular y marque.
-Señor.
-Dile a mi esposo que no estaré en casa toda la semana. El se hará cargo.
-Si señor, ¿algo más?.
-¡No!.- gruñi junto con Vante.
Por supuesto que había algo más pero no iba a poner en riesgo a Hoseok. Era más agresivo en mis celos. Ser alfa de rango alto a veces era algo difícil.
Conduje unos treinta minutos hasta llegar a una casas en el bosque. Llegué a la mía mirando a mi alredor, era la más apartada pero eso no me importaba. Cuando entre me quite el saco y tire de la corbata, me sentía asfixiado.
"Hoseok"
"Hoseok"
"Hoseok"
-¡Cállate!.- grite con fuerza.
La rabia y el dolor de mi celo llego con fuerza y no me contuve, tire y golpee todo a mi alrededor. Solo quería a mi omega pero quería protegerlo. Incluso de mi.
Por que Hoseok merece el cielo, merece algo mejor que esto.
Probablemente ya había comenzado a alucinar por que el aroma de vainilla con fresas me llegó hasta los huesos. Lo inhaló con entusiasmó mientras me sostengo del respaldo del sillón echo trizas.
-¿Taehyung?.- si no fuera por que incluso el bosque estaba en silencio no hubiera escuchado el susurro de Hoseok. Mire en su dirección, su nariz estaba roja, llevaba su ropa elegante, lo cual me decía que estaba saliendo de las salas de manejos financieros. Sus ojos brillaban y me miraba como si me faltara algo.
Por supuesto, me falta él.
-Lárgate.
-No quiero.
-¡Te dije que te largues!.-
Lo mire caer de rodillas y saltar un chillido. No podía, ya no podía. Tome una respiración para calmarme. Vante y yo no queríamos lastimar a lo único que nos a dado calor cercano.
Me acerque hasta el y lo tome por las mejillas. Besé su labios y limpié sus mejillas mojadas por sus lágrimas.
-Voy a ser gentil, voy hacerte el amor.
...
Brooo, no se esperaban esta doble actualización ¿verdad? Xd pies ahora se quedan con las ganas.
Buenas noches ♤.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro