003
Después de nuestra pequeña pelea, nos enseñaron los alrededores, era grande y para mi desgracia había muy buena vigilancia. Realmente estaba ansioso, cuando me mostró la quesería nuestra habitación mi respiración se corto.
Nunca había estado con un alfa, mis celos los suprimia. No era como Jackson.
Aun tenia episodios. No muchos pero aun estaban ahí.
-Vamos a dormir en la misma cama.
-Claro... no tengo problema con ello. Mi voz sono estrangulada más de lo que realmente quería que sonara. Pase con dificultad mi propia saliva y mire alredodor, la habitación era grande podria decir que el tamaño de una sala de estar. Tenia colores mate, el vino y rojo resultaban muy llamativos, el blanco en la cama era algo que me llamo la atención.
Fui directo al baño, era el tamaño de una habitación de una casa de cuarto por cuarto. Salí de allí con su mirada en mí.
La podía sentir.
"Debemos decirle a nuestro alfa"
Lo ignoré, como toda la vida lo había echo.
El armario era el tamaño de un baño promedio. En fin, no era mi asunto. La mitad del guardarropa esta vacío. Con el ceño fruncido regrese. Taehyung estaba sentado en medio de la cama con los brazos cruzados mirandome.
Ignore el echo de que se veía jodidamente sexy.
-¿Por que hay mucho espacio en armario?.
-Es para tu ropa.
Abri mi boca, eso no iba a pasar tenia la suficiente ropa para existir y no iba a dejar que se me adelantarse. Podia saber que pasaba por mi mente por que habló -No soy tu niñera, puedes ponerte lo que quieras y tener lo que quieras.
-Encantador- Sonreí con sorna.
Continúe -Cuantos hijos quieres que te de. Le dedique una mirada fulminante pero nisiquiera se inmutó.
-Tal vez más adelante, pero yo no quiero hablar de eso.
-¿Entonces?.
-Me vas a decir o tengo que torturarte Hoseok.
Mi respiración se congelo, maldije en voz alta y lo mire lleno de rencor aún sabiendo que el nisiquiera me habia tocado. Probablemente ese era mi coraje. Y el coraje de mi omega.
Que el no fuera mi primero.
-Hoseok...
-Pudrete alfa estúpido. Las traidoras lagrimas cayeron por mis mejillas aun adoloridos mientras me acercaba a él y me subia a su regazo abrazando con fuerza su cuello.
-¿A que edad fue?. Comenzo acariciar mi espalda.
-Seis.
-¿Quién fue?. Su voz salio más tensa y se podia escuchar a los lejos "voy a matar".
-Mi padre. Su cuerpo reacciono con violencia sacándome un chillido cuando intento quitarme de encima suyo.
-Hoseok, quítate.
-Taehyung. Por esto no quería venir, precisamente por todo esto. Maldita sea. Me levante tallando con brusquedad mis mejillas bañadas en lágrimas. Joder que estar sensible no era lo mío.
Me quite de encima suyo.
-Hoseok.
Levante mi mano hacia el deteniendo su acercamiento -Los omegas normales dependen de un alfa, incluso sea su pareja destinada o lo que sea. Pero dependen de uno desde que nacen. Yo, ¡yo Taehyung! aprendí a vivir fuera de una vida con alfas. Solo me acercaba para saciar las enormes ganas que aun tengo de matar al hijo de puta.
-Pero llegaste tú. Y toda la mierda que estaba controlando la tiras de un solo pisotón. Y no solo mi odioso omega esta encantado contigo, mi persona esta más que encantada. Estoy indefenso contigo y eso es lo que me molesta. ¡Jodida cosa!.
Di un golpe al suelo con uno de mis pies. Mis mejillas estaban empapadas y cerre con fuerza los ojos mientras me sostenia mi sien con una mano.
Lo dije, ya esta. Alfa satisfecho. Ni conocía al tipo, no conocía a ninguno de ellos, aun sabiendo que me ganaba la vida luchando en sus lugares.
Sus manos ásperas me sostuvieron mis mejillas.
Cariño. Lo que menos quería era parecer una magdalena en frente del alfa poderoso.
-Hoseok, el mundo en donde vivimos es jodido, pero tiene cosas a su favor. No me importa una jodida cosa, eres mi omega te guste o no. Debo protegerte de quien sea así me cueste la vida... maldición no soy bueno en esto Hoseok.
Me reí.
-Yo tampoco lo soy.
-Y sin embargo me diste la bala para el arma. Mire directo a los ojos cafés oscuros.
-Eres indefenso conmigo, como yo lo soy contigo.
-Entonces que sigue... me vas... ¿me vas a marcar?. Un grueso nudo se formo en mi garganta mientras aun lo miraba a los ojos.
-No.
-¿No?
-En este mundo hay costumbres Hoseok.- comenzó hablar mientras se alejaba de mí, se adentro al vestidor y yo lo seguí.
Me trague un gemido cuando lo mire quitarse la camisa. Su espalda tenía unas alas de ángel, oscuras, mientras se movia, parecian tener vida propia. Su brazo izquierdo estaba lleno de ellos también.
Los diablos. Así se les conocían. Por ello el tatuaje del diablo estaba en todo su esplendor por su brazo. Se volvió hacía mí.
-Primero debemos casarnos. Mi boca se abrió.
¿Casarme?. ¿Con él?.
-Me estas tomando el pelo, verdad. Lo mire quitarse su pantalón negro quedando solo en boxers y cruzarse de brazos en mi dirección.
Ese hombre si que estaba bueno. Tenia en su pecho tatuado un lobo corriendo, rojo y negro. Tenía algunas cicatrices pero eso no detenía mi descarada inspección. Probablemente el noto por que infló su pecho con orgullo.
Alfa estúpido.
-No, creo que has notado que yo no juego. Y en este mundo se necesita casarse para controlar territorios.
-Yo no vengo de una familia de mafiosos. Al menos no recuerdo eso.
Dije con duda al final. Comino en toda su gloria en mi dirección. Era más alto que yo, lo sabia pero tenerlo muy cerca me hacia parecer débil.
-No tiene mucho que ver en nuestro caso. Estamos enlazados. Para el mundo en donde vivimos te casas por la paz momentánea, pero si encuentras a tu destinado te haces más fuerte.
-Vaya, eso me convierte en un premió para ti.
-Yo no dije eso.
-Pues así lo haces ver.
Gruño alejándose de mí. -¿Nunca te callas?.
Comencé a reírme -Para tu desgracia, soy muy hablador.
Se vistió con un panst gris y una camiseta negra. Bendito sea el que creo a este hombre.
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