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❄️Extra❄️

Este extra tiene contenido +18, si esto no es de tu agrado mejor lee después del primer separador.
(^^) <3


Seúl, Corea del Sur 📍
☃️Unos días antes de navidad☃️
3 años atrás...

Con una mirada desoladora observaba, a través de la ventana de su despacho, como la nieve caía sin cesar y engalanaba hasta el lugar más recóndito de la ciudad con ese color blanco tan característico; como adultos caminaban de un lugar a otro cada quien con destinos diferentes, los adolescentes charlaban animadamente y los niños jugaban —en aquel parque cercano a su lugar de trabajo— a hacer ángeles o muñecos de nieve.

Todo a su alrededor desbordaba energía positiva excepto él, y es que aquella habitación en la que se encontraba se sentía demasiado grande y vacía estando solo.

Odiaba que la mezcla de su olor y el de Jungkook no estuviera presente, odiaba que su lindo novio no estuviera ahí dándole masajes en los hombros o sentado en su regazo mientras jugaba con sus mechones de cabello ahora rubios y besaba su cara, pero sobre todo sus labios, diciéndole una y otra vez que eso era una forma de ayudarlo a desestresarse cuando en realidad ambos sabían que solo estaba dándole los mimos que tanto le encantaban. Odiaba no tener algo de comida hecha por su Omega, puesta con total delicadeza en su escritorio, o alguna de esas notas con palabras llenas de amor que nunca dejó de escribirle a pesar del tiempo.

Pero debía entender que su bebé estaba enfermo y no podía acompañarlo en ese día de jornada laboral, si él mismo le había dicho que lo mejor era que se tomara el día libre para descansar en casa, debía de comportarse mejor y poner toda su atención en lo que tenía que hacer.

Era un veintidos de diciembre muy diferente al de hace ocho años, sí, el día en que sus caminos se cruzaron por primera vez en esta vida, una de las tantas que compartirían juntos. Mientras Tae se sentaba en la silla frente a su escritorio y comenzaba a teclear en su computadora sobre temas relacionados con su empresa, su lindo noviecito se encontraba llorando del dolor en la habitación que compartían en aquella casa que habían comprado juntos hace un par de semanas.

Después de varios minutos donde un dolor intenso persistía en su vientre bajo, Jungkook llegó a la conclusión de que eso no era dolor de estómago a causa de haber comido algo en mal estado, como había pensado en un inicio, sino más bien era su celo.

Todo su ser anhelaba que su alfa llegara y le hiciera el amor como las miles de veces después de aquella primera vez en la que lo mordió formando así un lazo que existía desde antes y que jamás lograría romperse.

Tenían solo dos años juntos como una pareja oficial, pero ninguno de los dos pudo esperar para unir sus vidas de la forma en la que lo hicieron, como tampoco esperarían demasiado para casarse y tener cachorros, pues ya habían esperado mucho para encontrarse, y aceptar —en el caso de Taehyung— el amor que sentía hacia aquel lindo Omega de cabello negro cuál carbón.

Frustración sexual, eso era lo que sentía Jungkook en ese instante. No quería molestar a Taehyung si se encontraba demasiado ocupado, por lo que optó por la opción de llamar a su querido amigo del trabajo, Jung Hoseok, con la esperanza de que él podría decirle lo que necesitaba saber sobre su alfa.

—Jungkookie ¿Cómo estás?— fue lo primero que escuchó después de que su llamada fue atendida.

—No tan bien la verdad ¿Sabes si Tae está muy ocupado?— fue directo al grano.

—Está en una reunión de trabajo, ¿Por qué? ¿Pasó algo malo?

—Creí que estaba enfermo, así que Tae me dijo que no debería ir al trabajo. Me equivoqué, era el celo— admitió con algo de dificultad por el dolor que seguía presente.

—Esta bien no te preocupes, le diré sobre eso apenas termine la reunión ¿está bien?

—Gracias hobi.

—Adiós kookie— le dijo y colgó.

Colocó su celular en la mesita de noche a su lado, volvió a acostarse en la cama y abrazó, con toda la fuerza que tenía, su almohada. Sabe que su alfa demorará en llegar, por lo que se debate entre esperarlo o aliviar el dolor de alguna manera.

Al final, optó por la segunda opción. Bajó de la cama y se dirigió a su ropero, dónde tenía escondida aquella caja que había usado en su primer aniversario con Taehyung.

Recordaba ese día a la perfección, Taehyung le había preparado una cena sorpresa en un apartamento muy lujoso, Tae tenía planeado ver alguna película mientras se mantenían acurrucados y se daban mimos, pero nada salió como esperaba y terminó siendo el sorprendido cuando Jungkook le enseñó aquella caja casi llena de objetos que había comprado unos días antes, aún así no se quejaba pues para ambos fue una noche inolvidable.

Sacó la caja del ropero y alguna que otra prenda de vestir suya y de Taehyung, primero acomodó su ropa dibujando con ella el borde de un círculo perfecto en el centro de la cama y luego, rellenó ese círculo con la de su novio. Suspiró satisfecho y se quitó toda la ropa que llevaba encima, colocó la caja en el piso a un lado de la cama, sacó de allí un dildo de goma transparente que casi parecía de cristal. Se mordió el labio inferior y sus mejillas se calentaron por la vergüenza, y es que a pesar de ser muy lanzado, experimentado y decidido en cuanto a su relación amorosa, eso no evitaba que le diera un poco de vergüenza algunas cosas como estas.

Se posicionó en cuatro sobre la cama de blancas sábanas y tras sentir su lubricante natural esparcirse por sus muslos, metió lentamente el dildo en su entrada dejando escapar en el proceso un pequeño y casi inaudible gemido. Cuando su interior se acostumbró a la intromisión, lo metía y sacaba con más fuerza y velocidad, su frente se perló por el sudor provocando que sus negros cabellos se adhirieran a ella, sus mejillas y orejas se pusieron de un bello tono rojizo, y sus labios eran maltratados por sus dientes al ser mordidos fuertemente con la única intención de acallar un poco sus gemidos y jadeos.

Era una escena digna de admirar. Claro que Jungkook no tenía idea de que su querido alfa lo estaba observando, en ningún momento se percató de su presencia ni con el intenso aroma a tierra mojada, madera y césped que entraba a la habitación y se combinaba con el suyo, creyó que solo era su imaginación.

Taehyung tenía un pequeño gran problema en sus pantalones y no quería interrumpir a su noviecito, por lo que sin ningún problema bajó el cierre de su pantalón, también su ropa interior y con su mano derecha comenzó un vaivén de arriba a abajo sobre su pene, mientras que con su otra mano se sostenía en el marco de la puerta.

Taehyung silenciaba sus gemidos al morder fuertemente su labio inferior, a Jungkook ya le daba igual si gemía sin parar o no, Taehyung miraba la escena frente a sus ojos con amor y deseo, Jungkook mantenía los ojos cerrados para imaginarse a su alfa dándole placer y no tardó demasiado en venirse, su espalda se arqueó levemente y apretó con su mano y toda su fuerza las sábanas, arrugándolas por completo mientras gemía lo más alto posible. Taehyung sonrió al verlo de esa forma y siguió con lo que estaba hasta que al ver a su novio voltear detuvo sus movimientos y sus mejillas poco a poco se tomaron de un bonito rojo.

—¿Alfa?— cuestionó Jungkook sin poder creer del todo que de verdad estaba allí.

Se puso de pie y aunque sus piernas flaquearon por un instante, eso no le impidió ir hasta Taehyung, tomar su cara entre sus manos y estampar sus labios con los del contrario, Taehyung no tardó ni un segundo en corresponder, Jungkook adentró su lengua a la cavidad bucal de su novio y comenzó a aumentar la intensidad del beso, antes de darlo por finalizado mordió y tiró del labio inferior de Taehyung para luego sonreír de forma traviesa y ponerse de rodillas.

—Omega, espera— trató de detenerlo, pero ya era demasiado tarde. Jungkook ya había metido su miembro en su boca de un solo movimiento.

—Jungkookie— gimió en su tono grave de voz tan característico, sus pupilas se dilataron e hizo su cabeza hacia atrás cuando sintió la húmeda y caliente lengua de su novio, su boca succionar y chupar su glande de vez en cuando y su mano seguir con el vaivén que Tae había ejercido segundos antes, pero solo con lo que no cabía en su boca.

El ahora rubio sentía que se vendría en la boca de Jungkook e intentó alejarlo antes de que eso sucediera al tirar de su cabello, pero de nada sirvió pues al final se vino en la carita de su Omega. Avergonzado se quitó su saco, su corbata y su camisa, con esta última comenzó a limpiar la carita de su Omega. Sus mejillas se tornaron levemente rojizas cuando vio como Jungkook con su lengua lamía un poco del semen que había caído cerca de su boca.

—No hagas eso— lo regañó Taehyung— escupe— colocó la palma de su mano debajo del mentón del Omega pensando que este le obedecería, pero fue todo lo contrario.

—Siempre te digo que no me molesta que pase eso y no haces caso— Jungkook sonrió ampliamente al ver el puchero que hizo su novio, habían cosas que le avergonzaban cuando se trataba de la intimidad, y el venirse en su boca o su cara era una de ellas.

—Lo sé, pero...

—Solo eso te pone tímido, otras cosas no— ríe al recordar sus anteriores encuentros.

—Bien, entonces ¿Qué es lo que deseas de mí ahora mismo?

—Ya sabes lo que quiero— exclamó, recogió del suelo la corbata que Tae se había quitado minutos antes y se la entregó haciéndolo sonreír en el proceso.

Taehyung tomó de la cintura a Jungkook y lo besó intensamente mientras caminaban juntos hasta llegar a la cama de nuevo, no necesitó permiso para acostarse con Jungkook en el nido ni para atarle las manos con la corbata.

Taehyung se deshizo de su pantalón y su ropa interior con tanta lentitud que Jungkook lo sentía como una tortura, gruñó y lo miró con algo de enojo, Taehyung rio por eso, se colocó entre las piernas del Omega, sacó un condón del cajón de la mesita de noche a su derecha y se lo colocó. Pero antes de entrar en él, sacó de la caja a su lado un anillo vibrador y lo colocó en el falo de su novio.

Lo encendió en el primer nivel y comenzó a besar y lamer la marca en el cuello de su omega mientras metía y sacaba uno de sus largos dedos. Cuando metió un dedo más y los comenzó a abrir y cerrar, como tijeras, al mismo tiempo chupaba y mordía uno de los pezones y al otro, con su otra mano le daba pequeños apretones de vez en cuando deleitándose con cada gemido y jadeo que salió de los dulces labios de Jungkook antes de venirse.

—Alfa, por favor— exclamó Jungkook un par de minutos después de haberse calmado del orgasmo anterior y su excitación volviera rápidamente. Taehyung sabía lo que quería, pero le gustaba provocarlo.

—¿Qué quieres mi amor?— le susurró cerca de su oído provocando que la piel de su cuello se erizará y antes de alejarse mordió el lóbulo de su oreja. Jungkook gruñó, con sus manos aún atadas acercó a Taehyung para que quedaran cara a cara y colocó sus piernas alrededor de su cadera. Jungkook gimió al sentir el miembro de Tae chocar con su entrada, húmeda por el lubricante.

—Deja de jugar Alfa.

Taehyung rio suavemente, besó a Jungkook mientras alineaba su pene en la entrada de su omega y de una estocada lo introdujo, el gemido de Jungkook fue acallado por los labios de Tae que aún se movían con ímpetu sobre los suyos.

Taehyung comenzó a moverse más rápido y tiempo después gimió junto a Jungkook al llegar al orgasmo al mismo tiempo. Se tomaron un pequeño descanso en el que Tae le trajo agua y comida. Estarían así durante varios días y ambos estaban más que felices y satisfechos.

¿Primer mes de...? 👣

—¿Te sientes bien, mi amor?— preguntó Taehyung del otro lado de la puerta del baño. Estaba muy preocupado, apenas se habían levantado para ir al trabajo; porque sí, vivían juntos desde que formaron el lazo, y Jungkook había corrido al baño a vomitar.

—Sí, creo que me cayó mal la comida de ayer— exclamó, jaló la cadena del inodoro, caminó al lavabo y comenzó a cepillarse los dientes.

—Bueno, Hyuna cocinó y ella es igual que yo en eso, aunque yo he mejorado un poco gracias a ti— lo halagó.

—Como sea, ya se me pasará ¿sí? No te preocupes— escupió la pasta de dientes que tenía en su boca y lavó su cepillo.

—Bueno, será mejor que descanses y no trabajes por hoy— le dijo. Jungkook abrió la puerta con el ceño fruncido y se acercó a su alfa.

—Pero solo es un malestar, voy a estar bien.

—Amor, no quiero que te pongas peor, por favor— acunó el rostro de su novio y besó su frente.

—Bien— hizo un puchero, con los brazos cruzados se dirigió a su cama y se cubrió por completo con la manta. Taehyung suspiró y lo abrazó aún estando así.

—Compré un rico desayuno hace un rato, ya me avisaron que están abajo, te lo traeré aquí antes de irme, come si tienes hambre y descansa. El almuerzo te lo traerán en la tarde y yo vendré lo más temprano posible amor.

No sé desanimó al no recibir respuesta, sabía que era solo un pequeño enojo por algo tonto y pronto se le pasaría, así que solo se despidió y después de hacer las cosas tal como las dijo, condujo hasta su lugar de trabajo.

Su lobo y él estuvieron de mal humor y llenos de preocupación durante toda la jornada laboral, la mayoría de los empleados lo notó, pero no dijo nada al respecto e intentaron hacer las cosas que pedía tal y como las quería por miedo a que se enojara. Trabajó lo más rápido posible en su despacho y en la oficina principal por las reuniones acordadas de ese día, así que logró salir más temprano que de costumbre y volvió a casa. Apenas estuvo dentro tiró sus cosas en los muebles de la sala principal, importándole poco o nada si se caían o no, y corrió hasta su habitación en el segundo piso.

Cuando estuvo dentro, notó que Jungkook estaba concentrado viendo la televisión. Se acercó hasta estar sentado a su lado, Jungkook volteó sorprendido y cuando vio a Tae acercarse con la intención de besarlo se alejó con una mueca en su rostro.

—¿Estás molesto porque no te deje ir al trabajo?— preguntó Tae dolido por el rechazo— Era por tu bien, sabes que nunca haría algo que podría lastimarte ¿verdad?— lo abrazó aún cuando Jungkook lo intentó alejar con todas sus fuerzas.

—Suéltame— le pidió molesto.

—No hasta que me digas porque estás así— escondió su cara en la zona del cuello del omega dónde su aroma era más fuerte, para intentar calmar a su lobo que se encontraba triste, preocupado e inquieto igual que él por la forma de actuar de su omega.

—Hueles a omega— susurró rendido y puso los ojos en blanco.

—Nuestra siguiente reunión era con una, lo recuerdas ¿no?— dijo y besó el mentón de su novio.

—Claro que sí, pero eso no evita que el aroma moleste a mi lobo y a mí.

—Esta bien, me bañaré ¿sí?— exclamó y al separarse por accidente rozó uno de los pezones del pelinegro, haciendo que este gimiera, esa parte de su cuerpo estaba demasiado sensible y Taehyung lo notó.

—¿Te duele?

—No los toques, solo déjame dormir un rato, estoy algo cansado— pidió y Taehyung asintió, sacó ropa de su ropero y entró a bañarse.

Demoró más de lo esperado porque quería asegurarse de que no quedará ni un rastro del aroma que incomodaba a su Omega, no quería que siguiera actuando de esa forma con él por eso. Cuando salió bañado y cambiado, corrió hasta la cama, se metió entre las sábanas e hizo que Jungkook lo oliera.

—Entonces ¿Ya no estás molesto conmigo, mi amor?

—Solo cállate y dame mimos— exclamó, Taehyung sonriente cual cachorro se abrazó a la cintura de Jungkook e hizo pequeños círculos en su espalda mientras escondía su cara en el cuello del omega aspirando su aroma.

—Hueles muy rico Kookie— suspiró, el aroma a leche era más intenso y eso le gustaba mucho.

Al día siguiente, Taehyung y Jungkook recibían la visita de Hyuna, quien vino tras una llamada del Omega, cosa que no sabía su pareja pues necesitaba que la situación por la que creía que estaba pasando se mantuviera en secreto por el momento.

—Ya que es su día de descanso, me llevaré a kookie— exclamó Hyuna de repente.

—También es mi día de descanso y quería pasarlo con mi novio— se cruzó de brazos Taehyung.

—Pasas casi todo el tiempo con él, no seas amargado y déjamelo por hoy— suplicó.

—¿Por qué siempre toda mi familia quiere pasar tiempo con mi omega?

—Porque tu omega no es amargado como tú, adiós— tomó del brazo a Jungkook y se lo llevó, el Omega rio fuertemente al ver la expresión de sorpresa e indignación de su novio.

—¿Y bien? ¿Por qué me llamaste?— preguntó Hyuna ya cuando estuvieron lejos de la casa.

—Creo que estoy embarazado.

—¿Qué? ¿Estas seguro? Déjame olerte— exclamó entre sorprendida y emocionada y olfateó rápidamente el cuello del omega—. Bueno, tu olor a leche se ha vuelto más dulce de lo normal, puede que sí. Pero lo más seguro sería hacer una prueba de embarazo o que te vea un doctor.

Y así fue, fueron al ginecólogo más cercano y este les informó que tenían toda la razón. El Omega tendría un hermoso bebé.

—No puedo creerlo, voy a ser tía— exclamó saltando de la emoción, la gente que pasaba junto a ambos los veía raro, pero a ninguno les importaba.

—Y yo papá ¿Crees que a Taehyung le agrade la idea? Hablamos hace un tiempo de tener cachorros, pero quizá cambió de opinión.

—Claro que no, él va estar muy feliz con la noticia y si no ya sabe que le haré, ahora hay que pensar en cómo decírselo.

💕14 de febrero 💕
Casi dos meses de gestación 👣

—Tae bebé, hoy saldré ¿si?— dijo Jungkook al llegar a la sala donde estaba su alfa viendo televisión.

Taehyung se levantó de inmediato al verlo dirigirse a la puerta con más rapidez de la necesaria y al alcanzarlo, lo tomó del brazo, lo volteó y quedaron cara a cara.

— Jungkookie, estás extraño desde hace varios días ¿Pasa algo?— preguntó preocupado. Hace algunos días después de saber que estaba embarazado, siguió con los síntomas y salía de casa seguido para que Tae no se diera cuenta o no sospechara nada, tenía planeado decirle el mismo día de San Valentín de una forma bonita, y tras esa conversación con la hermana del alfa ya sabía que hacer y necesitaba ir a comprarlo ya, por eso era el apuro, pero no podía decírselo.

—Solo tengo algunas cosas que hacer, vuelvo pronto ¿sí?— agarró con algo fuerza las cargaderas de su bolso negro para colocarlo mejor sobre su hombro y se quitó las pantuflas, que suelen llevar ambos cuando están en casa, para ponerse sus botines negros.

—Pero ¿Olvidaste qué día es hoy?— preguntó Tae algo decepcionado. En corea del sur, en el día de San Valentín era como una costumbre que los omegas les regalaran algún detalle a su pareja o a la persona que les gustaba. Taehyung no esperaba nada grande, él solo quería que le deseara un feliz día de San Valentín, pero no fue así.

Sin que lo viera, Jungkook cerró los ojos, hizo una mueca de tristeza con sus labios y después suspiró y con toda la fuerza del mundo se puso de pie y volteó hacia su alfa para despedirse.

—No demoraré, te amo— besó sus labios y salió de la casa presuroso.

Taehyung cabizbajo se dirigió a por algo de comer a la cocina, revisó la alacena y luego el refrigerador y se dio cuenta que hacían falta algunas cosas.

—Genial, debo hacer las compras hoy— renegó y tomó las llaves de la encimera; no estaba en pijama sino que tenía puestos unos pantalones negros, una camisa junto con su chaleco de punto verde oscuro. Aún hacía algo de frío, así que se agarró del perchero uno de sus sacos largos y abrigadoras color beige y se lo puso, salió de la casa, caminó hacia la acera y tomó un taxi, no estaba de humor para sacar su auto ni para manejar.

Mientras tanto Jungkook se encontraba buscando unos pequeños zapatitos de bebé para su cachorro y para la sorpresa que tenía preparada, su lobo estaba aullando de la felicidad por estar en la sección para bebés, por la sorpresa que le daría a su alfa y la reacción que esperaba de él. A Jungkook se le estaba haciendo difícil elegir entre tantos zapatos de diferentes tamaños y colores, pero tenía que hacerlo rápido pues si demoraba más estaba seguro que Taehyung pensaría que había olvidado ese día especial.

Siguió su instinto y este lo llevo hacia unos zapatos cerrados blancos que brillaban un poco, los tomó y metió en su pequeña canasta de compras. Cuando estaba dirigiéndose a la cajera chocó con un alfa que reconoció al que reconoció al instante y se lo quedó mirando atónito.

—¿Jungkook?— cuestionó el pelirrojo frente a él.

—¿Mingyu? ¿Qué haces aquí?— preguntó el Omega entre emocionado y sorprendido.

—Vine porque me dieron vacaciones en el trabajo y quería visitar a unos amigos que viven acá, no esperaba encontrarte. Ha pasado un tiempo— le contó con una sonrisa que no se iba de su cara.

—Sí, tienes razón ¿Cómo va todo en la cafetería? De vez en cuando hablaba con Jimin, Yoongi o Jin, pero últimamente no he podido contactarlos por las miles de cosas que hacer y porque mi mente está a mil por hora por algunas cosas que me han pasado.

—Pues van muy bien y ganan mucho como siempre, eso es lo bueno de que tengan una cafetería tan conocida y exitosa— se encogió de hombros, no había nada nuevo que contar aún— ¿Sabes? Te siento diferente— Mingyu colocó su mano en su propia barbilla pensando que era lo que tenía el Omega que resultaba tan cambiado y extremadamente feliz.

—¿Por qué?

—No sé, es difícil expresarlo. Hasta hueles diferente— dijo al acercarse al cuello de Jungkook y olfatear. Se dio cuenta que el olor a leche era más fuerte y aún en esa posición trató de descifrar si era cierto lo que sospechaba o solo parte de su imaginación.

—Bueno sí, la verdad es que estoy esperando un cachorro— soltó sin más. Mingyu lo abrazó y alzó dándole algunas vueltas, aquello lo hizo reír. Sus dos amigos alfas, él y Eunwoo, siempre hacían eso cuando intentaban hacerlo sonreír o estaban emocionados por algo que les contaba.

—Oh por la luna, eso es increíble— exclamó sin dejar de abrazarlo hasta que el sonido de un carraspeo y el aroma intenso a tierra mojada, madera y césped hizo que se separaran.

—¿Qué haces por acá?— preguntó Jungkook, a lo que Taehyung no respondió porque ni siquiera le había prestado atención, su mirada feroz y el pequeño gruñido que dejó escapar iban dirigidos al desconocido que había estado tan pegado a su omega. Tomó a Jungkook de la cintura y lo jaló con cuidado hacia sí mismo para que quedara a su lado derecho.

—¿Y tú quién eres?— preguntó Mingyu, supuso de quién se trataba por su comportamiento tan protector, pero quería asegurarse de estar en lo cierto.

—Eso debería preguntarlo yo— exclamó Tae. Jungkook vio la mirada de duda en su querido amigo y decidió hablar.

—Es Taehyung, mi novio del que te hablé.

—Oh él es el que va a ser— susurró, pero se quedó callado de inmediato al darse cuenta de que ambos sí lo estaban escuchando a la perfección y uno se encontraba confundido mientras que el otro estaba asustado—Cierto, bueno yo soy Mingyu el ex novio y mejor amigo de Jungkook.

—No era necesario que te presentaras de esa forma— puso los ojos en blanco y suspiró.

—Sabes que me gusta molestar a tus pretendientes— rio burlón, para él era graciosa la reacción del novio de su amigo— no te preocupes Tae, él es todo tuyo— dio dos palmaditas al hombro izquierdo del rubio quien seguía mirándolo con recelo.

—Dame un momento a solas con Mingyu, necesito decirle algo importante— Jungkook palmeó el pecho de su novio, pero este no le hizo caso; su lobo estaba comenzando a controlarlo, sus ojos se tornaron amarillos poco a poco, se sentía celoso y amenazado por el de hebras rojizas y más que nada el lobo si era consciente de que tendrían un cachorro y estaba dispuesto a proteger a su manada a toda costa, Jungkook se dió cuenta de ello cuando acarició su vientre, así que lo tomó de la cara con ambas manos para que lo mirara a los ojos.

—Lobito, él no es ninguna amenaza para ninguno de los tres ¿Está bien?

Bien— le contestó y dejó de controlar a Taehyung para que lo soltará y fuera dónde su amigo.

Jungkook corrió hacia donde Mingyu y le pellizcó el antebrazo, el alfa se quejó, pero sabía que se lo merecía.

—Por la madre luna, por un momento creí que dirías algo idiota.

—¿Qué me crees? No soy Eunwoo— bromeó.

—Tampoco se te ocurra decirle a Jimin, Yoongi o Jin, se los contaré pronto yo mismo— le pidió.

—Esta bien, no tienes de qué preocuparte. De mis labios no va a salir absolutamente nada— hizo una seña como la de cerrar un cierre, al juntar su dedo índice y anular y pasarlo por sus labios.

—Gracias y cuídate mucho— se despidió con una abrazo y regresó a dónde Taehyung estaba de pie esperándolo.

—¿Qué hacías por aquí?— preguntó Jungkook al estar cara a cara con su novio y sonrió al verlo más relajado.

—Vine a hacer las compras, faltaban algunas cosas en casa ¿Y tú?

—Compré algo también— se encogió de hombros.

—¿Qué cosa?— preguntó Taehyung e intentó abrir la canasta de compras de Jungkook, pero este fue más rápido y la puso detrás de sí.

—Nada importante, busca lo que tengas que comprar, yo voy a pagar lo mío de una vez.

—Esta bien amor— dejó un corto beso en los labios de su Omega y se dirigió a la sección de comida.

Mientras Jungkook pagaba lo suyo, Tae recorría diferentes secciones para conseguir los productos que faltaban en la casa. Cuando tuvo todo lo que necesitaba en su canasta, pagó y junto a Jungkook, que se quedó esperándolo en la entrada del supermercado, se dirigió de vuelta a su casa.

Apenas entraron caminaron hasta la cocina para dejar las bolsas llenas de sus compras, Jungkook se quitó su corbata y cuando vio a Taehyung distraído se puso detrás de él y le vendó los ojos.

—Amor ¿Qué haces?

—Solo sígueme— exclamó y lo llevó a paso lento a la sala de estar, lo sentó en el sillón más grande e hizo que quedaran cara a cara, no pudo resistirse y le dió un corto beso en los labios haciéndolo sonreír. Tomó su mano entre las suyas y la dirigió a su vientre bajo.

—No entiendo ¿Por qué...?— comenzó a decir, pero Jungkook lo interrumpió de inmediato.

—Tú solo sigue tocando— Tae rio y Jungkook nervioso hizo que tocara los zapatitos que había colocado en su regazo.

—¿Es lo que creo que son?— preguntó entre confundido y emocionado. Cuando Jungkook le quitó la corbata de sus ojos supo que tenía razón y lo vio con mucha intensidad en espera a que confirmara sus sospechas.

—Feliz día de San Valentín amor, vas a ser papá— Taehyung lo abrazó fuertemente y besó toda su cara hasta llegar a sus labios y saborearlos a su antojo.

—Me has hecho el alfa más feliz del mundo— exclamó y desabrochó la camisa de su Omega para besar su vientre haciéndole cosquillas de paso.

5 meses de gestación 👣

—¿Qué pasó? ¿Te sientes mal? ¿Necesitas que te lleve al baño?— Taehyung arremetió con preguntas a las tres de la mañana. Y es que Jungkook lo había levantado en la madrugada porque necesitaba algo de  vital importancia según él mismo.

—Tengo hambre— dijo jugueteando con la tela de la parte superior de su pijama.

—¿Qué quieren mis bebés?— cuestionó Tae más tranquilo y abrazando a su novio mientras daba caricias a su vientre.

—Helado de té verde— exclamó Jungkook contento.

—No, es muy tarde para el helado.

—Pero nosotros queremos.

—Lo sé bebé, pero no quiero que te enfermes— acunó su rostro y besó sus labios.

—Voy a estar bien— puso un puchero y lo miro intensamente con aquellos ojitos de Bambi tan bellos que siempre hacen que ceda a sus caprichos, lo hubiese logrado de no ser porque Tae estaba más preocupado por la salud y bienestar del Omega y su cachorro.

—No es no— exclamó y comenzó a juguetear con los mechones negros de su pareja.

—Bien— le dio la espalda al alfa y se tapó por completo con las sábanas.

—Kookie, no te enojes— se adentró con él bajo las sábanas y lo volteó para que quedaran cara a cara—. ¿No me vas a hablar? ¿No me quieres ya?— juntó sus narices y le hizo cariñitos con un puchero por la tristeza de que su omega lo estuviera ignorando.

—Yo sí te quiero, pero quiero más el helado— le contestó.

—Auch— se tocó el pecho e hizo una mueca de dolor con la única intención de hacerlo reír, cosa que al final logró.

—Mentira, te quiero más a ti y si dices que no es hora de comer helado lo entenderé— dijo y lo abrazó.

—¿Entonces no estás enojado?

—Solo quiero mimos—  se acurrucó en el cuello del alfa y se dejó envolver por el aroma a tierra mojada, madera y césped que allí era más intenso.

Al día siguiente, Taehyung bañó y cambio a su novio después del desayuno, le puso una camiseta blanca de mangas largas y con rayas negras, un overol celeste, sus medias que marcan sus dedos y unas zapatillas blancas. Lo dejó viendo la televisión mientras él se bañaba y cambiaba también, se puso unos pantalones azules, una camiseta de mangas cortas blanca y unos mocasines marrones.

—¿A dónde saldremos hoy?— preguntó balanceando de adelante hacia atrás sus piernas.

—Hablé con mis padres y quieren que salgamos a dar un paseo todos en el parque— apagó el televisor y le dió la mano al Omega para ayudarlo a ponerse de pie.

—¿Con hyuna y hyo-yong también?— preguntó, a lo que Taehyung asintió como respuesta.

Taehyung guardó —en un bolso marrón adornado con un pañuelo blanco que tenía los bordes rojos y alguna que otra flor amarilla en el centro— algunas botellitas de banana milk, bolsas, papel higiénico, cargadores y audífonos de sus celulares, un pequeño peluche de Tata de BT21, pañitos húmedos, vitaminas y algunas galletas y dulces, cada cosa que tenía era por si su novio tenía algún antojo, ganas de vomitar o entretenerse.

Bajaron las escaleras y salieron de la casa, tomaron un taxi que los llevó hasta un lindo parque cerca donde ya se encontraban los padres de Tae, su hermana y el novio de ella.

—¿Cómo va el embarazo kookie?— preguntó hye-jin cuando los vio acercarse a ellos tras bajar del taxi y pagarle al conductor.

—Por suerte todo bien, el doctor dice que el bebé está sano— le contestó y se sentó su lado en el banco de color verde oscuro.

—¿Aún no se sabe si será niño o niña, no?— habló esta vez Namjoon quién estaba parado frente a su esposa.

—Aún no, pero pronto— contestó Tae está vez, se sentó al lado de Jungkook y besó su mejilla.

—Yo digo que será niño— exclamó Hyo-yong y rio al ver a su novia negar.

—No cariño, será niña— dijo y se cruzó de brazos.

—Sea lo que sea Tae y yo lo cuidaremos y amaremos con todo el corazón— afirmó y de pronto sus ojitos se llenaron de lágrimas—. Está pateando— dijo mirando a Tae a los ojos.

—Hay que dejarlos solos, ya saben como son alfa y omega con sus cachorros— habló Hyo-yong y con ayuda de sus guardaespaldas llevó a su novia y a sus suegros un poquito lejos de la pareja.

Taehyung y Jungkook estaban desbordantes de alegría al sentir las pequeñas pataditas de su cachorro, el alfa besaba el vientre del Omega cada que podía y le decía lo mucho que lo quería a él y a su cachorro.

6 meses de gestación👣

A pesar de seguir en primavera, el frío de la noche era lo suficientemente intenso como para sentir que debió haber salido con algún abrigo encima y no solo con su pantalón, botines negros y su camiseta blanca de mangas cortas. Le restó importancia a eso y tocó tres veces, la puerta frente a él, con su mano en forma de puño. Unos minutos después esta se abrió dejando ver una figura femenina conocida, la hermanita menor de su novio.

—Hyuna, hola— saludó y con una seña le preguntó si podía pasar.

—Claro kookie, entra— se hizo a un lado y Jungkook entró y caminó hasta sentarse en el sofá de la sala de estar.

—¿Por qué Tae no está contigo? ¿Pasó algo?— preguntó preocupada.

—Me dijo que me fuera de la casa y viniera aquí— se encogió de hombros e hizo un puchero mientras acariciaba su vientre.

—¿Te echo de la casa?— gritó enojada y despertó a su novio por accidente.

—¿Pasó algo mi amor?— dijo Hyo-yong tras bajar de las escaleras y llegar a la sala.

—No fue nada, perdón por despertarte, sigue durmiendo— le dijo y besó sus labios, él asintió aún soñoliento y regresó a su cuarto para seguir durmiendo. Hyuna se sentó en el sofá junto a Jungkook, respiró para tranquilizarse y continuar hablando.

—¿Sí fue así?

—Sí, pero— Hyuna lo interrumpió de inmediato.

—Ese idiota me va a escuchar— se puso de pie, pero una mano en su brazo le impidió caminar.

—No hyuna, lo hizo porque está en celo y no quiere pasar el celo conmigo— se encogió de hombros para restarle importancia al hecho.

—No te sientes bien por eso ¿Verdad?— se puso de cuclillas frente a Jungkook, tomó sus manos y lo miro a los ojos.

—¿Crees que es porque estoy gordo o porque ahora tengo algunas estrías?

—No estás gordo kookie, solo estás llevando a una linda bebé en tu vientre, a su cachorrita y las estrías no durarán para siempre y aún si así fuera él no se alejaría de ti por eso— acarició el vientre del omega y luego una de sus mejillas sonriendo, su hermano pudo ser frío y distante hace tiempo, pero desde que conoció a Jungkook todo cambió y el amor que tenían era más fuerte que cualquier otra cosa.

—¿Y entonces por qué?— preguntó sin lograr entender. Estaba enojada con su hermano justo por eso, porque no le había dicho a su omega la obvia razón del porqué hizo aquello.

—El tiene miedo de hacerte daño a ti o al bebé, ya sabes como se ponen los alfas cuando están en celo.

—Él no me haría daño— aseguró el Omega.

—Claro que no, pero él no lo ve así— concordó Hyuna. Y se sorprendió al ver la mirada de decisión de Jungkook y como se levantaba del sofá y caminaba hasta abrir la puerta de la casa.

—Hey ¿A dónde vas?— lo tomó del brazo antes de que pudiera poner un pie fuera de su casa.

—A demostrarle que se equivoca.

—Pero kookie ¿Estás seguro?— cuestionó y él solo asintió con una gran sonrisa en su rostro.

—Bueno, suerte— dijo y se despidió de él con un beso en la mejilla.

9 meses de gestación 👣
Horas antes del nacimiento de la bebé...

—Aún no es hora, no desesperes— exclamó Jungkook al ver que Taehyung seguía sin irse a dormir. Había apagado las luces y el televisor y su novio aún así seguía sentado, y eso lo hacía desde la última cita con el doctor del omega.

—El doctor dijo que en cualquier momento en esta semana podría nacer, sólo intento ser precavido— contestó.

—Estoy bien, cualquier cosa te avisaría y lo sabes— dijo, se sentó a su lado y acarició su hombro con parsimonia—. Vamos a dormir mi amor— suplicó mientras jalaba levemente del brazo de su novio, quién finalmente accedió y se acostó a su lado frente a él.

—¿Estás bien en esa posición o quieres que te ayude a moverte para estar más cómodo?— preguntó preocupado mientras acariciaba con una mano la mejilla de su Omega y con la otra su vientre.

—Estoy bien— tomó entre sus manos la de su alfa que acariciaba su mejilla, deteniendo así sus movimientos, y dejó un beso en el dorso de esta—. Descansa, alfita.

Taehyung sonrió y tranquilo se dispuso a dormir, duro así menos de media hora pues los quejidos de Jungkook lo despertaron, estaba teniendo contracciones, su respiración era entrecortada y el sudor perlaba su frente y brazos.

—¿Qué pasa mi amor?

—Taehyung, la bebé ya viene— exclamó Jungkook, sabía que era hora porque su lobo omega se lo dijo.

—¿Qué? ¿Ahora?— cuestionó algo alterado sin saber que debía hacer primero— Esta bien tranquilo, llamaré a un taxi— dijo y buscó en la mesita de noche su celular ya que ahí lo había dejado cargando antes de irse a dormir.

—No me digas que esté tranquilo, solo llama— gritó Jungkook mientras trataba de sentarse y cuando lo logró, suspiró una y otra vez para intentar calmarse.

Taehyung marcó el número lo más rápido posible y cuando le atendieron y dijeron que estarían allí en un par de minutos se sintió más tranquilo.

—Bien, ya vienen y por suerte tengo todo listo— dijo y se puso de pie para buscar en el ropero el bolso dónde llevaba todo lo que posiblemente necesitaría para la llegada de su cachorra.

—Te agradecería si me ayudaras a ponerme de pie primero— exclamó Jungkook con el ceño fruncido cuando vio a dónde se iba su novio.

—Sí amor, perdón— juntó las palmas de sus manos, las puso cerca de su cara y se inclinó levemente hacia adelante varias veces, para después correr a su lado, hacer que se apoye en su hombro y se ponga de pie.

—Vamos.

Tae fue por el bolso se lo colgó en el hombro y ayudó a Jungkook a salir de la habitación, bajar las escaleras, caminar hasta estar fuera de la casa y justo en ese momento agradeció a la madre luna porque el taxi ya estaba esperándolos, le abrió la puerta, lo ayudo a entrar y después entró él y puso el bolso en su regazo.

En el camino al hospital Tae trataba de calmar al Omega quien se quejaba del dolor que cada vez era más seguido, los minutos pasaron y finalmente llegaron, entraron, fueron atendidos, Jungkook fue puesto en una camilla y fue llevado a la sala de parto.

Taehyung se encontraba muy nervioso y solo le rogaba a la diosa Luna que protegiera a su Omega y a su cachorro. Mientras paseaba de un lado a otro en la sala de espera, decidió llamar a sus papás y a la mamá de Jungkook, quería que estuvieran presentes en este importante momento. También llamó a Hyuna y Hyo-yong, a Hoseok y tras recordar que los amigos de Jungkook habían llegado hace a unos días para verlo los llamó pues estaba seguro que a su Omega le encantaría saber que estaban presentes.

Los primeros en llegar fueron sus padres, seguido de ellos llegó la madre de Jungkook, después Hoseok, luego Hyuna y Hyo-yong junto a Jimin y Yoongi y finalmente Jin. Todos se sentaron a esperar con tranquilidad alguna noticia sobre el estado de Jungkook y su bebé excepto por Taehyung quién se paseaba de un lado otro mientras mordía levemente la uña de su dedo pulgar.

—¿Puedes sentarte y calmarte? Todo va a estar bien— dijo Namjoon, pero Tae solo negó como respuesta, Hye-jin acarició la mano de su esposo y negó con la cabeza, sabía que sería en vano cualquiera de sus intentos y lo mejor era dejarlo ser. Namjoon suspiró y se acomodó mejor en su asiento.

Hyuna rio disimuladamente por el comportamiento de su hermanito, suponía lo que se sentía sobre todo siendo primerizo, pero eso no evitaba que le causará gracia y ternura al mismo tiempo, Hyo-yong se dio cuenta de ello y la codeo con suavidad para que dejara de hacerlo pues si su hermano se daba cuenta seguro se molestaría con ella, la omega carraspeó y trató de poner la expresión más seria posible.

De pronto la puerta de la sala de parto se abrió dejando ver al doctor que atendía a su Omega, Taehyung fue el primero en acercarse y todos se pusieron de pie prestando toda su atención a lo que dirían.

—¿Cómo está mi omega?— preguntó Taehyung.

—Está estable y el bebé igual, cuando lo saquen de allí y lo lleven a otro cuarto pueden entrar a verlo, pero uno por uno— respondió

—Sí, muchas gracias— Tae hizo una pequeña reverencia y miro con una gran sonrisa a todos los presentes y uno por uno lo fueron felicitando porque oficialmente había nacido su cahorrita, de quién cuidaría y a quien amaría por el resto de su vida.

Cuando el doctor les aviso que podían entrar a ver cómo se encontraban Jungkook y su bebé, el primero en entrar a verlos fue Taehyung.

Jungkook tenía a su pequeña bebé en brazos, la miraba y no podía evitar sonreír inmensamente y creer que todo era solo un maravilloso sueño. Taehyung admiraba aquella tierna escena con los ojos cristalizados, al parpadear pequeñas lágrimas bañaron sus mejillas, jamás hubiera imaginado vivir todo lo que estaba viviendo, nunca pensó en tener una pareja y mucho menos una hija, antes de que Jungkook llegara a su vida todo se resumía en su trabajo y agradecía con todo su corazón que él haya cambiado su perspectiva de lo que debía ser su vida. Se limpió las lágrimas con sus manos y se acercó lentamente hasta estar al costado de su Omega, quién tras percibir su aroma alzó la mirada y le sonrió con una alegría inmensa llenando su corazón.

—¿Cómo se encuentran? ¿Todo bien? ¿Necesitan algo?— preguntó Tae haciendo reír a su Omega y es que se le hacía tierno el actuar de su alfa.

—Estamos bien mi amor— acarició suavemente la mejilla del alfa provocando que un pequeño ronroneo saliera de su boca— puedes cargarla si quieres— alzó solo un poco sus brazos dónde la pequeña descansaba a gusto y Tae con sumo cuidado la tomó entre sus brazos y se sentó en la camilla quedando frente a frente con su novio.

—Es muy hermosa nuestra pequeña Mi-suk— suspiró dejando un pequeño beso en la frente de su cachorrita y otro en la de su Omega.

—Es una preciosura y se parece a ambos, mira tiene mis ojos, tiene un lunar en su labio inferior y la punta de su nariz como tú— exclamó el Omega mientras señalaba con delicadeza cada parte de la carita de su bebé.

—Tienes toda la razón amor— se acostó al lado de su Omega, colocó a su hija en el medio de ambos y se taparon con la manta blanca de la camilla.

Las feromonas del Omega y del alfa se mezclaron en el ambiente y aún dormida la pequeña Kim Mi-suk sonrió. Tae y Jungkook al darse cuenta de ello rieron entre alegres y sorprendidos.

—Gracias por no rendirte conmigo y enamorarme con tus lindos detalles, gracias por aceptarme como tu alfa y gracias por darme una cachorra tan hermosa como tú, te prometo que siempre estaremos juntos y haré hasta lo imposible por hacerlos muy felices, te amo Kookie— dejó un corto beso en sus labios.

—Y yo a ti mi alfita de hielo— dijo y tocó con su dedo índice la punta de la nariz del alfa, lo estaba molestando como solo el suele hacerlo, pero se sorprendió al verlo nervioso y no con algún puchero o su ceño fruncido.

—Quiero hacerte una pregunta muy importante— carraspeó, metió su mano en el bolsillo de su pantalón y saco una preciosa y pequeña cajita aterciopelada de color negro con pequeños diamantes incrustrados— ¿Querrías hacerme aún más feliz aceptándome como tú futuro esposo? ¿Me darías esa oportunidad?— preguntó tras abrir la pequeña cajita mostrando un anillo de oro en el centro.

—Claro que sí mi amor— besó con total intensidad a su alfa quien aún sin dar por finalizado el beso y con los ojos cerrados todavía, sacó el anillo, guardó la cajita y le puso el anillo en el dedo anular.

Seúl, Corea del sur 📍
En la boda (Actualidad) 🌞

Eran las seis de la tarde en punto, el sonido del mar era relajante y un bello ocaso decoraba el cielo. Todos los invitados habían llegado a la iglesia y ya estaban en la espera de la entrada de Jungkook, mientras que en el altar Taehyung estaba muy nervioso, quizá más que Jungkook.

—Mi-sukie ¿Quieres tirar las flores conmigo?— preguntó la mamá de Jungkook en la entrada de la iglesia.

—Shi abu— la respuesta de la pequeña de dos años siempre era muy obvia, pues a todo lo que su abuela, Jungkook o Taehyung le pedían decía que sí, es una niña muy obediente.

—Ya va a comenzar la ceremonia, Taehyung está esperando— exclamó Jungkook mientras acomodaba su peinado.

—Relajate, todo va a salir bien— lo abrazó su mamá, expulsó algunas feromonas y logró así calmarlo— Ten— le entregó un pequeño ramo de sus flores favoritas y que a la vez son símbolo de pureza y amor verdadero, tulipanes blancos.

—Muchas gracias mamá, eres la mejor— le dijo y ya estando listo caminó detrás de su cachorra y su madre hasta el altar.

Su madre junto a la pequeña Mi-suk  tiraban pétalos de rosas rosadas, blancas y rojas decorando así el camino por el que pasaba Jungkook. Después de tan solo un minuto Jungkook ya se encontraba frente a Taehyung escuchando atentamente cada palabra que salía de la boca de la Omega que los uniría en matrimonio para toda su vida.

—Taehyung ¿Recibe usted a este Omega para ser su esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, respetarlo, consolarlo y cuidarlo en la salud y enfermedad, guardándole fidelidad durante el tiempo que duren sus vidas?

—Sí, aceptó— exclamó Taehyung viendo con una sonrisa a su Omega mientras tomaba sus manos entre las suyas y las acariciaba.

—Jungkook ¿Recibe usted a este alfa para ser su esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, respetarlo, consolarlo y cuidarlo en la salud y enfermedad, guardándole fidelidad durante el tiempo que duren sus vidas?

—Sí, acepto— contestó igual de sonriente que su alfa.

Jimin se acercó a la pareja para entregarles los anillos. Taehyung tomó uno y Jungkook el otro y le agradecieron, Jimin les guiñó un ojo, dio una reverencia y volvió a su lugar.

—Yo Taehyung, te recibo a ti Jungkook para ser mi esposo, para tenerte y protegerte de hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza, en salud y en enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe— dijo y colocó el anillo de oro en el dedo anular de Jungkook para después dejar un corto beso en el dorso de su mano.

—Yo Jungkook, te recibo a ti Taehyung  para ser mi esposo, para tenerte y protegerte de hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza, en salud y en enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe— Jungkook hizo lo mismo que Tae a excepción de que en vez de darle un beso al dorso de su mano le dio uno en su mejilla haciendo reír a todos los presentes por la expresión tan tierna que puso el alfa.

—Ahora por el poder que me confiere la madre luna los declaro esposos por el resto de esta vida. Ya pueden besarse— y tras esas palabras Taehyung tomó a Jungkook de la cintura, Jungkook rodeó su cuello con sus brazos y después de sonreírse mutuamente juntaron sus labios en un intenso beso, todos se pusieron de pie y aplaudieron y lo hicieron aún más cuando vieron que Tae cargó a Jungkook y comenzó a darle vueltas.

La pequeña niña se acercó a ambos porque quería que también la cargarán, así que Jungkook la alzó en brazos y los tres salieron del lugar hacia la fiesta que sus amigos les habían preparado.

°•°

Y así es como termina
oficialmente esta
bella historia.

Espero les haya gustado
muchísimo y a continuación
les dejo pequeños datos que
tal vez les interese.

El nombre "Mi-suk" significa
"la muy hermosa" y lo elegí
porque, a parte de que me gustó
mucho, Tae y kook estaban
hablando de lo bella que
era su cachorra y de lo mucho
que se parecía a ambos.

En corea existen dos
formas de celebrar las
bodas: la tradicional y la
que es más occidental. Yo
puse el modo más occidental porque es el que más conozco.
Sin embargo,  si desean en algún otro de mis libros puedo
incluir una boda tradicional, solo
comenten en el caso de
querer algo así.

Lxs amo mucho <3

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