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9| Una luz en la obscuridad

Aquel martes había iniciado tan bien.. Todo parecía tranquilo, agradable..

¿Por qué la vida se empeñaba en arruinar los momentos más dulces en su vida?

No lo sabía.. Pero estaba cansada de ello.

Al salir de la última clase avanzó junto a Astrid y Tooth hacia la salida, sintiendo la mirada de todos sobre ella, otra vez.

¿Ahora por qué la miraban tanto?

-¿Ha pasado algo y no lo sé? -cuestionó en bajo hacia sus cuñadas, quienes se encogieron de hombros

Siguieron su camino encontrando a sus amigos en la entrada hablando entre susurros de manera nerviosa.
Vió a su hermano y éste a ella, sonrió de lado haciendo una seña a sus amigos para que guardaran silencio.

-¿Qué está mal? -cuestionó llegando a ellos

-No pasa nada -habló el peliblanco con tranquilidad

-Jack -la platinada se cruzó de brazos y lo vió con seriedad, el suspiró desviando su mirada

-No es tan malo -murmuró -mamá ya está a salvo y..

-¿Qué la pasó a mamá? -preguntó angustiada acercándose hasta tomar ambas correas de la mochila de su hermano quien le vió con sorpresa

-El señor Frost escapó de la comisaría y fue a buscar a tu madre al Observatorio -comentó Alice con suavidad ganando la atención de la platinada y el silencio entre sus amigos

-Con que no pasa nada, ¿eh? -reclamó hacia su hermano y lo soltó

-Ya está bien.. No le hizo nada, no hay por qué preocuparse -habló el peliblanco acomodando su mochila

-¿Volvieron a encerrarlo? -preguntó con seriedad

-No.. Pero..

-Entonces si hay motivo para preocuparse, ¿no crees? -le interrumpió y comenzó a avanzar hacia su hogar parando en seco al ver una patrulla frente la institución

-Throk nos llevará a casa -murmuró Jack poniéndose a su lado ella resopló y avanzó hacia la patrulla saludando de mala gana al rubio y subiendo a la parte trasera de la patrulla mientras se cruzaba de brazos

-Ni siquiera se despidió -se quejó Heather cruzándose de brazos y frunciendo su ceño levemente

-Está enojada, es normal que no quiera acercarse -comentó Hipo abrazándola por los hombros, ambos viendo a Jack y Astrid subir a la patrulla de igual manera

-Pero no está enojada conmigo -hizo un puchero -no es justo, siempre se despide

-Precisamente porque no es contigo es que no se acercó -habló el castaño queriendo reconfortar a la menor -está aprendiendo a controlar su carácter como Alfa, estoy seguro que lo hizo para no desquitarse contigo de ninguna manera

Ella asintió poco convencida y comenzaron a avanzar hacia su hogar junto a Dagur.

Viernes por la tarde.

Elsa entró a la cocina para tomar un vaso con agua mientras suspiraba de manera sonora, su madre hablaba tranquilamente con Mala y su hermano estaba en su habitación con Astrid.

Se sentía abrumada con el intenso aroma de ambas Alfas en casa. Habían ido cada día después de clases para cuidar que Jeremy no se acercara y Elsa ya estaba harta de aquella situación.

Tomó un pequeño bote de pastillas de la alacena a escondidas de su madre y tomó una tratando de respirar con calma. Aunque no parecía tener efecto.

Decidió salir al jardín trasero para respirar un poco de aire libre y fue ahí que comenzó a relajarse. Se sentó sobre el césped y vio su celular para distraerse de aquella locura.
Pensó en hablar con Hamish o con Heather, pero no tenía mucho que decir en realidad.

Habían estado distantes por la situación, aunque no fue idea de los hermanos sino de la platinada. No quería arriesgarlos si Jeremy aparecía.

Se decidió a escuchar un poco de música pensando en todo lo que pasaría a partir de ese momento con ella, su madre, sus hermanos, sus amigos.. Con Jeremy suelto cualquier cosa podría pasar y no quería que ese alfa inestable le hiciera daño a las personas que ella tanto quería.

Su celular sonó con el tono de llamada sacándola de sus pensamientos y vio de quien se trataba. Sonrió y respondió con alegría.

-Hola Heather -saludó con tranquilidad

-Elsa, preciosa. ¿Cómo estás?

Elsa suspiró y habló con la pelinegra logrando así calmar sus pensamientos e inquietudes. Al menos por un momento.

Astrid la vio con atención a través de la puerta de la cocina mientras tomaba agua, no podía evitar sentir enojo al verla tan tranquila a pesar de todo. ¿Cómo es que ella controlaba tan bien su cambio en tan poco tiempo?

-Oye -Jack se acercó a ella y observó a su hermana reír mientras hablaba por el teléfono -¿estás bien? -interrogó con suavidad abrazándola por la espalda rodeando su cintura, ella se dejó abrazar y asintió con la cabeza sin decir nada -Sé que es complicado, lo entiendo.. perdón por haberme enojado contigo. -dejó un beso sobre el cuello de la rubia haciéndola sonreír a medias

-También lo siento, no debería enojarme tanto -murmuró haciendo una mueca -es que.. no entiendo cómo lo hace

-Tal vez es porque ella no sabía lo que se sentía ser alfa.. -se encogió de hombros

-Si... puede ser.. -soltó una suave risa al sentir otro beso sobre su cuello y se dio vuelta para dejar un beso en la mejilla del chico, quien le sonrió viéndola con cariño.

No podía seguir enojada con Jack, no era su culpa nada de lo que estaba pasando. Así que sólo se dejó abrazar y mimar por él.. Queriendo calmar sus pensamientos e inquietudes respecto a Elsa. Después de todo, ella tampoco tenía la culpa de lo sucedido entre sus madres.

El sábado había llegado, Elsa se levantaba con más energía que los días anteriores. Le atribuía eso a que ahora era alfa, claro que también estaba el hecho que ese día acompañaría a Heather al médico y saldría al cine junto a Hamish.

Se arregló mientras una radiante sonrisa se hacía presente en su rostro, estaba verdaderamente nerviosa y emocionada. Al fin podría tener un día relajado después de tanto desastre la última semana.. ¿Cierto?

Iría a conocer al pequeño bebé de Heather y tendría una cita con.. Un momento.. ¿una cita?

Se congeló un instante viéndose en el espejo junto a su cama. La salida al cine con Hipo no era una cita.. sólo era una salida como amigos.. ¿Verdad?

-¿Estás bien? -preguntó Jack al verla congelada en su lugar, ella reaccionó y giró a ver a su hermano con media sonrisa

-Si, todo bien -se encogió de hombros y siguió arreglando su cabello

-Oye.. Mamá insiste en que Throk las lleve -comentó con suavidad

-Eso no va a pasar -negó enseguida desvaneciendo su sonrisa

-Elsa..

-No va a pasar, Jack -giró a verlo -si quiere seguirnos a la lejanía, que lo haga.. -se cruzó de brazos y rodó los ojos sabiendo que no tendría elección -pero no vamos a ir con él

-Es por seguridad -insistió el peliblanco -la necesitan

-Necesitamos privacidad también. Es una madre primeriza de diecisiete años, lo que menos necesita es sentirse observada todo el tiempo por otros.. Especialmente alfas que no conoce completamente -se dió la vuelta para buscar las cosas que se llevaría

-Bien.. Le diré que las siga de lejos -murmuró para salir de la habitación de la rubia, ella lo vió salir y esperó un momento para poder sacar las pastillas que tenía guardadas en su buró y tomar dos, no quería arriesgarse a perder el control ese día

-Ya me voy -se despidió de su hermano a lo lejos mientras bajaba las escaleras de manera apresurada

-Cualquier cosa mándame mensaje -comentó acercándose a las escaleras para verla abrir la puerta de la casa

-Claro Jack, tranquilo -lo vió con una sonrisa -estaré bien, sé cuidarme sola -le mandó un beso y salió de su hogar

El peliblanco suspiró al verla salir. De verdad esperaba que todo estuviera bien, que ella volviera a casa..

-Heather, se hará tarde -la voz de su hermano mayor le hizo voltear a la puerta de su habitación

-Si, si.. Es que.. No sé que ponerme.. -hizo una mueca y volvió a ver la ropa sobre la cama, Dagur sonrió y entró a la habitación

-Creo que los jeans claros y la blusa negra te quedan perfectos -se encogió de hombros

-¿De verdad lo crees? -lo vió con duda

-Claro -aseguró abrazándola por los hombros -el negro resalta tus ojos -dejó un beso sobre su cabeza y ella soltó una risa suave

-Está bien, gracias -se separó de él y tomó la ropa para vestirse

Hamish sonrió al ver salir al pelirrojo de la habitación de su hermana.

-¿Problemas para elegir su ropa? -interrogó con gracia

-Ya se decidió, es lo importante -sonrió y ambos soltaron una risa suave mientras avanzaban hacia las escaleras.

Minutos después ambos estaban en la cocina preparando algo para desayunar antes de irse, porque si.. Irían con ella a su cita médica a petición de sus padres.

Escucharon que llamaban a la puerta y el castaño se acercó a abrir, recibiendo a la platinada.

-Hola, Hamish -saludó alegremente

-Hola, Elsa -contestó de igual manera dejándola pasar a la casa

-¿Ya está lista? -preguntó buscando a la menor con la mirada

-No tarda en bajar -habló Dagur desde la entrada a la cocina

-Oh, hola Dagur -saludó recibiendo un saludó con el brazo por parte del pelirrojo

-¿Quieres desayunar con nosotros? -invitó el castaño colocándose a su lado

-¿No se nos hará tarde? -cuestionó viendo el reloj que se encontraba en la sala

-No es un buffet, sólo es fruta con yogurt -se encogió de hombros

-¡Yo si quiero! -exclamó la pelinegra bajando las escaleras de prisa

-¡No hagas eso! -la regañó el castaño acercándose rápidamente a la escalera -es peligroso

-Ya, ya.. Estamos bien -sonrió a medias bajando la velocidad en los últimos escalones, se acercó al castaño para abrazarlo y éste le abrazó igualmente soltando un suspiro

-Deberías tener cuidado -se quejó apretando un poco aquél abrazo

-Lo tengo -aseguró y soltó una risa suave -Estaremos bien, descuida

Elsa los vió con ternura, sin duda ellos eran esa luz que tanto había anhelado ver en la obscuridad.

Salieron de casa minutos después para subir al auto de su padre y dirigirse al hospital Central.

-¿Estás emocionada? -interrogó la platinada tomando la mano de la menor mientras avanzaban por la carretera

-Es la primera vez que lo veré.. Es emocionante y aterrador al mismo tiempo -murmuró bajando la mirada y sonrojandose al sentir que sus hermanos la veían por el retrovisor

-Oye.. -la platinada la hizo levantar la mirada tomando su mentón suavemente -Pase lo que pase, estaré contigo.. -sonrió

-Gracias -se acercó a abrazarla queriendo calmar sus nervios por tener a sus hermanos ahí

Hamish las vió un momento por el retrovisor y sonrió ampliamente. Le llenaba el corazón ver a dos de las mujeres que más quería llevarse tan bien.

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