—No sé por qué estás tan enojada –murmuró el castaño mientras avanzaban a la cafetería cercana

—¿Por qué no dijiste que te molestaban? –preguntó la platinada con seriedad

—No necesito que me defiendan –comentó simplemente

—No quiero que te hagan daño –se detuvo haciendo que él se detuviera también

—Puedo defenderme por mí mismo

—¿Enserio? –se cruzó de brazos

—Te defendí de Austin y de Jeremy, creo que podré con un par de betas –se encogió de hombros

Elsa no pudo evitar sonreír ante la expresión del castaño, ¿por qué tenía que ser tan adorable?

—Bien –suspiró mientras des cruzaba los brazos —te daré el beneficio de la duda

—¿Gracias? –comentó con ironía

—Sólo si me invitas un café –le señaló mientras fruncia levemente su ceño fingiendo estar enojada, él soltó una risa al verla

—Ni siquiera tomas café, Frost –negó con la cabeza y abrió la puerta del local para dejarla pasar

—Siempre hay una primera vez –se encogió de hombros mientras avanzaban al interior del local —De hecho, mi primera vez fue contigo –recordó en voz alta volteando a verlo al momento en que ambos se sentaban

—Eso se puede sacar de contexto fácilmente –bromeó

—Pero hablamos de café.. –le vió sin entender, el castaño soltó una carcajada al momento en que ella pareció entender a que se refería

—Te lo dije –comentó entre risas al ver el sonrojo en su rostro

—Cállate Abadejo –se quejó

Lo observó reír y sintió de nuevo su corazón acelerarse. No podía evitar sentirse atraída por él, era como si ella fuese un imán y él fuera un metal.
Era simplemente indispensable en su vida, no podía enojarse con él por mucho que quisiera, verlo sonreír era suficiente para hacer que el mundo desapareciera a su alrededor.. Estaba volviéndose loca.. Y por extraño que pudiera parecer... Le encantaba sentirse así de perdida por él..

Suspiró inconscientemente y sonrió con ternura.

Él paró de reír de a poco y la observó. Sus mejillas levemente sonrojadas le hacían ver más linda que de costumbre.
Sonrió, sintió su corazón latir con fuerza al percatarse de esa mirada llena de cariño. ¿A caso ella sentía algo por él?

No, no.. Eso era absurdo, ¿verdad?

Fue su turno de sonrojarse levemente ante la vista curiosa de la platinada, quien soltó una risa breve desviando su mirar a la ventana.

"Si tan sólo sintiera lo mismo.." -pensaron ambos

—Míralos –comentó una mujer joven viendo a la pareja desde otra de las mesas —parecen muy enamorados

—Son el uno para el otro –comentó el hombre que le acompañaba, después tomó la mano de la mujer y esta sonrió girando su mirar hacia él —Pero creo que no se han dado cuenta

—Tal como nosotros, gatito –comentó para después inclinarse a darle un beso —Ya llegará su momento –murmuró sobre sus labios

—Mami –se quejó un pequeño niño de cabello obscuro queriendo empujarla —me apastas –frunció su ceño

—Perdón bebé –se inclinó a dejar un beso sobre la frente de su niño

—¿Quieres un postre Hugo? –preguntó el rubio acomodando al pequeño sobre su regazo

—Sii –el pequeño de dos años levantó sus brazos son alegría mientras sonreía ampliamente –¡Pastel!

La pareja soltó una risa ante su entusiasmo

—Está bien bebé, un pastel será –la mujer se levantó con cuidado para acercarse al mostrador y pedir un pequeño pastelito

—¿Te ayudo Bugaboo? –preguntó acariciando suavemente la cintura de la chica, quien una vez de pie dejó ver su avanzado embarazo

—Descuida, yo puedo.. –acarició su vientre con una sonrisa y avanzó para ir por ese pastelito

Justo en la fila encontró frente a ella al castaño de ojos verdes. Con curiosidad vió hacia la platinada, quien parecía absorta en el celular. Regresó la vista al frente y se dió cuenta que el castaño no perdía de vista a la rubia.

—Es muy bonita –murmuró llamado la atención de Hipo, quien giró levemente para ver a la pelinegra, quien veía a Elsa

—Si, lo es –contestó simplemente con media sonrisa

—¿Se lo has dicho? –preguntó con curiosidad

—¿Qué cosa? –preguntó confundido

—Que es bonita ante tus ojos

—Aa.. No.. –susurró

—Deberías hacerlo, tal vez te lleves una sorpresa –se encogió de hombros y le señaló hacia el mostrador, pues ya era su turno

—Oh, no.. Pasa.. –le dejó su lugar —las damas primero –sonrió nervioso al notar la mirada seria del rubio sobre él

—Gracias –soltó una risita —pero no sería justo, anda, pide lo que necesites –tomó su brazo para volver a ponerlo frente a ella

Hipo pidió dos cafés y dos pequeños pastelitos adornados con fruta, esperó su pedido mientras la pelinegra pedía igualmente un pastelito, pero éste no tenía frutas, tenía en su lugar glaseado de chocolate.

—¿Todo bien? –preguntó el castaño al ver a la chica haciendo una mueca mientras acariciaba su vientre

—Si, si.. Solo está algo inquieta –sonrió, él le sonrió de vuelta no pidiendo evitar ver el vientre de la chica con curiosidad —¿te gustaría sentirla? –preguntó de pronto sorprendiéndolo

—¿No se enojará..? –vió hacia el rubio, quien jugaba y reía suavemente con su pequeño niño

—Descuida, se ve más rudo de lo que es –bromeó y extendió su mano hacia el chico frente a ella

Hipo accedió con curiosidad y al momento de sentir el movimiento en el vientre de la chica sonrió ampliamente.
No podía esperar para ver a su hermana así.. Estaba ansioso por poder sentir las patadas de su pequeño sobrino o sobrina, verle crecer y eventualmente poder tenerle entre sus brazos..
Soltó una pequeña risa por la repentina emoción que sentía.

—Se mueve mucho –murmuró

—Si, creo que no debería darle tanto chocolate –volvió a bromear para después hacer una mueca

—¿Duele? –preguntó mientras alejaba su mano de la chica

—Solo en ocasiones –relajó su expresión —Pero es una sensación increíble

Él la vió con ternura, definitivamente su hermana se vería adorable con su embarazo..
Incluso si ella llegaba a sentir que no era así, él le haría saber que se veía maravillosa siendo mamá.. No dejaría de mimarla a partir de ese momento..

Y todo por aquella chica desconocida..

—Aquí tienes –le entregaron su pedido al castaño y éste agradeció mientras pagaba

—Díselo –murmuró Marinette antes de que se fuera y le guiñó un ojo queriendo darle ánimos, el sonrió y asintió emocionado

Marinette se refería a Elsa. Se refería a que le dijera a la platinada que era bonita para él.
Pero el castaño no estaba pensando en eso cuando escuchó los ánimos que le daban, él pensaba en Heather..

—¿Haciendo una nueva amiga? –le preguntó Elsa una vez éste volvió a la mesa

—Voy a ser tío.. –murmuró alegremente

—¿Qué? –lo vió confundida

—Es.. Es increíble.. –soltó una pequeña risa —Heather va a tener un bebé..

—Creí que eso había quedado claro unas semanas atrás.. –comentó aún desconcertada mientras tomaba de su café

—Es que.. No recuerdo haber Estado cerca de una chica embarazada como ahora.. –comentó apenado —Sentir como el bebé se movía es.. Es toda una experiencia.. –Elsa le sonrió, sabía a lo que se refería, ella recordaba cuando su madre estaba esperando a Emma y aunque fuera muy pequeña recordaba perfecto que el sentir a su hermana moverse en el vientre de su madre era la mejor sensación del mundo

—Disfruta de su embarazo y acompañala siempre que se pueda –comentó tomando su mano repentinamente —habrán altas y bajas, no todo es color de rosa..

—Voy a cuidar de ella.. O ellos,.. O bien, ellas.. –balbuceó —sea como sea estaré para ella –sonrió

—No podías quedarte sin hacer nada, ¿no? –preguntó Adrien con gracia al ver a su esposa llegar a su mesa con una radiante sonrisa

—Necesitan un empujón –se encogió de hombros

—¿Cómo es que vas por ahí tan segura ayudando a otros en el amor y no pudiste darte cuenta de que me gustabas? –preguntó gracioso

—Contigo diciendo "es sólo una amiga" todo el tiempo, las señales se volvían confusas –se quejó haciendo reír al chico por la imitación que había hecho de su voz con aquella frase que al parecer le perseguiría de por vida —Además tú tampoco te dabas cuenta –se burló

—¿Cómo iba a darme cuenta? –se quejó

—Ay por favor.. Todos se daban cuenta menos tú –el hizo un puchero y ella soltó una risa para después acercarse a darle un beso

—Mami, no.. –volvió a quejarse el pequeño Hugo al sentir su espacio personal invadido

Hamish llegaba a su casa una hora y media después, al entrar lo primero que hizo fue preguntar por su hermana sin perder su sonrisa

—¿Y Heather?

—Arriba –contestó Dagur viéndolo con extrañeza avanzar hacia las escaleras —¿Qué le pasa? –preguntó en un murmullo hacia Valka, quien se encogió de hombros igualmente confundida

Heather estaba en su habitación haciendo tarea cuando escuchó que tocaban su puerta

—Adelante –giró su silla para ver quien era y se sorprendió de ver a Hipo

—Aquí están.. –se acercó y se hincó frente a ella abrazandola

—Hamish, ¿estás bien? –le devolvió el abrazo comenzando a preocuparse por el extraño comportamiento del castaño

—Tranquila, todo está bien –levantó su mirada para verla —Solo estoy feliz de verte

—¿A sí? ¿Y por qué? –lo vió con curiosidad

—Porque estoy feliz de que voy a ser tío –se encogió de hombros

—¿Enserio?

—Claro que si.. –colocó su mano sobre el vientre de la chica y se inclinó levemente para hablarle a esa pequeña vida en desarrollo —Te espero con ansias pequeño o pequeña.. Voy a cuidar de tí y juntos haremos enojar a tu padre –soltó una risa —y me ayudarás a cuidar de tu mami.. Quien por cierto es hermosa, no imaginas la suerte que tienes.. La suerte que tenemos ambos.. Porque será tu mamá, pero no hay que olvidar que es mi hermanita y tengo mucha suerte de tenerla en mi vida.. No podría imaginar una mejor hermana.. —levantó la mirada hacia la chica y pudo notar las lágrimas salir de sus ojos verde jade —Hey, no.. No llores –limpió su rostro con suavidad

—Gracias –murmuró y se inclinó para abrazarlo con fuerza —, me hace feliz que seas mi hermano, me alegro de tenerte en mi vida y que seas parte de éste proceso es para mí muy importante.. Gracias Hamish..

—Eres mi hermanita, siempre voy a estar aquí para tí.. –le devolvió el abrazo con suavidad

—Oficialmente se descompuso –bromeó Dagur entre susurros mientras él y Valka veía desde el pasillo aquella escena

—Recuérdame agradecerle a esa amiga suya –susurró la mayor viendo con una sonrisa aquella escena que había querido ver por muchos años y que al final se hacía realidad

—Al paso que van, no me sorprendería que Elsa gane un premio Nobel de la paz por transformar a Hipo de perro rabioso a cachorrito tierno –volvió a bromear

—Si no lo ganara yo le daba uno –aseguró la mayor siguiendo la broma del pelirrojo y ambos rieron en bajo

—¿Sabrán que los escuchamos? –murmuró Hipo aún abrazando a su hermana, quien soltó una suave risa queriendo calmar su llanto

—Creo que no les importa mucho –bromeó para después reír

Hamish sonrió sintiendo una enorme calidez instalarse en su pecho, se sentía bien. Era reconfortante poder compartir ese momento con su amada familia.

Sábado por la mañana, Hipo tenía entrenamiento de soccer.

Ahora que Austin no estaba tal vez podría ser más tranquilo, al menos eso pensaba el castaño en un inicio. Pero no fue así.

Se llevó varios golpes y empujones del resto del equipo, cosa que no pasó desapercibida por el entrenador, quien les llamó la atención

—Quiero que sea la primera y última vez que agreden a un compañero, la próxima vez que me entere que cualquiera está molestando a otros será expulsado del equipo –sentenció una vez el entrenamiento había terminado —, no me importa si me quedo sólo con dos o tres de ustedes. Recuerden que ninguno de ustedes es indispensable aquí, así que no más agresiones o están fuera, ¿está entendido?

Todos asistieron. Hamish desvío su mirada sintiendo que el resto del equipo lo veían mal. Definitivamente eso sólo empeoraría las cosas, podía presentirlo.. Algo saldría realmente mal de ahí..

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Un poco tarde, pero aquí está el nuevo capítulo.
Espero que les guste.

Sé que he estado algo lenta con las actualizaciones pero es porque estoy trabajando en algo especial en los tiempos que tengo libres para escribir, por eso no he podido avanzar en esta y mis otras historias.. Pero ya estoy trabajando en ellas..

Nos leemos en un próximo capítulo (๑•ᴗ•๑)♡