20|Lo prometo
Noruega, residencia de la familia Bjorman.
Kristoff salía del baño después de haberse dado una ducha y pudo ver a su pequeño niño siendo arrullado por Anna, quien le sonreía con amor.
El rubio dejó la toalla con la que se había secado en el cesto de ropa sucia y se acercó a la Omega abrazándola por la cintura en cuanto dejó al niño recostado en su cuna una vez estaba completamente dormido.
-Estás muy callada -murmuró para después esconder su rostro el en cuello de la chica disfrutando de su esencia
-No hay mucho que decir... -susurró sin apartar su mirada del pequeño
-¿Qué es lo que te tiene tan inquieta? -la giró con suavidad para verla de frente, ella lo observó unos segundos antes de atreverse a hablar
-Tu celular no dejaba de sonar... tuve que abrir los mensajes para que dejara de hacerlo y poder dormir a Anthony... -murmuró, el rubio la observó en silencio un momento
-¿Qué fue lo que viste? -cuestionó con suavidad no queriendo enojarse con ella, pues ya sabía que la pelirroja era curiosa por naturaleza y seguramente había leído lo que sea que hubiera llegado
-¿Tus hermanas saben que encontraste a Katherine? -habló con voz baja, notó que él se tensaba ante su pregunta y pudo intuir que no, sus cuñadas no lo sabían
-Anna -la jaló con suavidad hacia él y después avanzó con ella guiándola hacia la cama -, necesito que me prometas que no les dirás nada -la hizo sentarse al borde de la cama y se agachó para quedar a su altura -Rapunzel y Kamikaze no pueden saber que la encontré...
-¿Por eso vamos a Berk?
-Es una de las razones, si. -asintió sonriendo a medias -Trataré de convencerla de venir a casa con nosotros.
-¿Y por qué no quieres que tus hermanas se enteren? -cuestionó con curiosidad
-No quiero que se decepcionen si no logro convencerla, me gustaría que fuera una sorpresa -levantó su mano para acariciar la mejilla de la chica haciéndola cerrar sus ojos permitiéndose disfrutar de esa suave caricia
-¿Y quién es Hamish? -interrogó con suavidad
-No tengo idea -frunció su ceño -¿venía en los mensajes?
-Si, hablaban de un tal Hamish -abrió los ojos al sentir que se separó de ella y lo observó leer los mensajes recientes -¿Es algo bueno? -cuestionó al verlo sonreír mientras respondía a quien le había mensajeado
-Es algo bueno, linda -dejó su celular en el buró y se acercó a besar a la pelirroja con calma -Debemos dormir, mañana nos espera un día largo.. -murmuró sobre sus labios y acarició sus mejillas sonrojadas
-¿Dormirás conmigo hoy? -murmuró ella tomando las manos del chico sobre sus mejillas para evitar que se alejara de ella y lo vio con tristeza al imaginar que le diría que no, como en los últimos días
-Claro, Annie -dejó otro beso sobre sus labios sintiéndola sonreír en medio de este y se recostó junto a ella abrazándola contra su pecho
-Me hacías falta -murmuró la pelirroja soltando un suspiro y sonrió
-Aquí estoy, linda -acarició su espalda y se dispuso a dormir
La mañana siguiente se despertó escuchando la risa de su niño, al abrir los ojos vio a Anna arreglando a su hijo y llenándolo de besos para hacerlo reír. No pudo contener una sonrisa al verlos.
-Perdona, ¿Te despertamos? -se disculpó la pelirroja notando que el rubio se sentaba en la cama
-Está bien -sonrió a medias, se levantó y se acercó a Anthony para dejar un beso sobre su cabeza -Buenos días -saludó para después besar a Anna
-Buenos días -sonrió dejando al pequeño rubio en brazos de su padre, el menor lo observó con detenimiento para después sonreír y abrazarlo -También te extrañó -murmuró con una sonrisa
-Trataré de pasar más tiempo con ustedes -sonrió -sólo tengo que solucionar las cosas en Berk, después de eso pasaré tiempo con ustedes. -atrajo a la pelirroja para unirla a un abrazo familiar -Te lo prometo. -ella sonrió
La hora del almuerzo había llegado, Elsa avanzaba a la cafetería sin muchos ánimos. Hipo avanzaba junto a ella notando que algo parecía atormentar los pensamientos de su novia.
-¿Pasa algo, linda? -murmuró tomando su mano para llamar su atención
-Tengo que decirte algo.. -susurró apretando el agarre de su mano y acercándose más a él
-Te escucho -aseguró con una sonrisa para darle confianza, ella sonrió a medias y detuvo su caminar haciendo que él también se detuviera
-Te amo, lo sabes ¿cierto? -murmuró tomando la mano libre del castaño
-Lo se. Y yo te amo a ti. -le vio con cariño
-Verás..
-Hamish -una tercera voz se hizo presente haciendo que ambos giraran su mirada a quien le llamaba al castaño, encontrando a Austin -no olvides el entrenamiento después de clases -Hipo asintió desconcertado por su comentario y el contrario solo se alejó sin más
-¿Qué ibas a decirme, amor? -habló hacia la rubia a su lado volviendo a sonreír
-No importa, podemos hablarlo cuando llegues a casa -le sonrió de vuelta
-¿Segura? -ella asintió y retomaron su camino hacia la cafetería
Quería decirle, tenía que decirle sobre su verdadera familia, su verdadero nombre, las cosas que su familia había hecho y lo que podrían hacer en un futuro. No quería ponerlo en riesgo a él ni a ninguna de las personas que amaba.
Las horas siguieron su curso, las clases avanzaron con normalidad pero sentía el ambiente pesado, como si su cuerpo presintiera que algo malo estaba por pasar. Y aquella sensación solamente aumentó cuando aquel mensaje llegó a su celular..
"No vayas a casa o no podrás volver después."
¿Quién le enviaba esos mensajes? ¿Qué clase de broma era esa? ¿Cómo sabía que esa tarde iría a su casa?
-Elsa, ¿Está todo bien? -la voz de Astrid la sacó de sus pensamientos
-Si, si.. -guardó su celular en el bolso de su pantalón y salió del aula después de la última clase -solo trataba de recordar lo que necesito de casa -sonrió a medias
-¿Irás sola? -cuestionó Tooth avanzando a su lado
-Si. -asintió encogiéndose de hombros -Hamish tiene entrenamiento, Dagur irá a casa de Alice, Heather tiene una cita medica al igual que Jack.. -Astrid asintió confirmando lo último, pues ella iría con su novio al médico
-Puedo acompañarte si gustas -Tooth se encogió de hombros
-Gracias, pero no es necesario Tuti. -le sonrió -Puedo hacerlo sola, tengo que hacerlo.
-De acuerdo, cualquier cosa no dudes en llamarme o a cualquiera de nosotros. -la abrazó por los hombros
-Claro. -sonrió
¿Qué podría salir mal? Solamente iría a casa y recogería unos documentos que necesitaba.
Antes de irse avanzó hacia la cancha donde Hamish calentaba para despedirse de él, el castaño al verla trotó hacia ella con una sonrisa.
-¿Ya te vas, linda? -cuestionó mientras tomaba su cintura, ella asintió -Ve con cuidado, ¿si? -ella le sonrió con cariño y acunó sus mejillas con suavidad
-Te veo en casa, no te lastimes ¿si? -le dio un corto beso
-Te veo ahí, linda -le dio otro beso y se separaron para avanzar cada uno hacia su destino
Austin los vio despedirse, hizo una mueca y apartó su mirada disgustado con toda esa situación. Trató de acercarse al castaño, pero el entrenador llegó en ese momento y no pudo hacerlo. Debía decirle que ÉL estaba en la ciudad, antes de que fuera demasiado tarde..
Elsa avanzaba por la calle de manera tranquila, suspiró sintiendo cómo desaparecía en cierto grado el ambiente pesado y su cuerpo comenzaba a relajarse. Tenía que comenzar a controlar las emociones tan abrumadoras que tenía o terminaría enfermándose.
Pudo ver a lo lejos aquella casa que la había visto crecer y sonrió con nostalgia. Tantos buenos y malos recuerdos en aquellas paredes, llantos, enojos, risas..
Pensó en su madre, en sus regaños, sus abrazos, sus consejos, su risa, sus bromas, su deliciosa comida, su llanto.. La recordó llorando, con aquellos golpes propiciados por Jeremy.. Después la recordó siendo arrestada y defendiendo lo indefendible..
Pensó en sus hermanos, en la primera vez que los vio, en su recibimiento tan cálido, en el nacimiento de la pequeña Emma, sus fiestas de cumpleaños que siempre hacía junto a Jack, en los regalos que abrían todos juntos cada navidad, sus excursiones por el bosque, los múltiples raspones y caídas de árboles, las tardes de verano nadando en el lago.. Recordó la noche en que perdió a su hermanita, la tarde que se despidió de Aster porque él debía ir a la universidad, la mañana en que vio a Jack ser llevado al hospital a punto de la muerte..
Suspiró tratando de tragar el nudo en su garganta y avanzó a abrir la puerta de su "hogar".
Al abrir la puerta pudo percatarse de una esencia desconocida llenando el lugar.
-Creí que no llegarías nunca -
Vio a un chico rubio sentado en uno de los sofás con la postura relajada que la veía con seriedad.
-¿Quién eres tú? ¿Cómo entraste aquí? -interrogó poniéndose alerta al ver al chico enderezar su postura
-¿Así es como saludas a tu hermano mayor después de no vernos tantos años? -sonrió ligeramente al ver al a rubia palidecer levemente ante su pregunta
¿Cómo la había encontrado? ¿Por qué estaba ahí? ¿Acaso la mataría en su propia casa?
-¿Qué pasa? Actúas como si hubieras visto un fantasma -Kristoff sonrió de manera burlona mientras se ponía de pie, ella retrocedió un paso y trató de salir de la casa, pero dos hombres se encontraban en el jardín acercándose a ella para evita que se fuera -Toma asiento, Katherine. Tenemos que hablar.
Sintió su corazón acelerarse ante el miedo que sentía de estar cerca de aquel Alfa. Sin pensarlo mucho se acercó a tomar asiento en uno de los sofás frente a él.
Pensó en Hamish y el resto de sus amigos.. agradeciendo a los dioses por haber hecho que todos tuvieran cosas que hacer esa tarde, de lo contrario alguno pudo haber estado ahí y hubiera estado en peligro, como ella lo estaba.
-Hamish.. -Austin se acercó al castaño llamando su atención durante el entrenamiento
-¿Que pasa? -cuestionó sin prestarle mucha atención
-Sobre Elsa...
-No hables de mi novia -frunció su ceño y se movió de lugar para evitar más conversación, pues sabía que no podía ser nada bueno si venía de él
-Escucha..
-No hay nada de que hablar -insistió con seriedad
-Si que lo hay. -sentenció el rubio tomando el brazo de Hipo para detenerlo -Es importante. -insistió
-¿Qué quieres ahora? -se soltó del agarre del rubio prestando atención sin dejar de fruncir su ceño
-Su hermano esta en la ciudad. -murmuró haciendo que el castaño se sorprendiera
-Hamish, Austin ¿Por qué paran? -les llamó el entrenador, el rubio intentó seguir con el entrenamiento pero el castaño no lo dejó avanzar pues tomó su brazo
-¿Qué quieres decir? -cuestionó angustiado
-Quiero decir que no tarda en encontrarla. No debiste dejarla ir sola a casa.-murmuró haciendo una mueca y se soltó de su agarre -Si yo fuera tu, me olvidaba de volverla a ver..
-Chicos, muévanse -insistió el entrenador
El castaño sintió angustia de pensar en las palabras del rubio, avanzó hacia sus cosas y salió de la cancha a pesar de los reproches del entrenador. Tomó su celular y marcó el número de la rubia un par de veces sin tener respuesta.
Decidió ir a la casa de la rubia esperando verla bien, que las palabras de Austin fueran solo palabras vacías. Elsa estaba bien, estaría bien..
Mientras avanzaba hacia la casa de la rubia pensó en ella, en todas las cosas que le había enseñado, en cada risa, cada chiste, cada lágrima, cada abrazo, cada beso, cada palabra llena de cariño. Pensó en la felicidad que había inundado su vida con la llegada de Elsa. No la perdería, no podría hacerlo. Ella se había convertido en la luz de su vida y el motivo por el cual se levantaba cada mañana con una sonrisa.
De no ser por ella seguiría en un pozo sin salida, en la obscuridad de sus inseguridades y temores, teniendo como única compañía el resentimiento que tenía con el Alfa que lo marcó y odio contra si mismo por permitir que eso pasara.
Ella lo había salvado, él quería hacer lo mismo por ella..
Una vez divisó la casa se llevó la sorpresa de ver la puerta abierta ligeramente, algo definitivamente no estaba bien.
Se acercó de prisa y abrió la puerta por completo para poder adentrarse a la casa, notó enseguida la esencia de Elsa junto con la esencia de alguien más.
-¿Elsa? -corrió escaleras arriba al notar que no estaba en la sala o la cocina -¡Elsa! -le llamó sintiendo la desesperación creciendo en su interior al no encontrarla ahí
Volvió a la planta baja queriendo encontrar una respuesta, notó que la mochila de Elsa seguía en la sala, sobre uno de los sofás, ¿Dónde estaba su amada novia?
Volvió a llamarle, sin tener respuesta. Las lágrimas se acumularon de golpe en sus ojos y la sensación de desesperación que tenía era mayor al sentir la esencia de Elsa desvanecerse en el aire.
Salió de la casa cerrando la puerta con cuidado, avanzó unos cuantos pasos y trató de analizar lo que haría a continuación. Con un temblor en sus manos marcó el número de teléfono de la única persona que esperaba pudiera ayudarle en esos momentos. Esperó unos segundos hasta que la llamada fue respondida.
-Hamish, que milagro -le saludó su primo con alegría
-Se la llevó -murmuró apenas, cerró sus ojos un instante dejando correr libremente sus lágrimas por sus mejillas
-¿Qué? -cuestionó desconcertado
-Kristoff se la llevó.. -su voz poco a poco parecía ser más desesperada por aquella situación -Se llevó a Elsa, Lout..
-¿Dónde estás? -el castaño escuchó unas llaves del otro lado de la línea y la voz de Gogo preguntando que pasaba
-Tengo que encontrarla.. -murmuró sin prestar atención
-Hamish, te ayudaré a buscarla. Dime dónde estás. -la tranquila voz de su primo lo hizo suspirar, detuvo su caminar y observó un segundo el lugar donde estaba
-Cerca de casa -¿En qué momento había avanzado tanto?
-Vamos para allá, respira
-Snotlout.. -esperó unos segundos tomando el silencio de su primo como un indicativo de que siguiera -No quiero perderla..
-No lo harás -le aseguró enseguida -Espéranos, ¿está bien?
-Claro.. -susurró, terminando su llamada
¿Qué iba a hacer si no llegaba a tiempo para salvarla? ¿Qué haría si no la encontraba a tiempo?
Sacudió su cabeza queriendo despejar su cabeza de esas ideas, tenía que encontrarla y salvarla, así como ella había hecho con él.
-Te encontraré mi amor.. te lo prometo.. -murmuró tomando entre sus dedos aquel dije que habían sacado del lago, recordando ese momento en que pensó que la perdería -Lo prometo -repitió limpiando sus lágrimas
Con desición volvió a marcar el número de su amada con la esperanza de obtener una respuesta.
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