Capítulo Final: Graduación.
Subo las escaleras del atril y con cada paso siento como me voy hundiendo por dentro. A pesar de que muchas veces lo hice en el pasado, ahora que puedo sentir toda la ansiedad que tenía acumulada está dominando mi cuerpo.
El director da unos aplausos y me indica con su mano el lugar donde está el micrófono. Parece como si tuviera que caminar kilómetros. Los estudiantes que estaban haciendo bulla en el anterior discurso, de pronto se quedan callados y me observan expectantes. Busco con la mirada a Eleonor para sentirme más tranquilo y la encuentro junto a Thomas, al verme, forma un corazón con las manos para mostrarme su apoyo. Thomas se levanta y grita:
-¡Vamos Miles!
Hace una semana me eligieron para que dé el discurso de graduación y desde ese momento no he parado de romper mi cerebro tratando de pensar en qué decir. He pasado tantas cosas en esta universidad y con estas personas que no puedo resumirlas en solo unos cinco minutos. Al final, junto con Eleonor, pudimos escribir lo más importante que quería decirles, iban a hacer mis últimas palabras aquí.
Todo el auditorio está vestido con túnicas azules y sus diplomas, están felices porque han terminado por fin la carrera y yo, mi especialización.
-Buenas tardes a todos, mi nombre es Miles Caulfield, aunque creo que eso ya lo anunció el director hace un momento.- Todos ríen y eso me anima a continuar.- Cuando era pequeño mi madre decía que cualquier sueño que tuviera lo iba a cumplir, que si tenía suficiente fe nada sería imposible, eso sinceramente me parecían tonterías y bueno, hasta ahora me lo siguen pareciendo. Lo cierto es que somos humanos y no podemos lograr todo lo que queremos, es nuestra cruel realidad, sin embargo, creo que es ahí donde radica la verdadera felicidad, estar contentos con lo que sí podemos hacer y esforzarnos por hacer todo lo que podamos. Espero de todo corazón que cada uno de ustedes sea realmente feliz y haga lo que más ama.
Todas las personas que están en el auditorio se levantan y empiezan a aplaudir. El director me da mi diploma de honor y me dirijo al asiento vacío que me separó Eleonor. Después de algunas otras palabras de los docentes termina la ceremonia y los recién graduados empiezan a tomarse fotos con sus familiares, nadie ha venido por nosotros.
-Toma colega.- Dice Eleonor y me entrega un ramo de flores rojas.- Lo hiciste muy bien allá arriba.
-¿No te sientes triste porque tu familia no está aquí?- Le pregunto.
Eleonor niega con la cabeza y sé por su mirada que está siendo sincera. -En estos momentos los extraño pero ya no estoy triste, sé que no querrían que lo estuviera. Además, tengo al mejor novio a mi lado.
Me acerco a ella pero Faigel viene corriendo hacia a Eleonor y se abalanza encima de ella.
-¡Bastarda! ¡Te graduaste de la universidad y no terminaste embarazada! Eres la primera mujer de tu familia en hacerlo.
Eleonor pone los ojos en blanco pero lo hace riéndose. -Por lo menos yo sí estudié algo, no como otras que por perseguir chicos nunca lo hizo.
-Bueno hermanita lamento informarte que di el examen ayer y redobles de tambores... ¡Ingresé!- Las dos se abrazan y gritan emocionadas.- Tu hermoso novio me dio clases particulares y funcionaron.- Eleonor nos mira celosa y yo solo encojo los hombros, necesitaba el dinero que ofrecía.
-¿Y qué vas a estudiar?- Pregunta tratando de cambiar de tema.
-Medicina, si tú pudiste hacerlo yo también puedo. Prepárate, voy a ser mejor doctora que tú.
-No lo creo.- Dice Eleonor y así siguen discutiendo hasta que viene Thomas luego de terminar de tomarse fotos con su familia. Nos abraza a todos y le salen unas lágrimas, ¿así de ridículo me veré yo cuando lo hago?
-Los voy a extrañar.- Afirma llorando.- Vengan a visitarme seguido.- Thomas se iba a África el próximo mes para participar en una asociación de ayuda para las personas de allá y no iba a volver en varios años. Eleonor quiere seguir sus pasos, estamos juntando dinero.
-Si me pagas los pasajes voy todos los días si quieras.- Dice ella tratando de reír para contener sus lágrimas.
-Cuídala.- Me amenaza Thomas acercándose a mí intimidatoriamente.- Ahora solo te va a tener a ti. Si la haces llorar de nuevo, traigo un león para que te coma.- Abro mi boca para explicarle las pocas posibilidades de que eso ocurra pero unos estudiantes llegan a despedirse de Thomas así que él y Faigel empiezan a conversar con ellos. Eleonor jala mi mano y discretamente nos escabullimos fuera de la universidad.
-Vamos a cenar a tu departamento, he estado practicando y quiero cocinarte.- Dice ella. Preparo mentalmente mi estómago, hoy va a sufrir. Tomamos el bus y después de unos minutos llegamos a nuestro destino. Abro la puerta y Eleonor ingresa primero, observa alrededor y pregunta preocupada:
-¿Y Hogar? Siempre sale a saludarme.
-Está en el veterinario, le están haciendo unos exámenes, lo recojo mañana.- Sus ojos de repente brillan ante mi respuesta y sonríe gigantemente. Es extraña.
Se dirige a la cocina y saca unas ostras que había comprado hace un tiempo. Empieza a prepararlas y mientras lo hace, me manda a comprar una botella de vino. Lo hago refunfuñando por el frío y cuando llego, la cena ya está servida y Eleonor me indica que me siente.
-¿Sabías que las ostras liberan neurotransmisores que incrementan el deseo sexual?- Le digo como un dato curioso.- Y encima combinadas con vino... ¡Espera! Eleonor...- La observo acusatoriamente y ella solo sonríe.
-Tú solo siéntate y come, pasará lo que tenga que pasar.- Habla despreocupada.
Le obedezco y tomo asiento guardando una distancia considerable de ella.
-Gracias, Miles.- Dice de pronto ella cuando estamos por terminar la comida.-Me tuviste paciencia e hiciste que encontrará nuevamente un hogar. Te amo.
-¿Por qué repentinamente dices esas palabras cursis? ¿Me quieres llevar a la cama?- Le pregunto alejándome un poco de ella mientras me río.
-Se supone que debo decir esta clase de palabras para una propuesta.- Responde.
-¿Cómo?
Ella toma mi mano y me mira fijamente. -Miles Caulfield, quiero que seas mi hogar y mi familia. Cásate conmigo.
-¡Eleonor! ¿Por qué eres así?- Digo haciendo un puchero involuntario. Me levanto y saco del cajón de la repisa el anillo que le había comprado.- ¡Arruinaste mi propuesta! Ya había preparado todo.
Eleonor también se levanta, me quita el anillo y se lo prueba. -Perdón, perdón. Haz como que no dije nada, yo ya lo olvidé. Sigue con tu propuesta.- Me devuelve el anillo y se sienta. Yo no la sigo y me quedo parado molesto.
-Miles... lo siento. Eres muy guapo, y vas a empezar a trabajar con muchas enfermeras, tenía que marcar mi territorio.- Se excusa, como sigo enojado añade: -¿Cómo te puedo compensar?
Una idea que ha estado rondando mi cabeza se hace presente y se la digo: -Quiero que me enseñes a bailar.
-¿Bailar? De todas las cosas que puedes hacer conmigo, ¿eliges bailar?
-Sí.- Respondo seguro y ella asiente aceptándolo.- Ya no quiero pasar el ridículo cuando te acompañe a tus fiestas.
Eleonor se vuelve a levantar y la poca luz que hay en la habitación le da de lleno en el rostro resaltando todas sus facciones.
-Le doy la bienvenida a mis clases particulares de baile, señor Caulfield.- Improvisa sosteniendo mi mano. Se inclina para hacer una reverencia burlona y cuando se vuelve a levantar mis latidos se vuelven acelerados. Eleonor sonríe y tira de mí para obligarme a girar sobre mis talones, después de unas vueltas vuelvo a sus brazos y guía mi mano hacia su cintura mientas entrelaza la otra con la suya. Nunca se me ha dado bien coordinar manos y pies pero ella hace que todo me resulte fácil. No estoy muy seguro de cuáles son las reglas del baile pero después de un tiempo me doy cuenta que está saltándose todas. Ella se limita a hacernos girar por el poco espacio que hay en la sala, atrayéndome hacía sí y empujándome lejos de forma continua. Yo no puedo hacer más que reír, me siento cómodo con ella.
Me hace girar otra vez y me recepciona poniendo ambas manos en la parte baja de mi espalda. Entonces, tira de mí para acortar la distancia que nos separa.
-Eleonor... no creo que tus manos deban ir tan abajo.- Le advierto.
Ella vuelve a reír y tímidamente alzo mi mano hasta su mejilla. Ella se paraliza de forma inmediata y nuestras respiraciones se vuelven pesadas. Bajo mi pulgar hacia la comisura de sus labios rojizos y mi mirada se posa en ellos. Amo esta vista.
Eleonor se empina y rompe el poco espacio que quedaba entre nosotros con un beso. Poso mi mano en su cintura y la atraigo más a mí, lo que hace que ella gima y yo me asusto por eso.
-¿Estás bien? ¿Te lastimé?- Le pregunto preocupado, ella niega con la cabeza y me guía hasta el mueble más cercano. Hace que me siente y se coloca a horcajadas sobre mí. Vuelve a besarme pero ahora con más intensidad que todas las anteriores veces, nuestros corazones laten al mismo ritmo y solo me puedo concentrar en ella. Cuando nos falta la respiración nos separamos y le digo:
-Te dije que sí querías llevarme a la cama.
Nos levantamos y nos dirigimos a mi cuarto. De pronto, siento miedo. Soy inexperto y Eleonor ya no. ¿Y si hago algo que la lastime? ¿Me comparará con sus anteriores novios? ¿Seré lo suficientemente bueno?. La preocupación me está consumiendo justo en este momento.
Ella parece notar mi inseguridad así que se acerca a mí y susurra:
-Tranquilo, nos amamos, eso es suficiente.
Sus palabras me infunden tranquilidad y confianza, la vuelvo a besar y nos hacemos uno por primera vez.
****
Tranquil@s, no me maten por favor. Hay que darles privacidad a Miles y Eleonor pero ya ustedes se pueden imaginar lo que sucedió. *Inserte carita lujuriosa*
Acabo de actualizar toda la historia, eliminé algunas partes y agregué algunas otras. Si quieren pueden leerla otra vez hasta que publique el epílogo el domingo. Veremos a la pareja unos diez años en el futuro.
¿Tienen alguna otra curiosidad? (A parte de si hicieron el delicioso .-.).
Con amor,
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro