Ya pasaron dos años desde la muerte de Augusta Longbottom, Neville se sentía más tranquilo porque su abuela ya no estaba sufriendo debido a su enfermedad, ella ya estaba descansando y después de todo se iba reencontrar con su abuelo, con los padres de su hermano Harry y con su abuela Euphemia, la vida de Neville era perfecta aunque su madre siempre decía que lo perfecto no existía para él su familia era perfecta así como estaba.
Harry y Dudley también sufrieron la muerte de Augusta para ellos era una tercera abuela, porque aunque no hayan conocido a su abuela Dalia debido a que falleció dos años antes de que ellos nacieran, la querían igual como si la hubieran conocido, Lily les había hablado mucho de ella y de todas sus anécdotas juntas, gracias a que Alexandra si llego a conocer a Dalia Evans...ambas mujeres les platicaron como era Dalia, cuales eran sus pasatiempos, su sueño de tener muchos nietos, sus gustos y disgustos, pero también que llego ha ver a Alexandra como a otra hija y que decía que los hijos de Alex también iban a ser sus nietos y los iba a consentir tanto como a los nietos de su sangre.
Alexandra se había arreglado apropiadamente para ir al callejón Diagon con sus hijos y con Ginny su sobrina quién últimamente no quería despegarse mucho de ella, a Molly Weasley no le molestaba que sus hijos estuvieran mucho tiempo con la joven, de hecho le gustaba que sus hijos pasaran tiempo con Alexandra, porque gracias a eso ella y su marido tenían más tiempo y ayuda para prestarle más atención a cada uno de sus hijos. Alexandra le hizo darse cuenta que a veces no le prestaba la atención necesaria a los niños por falta de tiempo...lo peor es que los pequeños se comenzaban a alejar de su padres y aislarse en especial Percy todo cambió con la llegada de la nueva familia Potter.
(Decidí que Ginny y Luna tendrán la misma edad que los demás, en consecuencia Ginny será la melliza de Ron)
— Bien mis mocosos es hora de arreglarse iremos al callejón Diagon a comprar unas cosas que necesito — salió de la habitación que sus hijos compartían a pesar de que cada uno tenia su habitación propia
— Los queremos en 20 minutos allá abajo, ni un minuto más ni un minuto menos, No podemos hacer esperar a la tía Lexa ¡Muévanse! — grito con firmeza apenas creíble para una niña de 8 años
— Definitivamente mamá le ha enseñado bien — dijo Neville a sus hermanos
— Tienes toda la razón hermano; no por nada sus hermanos ya le tienen miedo, sin duda las enseñanzas de la tía Molly y las de mamá han dado frutos — agrego Harry terminando de vestirse
— Apresúrense que si no llegamos a tiempo Ginny nos va a volver comida de hipogrifo — hablo Dudley poniéndose los zapatos lo más rápido que podía
Los tres hermanos bajaron y se encontraron con su prima Ginny tomándoles el tiempo con un cronómetro muggle y lanzándoles dagas con la mirada, del despacho salió Alexandra con hermoso vestido blanco de encaje y una diadema de flores rojas que adornaban su hermoso cabello oscuro.
— ¿Les tomaste el tiempo otra vez y los asustaste? — pregunto a Ginny con una falsa seriedad
— Si tía Lexa — respondió orgullosa la niña pelirroja
— ¡Esa es mi niña! — exclamo abrazando a su sobrina
— ¡Pero mamá, nosotros somos tus hijos deberías de estar de nuestro lado! — reclamo Harry con los brazos cruzados
— Ese demonio pelirrojo nos apresuro y con tan poco tiempo no podíamos arreglarnos y vernos extremadamente guapos, digo en mi caso no lo necesito porque así nací pero mis pobres hermanos por lo menos necesitan dos horas para verse decentes — dijo Dudley viendo a sus hermanos con burla
— Ya vámonos Mister Universo — hablo Neville cortando todo el dramatismo de sus hermanos y al pasar por donde estaba Dudley aprovecho y le dio un zape
— Que quede claro que yo no necesito tanto tiempo para verme divino — dijo Harry moviendo su cabello como comercial de shampoo las dos mujeres y Neville rodaron los ojos, Alexandra pensó que era digno hijo de James
— Idiotas egocéntricos — murmuraron Neville y Ginny moviendo la cabeza en negación
— Lenguaje niños — regaño Alexandra caminando a la chimenea — Bien adéntrense en la chimenea, tomen un puñado de polvos flu después aviéntenlo con fuerza al piso y digan con firmeza "Callejón Diagon", Neville y Ginny van primero
Los dos niños siguieron las instrucciones al pie de a letra y en unos instantes desaparecieron en llamas verdes.
— Siguen ustedes — los dos niños restantes se tomaron de las manos y de igual forma desaparecieron en unas llamas verdes
Los dos hermanos Black y Remus Lupin bajaron las escaleras los dos primeros aún en pijama y con cara de sueño.
— ¿Adonde van? — pregunto Sirius bostezando
— Al Callejón Diagon, cuando regrese los quiero vestidos y bien despiertos vamos a hablar en mi despacho de algo importante, tú también Remus no me pongas peros — se adelanto antes de que el hombre lobo se negara, asintió con pesar — Muy bien entonces ya con todo aclarado, adiós idiotas y adiós Remus
— ¿Qué fue lo que dijo? — pregunto Regulus con los ojos medio cerrados, Remus solo puso los ojos en blanco
— Merlín dame paciencia porque si me das fuerzas te los mando — dijo mirando el techo con suplica — Díganme quien demonios los manda a tomarse cuatro botellas de Wisky de fuego y otras dos de tequila entre semana
— Es que Reg estaba sufriendo por amor y yo como buen hermano tenia que acompañarlo en su dolor y que mejor que el alcohol para los problemas del corazón — se justifico Sirius mirando a Remus con ojos de cachorrito abandonado para que lo perdonara
— ¡Enserio esa es la justificación para tu borrachera! — exclamo con incredulidad — ¿Y la tuya Regulus?
— Es que mi Alexandra todavía no me perdona y yo la amo — Remus se jalo los cabellos en forma de exasperación
— Mira Regulus yo no puedo opinar nada de tus problemas con Alexandra porque no se con certeza lo que sucedió entre ustedes, pero no crees que si de verdad quieres que te perdone o tan siquiera que te soporte un poco deberías hacer mucho más de lo que ya has hecho — Regulus solo bajo la mirada — Mientras tanto vayan a darse un buen baño, vístanse y desayunen para que cuando Alex regrese estén listos, los espero en la cocina
"Con Alexandra y los niños"
— Primero vamos a ir a Gringotts y luego a desayunar ya después vamos a las tiendas en las que necesito comprar — informo Alexandra tomando la mano de Harry y Ginny que a su vez tomaron las de Neville y Dudley
Al llegar al banco se encontraron con la siguiente inscripción.
«Entra, desconocido, pero ten cuidado
Con lo que le espera al pecado de la codicia,
Porque aquellos que cogen, pero no se lo han ganado,
Deberán pagar en cambio mucho más,
Así que si buscas por debajo de nuestro suelo
Un tesoro que nunca fue tuyo,
Ladrón, te hemos advertido, ten cuidado
De encontrar aquí algo más que un tesoro.»
— Que tu oro fluya Ragnok — saludo Alexandra entrando al banco
— Que sus enemigos tiemblen y caigan debido a su poder y al de su varita, Lady Potter — respondió Ragnok, dejando asombrados a los magos cercanos porque los duendes no acostumbraban tratar bien a los magos y brujas solo muy pocas familias contaban con el favor de los duendes y los Potter Blackwood eran una de esas familias
— Solo Alexandra, querido Ragnok, mi cuñada seguirá siendo Lady Potter hasta que Harry se case y nombre a una nueva Lady Potter — respondió de forma cortes mirando con complicidad al duende debido a la atención que recibían
— Discúlpame Alexandra, pensé que después de la muerte de tu hermano y de tu cuñada; tú habías tomado el titulo de Lady Potter. Pasando a otro tema mejor entramos a mi oficina aquí hay muchos chismosos, si tienen la bondad de seguirme — diciendo esto ultimo Ragnok camino hacia su oficina lanzándoles miradas de desprecio a los humanos chismosos, mientras que Alexandra saludaba a otros de los duendes que conocía y les daba miradas de superioridad digna de una sangre pura a todos los magos y brujas presentes
— Maleducados — murmuraron los cuatro niños viéndolos con la misma superioridad que su tía y su madre
— Ahora si Alexandra, qué es lo que necesitas? — pregunto el duende sonriendo a su amiga
— Requiero entrar a mi bóveda personal y también necesito los estados de las inversiones Potter, Longbottom y Blackwood — respondió con calma
— ¿Blackwood? — preguntaron los cuatro pequeños
— Sí, Blackwood es mi apellido materno — respondió para volver a sus asuntos con el duende
Los tres hermanos se vieron con complicidad y su prima les dio una mirada de interrogación que ignoraron.
Después de 20 minutos.
— ¿Todos de acuerdo? — pregunto Harry
— Todos de acuerdo — respondieron Neville y Dudley
— Niños vamos a la bóveda — dijo de la mano de Ginny
— Mamá queremos decirte algo — dijo Dudley
— ¿Qué sucede? — pregunto Alexandra preocupada
— Mamá queremos que nos adoptes — dijo directo Harry
— Cuanta sutiliza primo — dijo Ginny sarcástica
— Haber niños hace mucho tiempo que los adopte a los tres legalmente en el mundo muggle y en el mundo mágico — explico
— Sí mama lo sabemos, lo que los tontos de mis hermanos quieren decir es que queremos tener tu apellido y dado que ninguno quiere cambiar los apellidos que tenemos, queremos tener el apellido Blackwood — dijo Neville tomando las manos de su madre
— Niños aún están muy pequeños para decidir eso, tienen 8 años — respondió y al ver la cara de sus hijos dijo — Les prometo que cuando entren a Hogwarts volveremos a hablar del tema
— Okey — dijeron con resignación
Alexandra les dio una bolsa a cada niño con 50 galeones para que cuando hicieran sus compras se compraran algo que quisieran, como Alex dijo después de salir de Gringotts fueron a un restaurante cercano a desayunar.
— ¿Alexandra? — pregunto una voz de mujer que la joven conocía perfectamente
— Hola Andromeda — saludo con una sonrisa
— Alexandra que gusto encontrarte aquí, hace mucho tiempo que no nos vemos creo que la última vez que nos vimos fue cuando Reg...— interrumpió sus palabras al ver la expresión de Alexandra
— Sí, ese día fue la última vez que nos vimos — respondió — Amm te presento a Ginny Weasley mi sobrina, Neville Longbottom, Dudley Dursley y Harry Potter mis hijos
— Un placer niños soy Andromeda Tonks una vieja amiga de su madre y tía — explico sonriéndoles a los pequeños
— Un placer Lady Tonks — respondieron al saludo
— Solo Dromeda o tía Andy — pidió, miró a su hija y esposo que acababan de llegar al lugar — Mi hija, Nymphadora y mi esposo, Edward Tonks
— Un placer niños, Alexandra — saludo Ted
— Que gusto volver a verte Ted, pequeña un placer conocerte, siéntense con nosotros — pidió la azabache y cuando todos se sentaron Andromeda volvió a hablar
— Nymphadora ella es tu tía Alexandra, es la novia de tu tío Regulus — explicó ante la mirada curiosa de su hija
— ¡No me llames Nymphadora madre!, ¿Regulus es el resucitado? — Cuestiono divertida ganando una reprimenda de su madre
— Sí, tu tío Regulus es el resucitado, pero desde hace muchos años ya no soy pareja, pequeña — dijo incomoda ante la situación
— Eso no importa me caes bien, así que de cualquier forma te llamare tía Alex ¿Tú serás la tía que me salve de los castigos de mi madre y la tía que me de dinero cuando mis padres me lo castiguen porque soy muy sincera? Es que solo tengo otras dos tías más, una es una loca por el orden y es muy regañona y para el colmo la más interesante de las dos esta en azkaban injustamente — hablo tan rápido la niña que hizo reír a los otros niños y a la ahora nueva tía
— ¡Nymphadora! — grito su madre
— Pero no dije nada malo mamá, papá sálvame de tu esposa — pidió la niña con pánico
— Dora no hay problema con que me digas tía y definitivamente tus descripciones suenan a Narcissa y a Bellatrix, acá entre nos tienes razón tu tía Bella es la más interesante pero también es un poquito más loca — dijo sacándole una risa a la pequeña Metamorfomaga — Solo no le digas a tu madre porque se enoja — le dijo a la niña quien sonrió junto a ella — Morgana por todos lados me salen sobrinos e hijos porque mi vida no puede ser más ordinaria
— Lo ordinario es aburrido mamá, tía — dijeron todos los niños al unísono
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