Nota de la autora: No olvidéis comentar vuestra opinión, me hará muy feliz 😘

Los días fueron pasando rápidamente y yo, poco a poco, me fui acostumbrando. Era duro muchas veces, sin embargo, yo me lo pasaba bien.

Un día, en el colegio, me di cuenta de una cosa muy extraña: Había un ranking de los alumnos de la clase según sus notas.

-Que raro es -murmuré mientras miraba la lista. -La primera es Jiwoo, con una media de 9,6. Hana está la quinta, con media de 9. Y yo... ¡Eh, yo no estoy!

-Hoy cambian la lista -dijo de repente una voz detrás de mí.

-¡Ah! -grité del susto. -Hana, me has asustado -dije al girarme.

-Perdón -rió ella.

-¿Qué es esto, por cierto? -le pregunté.

-Pues es el ranking de los mejores estudiantes.

-¿Y para que sirve?

-Para que nos motivemos a estudiar, claro. Porque así quién saca malas notas sale en el último puesto. Además solo los mejores entran a la universidad, ¿acaso hay alguna mejor forma para distinguir a los malos estudiantes de los buenos? -respondió, como si fuera muy obvio.

-No -sonreí, sin prestar mucha atención en verdad.

Sin embargo, cuando entramos a clase, la señorita Kang sacó una gran libreta, que todos miraron con admiración y empezó a hablar sobre el ranking:

-Hoy os voy a anunciar el nuevo ranking. Y ya os aviso, han habido grandes cambios.

Observé como todos los alumnos cuchicheaban, nerviosos, excepto Jiwoo, que parecía estar bastante tranquila.

-Empezamos con el número 25

De pronto, sentí como su mirada se clavaba en mí fijamente.

-Jeon Mark -dijo, apartando la mirada hacia otro chico, con voz seria. -Este es el segundo mes consecutivo que estás en este puesto. Así no llegarás a la universidad, Jeon.

La profesora fue diciendo nombres uno tras otro y, para mi alegría, yo seguía sin salir, señal de que había quedado bien.

-Número 3. Media 9,4. Kim Min-joon. Está bien, sigue así -informó, con una media sonrisa.

Minjoon asintió, aunque algo decepcionado, al parecer.

-¡Entonces, solo quedo yo y Jiwoo! -descubrí, contenta. En verdad, me importaba bastante poco aquel 'ranking', sin embargo me hubiera dado vergüenza quedar de las últimas.

-Número 2, con media de 9,7 - empezó la señorita Kang, sin embargo, Jiwoo le interrumpió:

-Muy bien Alex, has quedado segunda, es difícil teniendo en cuenta que eres nuev...

-Kim Jiwoo.

De pronto, pareció como si hubiera explotado una bomba en la clase. Todos los estudiantes tenían los ojos muy abiertos y Jiwoo parecía estar a punto de morir.

-El primer puesto, con media de 9,9, es para Alex García. Enhorabuena -anunció, haciendo caso omiso a la catástrofe que acababa de anunciar.

-¡ESTO ES IMPOSIBLE! -gritó Jiwoo, con los ojos fijos en mí. -¡Eres una tonta española, no puedes siquiera compararte conmigo! ¿¡Cómo te atreves a... ¡?

-Jiwoo, silencio por favor. ¿O prefieres visitar al director? -dijo la señorita Kang, fría como una roca.

-Perdón, señorita Kang, no volverá a suceder -respondió Jiwoo, pálida como un fantasma.

Continuamos la clase con normalidad, sin embargo Jiwoo no apartó la mirada de mí en todo el día.

-Me lo vas a pagar -susurró, cuando nos marchábamos a comer.

Hana y yo seguimos caminando, sin hacerle mucho caso.

-Oye, no te tomes muy en serio a Jiwoo -me consoló Hana. -Es una egoísta y una egocéntrica y ahora mismo no está muy bien que digamos. Ya verás como en una semana se le ha olvidado y vuelve a ser la misma Jiwoo de siempre -rió.

-Sí, seguro que está exagerando.

-¡Heeseo unnie! -corrió a abrazar Hana cuando nos encontramos a Heeseo.

-Hola chicas, ¿qué tal el día? -nos preguntó.

-Normal -respondí.

-Vamos, Alex, no seas modesta, ¡has quedado la primera de la clase! -dijo Hana.

-¿En serio? -sonrió. -Enhorabuena Alex.

-Bueno, vamos a buscar al resto -dije, incómoda.

...

Por la tarde, empezamos a practicar la coreografía. Quedaban dos días para la evaluación mensual, mi primera evaluación mensual. Todo tenía que salir perfecto. Estuvimos practicando hasta casi las once de la noche, cuando nos fuimos por fin. Sin embargo, de prontó Hana me llamó:

-Alex...

-¿Qué? -respondí yo, agotada.

-Hay un problema... -dijo con voz triste.

-¿Cuál? -pregunté, extrañada.

-Será mejor que lo mires por ti misma.

Hana me tendió su móvil, con cara de preocupación y miré aquello que me quería mostrar:

-¡¿QUÉ?! -grité, a punto de tirar el móvil al suelo. -¡¿P-por qué ha hecho esto?! ¡Le voy a...!

-Cálmate -me pidió Hana.

-¡¿P-pero qué le he hecho yo?!

-Bueno nada... Se habrá enfadado por lo de los puestos de la clase.

-¡Se ha pasado!

-Lo sé. Oye, ignórala, si te enfadas te distraerás y mañana tenemos que estar concentradas.

-Vale -asentí, a regañadientes.

Volví al apartamento, junto a las demás. Nada más tumbarme, saqué el móvil, para escribir a Arny.

Guardé el móvil, algo más tranquila. Arny tenía razón, Hana también, esa Jiwoo quería que me enfadara y si lo hacía, solo le estaba siguiendo el juego. ¿No había un dicho de que el mayor desprecio es ignorar a una persona?

Y en cuanto a mis padres... No estaba preparada. Sabía que les tenía que llamar, pero no era el momento... Habían demasiadas cosas en mi cabeza.

Cerré los ojos.