En la carretera, de regreso a casa, todos nos encontrábamos discutiendo lo que había pasado con la canasta, el personal de la cabaña no vio a nadie pasar, no pudieron revisar las cámaras, ya que la tormenta había dañado el cableado, por lo que no hay imágenes de esa mañana, ni del día anterior.

Me disculpé insistentemente con Liam y Thomas por haberlos involucrados en este caos, Liam me respondía que no era mi culpa, cada vez que me disculpaba, y me afirmaba que íbamos a averiguar juntos lo que estaba pasando, mientras veía a Thomas, quien me decía que no tenía por qué disculparme, su rostro expresaba confusión pero tranquilidad al mismo tiempo, creo que no le tomaba la importancia debida al asunto, tal vez porque es la primera vez que veía una de las cartas o porque sabía cómo eran las personas en la Universidad, probablemente en su mente, no era más que una broma de mal gusto de alguien que simplemente quería molestar.

Cuando por fin regresamos a casa, corrí a mi habitación, tomé un muy largo baño de agua caliente, eso ayudaba a relajarme; de repente, el sonido de mi teléfono interrumpió mis pensamientos.

- ¿Llegaron bien a casa?

- Si Chris, todo ok....

- Si todo está bien ... ¿Por qué te siento tan apagada?

- Es solo que muero del cansancio, fue toda una locura, ¿Y cómo estuvo tu viaje? – traté de desviar la conversación.

- Todo bien, perfectamente bien, como papá lo esperaba.

Hablamos una media hora, hasta que noté las yemas de mis dedos como pasitas por estar tanto tiempo en el agua.

- Corazón, tengo que colgar, he estado mucho tiempo en el agua - le dije mientas me levantaba de la bañera.

- Ok hablamos mañana, que descanses.

Estábamos a punto de colgar, pero no podía dejar de pensar lo que había pasado en la cabaña, digo, él tenía derecho a saber, su nombre estaba en la tarjeta, por lo que me decidí.

- Tengo que contarte algo muy importante que pasó, bueno que ha estado pasando, tengo que contarte todo – le dije en un tono serio.

- Ok .... Pero ¿Qué está pasando?

- Dame 10 minutos y te llamo – colgué la llamada.

Rápidamente me cambié, sequé mi cabello, y me puse mis medias para dormir, ya que no puedo dormir si no tengo mis medias puestas. Mientas me preparaba, repasaba en mi mente todo lo que le iba a decir a Christian, estaba tan nerviosa que no quería olvidar ningún detalle.

Le conté todo, desde el inicio, hasta el más mínimo detalle, con miedo a que pensara que estar junto a mí significaba problemas, pero su reacción al igual que la de Thomas, me sorprendió, confundido, pero no alarmado, e incluso se veía intrigado.

No te disculpes – me trató de tranquilizar – seguro es solo una broma, te aseguro que es alguien que solamente quiere llamar la atención.

Las reacciones de los chicos me pusieron a pensar, ¿será que estoy exagerando? ¿será que le estoy dando demasiada importancia a este asunto? En fin, que todos supieran, me hizo sentir en parte más tranquila, aunque quería que nadie más se involucrara.

Los siguientes días transcurrieron con normalidad, hasta que un día terminando las clases, junto a mi casillero, me sentí observada mientras escuchaba susurros y risas, no le di importancia, seguí guardando mis libros, cuando escuché una voz desafortunadamente familiar.

- Así que ahora nos dedicamos a hacer escándalo en el estacionamiento para llamar la atención.

Cerré mi casillero y regresé a ver a Irina y su grupito fiel, siempre andaban juntas, parecían atadas con el invisible lazo de la "amistad", o codependencia, como le quieran llamar.

- ¿De qué estás hablando?

- Del show que hiciste con tu amiguita la semana pasada, primero por el carro atascado, y luego por llevarse obligado a ese chico sexy. Cierto ¿Quiénes eran esas bellezas? – haciendo referencia a Liam también. – ¿son familiares tuyos? – continuó – digo, para que estén contigo por gusto, y no por obligación – se rieron irónicamente.

No puedo creer que las personas nos hayan visto, ese día por la preocupación, ni siquiera vimos si alguien nos estaba observando, me sentí avergonzada pero no iba a permitir que Irina me molestara.

- Eso no te incumbe, además, lo que yo haga o deje de hacer no es asunto tuyo.

- Sabía que tú y la gótica no deberían estudiar aquí, esta es una Universidad decente, las personas aquí no hacemos esos shows.

- Mira, solté mi mochila en el suelo, no te metas con nosotras, a la única que le gusta llamar la atención es a ti, porque seguramente tu cabeza y vida están tan vacías, tan huecas, que no tienen nada más y lo único que le queda es eso, la atención, te alimentas de eso, eres tan simple, tan predecible, pero que más se puede esperar de alguien tan superficial. – no sé de dónde saqué el valor y las palabras, pero se sintió tan bien por fin defenderme de sus miradas, críticas, y risas que desde que estoy aquí he tenido que aguantar silenciosamente.

- No sabes con quien te estas metiendo – su molesta sonrisa se desapareció.

- Si sé – le contesté – con una niña insegura que no sabe qué hacer para llamar la atención - recogí mi mochila y salí por el pasillo.

Mientras caminaba por el patio, sentí como unos tacones se acercaban rápidamente hacia mí, Irina me tomó del brazo y me dio la vuelta hacia ella.

- No te metas conmigo, no te conviene – acercó su rosto hacia el mío en un tono desafiante.

- Tu siempre vienes hacia mí – me solté – tu comienzas siempre – le di la espalda nuevamente y seguí caminando, cuando de repente sentí un empujón a la altura de mi hombro derecho.

- ¡Regresa! – me gritó Irina – aún no he terminado contigo.

No le hice caso y continué caminado, no quería armar un escándalo nuevamente, mientras veía a lo lejos venir a Thomas, Keyla, y Christian, quienes me estaban esperando para ir a comer.

- ¡Regresa! – la escuché nuevamente.

- Ya, por favor – las regresé a ver, y noté su rostro realmente furioso, claramente no le había caído nada bien mis palabras.

Como seguía escuchando sus molestos tacones, caminé directamente hacia la parte trasera del edificio de los baños, no quería que las personas vieran.

- ¿Quién te crees al pretender tratarme así? – me señaló con su dedo y su mirada indignada.

- Una persona – le contesté – no puedes tratar a los demás como trapeadores – continué.

- Yo trato a los trapeadores como trapeadores, agarró un mechón de mi cabello – y trapeo cuando quiera – jaló del mechón.

- Adivina qué – agarré fuertemente su muñeca, hasta que hice que soltara mi cabello - yo también se trapear.

Irina no podía con la rabia así que levanto su mano, y la dirigió hacia mi mejilla, intercepté su golpe agarrando fuertemente su muñeca, vi como sus clones, se iban a lanzar sobre mí, pero pararon cuando los chicos llegaron.

Thomas inmediatamente tomó mi mano e hizo que soltara a Irina – vamos, no necesitas hacer eso - mientas que Christian sostenía a Keyla, que parecía querer irse sobre Irina.

- No soportas la envidia que me tienes.

- ¿Envidiarte a ti? Por favor

- ¿Estás segura? – sonrió irónicamente.

- No tienes nada para que yo te envidie

- Sé que tengo un padre amoroso que no me niega nada – sonrió - ¿Dónde está tu padre Keyla? Ay serio - levantó una ceja – ya no está, se fue.

No podía creer lo que escuchaba, como una persona podía tener tan podrido el corazón para poder hacer burla por la pérdida de mi padre, mis piernas comenzaron a temblar, mis ojos comenzaron a lagrimear sin control, Thomas me abrazó de la cintura para que no me fuera sobre Irina, tratando de contener mi ira.

- Vez – continuó - ni él quiso estar cerca de ti.

En ese momento vi como Christian soltó a Keyla, quien inmediatamente se lanzó sobre el cabello de Irina, las dos cayeron al suelo mientras Irina tomó el cabello de Keyla, para tratar de quitársela de encima.

- ¿Qué? Se me soltó – dijo Christian mientras Thomas lo miraba con desaprobación.

Inmediatamente separamos a Keyla de Irina.

- Vamos Key no vale la pena – le dije mientas trataba de arreglar su cabello.

- ¡Me las van a pagar! – gritó Irina mientas sus amigas la contenían.

Probablemente lo que pasó, podría traer graves consecuencias para nosotros, su padre podría expulsarnos si ella lo quisiese. Supongo que es el precio que tenemos que pagar por hacerle frente a su acoso, lo único que me molesta es que Key y los demás pudieran salir afectados por mi culpa. No quiero eso, no quiero seguir perjudicando a las personas que quiero solo por ayudarme; supongo que sea lo que sea que pase, lo sabremos en los próximos días.