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Capitulo 21

Tomó mi mano llevándome dentro de la gran cabaña donde estaba la administración, hablo un segundo con la chica detrás del mesón la cual parecía agradarle bastante mi novio..descarada. 

-¿Puedes llevarlo a la cabaña entonces?- Christopher apoyo su mano en el mesón. 

-Claro, cualquier cosa que necesites puedes llamarme, el teléfono de la habitación conecta directamente con administración-  Me acerqué tomando su mano sin ser demasiado obvia, aunque por dentro quisiera darle una bofetada. 

-Vale, gracias - Christopher era demasiado frío cuando se trataba de alguien mas. 

-No tienes nada que agradecer - sonrió la chica. 

-¿Vamos preciosa?- me miró sonriente sin siquiera percatarse de los intentos de la chica por llamar su atención. 

Asentí mirándolo aturdida, me guió por un pasillo con ventanales gigantes que daban vista a el hermoso paisaje. Estaba todo lleno de vegetación, en las fotos se veía realmente bonito, pero estar aquí era diferente. 

Llegando al final del pasillo había una puerta que nos conducía hasta un patio interior, nuestra cabaña era la ultima, cerca de la vertiente, Christopher abrió la puerta para mí dejándome ver la hermosa habitación. Era perfecta, un gran ventanal a un lado de la cama que daba una vista privilegiada a las montañas, abri la puerta corrediza entuciasmada mirando la piscina temporada, tenía una terraza con pequeños sofas y una mesa de madera que le acompañaba. 

Sentí los brazos de Christopher rodear mi cintura, apoyo su mentón en mi hombro y beso mi mejilla. 

-¿Te gusta? Puedo pedir otra habitación si quieres - 

-¿Que si me gusta? Es perfecta Christopher!- voltee para sin preguntarle comenzar a besarlo. 

Apego mi cuerpo al suyo sin dejar de besarme, una de sus manos acarició mi mejilla dejando un camino de besos hasta mi hombro descubierto. 

-Gracias amor...-escondi mi rostro en su cuello- pero no estoy de cumpleaños, y tampoco tenemos algo importante que celebrar 

-¿Debo tener algo que celebrar para tenerte un día solo para mi?-sonrie y me aparte para mirarle. 

-Tu sólo quieres ...Oh sobre eso-frunci el ceño - ¿fabricar bebés? Christopher tiene casi cuatro años! 

-Carther, me estaba preguntando cómo nació! ¿Que querías que le dijera? No voy a decirle esa mierda de la cigüeña- 

-Ah..pero luego soy una fábrica de bebés - sonrió acercandome a el- ahora quiere un hermanito. 

La sonrisa en su rostro desapareció y me miró preocupado

-Jodidamente no vamos a tener otro Carther, con nuestra suerte salen trillizos 

-Por eso vamos a abstenernos, para no correr riesgos - sonrei y me aparte de el, camine hasta la habitación y comencé a sacar la ropa. 

-Abstenernos?! Carther..- saque el vestido y lo dejé colgado en el armario. 

-Es lo mejor Christopher, las cosas no están para traer más angelitos al mundo - quería reír pero tenía que parecer sería. 

-Tienes que estar bromendo - se acercó a mí mirándome asustado- Carther nosotros no vamos a abstenernos 

-Oh si lo vamos a hacer al menos unos meses - lo mire seriamente aunque por dentro sólo quería reírme. 

-¿Algunos meses?! Jodidamente no, tu y yo vamos a follar todos los días y es una promesa. - no pude evitarlo, su expresión era realmente graciosa. 

Me miró frunciendo el ceño, comenzó a acercarse a mi lentamente mientras yo retrocedi. Si dejaba que me tocará sabia perfectamente donde terminariamos. 

-No Christopher...vamos a recorrer el lugar- reí apartandome de el pero siempre ganaba, siempre lo hacía. 

Sus manos alcanzaron mi cintura y en un rápido movimiento me recostó en la cama, odiaba las cosquillas, me desperaba rápidamente, pero verlo sonreír, dios, no entiendo porque no lo hacía seguido, era la cosa más bella del mundo. 

-Para! Para ya Christopher!- golpeaba sus brazos intentando que se detuviera. 

-¿Te gusta burlarte de mi verdad? Está bien..si vamos a abstenernos lo haremos, no voy a tocarte cariño- sonrio con malicia besando mi cuello. 

-¿A si? Vamos a ver quien ruega primero - sonrei victoriosa, en un rápido movimiento me coloque sobre el. 

-¿Vamos a recorrer el hotel cariño? - colocó los brazos detrás de su cabeza mirándome con malicia. 

-Haremos todo lo que tú quieras preciosa - levanté mi trasero sentandome sobre su entrepierna, su rostro cambio. 

-¿Todo lo que yo quiera?- moví mis caderas, pero tomándome de ls cintura con cuidado me aparto levantándose. 

-Hay un salón de arte que quiero mostrarte, voy a cambiarme y vamos - sonrió como si nada y saco un pantalón del armario, en cinco segundos lo ví desaparecer en el baño. 

Mire la puerta un segundo, si quería guerra, guerra tendria. Tome el vestido que tenía en el bolso y me quite el que traía puesto, lo había comprado hace poco, era precioso, pero no lo había ocupado, no era muy segura para ocupar este tipo de cosas.  Christopher salió al rato después, tardó bastante, estaba frente al espejo arreglando mi vestido cuando sentí su mirada sobre mi. 

-Estas jugando sucio Carther - 

-Es sólo un vestido Christopher- sonrei y me acerqué a el tomando su mano - ¿vamos?  Entrelazo sus dedos con los mios y sin decir una sola palabra salimos de la cabaña. El lugar era de ensueño, la galería de arte dentro del hotel era preciosa. Los retratos habían sido hechos por personas de la tercera edad. 

Cada uno estaba hecho con una técnica diferente, Christopher se sentó en una de las bancas mirándome atento, yo estaba demasiado concentrada en los retratos, se que Christopher me ha dicho que debería exponer los mios, pero no tenía la confianza suficiente. Un chico alto y moreno se acercó admirando el retrato de una pareja, en el cuadro ellos se reflejaban en el una fuente de agua, su reflejo parecía joven mientras ellos parecían envejecer. 

-Muy cierto ¿verdad?- su voz me saco se mis pensamientos, asentí sonriendo- no muchas personas admiran realmente el arte, tu pareces diferente. 

-Puede que tengas razón- el chico sonrió extendiendome su mano. 

-Theo, un gusto - sonrei estrechando su mano

-Carther

-¿Pintora o me equivoco?- retiro su mano colocándola en sus bolsillos. 

-No..¿como lo sabes?- 

-Adivine - sonrió acercándose a mi- te he visto antes...trabajas en la galería de arte en la ciudad. 

-¿Enserio? Lo siento, no reconozco a la mayoría de los clientes- 

-Pues yo si conozco a la mayoría de mis trabajadores - lo mire confundida ¿era el dueño de la galería?. 

-Yo lo siento..no sabía - levantando su mano me pidió que me detuviera. 

-Esta bien, no tienes que disculparte, no pasó demasiado tiempo allá, pero el hombre que dejó a cargo me ha hablado de ti - miró sobre mi hombro. 

-¿Todo bien amor?- la voz de Christopher me hizo voltear. 

-Si..Christopher, el es Theo el dueño de la galería, Theo, el es Christopher, mi novio- Theo estrecho la mano de mi chico el cual lo miraba con desconfianza. 

-Eres muy afortunado, tu chica tiene talento- Christopher asintió sin decir nada- bueno..creo que debo dejarlos, me gustaría ver tu trabajo Carther, podrías exponer algunos cuadros, después de todo, la exposición de este semana ha sido cancelada, claro, si estás de acuerdo. 

-¿Lo dice enserio- lo mire emocionada- 

-Claro que hablo enserio, puedes presentarte el lunes a primera hora, y hablaremos sobre la exposición, ahora debo irme, mi mujer me está esperando- sonrio amablemente y se despidió. 

-¿Ves Carther? No soy el único que piensa que eres talentosa - rodee su cuello con mis brazos. 

-Podre exponer mis cuadros!- rodeo mi cintura con sus brazos emocionada. 

-Lo mereces cariño, esto y más - beso mi hombro y me aparte de el sonriente. 

Pasamos la tarde entre las galerías y las montañas, no podía creer como las cosas estaban saliendo bien para nosotros, era extraño, luego de todo lo que había ocurrido, poder estar tranquila junto a él era fuera de lo común. 

Christopher parecía nervioso, no sabia realmente que pasaba, pero no lo presione, cuando quisiera contarme lo haría. Era de noche cuando me pidió que me colocará el vestido que me había regalado, era precioso, tenía miedo que no entrará, pero parecía estar hecho a mi medida. 

Christopher estaba vestido con unos pantalones negros y una camisa blanca, ¿quien era el que jugaba sucio ahora? La manera en que colgaban los pantalones de sus caderas, y como la camisa se ajustaba su musculatura. Mi corazón latía rápidamente no entendía porque estaba tan nerviosa. 

-Te ves mejor que en mi imaginación- tomó mi mano ayudándome a colocarme mi zapato. 

-Ven acá - tome el cuello de su camisa y lo acomode- tu siempre te ves bien..No creo ser la primera en decirlo 

-Eres la primera en todo para mí Carther, antes de ti, nada cuenta - beso mis labios tomando mi mano- vamos, he reservado una mesa para nosotros. 

Me guio hasta el restaurante que estaba frente a una cascada, las luces a un lado de ella parecían hacerla brillar, casi como si fuera magica. Christopher corrió la silla ayudándome a sentarme, jamás lo había visto así, pasaba las manos por su cabello una y otra vez. 

-A la mierda haré esto ahora - dijo de un momento a otro, lo mire sorprendida, ¿hacer que?- se supone que íbamos a comer primero pero llevo esperando todo el maldito día y si no hago esto ahora voy a morir se un ataque de nervios. 

-¿Esta todo bien? ¿Es sobre los niños? ¿Pasa algo?- lo mire preocupada, saco dos papeles de su chaqueta y los dejo sobre la mesa.  Los tome mirándolo confundida. Eran pasajes de avión, pasajes de avión a Roma. 

-¿Que es esto Christopher?- mis manos comenzaron a sudar y mi pulso a acelerarse. 

-Quiero preguntarte algo- ¿tenia que preguntarlo? 

-Ni que preguntes! Claro que iremos a Roma- dije sonriente pero el parecía confundido. 

-No Carther..espera - metió la mano en su bolsillo y me miró nervioso- iremos a Roma..pero no precisamente a pasear. 

-¿Entonces?- deje los pasajes sobre la mesa. 

-Carther..-tomo aire y con sus manos temblorosas saco la pequeña caja negra sin apartar la mirada de mi- si aceptas...si me dices que si, en un par de semanas estaremos en Roma-hizo una pausa nervioso-.. para nuestra boda..- mi corazón parecía querer salirse de mi pecho- Carther...¿tu quieres casarte conmigo? 

Mierda.

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