Epílogo
Era momento de limpiar toda la casa, que no quedara evidencia alguna de que un animalito peludo se adueñó de ella. Yeonjun no podría ayudar con eso, por lo que Beomgyu llamó a Hueningkai, que a su vez invitó a Soobin, que a su vez invitó a Taehyun. Entre todos hacían el escuadrón perfecto, se encargarían de que no se volvieran a desencadenar los síntomas de Yeonjun.
—Muy bien, Hueningkai, tu vas conmigo a mi cuarto —ordenó Beomgyu amarrándose una bandana en la cabeza—. Podrás visitar a tus peluches.
Hyueningkai aplaudió contento.
—¿Nosotros qué hacemos? —preguntó Soobin rodeando el cuello de Taehyun con su brazo, haciéndole fruncir el ceño al menor.
—Ustedes pueden fregar el suelo y quitar el polvo de la sala.
—Pan comido —Soobin chasqueó los dedos, Taehyun prometió que lo tendría todo bajo control.
Beomgyu tomó la mano de Kai y asintió a los otros dos para que empezaran con su tarea. Ya en su habitación, tocaba lavar a todos los peluches y la alfombra, cualquier cosa que Chi hubiera tocado... Todo básicamente.
—¡Mis bebés! —exclamó Kai saltando a abrazar la masa de peluches sobre la cama—. Papá los extrañó mucho, papá los ama.
—Sí, tanto que los diste en adopción.
—Es que no tengo dinero para darles a todos una buena educación.
Beomgyu estalló en risas.
—Junnie y yo los estamos cuidando bien, no te preocupes.
—¿Y Chi?
Kai estaba bastante desinformado, puesto que estuvo visitando a su hermana los últimos días.
—Es una larga historia...
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—Soobin, ¿dejaste la llave del agua abierta? —Taehyun paró de barrer.
—Sí, no pude cerrarla.
—¿Por qué no me dijiste que la cerrara? Estás malgastando un recurso natural importante.
Soobin se sonrojó. Le daba algo de pena admitir que no poseía la fuerza para cerrar la maldita llave aún teniendo las manos tan grandes.
—P-pues.
—Olvídalo, ya vuelvo —Taehyun desapareció en la cocina. Todo iba bien, Soobin siguió barriendo, hasta que Taehyun volvió a aparecer.
—Soobin... —su tono de voz bajo, casi oscuro, asustando al mayor.
—¿Sí?
—Antes de abrirla no te fijaste que la tubería tenía el tapón puesto, ¿verdad?
Soobin vio los zapatos de Taehyun y el dobladillo de sus pantalones, completamente empapados. Entonces cayó en cuenta de que acababa de cagarla en casa ajena.
Pan comido había dicho, claro...
Salió corriendo a la cocina y lo recibió una preciosa y maravillosa inundación que iba camino a la sala, la llave ya estaba cerrada y el agua corría por el caño, pero en el suelo seguía habiendo un desastre.
—Demonios...
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Hueningkai le quitaba el polvo a los peluches, poniéndolos en una cesta para que luego fueran bien lavados en la lavandería, mientras tanto Beomgyu aspiraba la alfombra.
—La vez que mi hermana me dejó a su bebé Soobin también se sintió desplazado —contó Hueningkai con tono burlón y cariñoso—. Parecía más un bebé que mi propio sobrino.
—Yeonjun no se quedó ningún día en casa, no pude notar como se sentía —Beomgyu volvía a sentirse el peor novio del mundo.
—Tu estabas muy ocupado con Chi, ni porque se quedara lo ibas a notar —Kai negó con su cabeza con desaprobación—. Eres como un bebé con juguete nuevo.
—Mira quien lo dice —susurró para si mismo. Hueningkai era igual o peor que él.
—¿Y lo extrañas?
—¿A Chi?
Kai asintió, pero Beomgyu negó enseguida.
—Puedo ir a verlo, soy amigo de su nueva dueña, es una chica muy tierna —eso si que lo ponía contento, recordar que Chi estaba en buenas manos—. Dice que no puede separarse de él en ningún momento.
Hueningkai pensó entonces, que todos los dueños de ese gato eran iguales.
—Yo también quiero verle —dijo el menor con un puchero y una voz aguda.
—Podemos ir a verlo el fin de semana si quieres Hyuka —propuso Beomgyu— ¡Será divertido!
—¡Claro!
Y un grito de Soobin acabó con su conversación.
—¡No Tae! ¡E-espera!
Beomgyu ladeó su cabeza intentando escuchar mejor los gritos de la sala. Kai también se calló para prestar atención. Los dos captaron unos chapoteos, y un grito fuerte.
—¿Ese fue mi Binnie?
—Sip.
Ambos corrieron a buscar a los dos chicos. La imagen que se encontraron les hizo tener que sostenerce la barriga por la risa.
Taehyun estaba desparramado en el suelo mojado cual estrella de mar, con una expresión de querer eliminar a la humanidad, tratando de buscar paciencia en lo más profundo de su ser. Contaba «sesenta y uno, sesenta y dos...» mientras Soobin trataba de levantarse del suelo, fallando en cada intento resbalándose estrepitosamente.
—Amor —llamó Hueningkai acercándose con pisadas cuidadosas— ¿Qué hiciste?
Soobin trató de no sentirse ofendido por ser el único acusado, pero al final arrugó su naricita descontento. No tenía como defenderse, era realmente el único culpable. Hueningkai sostuvo su brazo para ayudarlo a incorporarse pero cayó junto a él en el intento. Ambos se sonrieron con ternura al verse igual de desastrosos.
Era imposible escapar del agua.
La puerta de la entrada sonó y todos pusieron atención. Quería decir que Yeonjun estaba en casa, que por algún motivo sus clases terminaron antes.
Beomgyu no contuvo su emoción, giró bruscamente para ir a recibirle, pero cayó sentado de golpe, soltando un chillido de dolor.
—¡¿Gyu?! —logró escucharlo Yeonjun, yendo en su rescate.
Todos en la cocina presenciaron como el peligris resbaló al entrar a la estancia, impactando contra el menudo cuerpo de Beomgyu, desparramándose y salpicando más agua por todos lados, como si saltara en una piscina.
Todos eran un caos.
Tae seguía contando «noventa y nueve, cien, ciento uno, ciento dos...»
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Eran las ocho de la noche cuando terminaron de limpiar, por lo menos de retirar la inundación con todo el dolor de sus corazones, sintiendo el remordimiento por la cantidad de agua que se iba.
Beomgyu les había dado a sus amigos la oportunidad de bañarse y quedarse a dormir por todo el esfuerzo que pusieron. Yeonjun no puso quejas, aunque tuviera ganas de dar algunas
Hueningkai dormiría con Soobin en el sofá cama de la sala, y Taehyun se quedaría con la habitación de Yeonjun. Los dos restantes de acomodaron en el cuarto de Beomgyu, quien estaba muy feliz de volver a dormir junto a su novio en su alcoba.
Luego de dar las buenas noches y dejar a todos durmiendo, Yeonjun y Beomgyu suspirando cuando se cubrieron con las mantas y se rodearon con brazos y piernas.
—Te amo Junnie~ —dijo el menor enterrando su cara en el pecho del mayor, restregando allí su narizita.
—También te amo Gyu.
Yeonjun le acariciaba el cabello húmedo por la ducha, oliendo el champú de fresas que usaba y que lo enloquecía.
—Hueles muy bien, demonios.
Se quedaron en silencio, solo disfrutando de la cercanía y la atmósfera dulce que los envolvía. Encajaban como petcels en una bolsa, no sabían donde empezaba uno y terminaba el otro. En su momento, los abuelos Choi siempre lo repetían, como de niños eran mitad y mitad de una sola naranja.
Yeonjun metió sus manos tibias debajo de la camisa de pijama de Beomgyu, sin otras intensiones, solo presionando un poco, para sentirle más cerca.
No era su intensión provocar, pero el menor jadeó.
—Junnie ¿quieres hacer...?
—... ¿Qué?
—Ya sabes...
Yeonjun tuvo que analizarlo unos segundos, que le parecieron bastante fastidiosos a Beomgyu, por lo que el menor empezó a repartir besos en su cuello, haciéndolo reaccionar.
—Demonios —eso— sí.
Con cuidado Beomgyu se acomodó sobre el cuerpo del mayor sin parar de besarle, lento y ruidoso.
—Junnie~
—¿hmm?
—¿Recuerdas que fuimos a la tienda de mascotas a ver conejos?
Yeonjun estaba demasiado perdido en las sensaciones como para darse cuenta de que Beomgyu lo estaba sobornando.
—Sí —pero a penas lo recordaba.
—¿Podemos ir de nuevo?
Yeonjun le sacó la camisa, sosteniendo sus caderas, enterando sus cortas uñas—. Claro claro.
Lo atrajo más a su cuerpo para callarle, tomando todo de su boca y moviéndose vicioso.
Su tormentosa abstinencia acabándose por fin.
Nada importaba, siempre que no tuvieran un gato de nuevo Yeonjun estaría feliz de darle a su bebé lo que quisiera, y Beomgyu le compensaría muy bien por eso.
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F por mi teniendo problemas para actualizar, entré en pánico por un segundo, pero todo bien :'D
Ahora esto sí que se acabó, espero hayan disfrutado mucho de la historia... y no me peguen por tardar tanto <3
Dedicado a K-1000-a
Porque me recordó que debía terminar este epílogo askdjsadj beshos
Quiero mi parte del trato, u know uwu
Pueden ir a leer mis otras historias, eso me haría muy feliz~
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SO, eso
Se le quiere mucho, sE lEs amA <3
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