XIX Segunda etapa
Una vez que tenemos una guerra sólo hay una cosa que hacer. Hay que ganarla. La derrota trae peores cosas que las que pudieran ocurrir en la guerra.
-Ernest Hemingway
Amira Lastrange
-----Miercoles 15 de abril de 1942-----
¿En que momento llego esta maldita asquerosa impura? ¿Sera que si tiene poderes sobrenaturales? Con fuerzas encaja su arma en mis costillas y me pone de pie. Chillo por el dolor que siento y no la veo mostrar una gota de piedad.
—Vamos a ir a ver a tus recipientes Amira...
—¿Cómo entraste aquí?
La muy idiota me golpea con el arma en la cabeza y me manda a cerrar la boca. Sin decir mas me quedo en silencio y comenzamos a salir del cuarto. Al abrir la puerta solo veo dos hombres muertos. Alzo la ceja sorprendida y la gitana me sigue empujando a que caminemos. Eh estado ausente por bastante tiempo debido a mi salud, pero noto que esta vacío el lugar comparado a lo que deje.
Comenzamos a salir del edificio y Mía va haciéndose la maldita prisionera caminando tras de mi. Que nos miren no es novedad para ellos. Nadie la tiene tan ubicada como yo y William asi que para todos es una simple gitana mas.
—¿Se siente mejor Señora Wolf?
Ambas escuchamos que se dirigen a mi con normalidad.
—Deje mucho tiempo ya mi trabajo...y este recipiente ha mostrado rasgos particulares...La curiosidad me esta matando...—Tomo aire y siento un pequeño empujón por parte de Mía. Se lo que quiere.—Descansen y beban unas cuantas cervezas.
Sin decirme mas me dejan seguir el camino, conforme recorremos el campo, me percato de que la voz de mis ordenes se han corrido y esta dejando sus puestos. Cuando llegamos ala puerta que conduce a mi despacho veo a la cuidadora de Gunther, traer al niño que se ve que arde en fiebre.
—¿Es una alianza?— Me limito a decir alzando una ceja. La gitana me golpea en la boca el estomago y me hace caer de rodillas.—Bien...mantengo el silencio.
La mujer que se ha aliado con la gitana, me quita las llaves y Mía le entrega las llaves de todas las barracas.
—Harán ruido y las mataran a todas...Mejor huir como cobarde a intentar siendo las jefas de este escape que fallara.
Mía abre la puerta del despacho mío y la desgraciada de una patada me hace rodar por las escaleras. No logro detenerme hasta llegar al final de ellas. Intento ignorar el dolor pensando que en cuanto me ponga de pie tendré ventaja por estar separadas por una escalera y...parece que tarde mas de lo pensado. La gitana ya esta con su arma apuntándome.
—¿Dónde esta William?
Sin responderme veo como la otra mujer cierra la puerta y nos deja solas.
—Si sabes que esto es un camino muerto.—Mía solo me da una sonrisa ladina y me hace reincorporarme.—Te acaban de traicionar.
Su mirada se pierde...como si le susurraran algo al oído y escuchara esa voz. Sus ojos estan llenos de odio.
—Cállate Amira...me irritas.— Ve que caigo con mucho dolor al piso y se saca de su bolsa una barra de chocolate con la que alimento a mis tropas.
—Eso te puede salir peligroso Mía...
—Se lo que causa tu maldito dulce...Pero no pienso cargarte ni hacerte el camino mas facil...Sola vas a caminar.
—¿William?
—Con suerte...Muerto.—Me responde haciendo que mi corazón se llene de miedo. A estas alturas que tengo sin escribirle al comandante Ryomura debería de saber que algo pasa. Tenemos un pacto.
Llegamos a las celdas y me obliga a abrir una por una, desde las mujeres que tienen tiempo en ese lugar... hasta los niños y niñas gemelos.
—¿Por donde vas a sacar a todos estos fenómenos?
Mía esta bastante hostil...pareciera que siempre ha arreglado todo a base de violencia. No es la misma idiota de Chicago. Presione botones que no debí y la hice peligrosa. No supe cuando parar...Creo que en todo este plan ...si había un fallo. No es como mis cálculos lo indican Mía debería de estar tan triste que debería terminar suicidándose. Peor no...la tengo aquí siendo una hija de perra sin miedo a nada.
—¡No son fenómenos!
Después de darme otro golpe, se escucha que golpean la puerta por donde entramos al subterráneo. Mía me deja atada a unas maquinas y con mi condición aunque quisiera no puedo escapar...estoy llegando a mi maldito limite.
Veo como sube las escaleras de nuevo y al abrir la puerta vienen bajando un sin fin de mujeres prisioneras. Quieren vaciar el maldito campo...y lo van a lograr si siguen asi. La gitana agarra al hijo de William y lo ata a su espalda con ayuda de ropa vieja. Ese niño tiene una fiebre lo que le sigue de horrible. De seguro tiene una infección en los pulmones.
Parece que el método en el que escapen será mi misma protección que yo di. Solo analizo los movimientos de Mía y veo que sigue bajando hasta abrir una escotilla.
—Es un paso muerto...las va a matar no tienen salida.—Hablo y todas la miran con miedo.
Mía parece estar cansada de mi. Me apunta con su 9mm, la muy cabrona me dispara en el muslo. Chillo y hago una rabieta, por que el dolor es insoportable y arde. Ni siquiera el chocolate esta haciendo efecto...Y eso ya dice mucho de mi condición.
—¡Perra idiota!— Le grito mientras crujo mis dientes y las lagrimas salen solas.
—Deja de meterles miedo...solo quieres causar caos.— Después de mostrar su mano dura frente a todos se dirige con las demás.—Intrați...unul câte unul...veți găsi niște baruri...dar unul dintre ele este suprapus...Vă rog să nu strigați pe nimeni...Cei care pot ajuta fetele și băieții și cei slabi. (Entren...de una por una...encontraran unos barrotes ...pero uno de ellos esta sobrepuesto...Por favor no grite nadie...Las que puedan ayuden a las niñas y niños y a los débiles.)
Veo como comienzan a bajar una por una mientras Mía me mira con recelo. Pasando bastantes minutos ella me continua mirando y solo suspiro al ver que todo esta vacío solo con ella y conmigo.
—¿Qué prosigue Mía?
—Baja...—Me comienza a desatar y me mueve muy poco el arma.—No pienso cargarte...idiota.
Sabe que con la barra de chocolate puedo aunque de la actuación perfecta.
—Caer en desperdicios solo hara que me infecte y muera.
—Llegaras hasta donde tengas que llegar Amira...
—Sigrid...— Ruedo mis ojos molesta por como me habla. Ella me golpea con la culata de su arma en la cabeza.
—Tu y yo tenemos tiempo conociéndonos...Eres Amira...farsante de mierda.
Sin mas, comienzo a bajar las escaleras como puedo y es cuando Mía comienza a bajar también junto a mi. Con mucho cuidado mueve la escotilla y se que parece que desaparecimos por arte de magia.
William...destrúyelos.
Cuando llego con mucho esfuerzo al alcantarillado piso y siento viscoso, el olor a sangre perfora mi nariz y comienzo a regresar lo poco que tengo de comida. Al parecer cause mucho alboroto, por que aquí abajo mientras Mía baja esa mujer que nos ah traicionado me apunta con un arma cubriendo la espalda de la gitana.
—Pensé que para ser alguien que se encarga de revisar el índice de dolor en las personas y que les exige resultados excelentes...aguantarías mucho.— La gitana es alguien hostil...jamás en mi vida la había mirado asi por tanto tiempo seguido...solo por lapsos y eso me pone a pensar.—Pero solo eres una mediocre del montón.
Ya al llegar a los barrotes veo claramente como esta uno sobrepuesto y como se escapan las prisioneras. Siento bastante ardor en mi muslo y y ahora la que comienza a sudar soy yo.
Conforme vamos dejando Ravensbrück siento que tengo todo perdido. Si caigo en manos de la gitana en su territorio...estoy jodida. Le toque las narices bastante tiempo y se cuando alguien quiere exterminar. En su mirada solo veo determinación, odio hacia mi y William. Estamos jodidos...cometimos el error de despertar la bestia en esta mujer que pensaba que todos eran buenas personas.
William Wolf
Eran muchos menos soldados de los que aparentaban. Estamos regresando a Ravensbrück lo mas rapido posible por que quedo bastante solo. Se intento hacer disimular a las prisioneras , pero aun asi sabemos que escucharon movimiento fuera de las barracas.
Al comenzar a divisar el campo algo se ve extraño...Un silencio misterioso. Doy la orden de acelerar el paso y mis soldados me ayudan a hacer la tarea de forma apresurada. En cuanto abren las rejas entro y voy a paso veloz por que tengo un presentimiento. Me encuentro con la primer inconsistencia que es un montón de pisadas de un lado a otro...Pero predominan hacia la puerta donde trabaja Amira. Y desaparecen al cruzar la puerta.
Siento una punzada inexplicable y voy corriendo hacia nuestra habitación. Al entrar al edificio veo a los pocos hombres dormidos. Me acerco a ellos y me percato de que sus bebidas fueron adulteradas con somníferos y muchos de ellos tienen ya una sobredosis que puede ser mortal.
—Carajo...
Dejo todo y voy a buscar a Amira. En cuanto giro hacia el pasillo donde esta la puerta veo a sus guardias muertos por un disparo. Me apresuro a abrir esa puerta y veo la cama vacía.
Mi sangre esta hirviendo de rabia. Me percato de que en mi ventana esta una nota escrita. Al acercarme y prender la luz veo que incluso esta firmada.
Cuando este dentro del campo será para matas a Amira.
El día llego William
Atte: Mía Astrid Campbell Locke
Arrugo la maldita hoja y en cuanto intento salir mis hombres ya estan esperándome afuera.
—¡Se llevaron a Sigrid! ¡Encuéntrenla!
—Señor...— Uno de ellos habla y al verlo me informa la maldita noticia.— Todas las prisioneras se han escapado...
Lo miro asombrado. Doy una vuelta a las rejas y a las protecciones y todo se ve en orden. Me asomo a una barraca tras otra y otra y todas estan desiertas.
¿Cómo mierda ha hecho esto? Se que fue ella la responsable... No pudo solo entrar y llevarse a Amira.
Comienzo a caminar hacia la puerta y siento una punzada enorme en el corazón. ¿Tengo miedo?
Me pongo de rodillas, pego mis puños al piso fangoso y siento me falta el aire.
—¡TE MALDIGO! ¡PERRA! ...— Mi pecho siente presión y que aunque quiera hablar me resulta imposible. Comienzo a arrojar saliva como si me estuviese costando trabajo pronunciar palabras. Pero se que es rabia...nunca me había sentido tan enojado como en estos momentos. Parece que mi mandíbula cede y comienzo a articular.— ¡GITANA DE MIERDA!
No deben estar tan lejos...No guiando a un montón de enfermas famélicas moribundas.
—Vamos a buscarlas...
Sin perder tiempo me informan que por donde se desechan los cuerpos tenemos pisadas en masas que se pierden en el bosque.
—Es ist mir egal, ob wir keine Sklaven mehr haben ... (No me importa si no nos quedan esclavas...)— Nos comenzamos a armar hasta los dientes y sacamos hasta los transportes, caballos todo lo que nos sirva para alcanzarles el paso.— Es ist kein Überfall, Jungs... Es ist Vernichtung. (No es redada muchachos... Es exterminio.)
—Jawohl! ¡Si señor!
—Sie haben Sigrid ... sie hat Priorität und sie fangen den verdammten Rebellen. (Tienen a Sigrid...es prioridad ella y que atrapen a la maldita rebelde.)— Saco una maldita fotografía de la gitana y la paso a las personas.—Sie hatten sie bereits zuvor gesehen ... aber ich möchte, dass sie sich ihr Gesicht ansehen ... sobald sie sie ansehen, schießen sie ihr in die Knie. (Ya la habían visto antes...pero necesito que se graven su rostro... en cuanto la miren le disparen en la las rodillas.
Todos me miran como si estuviera perdiendo la cabeza. No me importa. solo quiero que entiendan que es prioridad la maldita gitana.
— Priorität eins. (Prioridad uno)— Los hombres se mantienen firmes sin hacer alguna clase de broma.— LIVE! (¡VIVA!)
— ¡HEIL HITLER!
Comenzamos a encaminarnos hacia donde se encontraron las pisadas masivas. Alcanzarlos no será tan difícil. Me hierve la sangre y solo quiero que la vida me de la oportunidad de masacrar a esa idiota justo como lo hice con John Walker. que de sus malditos ojos salgan lagrimas mientras le arranco las viseras.
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Alcanzarlas no ha sido problema...ya las divisamos con unos binoculares. Pero a estas alturas tenemos que andar con cuidado, por el simple hecho de que la gitana siempre tiene cosas bajo la manga. No creo que se le escapara algo tan importante como este detalle. Algo tiene planeado.
—Mit Vorsicht (Con cautela)—Aviso a mis hombres y estos me miran ...la gran mayoría de ellos.— Iss eine Tafel Schokolade (Cómanse una barra de chocolate)
Al igual que ellos saco una barra y la consumo. En cuestión de minutos nos hara efecto. No se escuchan gritos de ellas por ende no nos han mirado. Y eso esta excelente, a cinco kilómetros adelante, esta un pueblo en ruinas. Sera la mejor forma de emboscarlas y masacrarlas.
Por ende desde hace varios minutos las rodeamos y nos comenzamos a instalar en el pueblo. Pasan aproximadamente treinta minutos y todos en posición bien ocultos comenzamos a escuchar bastante ruido. Doy la orden de permanecer en silencio. Y para mi grata sorpresa. Quien viene en este grupo es James y Hoffman.
—Debimos de ver ese mensaje pronto... tardo mas de lo que pensamos en llegar a Zootzen. —Con que tienen la nueva base...La gitana aun le falta como un día para llegar. Mientras continuo escuchando a James.— Apresuren el paso, Mía ya debería de estar saliendo.
—James.—Mi hermano se acerca al mafioso le toca el hombro y el le mira.—Entre ellos esta un chico nazi y una mujer que es alemana...No los lastimes.
—Si por culpa de ellos murió gente...serán mandados a juicio.
—No puedo dejar que te los lleves...— Comenzaba a argumentar mientras seguían caminando.— Alimento a tu hija, por varias ocasiones. Se arriesgo a que William lo descubriera...
—Todos nos sacrificamos aquí.— Alcanzo a ver por un pequeño orificio como es que James se voltea y le apunta con el arma en las pelotas.— ¿Y la mujer? Sabes que si andas metiendo tus miserias en otro lado...te mato.
—Es importante para mi...le debo.
—¿Qué ha hecho para que sea importante?¿Cómo se llama?
—James...
—De seguro es Hanna Dwig.—Hoffman habla y ambos lo mira. Se quien es.—Ella era mi principal informante antes de que detonara la guerra... Quien me informo de la muerte de Emma y era especial para tu hermana ¿Me equivoco?
Ahora todo tiene sentido. La maldita recibió ayuda desde dentro. Tengo gente que son ratas. Entonces Hanna no era amiga de Emma...Despreciable mujer asquerosa.
Viéndome la cara mientras trabajaba para mi. Los médicos decían que Amira estaba envenenada y quien se encargaba de preparar la comida de ella era Hanna. Las bebidas adulteradas de los soldados, fue Hanna. Por ende, no existe tal cosa como una maldición gitana.
Todo va teniendo sentido ahora, me mantengo en silencio y continuo escuchando lo que discuten.
—Sabes que no me importan las preferencias de las personas muchacho...Pero no quita que simpatizo con el los nazis...Yo no puedo hacer nada ante los que serán jueces.
Solo mis hombres miran mi señal y cuales perros entrenados me obedecen.
Salen con sus armas cargadas y comienzan a disparar junto conmigo. Los tomamos de sorpresa y solo veo como sus malditos cerebros vuelan uno tras otro y caen desplomados al piso. Admito que James es astuto y hábil, mi hermano es igual, pero si juego bien mis cartas sacare ventaja.
Apunto y cual profesional que siempre he sido, veo que el pequeño ciervo esta intentado resguardarse. Sin miedo disparo y atravieso la pierna que ya tenia recuperada.
—¡HOFFMAN!— Mi hermano y James se apuran a ayudarlo. Y eso me dará oportunidad de reventarlos.
Una vez logro ver que se agachan a ayudarle, intentan llevárselo para resguardarlo.
—¡Granate! (¡Granada!)— Uno de mis hombres grita y todos nos ocultamos.
—¡CORRE JAMES!— Es lo único que escucho seguido de la detonación. Seguido de dulces gritos.
Al asomarme de nuevo veo varios de sus hombres en el piso arrastrándose pidiendo ayuda. Entre ellos Hoffman.
— Töte sie nicht! Lasst sie ihre Kameraden holen und sie hinrichten! (¡No los maten! ¡Déjenlos que salgan por sus camaradas y los ejecutan!)— Mis hombres se ocultan y comienzan a inspeccionar a ver quien sale por sus colegas. Un soldado herido es el mejor cebo para acabar con las garrapatas.
Veo como de un extremo intentan salir a ayudar a sus camaradas. Tal cual se predijo un disparo le atraviesa el cráneo.
—¡LARGO!— Hoffman grita comenzando a hacer su acto heroico para que apoyen a Mía, lo mas seguro.—Es una maldita trampa...Los mataran...serán su campo de tiro.
Salgo en un instante y apunto hacia Hoffman atravesándole un hombro.
En un instante solo veo un montón de bombas de humo la cual hace que comencemos a nublar nuestra vista.
—Offenes Feuer! (¡Abran fuego!)— Escuchamos las pisadas y disparamos a ciegas. Con algo de suerte morirán mas de la mitad de los que se sacrifiquen.
Una vez esperamos a que se disipe el humo les ordeno salir a por ellos. Se que huyeron como ratas. Pero por experiencia se que muchas de esas ratas heridas se quedaron y se ocultaron. Mando a hacer un escaneo de la zona mientras yo voy viendo con mira frontal, como es que un camino de sangre se dirige a lo que queda de las estructuras. Voy caminando de la manera mas tranquila y comienzo a silbar.
Escucho claramente como se quejan mientras continuo silbando. Mis botas suenan en el piso con cada caminar. Al encontrar por fin a la rata escondida, me meto a la finca a casi caer y la cierro.
— Yo veo.— Saco mi 9mm y apunto a la pobre alma con la mejilla hecha trizas y tragando sangre.—Al viejo James...ahogándose como idiota, con su propia maldita saliva.
James estira la mano intentando agarrar su arma, me acerco lentamente y la alejo con toda la tranquilidad del mundo.
—¿No puedes hablar? fufufu.— Arrojo una sonrisa ladina y el solo me ve con ojos de pistola pero se esta muriendo de dolor. Lo escaneo de arriba a abajo y veo que tiene mas daños en el cuerpo aparte de la mejilla desecha. Uno de sus tobillos esta hecho trizas. Veo que busca entre su abrigo y a duras penas saca una vieja fotografía.
Se la arrebato y el se intenta aferrar a ella. Al verla solo me percato de que es al parecer su esposa y mía en brazos.
—El anciano se puso sentimental.— Con mi bota comienzo a apretarle su mejilla y James no hace ningún tipo de sonido que indique que le duele. Me guardo su fotografía en mi bolso y me acerco a ver al hombre que me dejo tantas marcas a mi y a mi mujer.—Yo me encargare de cuidar bien a tu hija...se ah portado muy mal y necesita ser disciplinada.
—J...jodete...maldito nazi de m...mi...mierda.
—Ven James...eres el ejemplo perfecto de escarmiento.— Lo tomo de la camisa del cuello y lo arrastro hacia afuera con mis muchachos. Una vez ellos me ven llegar con el. Lo rodean en circulo.
—Verdammtes Englisch!— Escupo en su rostro y mis muchachos ríen junto conmigo.— Ein verdammter Engländer, der seine Eier in einem dreckigen Zigeuner entleert hat (Un maldito ingles, que vacío sus bolas en una sucia gitana)
La risa de mis hombres y su rechazo se hace presente al mismo tiempo y algunos de ellos comienzan a orinarse en el maldito mafioso.
— Daraus entstand die Frau, die für die Räumung unseres Vernichtungslagers verantwortlich war. (Dando como resultado, la mujer que se encargo de vaciar nuestro campo de exterminio.)
—Die Hure der Nazis nennen sie diese Frau
— ¿Necesitas que te repita lo que dijeron mis hombres?
James no responde nada y me ignora por completo. Me agacho a darle unas palmadas a la mejilla y el solo se siente tenso.
—Tu hija tiene a mi mujer...¡Llámala y que me la entregue!
James con mucho esfuerzo me escupe, salpica mi ropa y rostro. Me levanta el dedo de en medio en forma de ofensa.
—Púdrete...ojala ya este muerta...
Lo agarro con fuerza de la mejilla y mis dedos entran en su carne viva. Pensé que gritaría y chillaría de dolor, siento como sus músculos se mueven aun.
—Ojala...llores tanto como Mía le lloro a su hija, a los Barnes...Como Scarlett le lloro a Walker...Tu...les haz hecho tanto daño...Te haz encargado de destruirles a sus personas...amadas...es justo que...mueran por su mano.
—Admito tu tolerancia al dolor...eso es increíble...Pero eso no te va a salvar.— Me encantaría matar a esta sabandija y quebrarla en mil pedazos, pero con el no funciona eso si no se trata de su hija o de su nieta.—Y te sumaras a la lista de muertos...Seria lindo verla volverse loca y ahorcándose por que no pudo salvar a nadie.
James solo se limita a darme una sonrisa ladina y a guardar silencio cual idiota.
Escucho el disparo de una bengala y al ver al cielo veo que ilumina rojo. Al mirar al piso veo que es la maldita gitana que tiene a Amira de frente cual escudo humano. Mi corazón se acelera y cojo a James al igual que ella a Amira y comienzo a avanzar frente.
Le ordeno a mis hombres que no se muevan y bajen sus armas. Mientras veo a Mía de igual modo a acercarse a mi, ni siquiera Carter la esta siguiendo. El esta ayudando a Hoffman a lo que veo. Enserio voy a tener que negociar con una asquerosa mujer...y aparte gitana. ¿Cuánto mas tengo que seguir perdiendo mi orgullo por esta maldita endemoniada mujer?
Esto se va a poner interesante.
XX Venganza
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