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19 | Princesas y unicornios.




           

Terminamos de limpiar toda la casa luego de unas horas. Todos estamos sucios, sudados y cansados.

—¡TERMINAMOS!—exclama Aaron en un suspiro y  se tira al sillón.

Le doy un vistazo a la casa, ahora esta muchísimo mejor. Hasta las ratas brillan.

—Hay mal olor—se queja Leslie.

—¡Pero si limpiamos bien! —exclama Jace con indignación.

—No es la casa, son ustedes—murmura tapándose la nariz—Vayan a ducharse.

Matt huele su axila. Pongo una mueca de asco.

—Está bien, somos nosotros—acepta Matt luego de arrugar la nariz—. Voy a ducharme.

El resto le sigue.  Leslie alza una mano, dándome a entender que quiere que le choque los cinco. Lo hago.

—Las mujeres dominan el mundo—me guiño un ojo luego de que los chicos se hayan ido en fila para darse una ducha. 

—Amen—respondo con una sonrisa.

Son las ocho y algo.  A las nueve, nos van a traer a los niños. No sé por qué, pero estoy emocionada. Y eso que no me agradan mucho los niños.

Subo las escaleras platicando con mi hermana. Si, decidí que ahora es mi hermana. Nada de hermanastra, ni zorra.

Ella se va luego de decirme algo sobre una nueva máscara de pestañas que vio el otro día en el centro. Pretendo prestarle atención. Nos separamos, ella se va a su habitación y yo a la mía.

Entro al baño y me doy una ducha. Algo rápido, para sacar el sudor de mi cuerpo. Bajo el agua, recuerdo a Aaron y como bailamos hoy. Pff, quién hubiese pensado que terminaría en una verdadera sesión de besos.

Flashback.

—Tienes razón, bailas pésimo—dice Aaron separándose de mi cuando lo he vuelto a pisar.

—¿Gracias?—murmuro.

—Creo que ya no siento los pies—dramatiza. Ruedo mis ojos, tampoco para tanto.

Me devuelve una mirada divertida y sonríe... Con esa sonrisa...tan agh. Es difícil de explicar, pero solo Aaron la tiene.

—Te podría dar clases de baile...peroo...

—Pero...—lo miro atenta.

—Tengo miedo de que me quiebres un pie.

Golpeo su hombro—. No es para tanto, Cerdito.

—Sí lo es, cosito, tus pies son armas asesinas.

—¿Gracias?

—De nada.

Se acerca más a mí y le veo las intenciones perfectamente. Nerviosa, me alejo un poco más.

—¿Qué fue lo que dijiste hoy?—intento desviar el rumbo de la situación.

¿Cuando?

Hoy, cuando dijiste que me deseabas.

Su rostro cambia a uno más serio. ¡Bien Indiana! ¡No podías hacerlo mejor! ¡Tenias que mencionar esto!

—Decía la verdad. Me gustas Indiana, y era tiempo de decirlo.

—No te creo—río negando con la cabeza, deseando que no sea verdad porque eso me facilitaría mucho las cosas.

Él asiente con la cabeza. ¿Será momento para decirle que me siento un poco atraída a él? Me limito a asentir.

—¿A ti te gusta alguien?—me pregunta con un cierto brillo en los ojos.

No —respondo— No me gusta nadie.

Asiente y baja la mirada. Trago saliva, ¿acaso no puedo comportarme? Tengo que dejar de temblar y actuar como una niña nerviosa.

Se acerca a mí, intento hacer un paso para atrás, pero tropiezo con un balde, tirando todo su contenido al suelo y resbalo. Aaron me atrapa antes de que caiga. Pensé que estas cosas solo pasaban en las películas.

Nuestras miradas se conectan. Está bien, hay que admitirlo en voz muy alta alguna vez, Aaron es sexy como el infierno. Y me gusta. Y le gusto.

Estamos tan cerca y a la vez tan lejos. No podemos estar juntos así porque sí...lo nuestro es complicado.

No me importa que no me creas—dice Aaron—. A mí me gustas y punto. Eres mía y punto. Nadie puede reclamarte ni tocarte además de mí. Solo mía.

—¿No estás siendo un poco egoísta?—intento bromear pero no cambia su postura.

Finalmente, acerca sus labios a los míos, y los sella, formando una especie de "pacto" que solo él y yo entendemos.

Fin del flashback.

Diantres, ¿Soy suya? ¡Este está viendo demasiada televisión! Alto. ¿Por qué dije Diantres? Maldita Leslie también, por pegarme esa palabra.

Aaron estuvo actuando raro desde la fiesta. Yo sé que le dije que me gusta, pero...¿Por qué se fue de la habitación sin decir nada? ¿Ahora viene con que le gusto?

No puedo evitar pensar que todo esto es una broma bien elaborada.

Sus palabras no paraban de repetirse en mi mente, y dan vueltas y vueltas. ¡Lo odio! Pero me gusta también.

¿Qué nadie puede tocarme además de él? ¿Está loco? ¿Piensa que voy a dejar que me manosee? ¿Quién es para prohibirme algo así? ¡Que se vuelva del pozo por el que salió porque no voy a dejarlo hacer eso! ¡No!

Matt tiene toda la razón después de todo. Somos dos adolescentes estúpidos que no se dan cuenta de que se gustan.

Pero lo mío es un caso especial... Necesito a Alex.

***

Ya había terminado de ducharme, luego de ponerme, unos pantalones cómodos junto a una remera suelta, y un buzo Gap de West, que le saque ayer, salgo de mi habitación.

Justo cuando lo hago, tocan el timbre. Los niños, por poco lo olvido.

Corro hacia abajo con rápidez. Aaron, que trae las mismas pintas desprolijas que yo, abre la puerta, intercambia  algunas palabras con el señor Jackson y él le entrega a los niños, cada uno trae una pequeña mochila en la espalda.

—¡Indy!—exclama Jo, la niña, corriendo a abrazarme. La atrapo y la alzo para que esté a mi altura.

—¡Hola, Jo! —exclamo sonriente.

Luego de bajar a Jo, saludo a Max y a Jules.

—Hola chicos—digo chocando puños, no creo que les agrade que los abrazo.

El resto de las personas de esta casa —ya parece un puto refugio—, bajan las escaleras. También estan vestidos como indigentes. La libertad de estar en casa.

—Bueno—carraspea Aaron una vez que el señor Jackson ha ido—. Ellos son Jules y Max. Son gemelos y tienen cinco.

—¡SEIS!—chillan furiosos los dos hermanos al mismo tiempo.

—Bueno, seis—Aaron rueda los ojos—. Y la princesa, es Jo —la alza, haciendo que se sonrojara—. Tiene solo cuatro.

—Ellos, son Leslie—señalo a mi hermana que los saluda alegremente con la mano—Matthew—señalo al rubio que le tira besitos a Jo—. Westy—mi primo, se limita a sonreír, como tal soldadito de plomo que es—. Y Jace—los recibe con una cara de desagrado.

¿Tanto odia a los niños?

—Bien, ya, si, son bonitos ¿Pedimos pizza?—inquiere este molesto.

—Hermano...Solo son niños—Matthew lo codea. Jace bufa—. Sí, pide cinco.

Asiente y se va.

—Le caímos...un poco mal a Jacy—murmura Max con incomodidad.

—¡JACY!—West estalla en risas y Leslie lo golpea en el hombro para que se controlara.

—No, bebé—se apresura a decir Leslie en un tono empalagoso. Max pone una mueca de desagrado—. No, Max—se corrige ella—. Solo que...no le agradan los niños.

—¿Por qué?—pregunta Jules curioso.

—Porque tuvo una her...—empieza a hablar West pero Matt le tapa la boca para que dejara de hablar.

—Porque no le caen bien y punto—concluye el rubio sosteniendo a mi primo.

¿Jace tiene un hermano?  Que yo sepa es hijo único.

—¿Vemos televisión?—pregunta Leslie para romper el silencio incómodo.

—¡Siii!—exclaman los tres niños olvidando lo de Jace en un chasquido de dedos.

Los guiamos hacia el sillón, dejan sus mochilas en el suelo, y se acuestan.

—¿Qué quieren ver?—pregunta Aaron cambiando de canales.

—¡Peppa pig!—grito Jo como si su vida dependiera de ello.

—¡No!—chillan Max y Jules—. ¡Phineas y Ferb!

Es increíble como los gemelos sincronizan al hablar. Miro a Aaron, se encoge de hombros.

—¡Peppa pig!—pide Jo al borde del llanto.

—¡Phineas y Ferb!

—Pero...—protesto Jo.

—¡Votemos!—exclama Max con una sonrisa en su cara—¿Quién vota por Peppa pig?—Jo, emocionada, levanta la mano.—¿Quién vota por Phineas y Ferb? —Jules y Max levantan la mano sonriendo,  muy satisfechos con su estafa.

—¡Ganamos!—festeja Jules.

Jo suelta pequeños llantitos. ¡No pueden ser tan crueles!

—Yo digo que votemos de nuevo —carraspeo. Max y Jules me miran con desconfianza, pero finalmente se encogen de hombros.

—¿Quién vota por Phineas y Ferb?—pregunta Jules. Él y su hermano levantan la mano.

—¿Y por Peppa pig?—pregunta Max en un tono aburrido.

Jo vuelve a elevar la mano con esperanzas, al igual que yo.  Leslie entiende el mensaje al igual que Aaron y levantan sus manos. West y Matt también.

—Genial, Peppa pig—determina Aaron cambiando de canal.

Pone al famoso programa animado y todos nos sentamos a ver televisión. Jules y Max están molestos, por lo tanto, inquietos.

Max se sube a la espalda de Matthew.

—¡Me vas a romper la espalda! —lo regaña el rubio

—Estoy cómodo—dice él entre risas

Jules no se queda atrás y juega con los brazos de West.

—¡Mira lo que hay en tus manos!—grita Jules. West, alterado lleva la vista a sus manos.

—¿Qué? ¿Qué hay?—antes de que Westy pudiera seguir preguntando, Jules le da una buena cachetada.

Los gemelos estallan a risas, al igual que Aaron y Leslie. Está bien, es gracioso. Río con ellos. West o Westy como le dice Les, se levanta, y alza los dos niños. Max en un hombro y Jules en el otro.

—¿Qué haces?—le grita Jo. Al parecer, la pequeña si quiere a sus hermanos a pesar de todo.

Camino hacia el sillón de al frente y los tira allí.

—No me molesten—advierte con sus cejas alzadas—.  O la próxima se caen a la piscina.

Max y Jules asienten asustados.

—¡No los asustes!—grita  Leslie y corre a abrazar a los niños.

—¡¡Llegaron las pizzas!!—nos avisa Jace desde la cocina.

Aaron toma a Jo entre sus brazos, cosa que se me hizo muy tierna... Espero que así sea con sus hijos. Menos imbécil y más humano. Leslie sujeta de la mano a Max, y con la otra a Jules. Jules le iba contando algo acerca de un tigre.

Yo sé que Leslie es amorosa, tierna, agradable y amable. Solo que le cuesta mostrarse. Al principio, con la gente siempre es fría, malhumorada y perra. Pero cuando toma confianza, puede ser la chica más adorable de la tierra.

Nos sentamos en las sillas alrededor de la mesa. Jo se sienta a mi lado, por ende Johnson también. Jace se procura cenar lejos de los gemelos y Jo. ¿Por qué no le agradan los niños? Sé que pueden ser chillones, malcriados, desobedientes...pero...es decir... ¡Son niños!

West pone unos platos pequeños para todos, junto a un vaso. Hay cinco cajas de pizza en el medio, la cena habitual de todos los días.

—Indy... ¿Tú tienes novio?—pregunto la dulce voz de Jo mientras juega con el queso de su pizza.

—No...

—Es que eres muy bonita.

¿Y por eso debería tener novio? Tomo una profunda respiración. Estoy por responder un "gracias" pero Aaron me interrumpe.

—Sí, es bonita y es mi novia.

Todos los mayores de la abren sus ojos como platos.

—¿Tú eres su novio?—pregunta Jo con sorpresa.

—No—me apresuro a responder para que mi hermanastra deje de mirarme así.

—Es que... Quiere que lo mantengamos en secreto, pero...bueno...—Aaron le guiña un ojo.

West empieza a toser.

—Hermano, necesitas ver un doctor—le dice Max concentrado en su rebanada de pizza.

—¡Dense un beso!—exclama Jo emocionada.

Todos volvemos a abrir los ojos como platos. ¿Qué dijo la niña?

—No Jo, además ¿Por qué quieres ver un beso? —inquiero algo nerviosa.

Ella me responde sin dudar:

—¡Quiero aprender a besar!

—¡No!—Matt se mete en la conversación con pizza en su boca—Estas muy pequeña.

—Yo solo quiero ver un beso como en las pelis —murmura Jo poniendo un adorable puchero.

Aaron voltea hacia mí y sonríe. No lo voy a besar.

—Están locos —suelto negando con la cabeza

—¡Daleee!—protesta Leslie haciendo puchero también—. ¡Quiero ver un beso!

No pienso hacerlo. No en frente de todos.

Pero esos no son los planes de Aaron. Me toma de las mejillas y me atrae a él, chocando nuestros labios rápidamente. Corto y fugáz. Se aleja con una sonrisa cómplice.

—¡Otro más! —pide Jo con pizza en su boca.

***

Agotada, me tiro en el sillón. Acabábamos de jugar al juego que eligió Max. Sácale la cola al burro. No hace falta mencionar que el burro, fue Matthew. ¿Quién más si no?

Él corría por toda la casa, con una media colgando en el trasero mientras gritaba. Todos los demás, íbamos detrás del.

—¡JA!—exclama Aaron una vez que lo atrapa—. ¡La tengo!

Hace un baile con la media azul en su mano.

—¡Tú eres el burro!—exclama Jules festejando.

—¡No!—suspiro—. ¡No más burros! Hagamos otra cosa.

Ya son las 12 y los niños no se van a dormir. No creo que estemos siendo buenos niñeros. Además, West les está dando demasiados caramelos. Podrían tener dolores de estómago más tarde.

—¡Princesas y unicornios!—grita...¿Leslie?

—¿Qué es eso?—pregunto girándome. En mi vida hacía oído ese nombre.

—¡Sí! ¡A lo que Leslie dijo!—Jo trepa a la espalda de West.

—¿Y cómo se juega?—pregunta Max.

Escaneo la sala de estar una vez más. Jace se fue a dormir apenas acabamos la pizza. Estaa actuando muy raro. Es decir... Está bien, no le gustan los niños pero... hay algo raro.

—Somos ocho —declara Leslie con emoción. Qué gran observación, sis—. Cinco, van a ser unicornios y los o las otras tres princesas. Las princesas, deben darles órdenes a los unicornios y ellos deben obedecerlas.

—¡Yo soy princesa!—grito.

—¡Y yo!—dijo Leslie y Jo.

—Eso no es un juego, es tortura —se queja Aaron.

Ponemos tres sillas en el medio de la sala. Jo se sienta en el medio, yo en el lado izquierdo y Les en el derecho.

Los cinco unicornios, Jules, Max, Matt, West y Aaron se acomodan en una fila con cara de pocos amigos.

—¡Unicornio West!—dijo Leslie.

Mi primo da un paso adelante.

—¡Baila la macarena!—exclama Leslie sonriente y mira por el rabillo de sus ojos a Jo, quien se ríe.

Eso hace West, solo para entretener a Jo.

—¡Tú! ¡Unicornio Aaron!—exclama la niñá muy divertida con el juego.

Aaron da un paso adelante.

—¡Dale un beso a la princesa Indy!

¿¡Y a esta que le pasa con los besos?!

Sonríe y sin problema alguno, se acerca a mí. Coloco mis manos sobre su pecho para alejarlo. Me sostiene las manos y me besa sin importar. Y yo soy demasiado débil para m gusto, así que le respondo el beso. Es largo y podría decir que caliente.

Aaron hace que me levante de la silla. Gracias al cielo, esa silla estaba muy incómoda. Me toma de la cintura sin pudor  y me guía escaleras arribas. ¿Este qué pretende?

Nos tropezamos en los primeros escalones, pero entre besos. Logramos subir. Oh, joder, debemos estar dando un espectáculo.

Aaron me lleva a su habitación, nosotros, seguimos besándonos. No me importa más que hoy tuviéramos que hacer de niñeros ni que nuestros amigos estén abajo.

Caemos en la cama. Yo solo lo quiero a él.


NOTA de la autora (2015):

Hola preciosos y preciosas. Alto. ¿Algun hombre lee la novela? Haganse saber.

En fin.

jajajajaja. Soy mala. Los deje ahi, en un final medio...mh...

Que creen?

¿Indy lo va a frenar?

¡ESTO ES UN MILAGRO! Subi tres veces seguidss en un periodo corto de tiempo.
Sisisis.

Les recompenso ahora, porque cuando entreguen los informes en el colegio, me van a sacar todo

YA SOMOS 13K. GRACIAS GRACIAS.

Falta poco para que aparezca Alex... y Scott

Nos acercamos al final....

Nah mentira. Falta todavia. Unos 20 capitulos.

Ya estoy densa...mejor me voy

¿alguna de aqui hace hockey o acrobacia en tela?

Yo hago los dos

EDICIÓN 2018: nope, ya no haces ninguna de esas dos cosas.

Edición 2019: descubriste que te encanta bailar y los escenarios

Bye

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