Subo a mi habitación entre risas. Me fui sin comer, el olor a vomito de Jace era insoportable. Sigo sin entender como no salieron corriendo todos. Hubiera sido mejor si el estúpido de Matthew  no hubiera arruinado la broma diciendo que lo suelte, pero que va,  de todas formas, acabo vomitando. Ruego que luego con diarrea.

Llego a mi cuarto, con una sonrisa. No puedo creer que lo hice. Por un momento, me sentí un poco mal por lo que hice hace unos minutos. Quizá deba bajar y disculparme...Es decir... el intento ser gentil conmigo después de todo.

Pero ¡No! ¡La nueva yo no haría eso! ¿O sí? Me confundo esto de cambiar me está afectando. Ya veremos que sucede mañana.

Me coloco mi pijama de vacas que consistía en un short y una camisola simple, y me meto en la cama, no tarde en cerrar los ojos quedarme dormida en un profundo sueño.

Por la mañana me levanto.  No por los «rayos de sol que entraban por mi ventana»  ni por «los gritos de alguien» solo, me desperté y listo. ¿Acaso ya nadie se despierta así? Me fije en mi reloj la hora. 10:20 de la mañana.

Me estiro por diez minutos mientras intento pensar cómo demonios enfrentaré este día. Termino por pararme y vestirme con un look muy playero, shorts, una remera suelta y claro, la bikini por debajo. 

Al no haber cenado anoche, mi hambre es tan grande que podría comerme un jabalí. Salgo de mi habitación y al hacer el típico recorrido del pasillo, encuentro una puerta entreabierta.

Decido echar un vistazo...  Soy curiosa. Sé que la curiosidad mató al gato pero el gato murió sabiendo.

Por eso después tengo problemas con la gente y también por esa justificación tan sin sentido.

En la habitación están Leslie y Matthew durmiendo fundidos en un abrazo. No sabría decir si están desnudos o no, agradezco que una sabana tapara sus cuerpos.

Como sea, sí que son rápidos.

Espero que hayan usado protección. No quiero una mini Leslie corriendo por mi casa. Oh Dios, eso sería terriblemente malo, si. Si con una tengo suficiente...Mierda.

Reí al hacerme una idea de eso. ¿Leslie mamá? Claro.

Entro a la cocina y me sorprendo al encontrar a Aaron en ella. ¿Quién en su sano juicio se levanta tan temprano? Claro, Aaron Johnson. Es callado, pero es el peor de todos por lejos. Odio estar cerca de él.

Ignoro su presencia, que empezaba a ponerme nerviosa. Estaba solo en boxers. ¡Solo unos putos bóxers!

¡Maldita sea!

Tenía que tener ese cuerpazo y...

¡Ay,  ya cállate Indiana!

Mi mirada se desviaba a sus abdominales.  

Soy mujer. Solo lo recuerdo.

No digo nada, él menos. En silencio me preparo un tazón de cereales con yogurt.

—Buenos días, Indiana—me saluda sin mirarme cuando tomo asiento a su frente. Su voz casi fue sarcástica.

—¿Y ahora te sabes mi nombre?

—Siempre lo supe.

—Ajá...—murmuro sin despegar la mirada de mis cereales.

Sus ojos azules son jodidamente fuertes.

—Hace mucho que no hablamos... —comenta.

—¿Nos hablamos? —elevo la mirada y subo mis cejas.

Suspira.

—Me sigues odiando, ¿verdad?

—Nada ha cambiado, Johnson —arrugo mi nariz.

—Podría haber sido otra cosa —trae el "tema" de conversación.

—Pero no lo fue, deja de molestar.

Estoy tentada a estrellarle el plato de cereales en la cara.

—Indy... Recuerda que yo tengo algo muy importante para ti—dice Aaron haciéndose el interesante.

Que pocas neuronas. ¿O es que no activa a la mañana?

—Y te recuerdo... Querido Aaron—sonrio rebalsando sarcasmo—.  Que yo también tengo algo muy importante tuyo.

Sin más, me levanto de la mesa sin importarme dejar los cereales a medio comer. Dejo a un Aaron pensativo en ella.

(...)

Ahora me encuentro en mi habitación. Ya terminamos de almorzar, fue algo simple. Unas hamburguesas que cocino West. Jace ni siquiera me dirigió una mirada al igual que Matthew. Mejor. Yo almorcé las hamburguesas en silencio, mientras ellos charlaban. ¿Que creían? ¿Qué hacia una broma y seria toda una sin vergüenza? No. Lástima que no. Además ¿Cómo se inicia una conversación con ellos? No tenemos un tema en común. Nada.

Aaron dio la orden de que saldríamos a pasar la tarde en la playa.  Nos dio 15 minutos para vestirnos.

¿¡Ahora se hace el jefe?! ¡A este chico nadie lo soporta! Odio cuando hace eso.

Leslie protesto. Quería más tiempo.

¿¡Más tiempo para que?!

Nos vamos a la playa no a un desfile de moda

Por suerte, ya tenía mi bikini puesto. Me miro al espejo de cuerpo completo. Nunca me he sentido insegura con mi cuerpo, mucho menos ahora ya que Alex fue tan jodida que me hizo pasar todo un año yendo a un gimnasio. Elevo mi camisa y observo con las mejillas sonrojadas la perforación que adornaba mi estomago. Es brillante.

¡No! ¡Yo no soy así! ¡Perdí una apuesta con Alex hace como dos meses!

Me lo tengo que sacar, nadie sabe de la existencia de eso. Me bajo un poco la remera, tapándolo. Uso unas sandalias, y armo un bolso con toalla, y esas cosas. No pesaba mucho.

Cuando acabe, me di cuenta que casi no había demorado nada, los otros ni habían bajado de sus habitaciones. Me tire en el comodísimo sillón blanco a ver televisión, al rato, bajaron los chicos, charlando sobre una fiesta que sería mañana por la noche... no escuche mucho.

Se tiraron en los otros sillones, ignorándome.

—¿Jessie? ¿Enserio?—pregunta Matthew al ver lo que daba en la tele.

—No jodas Oliver—advertí.

—¡Uh!—se hizo el asustado—La nerd se rebeló. ¿Vieron chicos?

Eso. Lo que dijo, ya no me hirió. Me enojo y bastante. Pero decidí ignorarlo ¿Que mas iba a hacer? ¿Amenazarlo? ¿Golpearlo? Ni que fuera una matona. Estas cosas hay que, como dice mi amiga Taylor "shake it off" .

Ojalá fuese mi amiga.

Sigo viendo televisión, haciendo de cuenta que Matthew no hizo ese comentario tan desagradable. Hasta que oí que alguien bajaba las escaleras. Intrigada, aunque ya sabía quien era, me gire a ver.

¡Atención, muchachos!

Leslie Stuart hace su fenomenal entrada, no trae remera, por lo que veo su bikini negro. Es diminuto. Los cuatro playboys se giran a ver a la Diosa griega de mi hermanastra. Hasta West que es ya su primo. Leslie parece estar posando al comienzo de las escaleras. Los cuatro estúpidos la siguen viendo sin tregua. Creo que hasta me podría tomar una siesta y cuando me levante, la situación sería la misma.

Me reincorpore del sillón.

Toso

—¿Nos vamos o la quieren violar con la mirada un poco más?

Los chicos reaccionaron algo incomodos y se pararon de los sillones blancos, quitando la mirada de mi hermanastra.

—Bien, vamos—declara West y todos nos dirigimos hacia la puerta.

Hay  gente en la playa, pero no espara exagerar.  En la zona en la que ponemos  la sombrilla y nos instalamos, no hay mucha gente solo unos chicos jugando al volleyball a unos metros. Lo primero que hace Leslie es tirarse a tomar sol. Yo me pongo debajo de la sombrilla y me tiro a leer un libro.

Los chicos anuncian que iban al agua, asiento sin darle importancia y me tiraron sus "bebés" es decir, sus celulares para que los cuidara. Me vi tentada a enterrarlos en la arena.

Luego de unos veinte minutos, quizás,  Matthew, Jace, West y Aaron vuelven. Todos mojados de pies a cabeza. Quito la mirada de mi libro. Ahora parece inútil.  Se ven realmente bien. Todas las chicas giran a verlos, no me sorprendería que chicos también.

¿Por qué mierda le inspiran a todos que ellos son perfectos y que tienen que ser así? Me enferma.

Igualmente no puedo evitar mirarlos yo también. Aaron me pilla haciéndolo. Rápidamente, baje la mirada a mi libro. Siento su mirada en mi como si fuese un laser. Quiere ponerme nerviosa, lo sé. Y lo estaba logrando exitosamente. Trato de concentrarme en las palabras del libro...Mierda. Ya se me olvido leer.

¡JAJA! ¡Broma! Bueno...pero siento que no puedo seguir con mi lectura a medida que se acercan. Cierro el libro, lo dejo a un costado y saco mi celular.

Había recibido un mensaje de Alex hace quince minutos aproximadamente.

De: Alex Hoffmann

¿Volviste a ver a Chris? Mándame una foto si lo vez :) Quiero ver que tan bueno esta para que te guste.

Me reí y conteste:

Para: Alex Hoffmann

No, no lo vi. Y no creo que lo haga. ¡Le dije que tengo novio! Y no lo tengo...así que...no sé. ESTA BUENO...:S

Siento unas manos frías tomarme de las piernas. Chillo, pero ya es tarde. Me elevan del suelo y me colocan en los hombros de alguien. Mi celular cae al suelo.

¡No! ¡La pantalla se va rallar! Uh joder, a punto de secuestrarme y me preocupo por eso. Que jodida esta la nueva generación.

—¡Bájame!—pido a la persona que me estaba agarrando. Oigo una risa...Oh, Dios...como olvidar esa risa malévola—. ¡BÁJAME,  AARON!—exclamo con seguridad y muy fuerte.

Miro  a todos lados, en busca de ayuda. Matthew, Jace y West se retorcían a carcajadas. Estoy perdida.

—¿¡Enserio, West?! Pensé que éramos amigos...Es decir... ¡SOMOS PRIMOS! AYÚDAME.—grito pero solo niega con la cabeza.

Entiendo. Herí a su novia Jace ayer, está resentido.

—¡¡Aaron!!—lo regaño golpeando su espalda con mis puños cerrados—. ¡Me quiero en el suelo! ¡Ahora mismo!

No me hace caso y sigue caminando. Estoy a punto de gritar de nuevo cuando habla:

—A tus órdenes.

Sus manos abandonan mis piernas y caigo de lleno en agua salada. Que por cierto...¡ESTA HELADA! Toda mi ropa esta mojada ahora, mierda.

Estúpido. Idiota. Inmaduro. Tonto.

—¡Estúpido!—grito y me levanto. El agua me llegaa hasta la cintura, por lo menos tomo una sabia decisión al no arrojarme en la orilla.

Aaron mira a los chicos y me señala riendo. Oh, maldito bastardo. Llego a él y me tire encima del para hundirlo.

¡Que no respire, que no respire!  Efectivamente lo agarro por sorpresa y logro hundirlo. No vuelvo a ver su cabeza.

—¿A... Aaron?...—pregunte con temor al ver que nada sube.  No obstante, unas manos me sorprenden tomándome de la cintura. Con una fuerza sacada de vaya uno a saber donde, me alza y me lanza de nuevo al agua.

Salgo a la superficie y ya tenía a Johnson a mi lado.

—Lindo bikini—comenta mirando mis pechos.

¿Ah?

Baje la mirada y me di cuenta de que mi remera blanca se había transparentado, dejando a la vista mi bikini rosa pastel.Lentamente, me hundí bajo el agua.

Me muero de vergüenza.

Nado lejos de él.  Aaron no duda en seguirme. Intenta nadar rápido pero las olas logran detenerlo un poco. Cuando pienso que nunca me atrapará, me toma de la mano hasta que quedamos frente a frente. Respiración contra respiración.

—Yo...Em...Lo siento, no fue lo que creíste —dice. 

¡Tan bien iba el momento! ¡Tuvo que mencionar eso!

—¡Estabas mirando mis tetas!

Su mirada vuelve a descender. Le lanzo agua en la cara, a lo que cierra sus ojos.

Los abre y hace un esfuerzo sobrehumano para mirarme a los ojos. Digamos que nací dotada en ese sector.  Estallo a carcajadas cuando una ola gigante se lo lleva.

La ola se lo llevo lejos, casi a la orilla. Me acerco a él entre risas. Esta tirado en el suelo cubierto de arena.

—Esto no se termina aquí,  Adams—Aaron con una sonrisa perversa—. Tienes dos segundos para correr.

¿Saben qué? Pensándolo bien...Le hago caso.

Salgo corriendo por la orilla lo más rápido que pude. Cardio nunca fue mi fuerte. Volteo rápidamente y lo veo acercándose. Nos habíamos alejado bastante de los chicos, la corriente nos llevó lejos.

Vuelvo a girar mi cabeza mientras corro para ver que tan cerca estaba.

De repente, choco con alguien. Caigo de culo a la arena. Siempre un papelón.

—¿Indy?—pregunta alguien,  subo la mirada intrigada  y veo a Chris. Oh dios. Inmediatamente me sentí como un Bambi recién nacido, no puedo pararme. Nervios, shu. Solo es Chris, el chico que te gusta hace años.

—Hmm.. .Lo siento—vuelve a decir—. Debemos dejar de encontrarnos así.

—Si—murmuro parándome.

Ahora me doy cuenta de la situación.

Chris estaa de la mano con una chica rubia como yo. Es bonita, alta, piernas de un sueño, flaca, ojos café. Muy linda a decir verdad.

Supongo que es Sophie, su novia.

—Indy, ella es Sophie mi novia, Sophie ella es Indy, una vieja amiga—nos presento.

«Una vieja amiga» perfecto.

—Encantada—dice  la chica con una sonrisa.

Encima parece simpatica.

—Lo mismo digo—murmuro algo incomoda. En estos momentos deseaba más que nada que la tierra me tragara.

—Venimos a pasar un día en la playa...ya sabes... ¿Tu novio esta por aquí? Llámame loco pero tengo ganas de conocerlo.

Esa pregunta me tomo por sorpresa, no me la esperaba.  Intento no ponerme nerviosa.

—No. Verás, él... —

—Está aquí —escucho una voz a mis espaldas.

Me gire y ...  ¡Damas y cabelleros! ¡Aaron Johnson!

Se acerca con no sé qué confianza y me rodea por la cintura con sus manos. Mi cuerpo se pone rígido y cien veces más cuando se atreve a darme un beso en la mejilla.

—¿Aaron Johnson?—pregunta atónito Chris–. Pensé que ustedes...

—Un gusto,  Chris—saluda Aaron, interrumpiendo descortésmente como de costumbre—¿Cómo estas? ¡Tanto tiempo, bro! ¡Te borraste del mapa hace tiempo!

Chris iba a contestar, pero decidí dejar de humillarme a mí misma.

—Me encantaría quedarme a charlar, pero nos están esperando—digo asqueada por el hecho de que Aaron me estuviera abrazando. Intento disimularlo lo mejor que puedo.

Tomo a Aaron de la mano comenzamos a caminar hacia donde originalmente estábamos.

—¿¡Y eso porque?!—exclame una vez que nos alejamos de "la parejita feliz"

—No tienes porque enojarte...Te salvé. Así que espero un gracias, eh.

—¡Mentira! ¡Lo tenía todo controlado!—me defiendo.

—Si...Mentirle a Chris que tenias novio, para darle celos, cuando nunca lo tuviste—Aaron y su ironía resumen la situación.

—¿Como sabes que estaba celosa?

—¡Porque sé de estas cosas Indiana! Además, su novia esta buenísima. Es simple.

—Mierda—murmuro.

—¿Qué sucede?—pregunta Aaron extrañado.

—Pensé que tu solo sabias follar a todo lo que se mueva—digo masajeándome el puente de la nariz.

—Además de eso, se hacer muchas cosas más.

—Bueno... Supongo que debo agradecerte—murmuro.

—Sí, hazlo—sonríe con arrogancia.

Que lo jodan.

—Gracias—murmuro en voz baja.

—Dilo más fuerte, no escuche.

—Gracias—hable en un tono normal.

—¡¿COMO DICES QUE DIJISTE!?

—¡¡GRACIAS!!—exclamo llamando la atención de muchas personas en la playa—. Y deja de ver Hannah Montana, ya estas viejo.

—Nunca—arruga su nariz y se aleja de mí.

Sigo sus pasos y llegamos a nuestra sombrilla.

—¿Qué paso ahí?—pregunto Matthew  con el ceño fruncido—. Eran ustedes.

Le doy una rápida mirada a Aaron.

—¿Ese era Chris?—pregunta Leslie.

—Sí—respondo.

—¿PERO QUE MIERDA PASO AHÍ?—vuelve a repetir Matthew.

—Es que...Vi un unicornio

—Un alíen se acercaba

Dijimos las dos cosas al mismo tiempo haciendo confundir más a los chicos.

—¿Vieron un unicornio mientras un alíen se acercaba y decidieron abrazarse?—pregunta West con confusión.

Aaron y yo asentimos enérgicamente con la cabeza.

—No les creo ni mierda—Leslie se cruza de brazos.

—Yo tampoco—agrega Jace.

—Bueno...Es que estábamos hablando con Chris... Y le comente que vi a una chica que abrazaba así a un viejito—explica Aaron. Joder, no debí dejar que el de una neurona hable—. Y Chris no entendía como mierda fue, entonces lo demostré con Indiana. ¿Verdad?

—Verdad—me alzo de hombros.

Los chicos asienten no muy convencidos.  Ellos tampoco son brillantes.

Aaron se tira con su celular como los demás.

Yo no soportaba la ropa mojada, me alejo un poco de ellos y me quito la remera. La exprimí para que el agua saliera. Elevo mi mirada y veo a Aaron me escaneándome de pies cabeza.

—Mirada en tu celular, Johnson—advierto y él rápidamente baja la mirada a su celular con una sonrisa en su cara.

—Quien lo diría, tienes un pircing. Las cosas han cambiado.

Pongo mis ojos en blanco y repito el proceso con mi short. Cuando termino, dejo la ropa secando y me acerco a donde nos instalamos. Las miradas en mi cuerpo se hacen presentes.

Como repetía playboys, mujeriegos, egocéntricos, inmaduros, idiotas, estúpidos. Antes era una nerd —hace una hora— ahora soy una cosa atractiva con patas a la cual se van a tirar.

No me quedo ahí, sin hacer nada, me tiro a en la arena y tomo mi celular.

Un nuevo mensaje.

De Alex Hoffmann:

¡No te olvides de mandármela!

No pienso volver a verlo nunca más.

Para: Alex Hoffmann

Tenemos que hablar, ya. Llámame apenas veas el mensaje.

Dejo mi celular a un costado y vuelvo a mi libro para distraerme un poco.

Que día de locos.

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