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Capitulo XXV parte II

11:55 p.m

—Cuando éramos jóvenes—Judith relatava—Julissa Bratter estaba totalmente enamorada de Dustin Jones—dijo viendo al hombre atado a su lado—Ellos...ellos... Yo no podía permitir que estuvieran juntos...

Julie se sentía confundida, no entendía nada de lo que le estaba contando la mujer amarrada enfrente de ella. Llevaba al menos unos quince minutos contando la historia de su vida. Pero eso no ayudaba mucho, parecía que solo quería ganar tiempo.

Killer caminó hasta Judith y pasó la daga por su rostro haciendo un pequeño corte. Luego la tomó del cuello y llevó la daga a este.

—Ese no es el tema, querida—comenzó a golpear el cuello de la mujer sin llegar a ser muy brusca—Quiero que veas a Julie y le cuentes la verdad, dile la verdad sobre la familia Becher, dile lo que ella es ¡Dicelo!

Judith suspiró y continuó con su historia.

—Durante generaciones... La familia Becher ha sido líder de la secta de Cold Town, con el tiempo la daga sagrada va pasando de mando, mis padres acordaron que le darían la siguiente daga al último miembro nacido de los dos hermanos mayores. Tomás era el primero y yo la segunda—relató con su mirada fija en Julie—Tomás y yo teníamos el mando de la secta, todo el mundo lo sabía.

«Yo quería a Dustin para mí y a él le gustaba Julissa, así que hicimos que ellos se separasen. Todo iba de acuerdo al plan, Julissa y Tomás tuvieron a Jeremy Becher, el primogénito, así que él no podía ser el líder. A Tomás no le importaba, así que me embaracé de Dustin. Lo que yo no sabía es que él seguía viendo a Julissa a escondidas y ella también quedó embarazada... Para su desgracia yo me enteré de todo lo que ella estaba haciendo con mi esposo, no iba a permitir que eso se quedará así... Entonces idee un plan, uno donde ella sufriera. Le conté mi plan a  Tomás, pero él dijo que no le importaba y que quería terminar ya con la secta, pues quien tenga el poder de ella puede decidir si terminar la secta, terminar los asesinatos o continuar con ellos. Yo quería continuar, así que supuse que él también tendría que sufrir.»

Julie jadeó cuando Daniel Collins se acercó a quitarle el aparato de la intravenosa. Se sintió aliviada y continuó escuchando la historia.

—Para mi desgracia, Julissa iba a tener una niña y yo gemelas, eso me tenía al borde, pues si una de mis hijas nacía después de la hija de Tomás, yo tendría el poder en mis manos, solo en mis manos. El día treinta de noviembre a las once cincuenta p.m, mi primer hija nació—Llevó su mirada a la chica a su lado y le sonrió—Julieth Jones, unos minutos después, a las once cincuenta y nueve p.m nacieron dos niñas al mismo tiempo, Julie Jones y Lucy Becher, la hija de Tomás y Julissa Becher.

«Lucy nació antes, yo no podía permitirlo, tenía que hacer sufrir a Julissa por haberse acostado con mi hombre y por haberme traicionado, ella era mi amiga y él mi esposo —mantuvo su vista fija en Julie por unos segundos, luego la llevó hasta Killer—Así que me levanté de la cama donde estaba y fuí a la sala de bebés, tomé...a mi hija, Julie y la tiré por el ducto de basura... Luego tomé a Lucy Becher y la cambié, la hice pasar por mi... Julie, pagué a unos doctores para decirle a Julissa y Tomás que su hija había nacido muerta. »

La sala se quedó en completo silencio, Julieth ya no lloraba, solo veía a su madre sorprendida. Dustin en cambio, se sentía asqueado, asqueado porque durante tantos años él nunca supo que todo este tiempo había dejado que dañaran a una pequeña chica inocente. A su hija

Julie no tardó en entender todo y conectar cada situación de su vida.

—A las semanas—continuó Judith—Me enteré que Kate Collins había encontrado a una bebé, a mi bebé. Ella quería escapar de Cold Town y yo la ayudé, se llevó a mi hija... Años después, puse un último trabajo para la secta... Y ese era acabar con Tomás y Julissa Becher... Yo me quedé con sus hijos y deshice la secta, me encargué de hacer sufrir a sus dos hijos sabiendo que ambos debieron estar retorciéndose en sus tumbas, o más bien no en sus tumbas—rió de manera extraña—Quemé sus cuerpos... Y las dagas...desaparecieron...

—Entonces...—Julie miró a Killer Quien también la miraba—Tú... tú eres su hija—murmuró—Y yo...yo soy hermana de Jeremy... Yo tengo el poder de la secta...

Killer se alejó de Judith para ponerse frente a Julie, ella tenía la mirada perdida, trataba de procesar todo lo que estaba pasando.

—Puedes cobrar venganza, Julie—Killer la desató—Puedes hacerlo, tú eres la líder de la secta, puedes deshacerte de ella, puedes matarla de la misma manera en la que ella mató a tus padres, Julie...

«Solo tienes que tomar la daga y terminar con todo esto, solo necesitas eso, Julie. Un movimiento rápido, eres primeriza así que debes apuntar aquí—con su dedo, Killer toca el centro del estómago de Julie—Cuando lo hagas, tú serás la líder absoluta. Podrás matar a todos los que quieras, cariño—se encargó de ayudar a Julie a ponerse en pie y le acarició la mejilla—Solo tienes que hacer eso, Julie. Elige a quien tú quieras, a Judith, a Julieth o a Dustin Jones, no importa, solo tienes que asesinar a alguien, yo lo hice. Asesiné a la mujer que me crió, la maté apuñalandola una y otra vez, Kate Collins me crió, me trató bien y aún así está muerta por mi ¿Que te impide a ti asesinar a estas personas que siempre te han tratado mal? Será una solución fácil.»

La sala se quedó en silencio por unos segundos hasta que los gritos de Jeremy Becher entrando a la habitación con Deckard siguiéndolo. Pero no pudieron acercarse a Julie pues Jacob y Camila Collins obstruian el camino.

—Julie, no la escuches. Te está mintiendo, en cuanto asesines a alguien ella te asesinará a ti—Jeremy trataba de acercarse a ella pero Jacob lo detenía—No le creas nada, Julie.

Jacob comenzó a tomar a Jeremy con fuerza haciendo que se quejara, rápidamente Deckard se acercó.

—Sueltalo—Jacob obedeció, pues Deckard era una ficha importante del juego—Julie, él tiene razón. Te matara, ella hizo que mi madre la ayudara y la mató, hará lo mismo contigo—a comparación de Jacob, Camila detuvo a Deckard para que no se acercase a Julie—Dejenla ir, déjenla. No caerá en tu juego, Killer.

—Llevense a Deckard y a Jeremy de aquí—ordeó Killer mientras sonreían—Llevalos al sótano y quiero que acabes con ellos.

—¿Qué?—Julie trató de avanzar pero Killer la detuvo—Ellos no tienen que...¡No les hagas daño!

—¿Por qué habría que salvarlos, Julie? Ellos también te mintieron.

—¿Qué?

—Julie, Jeremy lo sabía todo, sabía la verdad de tu familia, sabía la verdad sobre ti y Deckard... Deckard sabía más que nadie, él me ayudó a traerte hasta aquí ¿Realmente le creíste todo lo que te dijo? ¿Que le gustabas?

Julie llevó su vista a Deckard, pero este no dijo nada.

—Llevenselos—murmuró Julie y Killer sonrió.

Jacob y Camila obedecieron con Daniel siguiéndolos, dejando en la sala solos a todos los Jones en la sala.

Killer comenzó a pasearse entre las sillas de la familia Jones, mientras Julie se mantenía con la vista fija al suelo. Sabía que todo esto estaba mal.

—Entonces, Julie ¿Quien será el afortunado de ser el primer asesinado por nuestra querida Lucy Becher?—Killer rió al ver las lágrimas en los ojos de la familia Jones.

Julie sonrió y la vio para responder.

(...)

En el sótano, Jeremy y Deckard estaban siendo atados. Jeremy miraba con súplica a Daniel Collins, pero este no podía hacer mucho. En cuanto el olor a quemado comenzó a expandirse por el olfato de los presentes. Todos se pusieron alerta.

—¿Qué es ese olor?—preguntó Camila asomándose a abrir la puerta justo en el momento dónde un arma se escuchó.

La bala impactó directamente contra la frente de la jóven, cortando así su vida.

Jacob no tuvo tiempo de reaccionar pues su fue tomado bruscamente por el cuello. Connor Collins, su hermano había puesto su daga justo en su garganta. Jacob llevó la vista a su sobrino que yacía en el suelo atado, este le sonreía de manera genuina luego llevó su vista al cuerpo sin vida de Camila.

—¿Nunca te lo dijeron, tío Jacob?—preguntó Deckard—Las balas son mucho mejores que viejas dagas.

—Connor...—Jacob trató de excusarse, pero sabía que él no lo escucharía.

—Te dije que no te metieras con mis hijos, tú le lavaste el cerebro a una chica que no tenía rencor alguno y la convertiste en un mounstro—dijo viendo a Camila—Todo eso se paga, hermano.

—¿Tú no quieres esto?—trato de safarse—Los Becher nos han quitado muchas cosas, nos culparon de todo.

—La venganza nunca es buena, arrastraste a mis hijos a esto, sabías que Kate también estaba de vuelta aquí y nunca dijiste nada.

En un rápido movimiento, Jacob arrebata la daga de Connor y lo apunta con la misma.

—¿Sabes por qué no lo hice? Porque ella se acostó conmigo y me rogó que no te dijera nada, eres tan cobarde, Connor ¿No crees?—caminó hacia atrás chocando con el cuerpo de Deckard—Será un placer para mí asesinar a tu hijito querido y...—miró a Daniel—Los asesinaremos a ambos ¿Por qué no?

Jacob se agachó para degollar a Deckard, estando a centímetros una bala impactó en la cabeza de Jacob Collins quitando su vida. La bala rozó la frente de Deckard y este se quejó.

Deckard alzó su vista para encontrarse con aquel cabello azabache que odiaba pero, ahora había sido de ayuda.

—Maldita sea, Jordan—murmuró—Casi me matas a mi también.

—¡Perdón!—dijo aquel chico asustado—Aun aprendo a usar estas cosas—levantó el arma de fuego que llevaba en las manos.

Connor Collins llevó su vista a su hijo que estaba pegado en la pared tratando de analizar todo lo que había sucedido.

—Papá yo...—Daniel trató de hablar, más su padre lo hizo callar.

—Ahorrate las explicaciones, ayúdame a desatar a tu hermano y a Jeremy.

Rápidamente ambos chicos fueron desatados, Jeremy comenzó a olfatear.

—¿Por qué huele a quemado?—preguntó.

—Oh, la casa se incendia—respondió Jordan con tranquilidad.

Todos los presentes lo miraron asustados.

—¿¡Que!?—dijo Deckard abatido—¡Se suponía que la incendiarias cuando todos estuviéramos fuera!

—Oh...

—Julie...—dijo el chico de ojos grisaseos en un susurro.

Todos los presentes comenzaron a salir del sótano rápidamente, Jeremy se asomó a una de las ventanas para ver cómo el fuego se extendía a los alrededores de la casa.

—Hay varias trampas, así que cuidado—advirtió Jordan mientras seguían su camino.

No tardó mucho desde que lo dijo cuando Jeremy pisó una. La trampa se enganchó a su pierna haciendo que empezara a sangrar. Soltó un grito de dolor y Deckard corrió a ayudarlo.

El lugar era oscuro, el pasillo era iluminando apenas por un poco de luz de luna, pero aún así Deckard podía sentir que Jeremy comenzaba a desangrarse.

—Sigan, sigan—dijo Jeremy—Solo... denme un segundo.

—Estás sangrando...—murmuró Deckard. Lo vió por unos segundos y supo que él no podría continuar pero aún así iba a decir que se quedaría. El calor del fuego comenzaba a sentirse pues la parte delantera de la casa estaba prácticamente en llamas.— Jordan—habló hacía el chico de cabello azabache que, aunque no lo demostrase, estaba muerto de miedo por el fuego.

—¿Si?

—Quiero que Daniel y tú se lleven a Jeremy por la puerta trasera—ordenó—Mi padre y yo rescataremos a Julie.

—¿Qué? ¡No! Yo voy con ustedes—se apresuró a decir Jeremy.

—No, saquenlo de aquí.

Daniel Collins trató de tomar a Jeremy para llevárselo pero este le lanzó un manotazo.

—¡No me vas a llevar de aquí! Deckard iré contigo.

—Que no, estás sangrando.

—No me importa.

—Jeremy...

—¡Deckard!

—¡Jeremy!

—¡Deckard!

El mencionado se lanzó a su lado nuevamente, tomándolo por las mejillas para que lo mirase.

—No quiero que salgas lastimado ¿De acuerdo? Y este lugar se está prendiendo en fuego. Tienes que irte de aquí, te prometo que sacaré a Julie con bien, pero te lo dije, te pondría a ti por sobre todas las cosas.

«Te amo y no dejaré que te lastimes mas en este lugar ¿De acuerdo? Estaremos bien, lo prometo»

El chico lo vió y no lo contradijo, dejó que Daniel y Jordan lo ayudaran a ponerse en pie y a pasos apresurados los tres chicos salieron de la casa por la parte trasera, mientras Deckard y Connor Collins se dirigían piso arriba para rescatar a la familia Jones, o al menos a una de ellos.

(...)

11:57 p.m

En la sala de arriba, Julie se mantenía en silencio, observando a las tres personas atadas frente a ella. Todos en la sala merecían morir, pero sobre todo Julieth y Judith, mas la última que era la que le había desgraciado la vida entera.

—¿Ya decidiste, Julie?—Killer preguntó observandola.

—Tengo una pregunta—respondió la castaña—¿Por qué elegiste este día? ¿Por qué me secuestraste mi cumpleaños?

—Nuestro—la corrigió—Lo elegí porque decidí que ya habías vivido lo suficiente.

—¿Tú mataste a Nana?

—Oh, debo discúlpame por eso. Pero necesitaba que estuvieras distraída "investigando" algo en lo que yo detallaba mi plan—dijo bajando su boca al oido de la chica para susurrar:—Y funcionó.

Julie se apartó de ella.
—¿Y las marcas?—alzó las mangas de su vestido blanco dejando ver ambos símbolos.

—Bueno, la primera marca la hice yo. Pero la otra fue la iglesia, eso no tiene nada que ver conmigo y ya me encargué de ello.

—Tú asesinaste a April Lee—la acusó.

—De hecho...fue Deckard, él dijo que ella te trataba mal. Así que tómalo como un favor.

Julie se mantuvo en silencio luego de eso.

Ellos merecían la muerte, pero verlos atados en la silla, con cintas en sus bocas...verlos tan vulnerables, la hizo tomar la decisión más complicada de su vida.

Julie Jones se ubicó delante de Julieth Becher y alzó la daga. La chica cerró los ojos temiendo por su vida. Killer en cambio la veía extasiada. La pequeña castaña en medio de un suspiro soltó la daga y esta cayó al suelo atrayendo la atención de todos. Sobre todo la de Killer.

—Esta no es la forma—a pasos lentos, Julie se acercaba a la chica que estaba frente a ella, Killer tanteaba su bolsillo sacando una pequeña arma que puso en alerta a Julie.

—Sabia que harías esto ¿Pero sabes que? No importa, tienes veneno en la sangre, te lo hemos inyectado desde Que te trajimos y tardará mucho en hacer efecto.

«La casa se incendia, Deckard y Jeremy ya deben estar muertos...y todos se quemaran ¡Todos! Así sentirán lo que yo...cuando me enteré que mi madre me había tirado a la basura por una venganza—llevó su vista a Judith—¿Pues que crees, madre? ¡Esta es mi venganza!—soltó un disparo, uno que Judith recibió en la pierna—Y tú...—miró a Julie, soltando otro disparo que impactó en el costado de la chica»

Julie cayó al suelo, pero aún así continuó tratando de hacerla entrar en razón.
—¡Esta no es la forma! Hay muchas cosas mejores que la venganza—se quedó un segundo en silencio al observar la puerta abrirse.

Deckard y Connor Collins estaban ahí, parados tratando de no hacer ruido alguno. Tomando su costado, Julie se levantó y se acercó a Killer.

—Escuchame—manteniendo contacto visual con ella, Julie le quitó lentamente el arma y la puso sobre el suelo, empujándola con su pie hasta que llegó a manos de Deckard, sin que Killer se diera cuenta—Sé que has sufrido.

«Te lastimaron, eras una persona inocente simplmente víctima de las circunstancias. Pero esta no es la manera, escúchame. A mí también me trataron mal, no tienes idea los cientos de veces que me humillaron...Pero esta no es la forma... No tienes que iniciar una secta nuevamente, no necesitas ese poder...»

—Lo necesito...

—No, no lo necesitas...—Killer cerró sus ojos mientras Julie hablaba. Grave error.

Un segundo bastó para que Julie sacase la daga que Jeremy le entregó de en medio de sus piernas. No tardó mucho en quitar la protección y enterrarla en el centro de Killer.

El color carmesí comenzó a correr de entre las manos de Julie quien metía y sacaba una y otra vez el arma del interior de la que hace unos minutos era su secuestradora.

—No lo necesitas y nunca lo tendrás, Porque el poder debió ser mío desde el primer momento—dijo Julie mientras sacaba la daga una vez más.

Y la daga se enterró, pero esta vez se enterró en el cuerpo de Julie.

La risa de Killer hizo eco en la habitación.
—¿Crees que eres la única que tiene una daga escondida en medio de las piernas?

Julie sonrió como pudo.
—Yo tengo algo que tú no.

Ambas chicas estaban sangrando y comenzaban a ver cada vez más borroso.

Killer sintió otra daga hundirse en su cuerpo haciéndola jadear de dolor cuando retorcían la daga.

—Ella me tiene a mi—la voz gruesa de Deckard Collins hizo eco por la habitación, Killer Como pudo lo vió—Mataste a mi madre, hiciste que mi hermano se manchara las manos por ti, hiciste que asesinara a tantas personas en tu nombre. Y aún más importante,te metiste y deshiciste toda mi familia pero nunca fuiste realmente una Collins... Pero te olvidaste de la regla del pueblo.

Killer escupió un poco de sangre.
—¿Cuál?

Deckard sonrió haciendo que sus ojos grisaseos se oscurecieran.

—Aléjate de los Collins—y sin decir más, Deckard sacó la daga y la llevó al cuello de la chica, acabando con ella, haciendo que la sangre salpicase en el rostro de Julie.

El cuerpo de Killer cayó al suelo, cerca de los pies de Julie.

—Julie... La droga... ¡Y tienes una herida! Estarás bien, lo prometo—Deckard trató de hablar con la chica tomándola entre sus brazos, pero su voz sonaba tan lejana...

Débilmente, Julie señaló a las personas que estaban atadas y con la boca cubierta.

—Salvalos—murmuró antes de que sus ojos se cerrasen.

(...)

Diciembre 1
8:50 a.m

Deckard Collins caminaba de un lado a otro en el hospital. Estaba desesperado por tener alguna noticia de Julie. Mientras, Daniel y Jordan estaban sentados esperando, Jeremy se encontraba dentro de una habitación.

No sabía si se iba a salvar. El veneno ya había recorrido la mayoría del cuerpo de la chica. Apenas y había logrado llevarla al hospital.

—Deja ya de moverte—Jordan se quejó desde una banca—me mareas.

Deckard lo miró con molestia.
— Cállate, hijo de...

—¿Familiares de Julie Jones?—El médico en turno interrumpió antes de que Deckard pudiera terminar la frase. Sin embargo Jordan conocía la palabra que él diría así que de igual forma lo vió mal.

—¡Yo!—Deckard se apresuró a decir—Soy su ahm... Novio

—Muy bien, la señorita está respondiendo bastante bien... Pero continúa muy débil así que deberá quedarse aquí durante unos días... Esperando que responda mucho mejor a los medicamentos.

—Entendido.

—Ella está despierta...y no deja de preguntar por Deckard o Daniel Collins, dice no estar muy segura de cuál de los dos es.

Sin decir más el doctor se retiró. Deckard ni siquiera lo pensó dos veces en ir a la habitación de su pequeña chica.

Al llegar a la habitación, la vió postrada en la camilla con una venda en su costado y un suero en su vena. Eso lo hizo sentirse fatal.

—Hola...—saludó atrayendo la atención de la chica.

—¿Eres Deckard?

El chico rió.
—Soy yo—se acercó a ella y trató de tomar su mano pero ella lo alejó—Necesito disculparme, Julie te mentí pero yo... cuando te dije que te quería, cuando te dije me gustas. Todo fue en serio, me gustas. Maldita sea, me encantas.

—Respondeme algo, cuando salimos, esas citas ¿Eras tú o tu hermano?

—Yo...en la mayoría era yo.

—Entonces ¿Me enamoré de ti o de tu hermano?

Deckard soltó un suspiro, él no tenía planeado enamorarse en el camino, mucho menos de una chica como Julie Jones que resultaba demasiado dulce para ser real. Para ser sincero a veces él la detestaba.

—Creo que soy yo, esté soy yo, Julie—tomó la mano de la chica nuevamente pero ahora ella no lo alejó y dejó que él pusiera su mano sobre su pecho—Haces que mi corazon lata como loco—murmuró—Perdoname, Julie.

La chica rió.
— Convenceme.

Deckard se inclinó atrapando el labio inferior de la chica entre los suyos, ella lo recibió encantada. Se besaron por unos minutos para luego alejarlo.

—¿Y... Julieth...Mi padre?—preguntó al separarse.

—Los sacamos, se quedaron en Cold Town...

—¿No vinieron?—Por un segundo, Julie se sintió decepcionada.

Deckard lo notó.
—Deja de pensar en ellos.

Volvió a besar a Julie haciéndola suspirar cosa que él amó. El corazón de ambos jóvenes estaba latiendo con rapidez, solo que el de Julie era más notable pues la máquina de latidos sonaba locamente. Pero nuevamente Julie los hizo separarse.

—No tienes mucho tiempo, tienes que irte.

Él la miró confundido.
—¿Que significa eso?

—Yo...—Julie con dificultad se sentó en la camilla—Tienes que irte—repitió.

—Julie, sé que estás molesta pero yo...

—No estoy molesta—Lo interrumpió—Bueno, un poco pero...¿Recuerdas el día que me secuestraste?

Deckard rodó los ojos.
—Lo recuerdo.

—Ese día, te tenía una sorpresa—Julie sonrió—Hace unos días le entregué un demos a una disquera. El día que dormimos en tu cabaña, antes de irme tomé uno de tus USB y lo envié a una disquera

«Ellos dijeron que eras muy bueno. Así que compré un vuelo para ti y tienes que irte para ir con ellos»

—¿Qué tú hiciste que?—Deckard lo miró alarmado—¡No puedo irme! Mírate, no puedo dejarte aquí.

Julie sonrió.
—Tienes que irte, el vuelo está en tu correo electrónico. Tu vuelo sale a las dos de la tarde así que te estás quedando sin tiempo...

—No quiero ir, Julie. No quiero dejarte.

La castaña sonrió como pudo.
—Este es tu sueño, eres libre puedes irte. Yo no me iré a ningún lado, lo prometo.

Deckard la miró y volvió a besarla, el beso duró lo suficiente para hacerle saber a Julie que era lo que él realmente sentía.

—Volveré, lo prometo—murmuró sobre sus labios—Volveré, Julie. Volveré para estar juntos.

—Sé que lo harás—Julie sonrió creyendo que serían solo unos días—Te veré pronto ahora vete ¡Vete!

Deckard rió antes de salir corriendo, ilusionado de la habitación de ese hospital.

Lo que él nunca supo fue que los latidos de Julie disminuyeron poco a poco en tanto él se alejó de la habitación. Haciendo así que Julie soltara un suspiro de alivio al saber que él sería feliz, ella soltó su último suspiro y lo hizo por él. Por el chico loco del pueblo.

Suspiró por Deckard Collins.

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