Capitulo XVIII
Julie Jones
10:35 a.m
Miro incrédula a la persona frente a mí, aún apuntandola con el palo entre mis manos; tal vez sea efecto de la droga en mi sangre, tal vez esté soñando o probablemente me haya caído y golpeado mi cabeza contra una roca consiguiendo una contusión, de otra forma esto no tiene sentido.
—¡No puede ser! ¡Eres tú!—siseo por quinta vez—Dios, no puedo creerlo.
—¿Esa es una manera éticamente decente de decir que no parezco tener talento?—su voz sonaba más ronca de lo habitual haciendo que me temblaran las rodillas.
—No...es solo que...llevo años tratando de averiguar quién cantaba dentro del bosque...nunca creí que se tratara de ti, es decir...
—¿No esperabas que fuera yo?—me interrumpe dándome una sonrisa ladeada—Eso es grosero, Julie; personalmente me considero una persona con talento.
Sus ojos se mantienen fijos en los míos mientras con extrema precaución, aleja el objeto filoso con el que me apuntaba unos segundos atrás.
—¿Por qué estás aquí?— pregunto bajando mi palo.
—Eso deberías responderme tú a mí, pastelito.
Por un momento me quedo en silencio, no sabía que contestar ante aquel ojiazul, ni siquiera yo sabía cómo había llegado hasta esa pequeña casa en medio del bosque.
La cual acabo de descubrir es más bien un estudio de grabación. La curiosidad fue la que me movió de manera automática.
—¿Por qué no tienes la mano vendada?—contraataco—Hace un par de horas atrás yo te incrusté una aguja con droga dentro, deberías tener vendas o...estar drogado y dormido.
Deckard me observa alzando una ceja.
—¿Bromeas? Aunque debo admitir que dolió, era solo una aguja, Julie; no me inyectaste la droga, solo metiste la aguja, así es inofensiva. Dejó de doler hace un par de horas—responde.
Y le creí, le creí porque ciertamente...tiene sentido.
—¿Por qué vienes aquí? ¿Por qué siempre cantas a la misma hora todos los días? Nunca he podido encontrarte y...recuerdo una vez estabas cantando una canción sobre qué te sentías solo—me paseo por la habitación mientras hablo—¿Por qué?
Lo veo tomar una de las guitarras y tocar una suave melodía; su imagen me hace poner los pelos de punta, Deckard ya no viste como hace un par de horas dónde estaba usando un traje; ahora está usando algo totalmente diferente a lo usual, lleva unos jeans rasgados junto con una camisa color azul marino que hace que sus ojos luzcan profundos, esta la combina con una chaqueta color verde militar, un conjunto diferente pues lo único negro en él son sus zapatos, lo que es extraño pues usualmente siempre va de negro.
—Nadie sabe que soy yo, amo la música, pero nunca nadie me escucha. En el pueblo, los habitantes ignoran todo, los gritos del bosque y mis canciones.
—¿Tus canciones?—pregunto sentandome cruzada de piernas sobre un pequeño sofá de cuero al lado de la guitarras— ¿Todas son tuyas?
—No todas—murmura concentrado en seguir su propio ritmo y no perderse al cambiar de acordes— A veces me gusta cantar canciones de otros artistas cuando estoy solo, pero cuando conecto los amplificadores canto mi música, la que yo hice—asegura sonando orgulloso.
Lo miro con un poco de desconfianza, sus palabras sonaban reales, quería creerle pero no podía, al menos no del todo.
—Yo siempre te escucho—asegura—siempre, soy fan de tu voz y de tu...tu talento.
Él se detiene y sonríe, no es una sonrisa de autosuficiencia, no es una sonrisa egocéntrica, es una sonrisa de felicidad y amabilidad, lo cual es raro porque nunca lo he visto sonreír así.
—Gracias, nadie me escucha pero tú... tú lo haces, gracias, Julie.
Lo veo caminar hasta sentarse a mi lado, la desconfianza me invade, me apego al otro lado del sofá. Trato de parecer lo más natural, pero ambos sabemos que en otras circunstancias no dudaría en abrazar a Deckard, aun así continuo anonada por mi descubrimiento.
—¿Puedes cantar algo para mí? una vez te escuché cantar algo sobre quedarse y esas cosas...no recuerdo la letra.
Él me da una sonrisa ladeada.
—Sí, conozco la letra.
Lo observo, sus agiles dedos se mueven sobre la guitarra acústica haciendo que una linda melodía emane de ella, el sonido es relajante por lo que acabo recostándome mejor sobre el sofá. Tres segundos después escucho su voz y en efecto, es la misma voz misteriosa que llevo escuchando todo este tiempo.
—Me está diciendo esto y cerrando puertas
Da la vuelta después, espero por algo más
Supongo que es molesto que lo haya dejado todo tan tarde
No te fuiste, ahora veo que te alejas
Así que puedes encontrarme,
el edificio más alto en la ciudad más alta
y voy a construir una escalera hacía los tejados
estoy gritando desde mis pulmones
Lo siento, lo arruiné
Así que cariño, ¿no vas a quedarte aquí?
Te estoy pidiendo que esperes
Así que cariño, si te quedas aquí
Prometo que puedo cambiar
Y cada conversación
siempre termina igual
Cariño, si te quedas aquí
puedo encontrar una manera
pero sólo si te quedas
La verdad ha sido dicha, lo eché todo a perder
Temo haber dejado dolor por mis errores
Así que puedes encontrarme,
el edificio más alto en la ciudad más alta
y voy a construir una escalera hacía los tejados
estoy gritando desde mis pulmones
Lo siento, lo arruiné
Así que cariño, no vas a quedarte aquí?
Te estoy pidiendo que esperes
Así que cariño, si te quedas aquí
Prometo que puedo cambiar
Y cada conversación
siempre termina igual
Oh pero cariño, si te quedas aquí
puedo encontrar una manera
pero sólo si te quedas.
Trago duro, su voz es terriblemente hermosa me hace querer derretirme. Su mirada en mi no es la típica mirada fría de siempre; juraría que es diferente, hay algo diferente en él no cabe duda.
—¿No dirás nada?—cuestiona observandome—Pensé que dirías algo como "Oh, no puedo creerlo eres tú ¡Realmente eres tú!—dice tratando de imitar mi voz, no lo puedo evitar y rio.
—Tienes una voz bonita—comento y es cierto—me gusta.
—¿Y yo te gusto?—suelta haciendo que quede estupefacta.
Por un momento estoy confundida a qué responder. Está más que claro que me gusta Deckard, me tentaria a decir que siempre me ha gustado físicamente, él es más que atractivo. En cuanto al Deckard real que he conocido, cual cebolla—al igual que en Shrek— he descubierto cada parte del misterioso "loco" del pueblo. Aunque cada parte me ha dejado tan intrigada como sorprendida, porque cada día parece actuar diferente al anterior.
—Eres muy guapo... sí—murmuro.
—No hablo de eso, Julie—deja la guitarra a un lado, toma mi mano jalandome hacía él, haciendo que termine sentada sobre sus piernas, con mis rodillas a cada lado de su cuerpo—Sé que soy atractivo, no necesitas decírmelo.
—A veces olvido que tienes un autoestima muy alta.
—La más alta del condado, cariño—rio ante su comentario—El punto es que...¿Te gusto? No mi físico si no que yo...¿Yo te gusto?—por primera vez en la vida, su voz se escucha temblorosa, como si temiera de mi respuesta.
Me tomo mi tiempo para responder, entonces por un momento mi cabeza pensó en un plan, que sí bien era arriesgado podría funcionar.
Julie Jones, dejarás de ser la presa para ser la cazadora.
Algo en mi alrededor no estaba bien, tanto la actitud de Deckard como mi entorno, algo no encajaba y me encargaría de saber que era eso que no encajaba en este puzzle de misterio.
—Me gustas—respondí sonando más segura de lo esperado.
Una sonrisa de satisfacción se dibujó en sus labios.
—Lo supe desde ese día en la veterinaria ¿Recuerdas?—mis mejillas se tornan rojas ante aquel inolvidable día, no solo porque es el día en casi pierdo a mi hijo perruno, si no por aquel pequeño y emocionante encuentro en el auto de Deckard.
—Lo recuerdo.
—Ese día donde tú y yo folla...—tapo su boca antes de que pueda concluir la palabra.
—¡Sh! Alguien puede oirnos.
—Nadie lo hará, ni siquiera Jeremy sabe de la existencia de este lugar—me pone gentilmente a un lado—Ven, te acompañaré de vuelta a tu casa.
Me pongo en pie y sacudo mi ropa, estaba apurada en volver a casa y quitarme ese horrible vestido blanco, de cierta forma lucía aterrador, imagínate encontrarme en el bosque a media noche, yo me haría pis del miedo.
—¿Mi familia ha...estado buscándome?—pregunto aún guardando la esperanza en la que llamo "mi familia"
Mis esperanzas se rompe al ver el rostro dudoso del chico frente a mí.
—Pues, Jeremy lo ha estado haciendo...
—Me refiero a...
—Sé a qué te refieres, Julie—me mira apenado—Pero lamento decir que no, ellos se fueron de viaje hace como 3 días.
Suspiro.—¿Y Nemo?
—Tu amiga pelirroja y Jeremy se han estado turnando para cuidarlo.
—¿Él está bien?
—Está bien.
Le doy una última revisada a la habitación con los instrumentos, lucían muy costosos.
—¿Cuánto gastaste por esto?—pregunto.
Él sonríe nostálgico.—Todos mis ahorros, los comencé a recolectar cuando tenía cinco años.
Asiento y me mantengo en silencio mientras salimos de la pequeña cabaña, caminamos un par de metros y trato de memorizar el camino pero antes de que pueda seguir avanzando soy detenida por Deckard.
—Escucha, nadie sabe de este lugar, ni siquiera Jeremy... Me gustaría que se mantenga en secreto.
Lo miro fingiendo estar ofendida. —¿Estás llamándome chismosa?
—No... Solo estoy... recordándote que no debes contarle a nadie—toma mi mano incitandome a caminar nuevamente.
—Si, claro.
—Julie, hablo en serio, por favor no se lo digas a nadie, no porque me avergüence de lo que hago, si no porque no quiero que el pueblo lo arruine.
Le doy un leve apretón—Tranquilo, no lo haré. Puedes confiar en mí, tu secreto muere conmigo.
Siento un escalofrío al hacer referencia a la muerte, pero decido ignorarlo.
Continuamos nuestro camino hasta llegar a mi casa, suelto un suspiro y, pronto escucho los ladridos de mi perro desde los escalones de la entrada y quiero golpear a Jeremy por dejar a Nemo afuera.
Veo salir a un Jeremy que luce contento y a la vez asustado.
Corre hacia a mi y me rodea fuertemente con sus brazos hasta que me hace quejarme.
—¡Estás bien!—me aleja y comienza a zarandearme molesto—¡Eres una idiota! ¿Sabes lo preocupado que estaba por ti? Te busqué por todo el maldito pueblo durante horas Juliana Jones ¡¿Cómo te atreves a escapar de nuevo?!
Lo observo un tanto asustada y confundida ¿Jeremy Becher preocupado por mi? Vaya, el infierno está congelándose.
Deckard tira gentilmente de mí, alejándome de mi primo. Él lo mira molesto y camina a pasos largos hacía él hasta proporcionarle un golpe en el pómulo.
—¡Auch! ¿¡Qué mierdas, Jeremy!?
Mi castaño y molesto primo zarandea con fuerza a su amigo. —¡¿Qué mierda contigo Deckard Liam Collins?! Sabías que estaba preocupado por mi Julie, ¡Y aún así la encuentras y no me avisas!
Lo miro confundida. —¿Acabas de decir "mí Julie"?—pregunto pero no obtengo una respuesta.
Ahora Deckard lo zarandea a él. —¡La traje hasta aquí! Bien pude matarla y no decirte nada.
Jeremy le proporciona otro golpe al castaño. —¡No seas imbécil! Tú maldito...—lo apunta con el dedo.
Entonces se abre paso a lo que serían una ronda de unos cuantos golpes; bufo, estoy lo suficientemente cansada como para separarlos.
Camino hasta la entrada y beso la cabeza de un entusiasta Nemo.
—¡Cuando arreglen su relación, me avisan y entran a contarme como dieron conmigo!— grito cerrando la puerta con fuerza, suspiro una vez dentro— hombres—murmuro.
(...)
Retengo mis lágrimas, no puedo creer estar parada aquí; por un momento me gustaría imaginar que todo era un sueño, pero no. Mi nana murió y hoy se cumple su aniversario de muerte.
Me pareció decente mostrar el respeto que su familia no mostró, por eso estoy aquí dejando un par de las flores que a ella le gustaban tanto.
Ubico las flores tratando de que se vean bonitas en la tumba de Nana, solo entonces me percato de algo que ni siquiera había notado.
No había fecha de nacimiento, solo de defunción y eso era confuso.
Hasta donde tengo entendido todo se haría como una ceremonia cualquiera, enterrarían los restos—O, más bien lo poco que quedó—de Nana y pondrían su lápida con su fecha de nacimiento y su fecha de defunción.
Me levanto de la grama y camino en busca de la oficina del encargado del cementerio, hablaré con él porque esto no está bien.
Logro encontrar a uno de los cuidadores y me acerco.
—Hola—saludo—disculpe, ¿No se supone que cuando hacen la lapida de alguien también deben poner su fecha de nacimiento?
—Si...—responde con cautela.
—Mi Nana no tiene fecha de nacimiento, solo de defunción.
—¿Cuál es el nombre de tu Nana?
—Josselyn Jolderk— casi sonrío al recordar cómo a mi madre le encantaba que mi nana también tuviera nombre con J.
Lo veo busca entre los papeles en su viejo escritorio pero acá por verme con confusión. —No hay nada sobre ninguna Josselyn Jolderk.
—Pero...
—Escucha, buscaré entre las tumbas pero tú debes traer su partida de nacimiento y de función, así podremos arreglarlo.
Asiento mientras murmuro un "muchas gracias"
Resulta extraño y algo me dice que esto es una pista más sobre el misterioso pueblo y las sectas.
De acuerdo, llegó la hora de investigar.
*Nota de autor*
¡Buenas! aquí helado, con un capitulo new osi osi
No se esperaban eso ¿Cierto? así llegan los secretos en esta historia :b
Traigo un story time: así que vi Enola Holmes el viernes pasado, todo tranquilo pero ahora tengo un problema :v ¡estoy enamorada de Louis Partridge! y me aparece lit en todos lados, así que es probable que acabe haciendo un libro de él okno pero eso.
En otras noticias ¡Estamos por llegar a los 2K! lloremos :"v solo puedo decir, gracias, gracias ¡Gracias! sinceramente no creí que llegaría pero ni a los 1K y ahora, lo pasamos, lloremos :"v
Siganme en Ig, cuando estoy aburrida hago mi sección de "Probando filtros de Instagram" y es cool, también comparto memes uwu
(la imagen se me hizo cool así que ahí está)
Sin más que decir, les envio un abrazo heladoso, nos leemos la próxima semana.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro