Narrador omnisciente

Septiembre 24

9:45 a.m

El cuerpo de Julie se sentía inmóvil, era tan fuerte el sedante que ella apenas y podía moverse un poco, todo esto era doloroso; no entendía muy bien que estaba haciendo en aquella cama con barrotes a su alrededor que había descubierto eran electrificados.

Según entendía les ponían electricidad en las noches para evitar que ella escapara, seguía sin tener sentido, le daban de beber agua, le daban comida y a veces la dejaban salir a caminar, yacían tres semanas que Julie llevaba en aquella casa, porque sí era una casa. Julie se sentía desubicada, no sabía si aún permanecía en Cold Town o ya había salido del pueblo, Julie no sabía si alguien se estaba preocupando para rescatarla pero podía apostar que su familia no estaba preocupada por ella.  Aún así, en lo más profundo de su corazón la pequeña Jones guardaba la esperanza que alguien la ayudara o que por lo menos alguien acabara con el sufrimiento y la angustia que sentía.

—Buenos días, Julie—la misma señora que le aplica los sedantes en la noche había llegado a quitarle la intravenosa haciendo que la castaña sintiera la felicidad al dejar de sentir tan molesto aparato—, buenos días, Zayn.

El pequeño de los rizos rubios era el compañero de Julie en esa horrenda habitación blanca, a pesar de no confiar del todo en él, se divertía mucho con lo que Zayn tenía para decir, siempre era algo divertido que la hacía reír.

La mujer poseía una cabellera rubia, casi platina;  a veces llegaba a ser buena con Julie, pero eran pocas veces.

—¡Hoy es el baile rojo!—chilló la mujer con emoción mientras dejaba una caja frente a Julie—. Será una fiesta elegante, así que conseguí un vestido para ti, Julie.

La castaña solo la miraba, pues no podía moverse ni mover su boca; se sentía tan triste y confundida, solo le deseaba que alguien pudiera ayudarla. 

—Alegrate, cariño—la mujer sonreía de manera aterradora—, hoy es noche de diversión, también es noche donde los asesinos se esconde en los arbustos para encontrar a su próxima presa, así que teniendo en cuenta que ya estás marcada te recomiendo no trates de escapar.

Julie apenas pudo mover su boca para preguntar: —¿Seguimos en Cold Town?

La mujer sonrió ampliamente.

—Para tu desgracia, sí.

Eso era todo, Julie estaba cansada de ser una damisela en apuros, esta noche ella escaparía, sin importar nada.

(...)

5:40 p.m

Julie había conseguido que la dejaran salir a caminar, ahora llevaba un vestido blanco, para el baile rojo; aun seguía sin entender muy bien de que trataba el baile rojo pero ¿De que valía la pena preguntar? seguro no le dirían nada. 

La castaña sostenía la mano de Zayn entre la suya con fuerza, el pequeño rubio caminaba tranquilo al lado de Julie a quien él llamaba "Juju" 

—Oye, Juju...

—¿Si?

—¿Crees que nos hagan daño en el baile?

Julie miró al pequeño, quería decirle que no, que todo estaría bien; pero algo en su interior le decía que no sería así y que lo más seguro es que los lastimarían. Incluso a él. Pero no podía decirle eso, no lo haría. Tal vez ella no se salvaría pero por lo menos podría salvar al niño. Entonces un plan apareció en su cabeza.

Se puso a la altura del niño y miró a todos lados esperando que nadie los viera.

—Zayn, tienes que irte ¿De acuerdo? quiero que corras tan rápido como puedas.

—Pero Juju...

—¡Corre, Zayn! ¡Corre!—Julie le da unas palmaditas al niño en la espalda incitandolo a correr pero este se negaba— Escúchame, Zayn, tienes que correr muy rápido y no te vas a detener, irás a Connecticut y buscarás una estación de policía y dirás qué eres huérfano y escapaste de personas malas que querían lastimarte. Les dirás la ubicación de Cold Town y la ubicación de la iglesia.

La idea era bastante estúpida, es decir ¡Él aún era un niño! Pero era inteligente y no le cabía duda alguna a Julie.

Zayn le dio una última mirada a la dulce castaña y se echó a correr. Corrió sin mirar a atrás porque si lo hacía sabía que se negaría a irse y volvería con Julie. Pero a ella jamás la olvidaría, jamás olvidaría a su salvadora que lo observaba irse, si ella no salía de esta al menos se quedaba con la satisfacción de que alguien fue libre y ya no tuvo que sufrir, o eso creía, no sabía lo que le depararía el destino al pequeño de rizos rubios.

(...)

11:35 p.m

La hora del baile había llegado, la hora dónde Julie se decidiría si escapar o moriría en manos de los religiosos de la secta; era gracioso, si los demás se enteraban que ella moriría a manos de los Collins.

Habían muchas cosas que no encajaban y aún alguien tan tierno e inocente como Julie, sabía que no estaba todo correcto, sentada en la cama, la castaña comenzó a atar cabos.

Habían cuatro cosas o más bien, personas que no concordaban con sus acciones, comenzando por su primo: Jeremy Becher. A lo largo de su vida lo único que él hacía era rechazarla, siempre creyó que la rechazaba porque sus padres murieron por "su" culpa, pero si era así y él la odiaba ¿Por qué de repente comenzó a cuidarla y protegerla? Eso no tenía sentido.

El segundo era su ex novio, Jordan Nowell, había vivido toda su vida saliendo con él, Jordan no la amaba, él se lo dijo pero ¿Por qué? ¿Le habrán dicho que tenía que terminar con ella? Jordan era bueno con ella pero esa actitud fue extraña.

La tercera es Camila Collins: porque no hay razón por la cual ayudaría tanto a Julie ¿Quien ayuda a alguien que acaba de conocer? Es simplemente inexplicable

Y el cuarto pero no menos importante, Deckard Collins: ¿Por qué ayudarías a alguien que ni siquiera te debería de importar? ¿Por qué la ayudarías si se supone que eres el chico enfermo del pueblo?  ¿Por qué tenía tantos detalles con ella? ¿Por qué ese cambio?

Nada tenía sentido, pero si algo estaba claro es que entre ellos, uno mentía y adicional a ellos, sus familia. Apostaría todo que ellos también estaban metidos en esto.

Julie dió un respingo cuando la puerta se abrió, dejando ver a una chica vestida de negro junto con un antifaz.

—Es hora— le informó la chica, Julie frunció el entrecejo, la voz de la chica le sonó conocida.

—¿Hora de que?

La chica se quita el antifaz, Julie, asustada camina hacia atrás chocando con un espejo, este cae y se hace añicos.

—Es hora del baile rojo, Julie.

—April...—Julie murmura confundida.

El cabello rubio de la chica está atado en una coleta alta, su mirada en Julie es como si estuviera preocupada por ella, o eso quería mostrarle.

—Es hora de ir, cariño—murmuró la rubia con voz tranquila.

Julie se confundió aún más, no había siquiera pensado en que su "amiga" fuera parte de la iglesia. Mucho menos que sabría todo lo que ella estaba pasando.

—¿Por qué estás aquí? ¡Tú sabías todo!—Julie siseó su acusación—. Cuando la iglesia me perseguía en la escuela ¡Tú les decías!

April hizo un ademán restándole importancia.

—Creeme, ellos son mejores que los Collins.

—¡Los Collins no están metidos en esto!

April se acercó a su amiga y la zarandeó con fuerza— ¡No seas tan tonta! Por Dios, ellos están metidos en esto, en todo esto. Todos te están mintiendo, tú no eres la presa Julie, eres la cazadora pero aún no te das cuenta.

«Eso es lo que ellos quieren, que no te des cuenta que eres mejor cazadora que ellos. Todos son tus presas, pero eres una cazadora que aun no se da cuenta del daño 

Julie miraba a la chica anonada ¿Ella cazadora? pero ni siquiera sabia matar moscas ¿Como iba a ser ella cazadora? por un momento, Julie recordó los pequeños momentos donde imaginó hacerle daño a alguien ¿Y si era cierto y ella podría dejar de huir y hacer que ellos huyan de ella? sería un buen cambio. 

—No...estás mintiendo—murmuró la castaña— Yo no quiero matar a nadie...

April sonrió—Solo falta una muerte más para solucionar todo, Julie.

Desconcertada, Julie miró a su "amiga"

—¿La de quién? 

—La tuya.

Otro grupo de personas entran a la habitación, todas vestidas al igual que April, ropa negra y antifaz. Julie fue picada con una aguja cayendo al suelo. A este paso la castaña ya debía tener más droga en el cuerpo que sangre.

No tardaron mucho en cargarla, Julie estaba más liviana, esas semanas no habían pasado en vano, los huesos de la castaña ya estaban notandose.

Julie no estaba del todo drogada, quizás es porque la droga ya no era tan fuerte en su cuerpo, sin embargo se mantuvo con los ojos cerrados.

No tardaron mucho en llegar al salón. Algunos de los invitados estaban vestidos con trajes de halloween. Habían muchos vestidos de negro, probablemente eran parte de la congregación. Julie se sentía desorientada, pero luchaba por no dormirse.

—¡Buenas noches, señoras y señores!—la mujer de cabello platino habló por los parlantes—. Esta noche, se celebra nuestro cuadrigentésimo baile rojo. Finalmente después de un par de años podemos volver a celebrarlo.

El hombre se encarga de poner a Julie sobre una especie de cama de piedra, la castaña no hizo ningún movimiento pues se suponía estaba drogada pero en un movimiento sin que nadie se diera cuenta, le quitó la otra inyección con droga, probablemente la iba a necesitar.

—Hoy, celebraremos la conmemoración de nuestros ancestros y su liberación; como sabrán hace muchos años la iglesia estuvo ausente de la sala de asesinos y no hace mucho tiempo, nuestro ancestros, aunque algunos de nuestros miembros nos traicionaron a lo largo de los años...

«Este día, solucionaremos nuestros problemas de este tiempo. Siguiendo nuestras tradiciones, procederemos a calentar nuestros purificadores»

Julie entreabrió los ojos y observó aterrada las dagas que se alzaban calentandolas con unas antorchas.

¿Qué es esto? ¿La época medieval? ¡No deberían usar antorchas!

Una vez el metal queda totalmente caliente una rueda de personas se hace alrededor de Julie, entre ellos unos llaman su atención; tres chicos con trajes negros y antifaces, sus siluetas se le hacían conocidas, pero teniendo en cuenta que estaba a medio drogar no podía decir mucho.

—En conmemoracion a nuestros ancestros, será nuestra querida April Lee la primera en lastimar a nuestra presa.

La rubia sonreía tetricamemte observando a Julie quien mantenía sus ojos cerrados y tratando de parecer dormida cuando en realidad, solo quería gritar y tratar de huir.

Una mujer llegó corriendo al lado de April;—¡Zayn no está!—gimoteó.

April vió a la chica incrédula, luego vió a Julie. Algo le decía que ella lo había ayudado a escapar.

—No importa, seguiremos con esto—murmuró.

—Es hora, April—la mujer rubia dijo contenta—Por favor haz los honores.

April se acercó al cuerpo de Julie alzó la daga pero no pudo hacer mucho. Una chica vestida de negro y cabello del mismo color se acercó a ella y la tomó por el cuello, apuntandola con su propia daga. Todo el mundo se paralizó, no hicieron ningún movimiento porque sabían quién era, y esto estaba muy mal.

La chica quitó su antifaz y su peluca dejando ver una extensa cabellera pelirroja.

—¿Que tal si me das una razón por la cual no debería matarte?—murmuró la pelirroja a April—Porque yo tengo extensas razones por las que me gustaría cortarte el cuello.

Julie abrió los ojos justo en el momento en el que los chicos de silueta conocida quitaron sus antifaces, lo primero que vió fueron los ojos grisaseos de los que ahora desconfiaban.

—¿Debería sentirme ofendido porque me han excluido de este baile?—la voz de Deckard hizo jadear a los presentes.

La iglesia hizo silencio total, el primogénito de los Collins estaba frente a ellos, eso no era parte del plan.

Julie se levantó del suelo y vió a las personas frente a ella.

Deckard Collins, Camila Collins, Jeremy Becher y Jordan Nowell estaban frente a ella, todos observándola.

Pero en lugar de sentirse contenta por ello, se sentía aterrada de los presentes, no solo de los presentes sino de los que hacen llamarse sus "amigos"

Jordan se apresuró hacia a Julie y la revisó.

—¿Estás bien?—Jordan trató de tocar a Julie, pero ella se alejó.

Quería abrazarlos a todos, ella quería estar feliz de que la rescatarán, pero una frase se repetía en su cabeza:

"Todos te están mintiendo, tú no eres la presa, Julie, eres la cazadora pero aún no te das cuenta"

¿Y si ella tenía razón? ¿Y si sus "amigos" eran parte de la secta? ¿Que tal si solo estaban mintiendo?

Deckard se aproximó a la castaña.

—¿Pastelito, te encuentras bien?—preguntó, más no recibió respuesta.

Rápidamente Julie se puso en pie, sostenía con fuerza la inyección entre sus manos.

Deckard tomó la mano de la castaña
—¿Julie, te encuentras bien? Tenemos que...—con fuerza, Julie perforó la mano del chico con la inyección—¡Mierda!

Se soltó de su agarre y comenzó a corre, los gritos de su nombre resonaban tras ella, pero ella solo corría tan rápido como sus piernas le permitían.

"No confíes en nadie, no confíes en nadie"

Era todo lo que repetía para sí misma. Ella quería escapar, quería aprender a ser más astuta que todos; Julie solo quería dejar de ser la presa para ahora, ser la cazadora.

(...)

10:30 a.m

Julie recostó su espalda contra un árbol, no sabía muy bien por cuánto tiempo había corrido pero se sintió como si hubiese corriendo en círculos por una eternidad.

Suspiró cansada, tan solo quería volver a casa, con su perro, tomar sus cosas e irse, irse tan lejos de todos los de este pueblo.

—¿Por qué? ¿Por qué tengo que ser yo?—murmuró con lágrimas en los ojos—Solo quiero irme lejos, por favor.

Dejó de llorar al escuchar la suave melodía de una guitarra, vió a todas partes de su alrededor, entonces reparó el hecho de la pequeña casa frente a ella.

Era exactamente la misma casa donde la iglesia la raptó. Se rebuscó por el suelo hasta encontrar un palo; con precaución caminó hasta la parte trasera de la casa y vió por una ventana que casualmente estaba abierta.

"La curiosidad mató al gato"

Las castaña, de manera sigilosa se escabulló por la ventana. Se quedó parada observando todo, más que una casa parecía un estudio de grabación poco equipado. Había una pequeña cabina de grabación, dos guitarras, un piano, una batería pequeña y un par de amplificadores.

Revisó todo el lugar pero no había nadie.

Se acercó a una de las guitarras y pasó uno de sus dedos por las cuerdas, éstas soltaron una pequeña melodía, Julie sonrió al escucharla, siempre quiso tocar un instrumento pero no se consideraba capaz de hacerlo, pues decía este requería más talento del que la castaña poseía.

Julie dió un respingo al sentir un objeto filoso tras su espalda baja.

—¿Qué haces aquí?—murmuró una voz ronca, pero conocida, rápidamente ella se giró y abrió su boca de sobremanera.

—¿Tú? Oh no puede ser ¡Eres tú!

*Nota de autor*

Wenas wenas no diré mucho hoy kskksks

Así que esta nota será corta, solo puedo decir mil gracias por leer y hacer que "Aléjate de los Collins" llegará a los 1.6K ¿Será que llega a 2K? Probablemente no pero se vale soñar ksksk

helado se despide, recuerden seguirme en instagram:

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Les mando un super abrazo heladoso, nos leemos la próxima semana