Capitulo XIX
Antes del rescate.
6:45 p.m
Narrador Omnisciente.
Molesto, Deckard observa a la pelirroja que discute con Jeremy, los gritos de Camila lo tenían hasta la coronilla, si no fuera tan importante definitivamente la mataría.
—¡Dije que no!—gritó Camila—No iremos a una maldita estación de policía ¡Ellos no tienen nada que ver en esto!
—Maldita sea, Camila. Te he dicho que es para saber sí la llevaron a Connecticut.
—¿Y como mierdas sabrán ellos si se la llevaron ahí?—la chica le da un empujón haciendo que él caiga sentado en el sofá de la sala de la familia Collins—¿Crees que los secuestradores van por ahí diciendo a la policía "Oh, oigan acabamos de secuestrar a alguien, eh, si preguntan pues denle nuestro número o nuestra cuenta de Instagram, estamos como tesecuestro_09"? ¡Obviamente no, Jeremy!
—¿Podrías dejar de ser tan malditamente irónica?
—¿Y tú podrías dejar de ser malditamente estúpido?
A regañadientes, Deckard se acerca y le da un pequeño empujón a la pelirroja, sin llegar a ser muy brusco la hace sentarse al lado de Jeremy.
—Ahora ustedes, par de idiotas, se mantendrán en silencio y el que se atreva a hablar—el ojiazul camina hasta la estantería y toma una cinta y su daga—le pondré una cinta en la boca y luego le cortaré el cuello.
Deckard camina hasta ambos que lo ven con los ojos entrecerrados, estaba deseoso por asesinar a alguien, una vez más. Pero no podía, no podía porque todos sabrían, lo sabrían y ellos no podían saberlo, nadie debía saberlo.
Reteniendo su propio deseo, dejó la daga sobre la mesa y llevó su vista a la chica y al chico que lo veían confundidos.
—Lo que haremos, será ir a Connecticut, solo para asegurarnos—Jeremy quiso reír en la cara de Camila al escuchar las palabras de su amigo, pero se detuvo mientras veía a Deckard, había algo en él que no lo hacía sentir seguro, así que solo guardó silencio—Luego, investigaremos su parte del bosque.
Ninguno de los otros habló, solo lo veían, había algo que no estaba bien, uno de los tres no estaba bien.
(...)
9:30 p.m
Y ahí estaban los tres, parados frente a una estación de policía, a Camila no le gustaba la sensación de estar ahí...otra vez. Los recuerdos de la vez en la que estuvo en esa prisión en Francia no tardaron en llegar.
Deckard, mientras miraba todo de cierta manera sorprendido, no esperaba nunca estar dentro de una estación de policía, aquella idea le parecía estúpida, pero era la idea de Jeremy y debía respetarla.
El otro chico solo estaba esperanzado en encontrar a aquella dulce castaña, por un momento deseó poder tenerla cerca y abrazarla, para protegerla: ella era inocente, no sabía nada, él tampoco lo sabía, Jeremy Becher en este mundo resultaba más inocente que cualquier otro.
—Bueno, ¿Quién irá a preguntar?—murmura Camila.
Deckard da un paso a atrás, y las miradas recaen sobre Jeremy quien bufa y camina hasta el escritorio del oficial.
Jeremy, por un momento frunció el ceño al sentir la mirada de alguien puesta fijamente en él, miró por sobre su hombro y era un oficial quien lo observaba fijamente; el chico se encogió de hombros restándole importancia, pero pudo escuchar a la asistente de policía decirle que estaba limpio y que no tenía antecedentes penales.
Por un momento se sintió ofendido, nunca había estado en la cárcel y no se consideraba como un maleante, tal vez fue por su aspecto, pero eso tampoco es entendible.
El mundo y los prejuicios.
—Muy bien, joven Becher ¿Puede decirme en que puedo ayudarlo?—el policía frente a él lo miraba de arriba abajo. El hombre debía de tener al menos unos cincuenta años o más, las arrugas y las pequeñas hebras blancas en su cabello lo daban a mostrar.
Jeremy sacó una foto de Julie y la puso frente al señor.
—Ella es Julie, es mi...prima—dijo algo dudoso—Y desapareció hace unas semanas, tratamos de buscarla pero no hay rastro de ella.
El policía desconcertado lo observaba. —Si lleva semanas ¿Por qué no lo reportaron?
—Porque a la policía le importa una mierda nuestro pueblo—dijo la chica pelirroja con algo de molestia.
—¿Cuál pueblo?
—Cold Town—murmuró deckard.—¿Lo conoce?
El policía lo observaba incredulo.
—El pueblo de los asesinos sueltos ¿No?—el hombre se levantó—Escuchen, jóvenes no estoy para bromas.
—¿Bromas?
—Ese pueblo desapareció hace años—dijo el señor acomodando su arma—Cuando la familia Collins vendió el pueblo, a la iglesia. Dijeron que iban a construir un lugar de retiro ahí.
—¿La familia Collins vendió el pueblo?—Jeremy era el desconcertado ahora, posó por un segundo la mirada en su amigo luego en el oficial de policía—No, debe ser un error, nuestras casas...siguen ahí.
—No, los ciudadanos se fueron, a diferentes partes del país y fuera de él—reiteró el señor—Asi que dejen de...
Un policía corrió hasta el escritorio del hombre.
—Señor, el niño volvió a despertar, sigue insistiendo que se llama Zayn y que escapó de una iglesia donde tienen a una chica secuestrada—el policía sonaba abatido—Suena tan real que...
—La imaginación de los niños—murmuró el policía más viejo.
Mientras, Jeremy Becher y Deckard Collins se miraban entre sí.
—¿Podemos ver a ese niño?—preguntó el ojiazul.
—¿Para qué querrían...?—El oficial no pudo terminar de pronunciar la oración cuando la pelirroja se abrió paso entre el lugar en busca del niño, los dos chicos no dijeron más y simplemente le siguieron.
Asegurándose de revisar cada habitación, encontró la que creyó correcta, era la habitación (que más bien parecía una sala de interrogación) dónde un pequeño de rizos rubios estaba sentado moviendo sus pies impaciente.
El niño posó sus ojos sobre los tres extraños que lo evaluaban, estaba impaciente, pensando en todas las horribles cosas que podrían hacerle a Julie.
Camila se acercó hasta el pequeño y se puso a su altura.
—¿Tú eres Zayn?—preguntó.
Por un momento el niño se sintió fascinado por el rojizo del cabello de esa chica. Estiró su bracito y tomó un mechón de cabello, lo tocó totalmente fascinado.
—Eh ¿Eso es un sí?—dijo la pelirroja alzando una ceja.
—¿Es real?—murmuró el niño.
—¿Tú eres Zayn?—preguntó Deckard, ahora atrayendo la atención del niño.
El rubio soltó el mechón pelirrojo y posó sus ojos sobre el chico que le hablaba, sabía quién era así que se bajó de la silla y caminó hasta él.
Lo miró de arriba abajo y luego frunció el ceño.
—Tú no eres Deckard Collins—siseó seguro.
El castaño alzó una ceja.
—¿Me conoces?—preguntó.
—Conozco a los Collins lo suficiente—murmuró el pequeño—Y si, soy Zayn.
El niño miraba con desconfianza a todos, pero sobre todo a Deckard; sus padres (muertos) habían conocido a los Collins hace mucho tiempo, conoció a Deckard pero él lo vió, Zayn sabía el secreto de aquella pequeña familia. Pero no diría nada.
Su madre solía decir que las cosas no se pueden esconder para siempre, así que solo esperaría a que las cosas se descubrieran.
—Bueno, escuchamos que te habían secuestrado...—murmuró Jeremy— ¿Quieres que hablemos de ello?
El niño suavizó su mirada y se acercó a Jeremy, tomó su mano y lo sentó en la silla donde antes él estaba.
—Si, me secuestraron.
—¿Quienes?
—La iglesia.
—¿Y tus padres?
—Papá murió y maté a mamá —dijo aquel niño con dulzura.
Jeremy alzó ambas cejas, Deckard no lucía sorprendido y Camila parecía más concentrada en los rizos del niño que en sus palabras.
—Ellos tienen a mi amiga—el niño comienza a mover sus manos haciendo saber que está desesperado—Ellos tienen a Juju, tienes que ayudarla.
—¿Juju?—preguntó Camila.
—Julie.
Los tres se quedaron sorprendidos, ese pequeño era la pista que les faltaba.
—Habrá un baile, se llama el baile rojo. Es a base de traje y gala...—comenzó relatar.
Tras darle la ubicación del lugar a los chicos, Zayn se sintió más tranquilo, conseguirían sacar a Julie. El pequeño aún no estaba seguro de que harían con él. Probablemente lo darían en adopción, llevándolo a un orfanato horrible.
El pequeño se había quedado solo con Jeremy Becher mientras Deckard y Camila iban a asegurarse de que llevarían al niño a un buen lugar.
—Muchas gracias, Zayn—Jeremy sonrió al niño—Todo estará bien ¿De acuerdo? Irás a un buen lugar, nos aseguraremos de ello.
—Confio en ti—el niño lo miro directo a los ojos—Por favor saca a Julie, ella es buena.
—Sí, es buena...
—Pero ellos son malos.
—¿Ellos?
—Todos, todos son malos, ella y él están mintiendo...no son buenos, son malos, tú no sabes pero son malos...
Jeremy lo miraba confundido.
—¿Ellos quiénes?
Antes de que el niño pudiera responder, Deckard y Camila entraron a la habitación.
—Debemos irnos, son casi las diez— la pelirroja se abrió paso por la habitación.
Jeremy asintió y chocó los cinco con el pequeño antes de irse.
Zayn posó su vista sobre el ojiazul, Deckard lo vió también y posó su dedo sobre sus labios, pidiendo que guardara silencio.
(...)
Jeremy se quejaba del traje, en la tienda una suave música se escuchaba de fondo. Conocía esa banda, era bastante buena y le gustaba.
Salió del vestidor y Camila lo esperaba afuera, lo vió alzando una ceja, Jeremy era atractivo, no había quien podría negarlo, ni siquiera la pelirroja.
—Te queda bien—comentó.
—Gracias, aunque nunca me gustaron los trajes.
Deckard no tardó en salir, su traje era de color negro, le quedaba como un guante, perfectamente.
El chico sonrió mientras se veía en el espejo.
—Muy bien—murmuró el castaño—Que comience el show.
*Nota de autor*
En realidad hoy no hay mucho por decir XD, saquen conclusiones ustedes.
Comenten, voten y compartan o lloro ahr
Un abrazo heladoso, nos vemos la próxima semana wuju
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro