Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo VIII

8:30 p.m

Trato de soltarme de entre los brazos de Jordan, pero me es imposible. Lo muevo un poco en fin de despertarlo, pero tampoco funciona. Él está tan profundamente dormido en mi cama que no lo despierta ni un terremoto.

Luego de largos intentos logro soltarme. Comienzo a vestirme rápidamente, miro a Jordan y lo sacudo. Afortunadamente ahora sí abre los ojos, pero no del todo.

—Oye, oye despierta, mis padres volverán en una hora Jordan. Tienes que irte—él me mira con los ojos entrecerrados. Le paso su ropa y comienza a vestirse bajo mi mirada.

—Sabes que a tus padres no les importa que esté contigo.

—A mi madre tal vez no, pero a mi padre por supuesto que le importa.

Escucho a Nemo ladrar al otro lado de la puerta dándome a entender que quiere entrar a la habitación. Abro la puerta y doy un respingo cuando veo al chico de ojos grises que últimamente está muy cerca de mí.

—Hola, Pastelito —Sus ojos grises me escanean lentamente; luego posa sus ojos sobre los míos y sonríe—. Traes la camisa al revés.

—¿Qué? —me miro a mí misma y el sonrojo en mis mejillas no tarda en aparecer al darme cuenta que, efectivamente, mi camisa está ubicada de forma errónea.

—¿Te estabas masturbando? — esboza una sonrisa—. La puerta estaba cerrada con llave, incluso dejaste al perro afuera.

—¡Claro que no! Yo ehm... Estaba con Jordan...

—¿Sabes, Pastelito? Si quieres seguir fingiendo que eres una chica buena y que absolutamente no vienes a tu habitación a follar con alguien por lo menos asegúrate de acomodar tu ropa correctamente —me sonríe burlón—. No todos necesitamos saber que acabas de follar.

Bufo.

—¿Que haces aquí, Deckard? ¿Cómo entraste?

—Hay noticias —Prácticamente me echa a un lado y se abre paso por mi habitación. Jordan no está en la habitación lo cual me indica que está en el baño probablemente.

Dudo mucho que haya hecho algo dramático como tirarse de mi balcón hacia el suyo.

—¿Qué clase de noticias?

—Asesinaron a ocho estudiantes.

Lo miro incrédula. Una cosa es que haya locos atacándome y queriendo cortar mi cabeza, pero es muy diferente a que estén ahora matando gente inocente.

—¿Por qué?

—Es una señal de advertencia.

—¿Señal de advertencia? ¿Qué quieres decir con eso?

—Ellos no van a parar de asesinar chicos hasta que tengan tu cabeza.

Lo miro aterrada. Por un lado, absolutamente no quiero morir, pero por otro lado no quiero que personas inocentes mueran.

Tengo dieciséis años. No tendría que estar viviendo todo esto, justo ahora podría estar tranquilamente pensando sobre qué es lo que quiero estudiar al acabar la escuela o estar muy preocupada por algún drama amoroso. Cualquier cosa menos estar preocupada de por qué ahora hay muchas personas muriendo por mi culpa.

—¿Y qué se supone que haremos?

—Tu escuela está en una zona muy segura, la más segura del condado. Cuando las autoridades se enteraron de lo que pasó prácticamente llegaron y cerraron todo —Deckard se pasea por mi habitación, observando todos mis dibujos y pinturas plasmados en las paredes—; los asesinos no pudieron sacar los cuerpos, pero los policías siguen sin encontrarlos. Entonces significa que los cuerpos de los chicos siguen dentro de la escuela.

—Pero eso fue anoche...

—Lo sé, por eso vamos a ir a investigar. Creemos que los cuerpos siguen ahí, imposibles de sacar sin ser vistos. Los encontraremos y vamos a inspeccionarlos.

—¿Vamos a inspeccionar cadáveres?

—Así es, pastelito. Como eres muy curiosa imaginé que querrías venir —Deckard se para justo frente a la ventana y sonríe—. Desde aquí puedo ver mi casa. ¿Me espías en las noches?

Un sonrojo aparece en mis mejillas. Lo he intentado, pero claramente es imposible porque está muy lejos.

—¿Por qué ahora haces bromas? Creí que no te agradaba.

—Nunca dije eso.

—Pero tú... —Jordan sale del baño totalmente vestido. Mira a Deckard un poco confundido pero también aterrado—. Oh... —me acerco y tomo la mano de mi novio—, él es Jordan mi novio, Jordan él es...

—Deckard Collins. Está en tu habitación, Julie — lo mira casi sin poder creerlo—. Está aquí...

Deckard lo mira con fastidio.

—Que sí hombre, que estoy frente a ti —Camina hasta la puerta—. Vamos Julie. Se hace tarde, Jeremy y tu amiga pelirroja esperan abajo.

Jordan toma mi mano con fuerza haciendo que me queje.

—Jordan, me lastimas...

—¿Saldrás con él? ¿Por eso querías que me fuera? ¿Para irte con él?

Me suelto de su agarre y sobo mi mano.

—Desde luego que no, no es... —suspiro—. No saldré a una cita con él. Asesinaron a algunos estudiantes; no pueden encontrar sus cadáveres así que vamos a ayudar...

—¿Por qué él ayudaría a encontrarlos? Seguramente él fue quien los mató.

Tomo mi abrigo y la correa de Nemo que, al escuchar el ruido prácticamente corre hasta donde me encuentro. Me aseguro de ahora acomodar mi camisa de la forma correcta, peino un poco mi cabello y acomodo la correa de Nemo.

—Me voy, Jordan. Pero si quieres quedarte aquí...

—Voy contigo —me interrumpe—. De ninguna manera te dejaré sola con ese psicópata.

—No es ningún psicópata.

—¿Ahora lo defiendes?

Bufo, cansada.

—Escucha, novio. No quiero dramas. ¿Quieres venir? Bueno, vamos, pero deja de hacer dramas de niño de preescolar.

Camino junto con Nemo hasta la planta baja, Jordan me sigue el paso.
La mirada confusa de Jeremy me hace saber que él desde luego no sabía que Jordan estaba conmigo porque bueno... Se suponía que pasaría el día totalmente sola en casa mientras mis padres y mi hermana iban a Connecticut de compras.

—¿Por qué él está aquí? — pregunta Jeremy mientras nos ve con desaprobación.

—Es... una larga historia.

Jeremy niega y abre la puerta del auto para mí. Dentro, Camila me sonríe y palmea el asiento a su lado. Me encamino hasta el auto, pero Jordan toma mi mano y tira de mí haciendo que choque contra su pecho.

—Ah, cierto. Jordan también vendrá.

Deckard ríe.

—¿Él? Sí, claro, pues se irá a pie porque yo no llevaré más niños en mi auto. Ya suficiente tengo con llevar a la pelirroja fastidiosa y a ti, pastelito.

Jordan le lanza una mirada de molestia.

—Pues ella no irá sin mí —Dice firmemente Jordan. Me suelto de su mano.

—¡Ya basta! Tú —señalo a Jordan—, entra al auto. Y tú —señalo a Deckard— deja de llamar a Camila fastidiosa; y tú —señalo a Jeremy—. Bueno tú nada, vamos.

Todos subimos al auto en silencio. Camila va tarareando una canción tratando de matar el silencio; la atmósfera incómoda se percibe en el aire. Ésta será sin duda la hora más larga e incómoda.

(...)

9:25 p.m

Nos tardamos más de una hora en llegar. Tras dos paradas en gasolineras para que Camila fuera al baño y Jeremy comprara comida, más tres paradas para que Nemo hiciera sus necesidades, finalmente llegamos a la escuela.

Deckard estaciona el auto a una cuadra de la escuela para seguir el camino a pie. Una cinta de la policía es lo primero que te encuentras al acercarte; nos escondemos tras unos arbustos al ver la sirena de una patrulla de policía.

Nos miro y quiero reír porque justo ahora lanzamos esa vibra de Scooby Doo.

—Hay una puerta en la parte de atrás. Nadie la usa así que dudo que éste cerrada, de hecho, creo que nadie la recuerda. —informa Jordan.

—Bueno, vamos —murmuro.

Caminamos en respectivo silencio. Nemo olfatea el suelo y marca uno que otro árbol.

Finalmente llegamos a la parte trasera de la escuela donde—como Jordan dijo— la puerta está abierta. Todos entramos, el lugar está más que oscuro, doy un respingo cuando escucho un estruendoso ruido y me apego a la persona que está a mi lado. Me aferro a su brazo.

Escucho cómo se aclara la garganta mientras trata de que suelte su brazo. Alguien enciende una lámpara y me ilumina. Miro hacia arriba y jadeo cuando veo que—a quien estoy aferrada— es Deckard. Todos me miran alzando una ceja, pero sigo sin reaccionar.

—Pastelito, estás enterrando tus uñas en mi brazo y no creo que al niño le guste eso —señala a Jordan quien tira de mi brazo separándome de él.

—Perdón —digo en un susurra apenas audible.

—Muy bien —Jeremy nos tiende lámparas a todos—. Deckard, tú ve con Julie, inspeccionen el último piso. Jordan tú inspecciona este piso; Camila y yo iremos al sótano.

—Y recuerden, si encuentran a alguien de la secta, háganlo hablar —murmura Deckard.

—¿Qué pasa si no habla? —pregunta Mila.

—Hay que matarlo —el chico de ojos grises saca su daga y sonríe de manera escalofriante—. Directo en la garganta, es más divertido. Ahora, vamos— Deckard trata de tomar mi mano.

—Alto, alto, alto —Jordan me envuelve entre sus brazos—. ¿Por qué ella tiene que ir con el enfermo del pueblo?

—Dime, niño —Deckard lo hace soltarme y me ubica a su lado—. ¿Qué harás si alguien trata de dañar a Julie? ¿Gritarás por ayuda?

—No todos estamos dispuestos a asesinar a sangre fría.

—Tal vez el siguiente cadáver sea el tuyo, niño.

—O tal vez sea el tuyo, Deckard.

Suspiro pesadamente y comienzo a caminar lejos de ellos junto con Nemo. Los escucho aún discutir.

Alumbro el camino a mi paso. Debo admitir que esto es definitivamente escalofriante; las escuelas a veces asustan de día, pero de noche... es mucho peor.

Me detengo antes de entrar a un pasillo. Normalmente en este punto de una historia de terror o suspenso al llegar a cambiar de pasillo habría algún espectro esperando por mí.

Suspiro, sostengo con fuerza la correa de Nemo y me ubico justo frente al pasillo. Está totalmente oscuro; pequeñas gotas carmesí están esparcidas por las paredes y el suelo, como si hubiesen tirado pintura por todos lados. Trago en seco mientras camino con cautela: no quiero encontrarme nada. Siendo sincera, estoy total y absolutamente aterrada por esta situación.

Mi perro olfatea el suelo. Algo parece picar su nariz por lo que deja de caminar y comienza a hacer sonidos raros que me asustan. Suelto su cadena y él hace más ruidos extraños.

—Nemo ¿estás bien? —me acerco a tocar su cabeza. Doy un respingo al escuchar algo caer al final del pasillo.

Recojo nuevamente la cadena de Nemo y comienzo a dirigirme hacia el lugar de donde provino el ruido. Tanteo mi bolsillo izquierdo confirmando que ahí se encuentra una pequeña navaja que apenas puedo utilizar. El silencio hace esto aún más aterrador. Los pasillos oscuros, el silencio y que Nemo actúe extraño hace imaginarme dentro de un libro de terror.

Llego hasta el final del pasillo: hay dos caminos, uno a la izquierda y otro a la derecha, el temor se adueña de mi cuerpo.

Fingiendo valentía corro hasta estar en medio de ambos caminos. Alumbro los dos lugares, pero no hay nada. Entonces me giro para volver a mi camino inicial.

Suelto un grito cuando veo a alguien frente a mí. La segunda reacción involuntaria de mi cuerpo es golpear, así que sin ni siquiera darme cuenta le doy una patada a la persona en el estómago y luego una bofetada tan fuerte que lo hace voltear y caer al suelo. Ilumino su rostro y jadeo cuando veo que se trata de Jordan. Levanto la lámpara para luego observar a Deckard que mira sorprendido al cuerpo de mi novio sobre el suelo.

Cuando creo que va a ayudarlo, su reacción es diferente. Mira perplejo a Jordan antes de echarse a reír con fuerza.

—Vaya... esas clases de defensa sí que funcionaron —la risa de Deckard hace eco en el pasillo.

Hace un par de días atrás Jeremy se tomó el tiempo de darme unas pequeñas clases de defensa personal dónde aprendí a patear y a golpear. Me alegro saber que funcionaron.

Pero no me alegra haberlas usado contra mi novio que justo ahora se remueve en el suelo adolorido.

Ayudo a Jordan a levantarse mientras que Deckard ríe como si le hubiesen contado el mejor chiste de la historia.

—¿Estás bien? — pregunto preocupada. La sangre sale por su nariz informándome que mi golpe fue bastante fuerte.

—Mierda, Julie —Jordan limpia la sangre con su camisa—. ¿Cuándo aprendiste a golpear tan fuerte?

—Ehm, hace unos días —Suelto a Jordan para recoger a Nemo pero este corre lejos de mí. Miro confundida a mi perro antes de correr tras de él— ¡Nemo, vuelve! —grito.

—¡Julie, espera! —escucho los pasos de Deckard tras de mí. Antes de darme cuenta él ya se encuentra en frente, provocando que choque contra su cuerpo—. ¿Pero qué crees que haces?

—Eh, seguir a mi perro —me separo de él—. Ayuda a Jordan —digo y luego corro tras Nemo.

Miro confundida el camino que ha tomado mi perro. Me hace llegar junto con mi amiga pelirroja y mi primo. Toco el hombro de Camila asustada; mi amiga se gira, dándome un bofeton.

—¡Camila! —sobo mi mejilla, ella realmente tiene la mano pesada.

—Uy, perdón —se disculpa, aunque pareciera que disfrutó hacerlo.

—Julie, ¿qué haces aquí? ¿No estabas con Deckard y...? —Como si supiera que lo estaban llamando, Deckard aparece con Jordan en su hombro. Al llegar con nosotros tira a mi novio sobre una de las bancas haciéndolo que se queje—. ¿Y él qué?

—Julie lo golpeó —responde Deckard restándole importancia.

Observó a Nemo y éste rasca la puerta de una de las oficinas de servicio. Abro la puerta y él se abre paso por esta. Me quejo al sentir un mal olor, un olor realmente desagradable.

Los chicos entran tras de mí y al igual que yo, se quejan por el olor. Es demasiado horrible, tanto que me hace querer vomitar.

—Dios —Camila tapa su nariz haciendo que hable de manera divertida—. Aquí huele horrible. ¿Qué huele así?

—No... no lo sé —murmuro totalmente asqueada.

Nemo olfatea el suelo. Cuando llega hasta una pequeña ventana comienza a rascar y a ladrar. Me acerco y abro la pequeña ventana, descubriendo que es un pequeño pasadizo.

—Eh, chicos —murmuro.

Todos se acercan. Jeremy se agacha e ilumina el pasadizo.

—Lleva a otra habitación —Informa Jeremy en lo que se adentra poco a poco.

—¿Es muy profundo? —Pregunta Deckard ubicándose a mi lado.

—Sí, creo que es bastante profundo —la voz de Jeremy se escucha muy lejana.

Pasan varios minutos en los que no escuchamos nada. Comienzo a ponerme ansiosa, tal vez sea porque Deckard se encuentra observándome o porque Jeremy aún no nos dice qué hay al final del pasadizo.

—Vengan, es seguro —grita Jeremy—. Julie, envía al perro, por favor.

—¿Hablas de Jordan? — pregunta Deckard con tono divertido, ganándose un golpe de mi parte que lo hace reír.

Deckard Collins riendo debería contar cómo la novena cosa más extraña del mundo. Extraña porque casi nunca lo hace.

—Nemo, busca —suelto al perro y éste corre por el pasadizo en busca de Jeremy. Al parecer no tarda en encontrarlo puesto que lo escucho ladrar de felicidad.

Me adentro en el pequeño espacio. Golpeo mi cabeza una que otra vez hasta que logro llegar al final del pasadizo. Me quejo porque ahora el olor parece abofetear mi nariz. Esto huele realmente mal.

Llego hasta estar junto con Jeremy. Escaneo el espacio: es una habitación bastante extraña, sus paredes son de una piedra antigua. Me hace recordar a las viejas construcciones. Toco una de las paredes hasta que mi mano se mancha de un líquido. Ilumino mi mano y parece ser agua, entonces veo la pared y una pequeña fuga de agua corre de ella.

Los chicos se tardan un poco en llegar. Probablemente fue porque Jordan y Deckard discutieron sobre quién de los dos entraría primero.

—¿Qué es esto? —pregunta Camila revisando el lugar—. Parece una habitación normal, pero esto huele horrible.

Examino el lugar rápidamente hasta encontrar una puerta. Me acerco y miro la perrilla: tiene pequeñas gotas secas de color carmesí que llaman mi atención. Abro la puerta y varias bolsas grandes caen cerca de mis pies, asustándome.

—Pero ¿qué es eso? —el olor ahora es peor.

Deckard se acerca y rompe una de las bolsas. Me alejo rápidamente al ver que se trata de un cuerpo. Bueno, un cuerpo sin extremidades.

Jordan tira de mí, alejándome de las bolsas que—imagino— deben contener a los otros cuerpos.

—¿Qué hace esto aquí? —murmura Camila, observando los cuerpos que ahora ya han sacado del resto de las bolsas.

—Todos tienen la marca, en diferentes partes del cuerpo —informa Deckard.

—¿Conocen a alguno de estos chicos? —inquiere Jeremy, iluminando los cuerpos.

Respiro hondo y me acerco a revisar los cuerpos. Suelto un grito cuando reconozco a uno de ellos; me agacho y lo reviso. Tiene su marca justo en el centro del pecho, no puedo ni imaginar cuánto debió dolerle que le hicieran eso. Pero la marca es totalmente diferente a la mía.

—¿Lo conoces? —pregunta Jeremy, viéndome a la vez que alzaba una ceja.

Asiento lentamente. Sin darme cuenta una lagrima baja por mi mejilla. No habíamos hablado mucho pero definitivamente le tenía aprecio y no era para menos.

—Es el hermano de mi amiga April. —digo.

Deckard revisa el cuerpo del chico y entonces algo parece llamar su atención. Unas marcas en su cuello.

—A él lo asesinaron —asegura mientras observa la marca—. Él era parte de una secta diferente —nos mira a todos los que lo rodeamos—. Parece que ahora hay otra secta en Cold Town. Ellos —señala al resto de cuerpos en las bolsas— también eran parte de esa secta.

—¿Otra secta?

Deckard asiente y mira a los demás cuerpos.

—Pero tienen algo en común —saca un pequeño papel de la misma bolsa donde se encontraba el cuerpo del hermano de April. Extiende el papel y doy un respingo al darme cuenta que no es un papel común: es una foto mía, cubierta de sangre. Las palabras "Occidere te rapina" se encuentran escritos sobre mí en la foto.

—¿Por qué tienen una foto de Julie? ¿Qué es lo que significa? —pregunta Camila confundida, yo también lo estoy—. ¿Qué idioma es ese?

—Es latín —murmura Jordan.

» Significa: "Mata a la presa".


****************************

Holi, ¿Como estás? Te ves muy bien el día de hoy, querido lector ;)

estoy muy feliz  y emocionada.

GANAMOS NUESTRO PRIMER CONCURSO AHHHHHHHHHH

Estoy tan feliz :"3

En otras noticias, siento que la historia crece con rapidez y eso es increíble, los amu a todos :D

—Helado


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro