YoonGi fue el primero en despertar, pero se mantuvo con ojos cerrados. Sonrió al sentir el aroma a vainilla y cereza perteneciente al cuerpo entre sus brazos. Rápidamente se dio cuenta que JiMin se encontraba dandole la espalda, pero seguía muy pegado a su cuerpo.

Estaban prácticamente en cucharita y el alfa aprovecho para esconderse en la nuca del menor. JiMin despertó debido a las cosquillas que le ocasionaba el mayor; podia sentir la nariz de este frotarse contra su cuello e inmediatamente el menor supo que el alfa le marcaba con su aroma.

— Yoon... — llamo.

El nombrado se sobresaltó levemente al escuchar la voz del menor, pero aquello no lo detuvo en su tarea de dejar su aroma sobre el menor. El lobo del omega se regocijaba al tener el aroma de su alfa sobre él.

— ¡¡¿Cómo que durmieron juntos?!!

Escucharon un grito fuera de la habitación y casi inmediatamente el estruendo de la puerta ser abierta. NamJoon y HyeRin entraron, el castaño se acerco y tiro de la cobija haciendo que los dos cuerpos sobre la suave superficie casi saltaran del frió.

— ¡¡NamJoon!! — exclaman YoonGi y JiMin al mismo tiempo.

— ¡¡Profanaste a mi hermanito!!

— ¡No es cierto!

— ¡Ustedes dos, salgan de aquí! — EunHyuk llego al rescate.

El omega se acerco a su pareja e hijo y de la oreja los saco de allí. Ambos alfas empezaron a reclamar, pero este hacía caso omiso. Finalmente con ambos alfas afuera, la pareja se observó con un sonrojo.

— Yo... iré a vestirme...

El rubio asintió y dejo que el azabache tomara la misma ropa que portaba ayer y se encerrara el en baño. JiMin se acerco a su armario y saco algunas prendas para poder cambiarse allí mismo.

Cuando termino de vestirse salió de su habitación y se dirigió al piso de abajo, donde en la cocina HyeRin y NamJoon estaban sentados con brazos cruzados, ceños fruncidos y un puchero. EunHyuk cocinaba y SeokJin le ayudaba, ambos omegas platicaban con una sonrisa en sus rostros.

JiMin solo estaba asomado, hasta que sintió un par de manos sobre su cintura. Se sobresaltó levemente y volteó; YoonGi se asomaba detrás de el, también viendo a ambos alfas sentados.

— Me van a matar...

— No lo harán, papá y Jin están allí. Así que si intentan algo ellos dos harán algo.

Finalmente ambos se adentraron a la cocina y las miradas inmediatamente fueron hacía ellos. Yoon se esconde detras de su pareja al obtener una mala mirada de los sentados en la mesa.

— Buenos días, niños.

— Papá, ya no somos niños...

— Para mi siempre lo serás aun sí te casas o tienes cachorros.

— ¡Eso jamas pasará! — exclama la mujer.

— Calla, alfa. — dice EunHyuk para después seguir en su labor de cocinar un omelette.

Con mucha valentía, YoonGi se dirigió a la mesa junto a su omega y se sentó a un lado de NamJoon. JiMin estaba frente a ellos, esperando con una sonrisa a que el desayuno fuese servido.

— Mamá ¿Cuando volverán a irse?

— Probablemente en tres o cuatro días más.

El animo de ambos hermanos decayó al saber que ellos partirían y no volverían a verlos hasta después de mucho tiempo.

— ¿Por qué nunca se pueden quedar aquí al menos un mes? — se atreve a enfrentar el rubio.

— JiMin, no empezamos de nuevo.

— No, ustedes nunca están aquí. Se enojan por que no les decimos que tenemos pareja, pero eso es por que nunca están aquí en casa.

Tanto EunHyuk como HyeRin voltearon a ver a NamJoon, quien se mantenía cabizbajo. El castaño suspiro y negó con su cabeza.

— Mamá, papá. Siempre trate de justificarlos cuando JiMin me hablaba de ustedes. Pero ya no puedo, él tiene razón.

— ¡Ustedes dos son unos mal agradecidos! Hacemos todo esto por ustedes. — se exalta la alfa.

— Ustedes no hacen nada por nosotros.

— ¡Basta, NamJoon. No creí que fueras así de grosero!

— Tú no sabes como soy, solo me ves cuatro veces al año por un par de días. Realmente no se siente como si fuesen nuestros padres.

Aquel fue un golpe bajo para los lobos de ambos mayores. El lobo omega de EunHyuk chillaba ante esas palabras, saber que a quienes les dió la vida no sintieran la calidez de tener un padre.

SeokJin y YoonGi solo se mantenían alejados. El azabache decidió levantarse de la mesa e ir con el omega cuando EunHyuk se acerco a los demás.

— ¡¿Cómo puedes decir esas cosas, Park NamJoon?!

— Él tiene razón, no veo el por qué reclaman. — comento sin más el pequeño omega.

— ¡Ustedes dos...!

La alfa se iba a acercar a su hijo menor, pero el gruñido del azabache la hizo parar. YoonGi estaba atento a cualquier movimiento de la mujer y ver como se acercaba a su pareja le hizo sentir como si su omega estuviese siendo atacado, por lo que su primer instinto fue gruñirle a quien amenazaba a JiMin.

La mujer se giro y observo con furia a YoonGi, quien aun no bajaba la guardia. Tanto NamJoon como JiMin sabían que si no los detenían ambos alfas podrían empezar una pelea.

EunHyuk y Nam se acercaron a HyoRin mientras JiMin fue directamente hasta YoonGi. El rubio se abrazo a su pareja y empezó a soltar de apoco su aroma para que así el mayor se calmara, lo cual pareció funcionar.

Al ser más consciente el azabache abrazo de vuelta al menor, quien escondió su rostro en el cuello de Yoon. La mujer también pareció haberse calmado así que finalmente el castaño se separo de ella.

— Creo que mejor hablaremos después.

Los cuatro menores asienten, pero NamJoon decide que no es bueno seguir allí así que se dirige hacía su pareja, hermano y amigo.

— Nos vamos de aquí.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— No es bueno que Yoon siga aquí, mamá se sintió amenazada por otro alfa en su propio territorio.

— Lo siento, no podía simplemente quedarme viendo como ella lastimaba a JiMin.

NamJoon sonríe y sabe que ahora es tonto pensar que su amigo le podía hacer algún daño a su hermano menor.