Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte/39/Rafaela y Martina


Rafaela y Martina

Rafaela, a los dieciocho años se convirtió en una hermosa joven como ya se dijo antes, ella heredo los genes de su padre, ella y Martina pasaba algún tiempo en casa de Eva, no iban juntas ya que Juana no toleraba quedarse sola sin la compañía de alguna de sus hijas, en una ocasión en que Rafaela estaba en la ciudad, Eva y la señorita Aura fueron al convento de las Clarisas a hacer una donación, Rafaela las acompañó, mientras las dos mujeres conversaban con la madre superiora, ella se quedó en jardín disfrutando del canto de los pájaros, cuanta paz se sentía en ese lugar.

Rafaela sorprendió a Eva, cuando le pregunto a la señorita Aura lo siguiente.

―Aura ¿Qué se necesita para profesar como religiosa?

―Lo primero es tener vocación y vencer todos los obstáculos que se te presenten en tu camino.

―Obstáculos ¿A qué se refiere con obstáculos?

Los sacerdotes, las monjas, en una palabra, todas las personas que viven cerca de Dios son tocadas por el demonio y, cuando digo obstáculos tienes que obedecer las reglas del convento sin omitir ni una replica, aunque algunas de ellas parezcan insufribles, por ejemplo, vestir un horrible habito, levantarse a las cuatro de la mañana, vivir en medio de rezos y canticos, recoger pordioseros, bañarlos, curar sus heridas engusanadas, alimentarlos, dormir en un camastro de tablas, hacer las labores más humildes, fregar pisos, etc., etc. Además de los estudios reglamentarios y finalmente si pasa todas las pruebas a las que será sometida será una digna esposa de Jesús.

―¿Y que se necesita para ingresar en el convento?

―El permiso de tus padres y una carta de recomendación de tu confesor―Eva intervino.

A qué se debe tu interés por la vida de las religiosas.

―Quiero ser religiosa.

―¡¡Qué!!, No, eso no, dime la verdad ¿Por qué quieres encerrarte en un convento?

―Esa es la verdad, no tengo porque mentirte.

Eva iba a objetar algo, pero Aura le apretó la mano, que ella interpretó como si le dijera Calma, ella ya no dijo nada, cuando Rafaela regreso a la casa de sus padres, Aura y Eva conversaron sobre el asunto.

―Que te hace pensar, que Rafaela no sea sincera cuando dice que quiere ser religiosa.

―Porque ella no tiene vocación de monja, yo soy su hermana mayor y la conozco mejor que mi madre, ella siempre me dijo que se quería casar, tener hijos.

―Tal vez cambio de opinión.

Una persona no puede cambiar de opinión de la noche a la mañana, voy a ver que puedo averiguar.

La próxima vez que Eva fue al pueblo, habló con su abuela, su madre y con Martina, pero ninguna de ellas no sabía nada del asunto, poco tiempo después Rafaela habló con sus padres para conseguir su permiso para ingresar al convento, tanto Petra, Alejandro y su hermana trataron de disuadirla, pero no lo lograron, Juana era la única que estaba contenta con la decisión de su hija, Dios la escucharía mejor cuando pidiera por su familia. Un tiempo después Rafaela ingresaba al convento de las Clarisas como novicia, solo ella sabía el motivo que la hizo tomar la decisión tan drástica. Al poco tiempo de estar recluida en el convento se dio cuenta que no tenía vocación de monja, pero, aun así, se quedó como novicia.

Rafaela.

A los dieciocho años se convirtió en una hermosa joven como ya se dijo antes, ella heredo los genes de su padre, ella y Martina pasaba algún tiempo en casa de Eva, no iban juntas ya que Juana no toleraba quedarse sola sin la compañía de alguna de sus hijas, en una ocasión en que Rafaela estaba en la ciudad, Eva y la señorita Aura fueron al convento de las Clarisas a hacer una donación, Rafaela las acompañó, mientras las dos mujeres conversaban con la madre superiora, ella se quedó en el jardín disfrutando del canto de los pájaros, cuanta paz se sentía en ese lugar.

Rafaela sorprendió a Eva, cuando le pregunto a la señorita Aura lo siguiente.

―Aura ¿Qué se necesita para profesar como religiosa?

―Lo primero es tener vocación y vencer todos los obstáculos que se te presenten en tu camino.

―Obstáculos ¿A qué se refiere con obstáculos?

Los sacerdotes, las monjas, en una palabra todas las personas que viven cerca de Dios son tocadas por el demonio, y cuando digo obstáculos tienes que obedecer las reglas del convento sin omitir ni una réplica, aunque algunas de ellas parezcan insufribles, por ejemplo, vestir un horrible habito, levantarse a las cuatro de la mañana, vivir en medio de rezos y canticos, recoger pordioseros, bañarlos, curar sus heridas engusanadas, alimentarlos, dormir en un camastro de tablas, hacer las labores más humildes, fregar pisos, etc., etc. Además de los estudios reglamentarios y finalmente si pasa todas las pruebas a las que será sometida será una digna esposa de Jesús.

―¿Y que se necesita para ingresar en el convento?

―El permiso de tus padres y una carta de recomendación de tu confesor―Eva intervino.

A qué se debe tu interés por la vida de las religiosas.

―Quiero ser religiosa.

―¡¡Qué!!, No, eso no, dime la verdad ¿Por qué quieres encerrarte en un convento?

―Esa es la verdad, no tengo porque mentirte.

Eva iba a objetar algo, pero Aura le apretó la mano, que ella interpretó como si le dijera Calma, ella ya no dijo nada, cuando Rafaela regreso a la casa de sus padres, Aura y Eva conversaron sobre el asunto.

―Que te hace pensar, que Rafaela no sea sincera cuando dice que quiere ser religiosa.

―Porque ella no tiene vocación de monja, yo soy su hermana mayor y la conozco mejor que mi madre, ella siempre me dijo que se quería casar, tener hijos.

―Tal vez cambio de opinión.

Una persona no puede cambiar de opinión de la noche a la mañana, voy a ver que puedo averiguar.

La próxima vez que Eva fue al pueblo, habló con su abuela, su madre y con Martina, pero ninguna de ellas sabía nada del asunto, poco tiempo después Rafaela habló con sus padres para conseguir su permiso para ingresar al convento, tanto Petra, Alejandro y su hermana trataron de disuadirla, pero no lo lograron, Juana era la única que estaba contenta con la decisión de su hija, Dios la escucharía mejor cuando pidiera por su familia. Un tiempo después Rafaela ingresaba al convento de las Clarisas como novicia, solo ella sabía el motivo que la hizo tomar la decisión tan drástica. Al poco tiempo de estar recluida en el convento se dio cuenta que no tenía vocación de monja, pero, aun así, se quedó como novicia.

Un año y medio antes.

Cuando Eva se caso, Rafaela y Martina conocieron a un joven muy atractivo "Gervasio", éste bailó con ambas jóvenes, éste trabajaba en la hacienda a las órdenes de Santiago era una especie de secretario, por ese motivo fue que disfrutó de la fiesta en el gran salón y no en el patio con los otros trabajadores, Físicamente Rafaela le atrajo más, pero algún tiempo después se inclinó por Martina, lo atrapó el carácter despreocupado y la alegría de la más joven, Gervasio pidió el permiso de Alejandro para entablar una relación con su hija, éste no tuvo objeción en dar su permiso después de enterarse de muy buena fuente que el joven era honrado y un buen trabajador, Rafaela tuvo que fingir una alegría que no sentía, ella se sentía muy atraída hacía el joven, ella trato de reprimir ese sentimiento pero todo su esfuerzo fue en vano, un año más tarde, Martina le confesó que Gervasio iba a pedirla en matrimonio, para ese tiempo Rafaela, estaba profundamente enamorada del novio de su hermana. Ese fue el motivo de irse a recluir al convento.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro