El reloj mágico estaba guardado con cuidado, y Alejandra y sus amigos se estaban adaptando a su nueva vida con el artefacto sellado y el equilibrio del tiempo restablecido. Sin embargo, había algo en el aire, una sensación de calma y guía que Alejandra no podía explicar del todo.

Una noche, mientras Alejandra estaba sola en su habitación, el reloj comenzó a brillar con una intensidad inusual. Un suave resplandor llenó la habitación, y una figura etérea apareció frente a ella. La figura era luminosa y serena, con alas brillantes que parecían emanar una luz cálida.

Alejandra se quedó paralizada, sorprendida y asombrada. "¿Quién eres tú?" preguntó con voz temblorosa.

La figura sonrió amablemente. "Soy tu abuelo, Alejandra. Bueno, en realidad, soy el ángel que ha estado guiándote desde el más allá."

Alejandra parpadeó, sin poder creer lo que veía. "¿Mi abuelo? Pero... él falleció hace mucho tiempo."

"Sí," respondió el ángel con suavidad. "Tu abuelo físico partió hace años, pero su espíritu ha continuado vigilándote y guiándote en tu camino. El reloj mágico fue solo una parte de la misión que tenía en esta vida, y ahora que has demostrado tu valor, puedo revelarte la verdad."

Alejandra sintió una mezcla de sorpresa y gratitud. "Pero, ¿por qué no me lo dijiste antes? ¿Cómo has podido ayudarme desde el más allá?"

"El propósito de mi guía era permitirte descubrir por ti misma el verdadero poder del reloj y el significado de tu misión," explicó el abuelo-ángel. "El reloj no solo es una herramienta para viajar en el tiempo, sino un símbolo de la sabiduría y el amor que he tratado de transmitirte."

El ángel extendió una mano, y el reloj comenzó a flotar hacia él. Con un gesto suave, el ángel colocó el reloj sobre una mesa cercana, y el brillo del artefacto se intensificó.

"Tu capacidad para enfrentar los desafíos y tus decisiones valientes han demostrado que eres digna de proteger el equilibrio del tiempo," dijo el ángel. "El reloj está en buenas manos, y ahora que has completado tu misión, mi trabajo como guía ha llegado a su fin."

Alejandra sintió una profunda emoción. "Siempre he sentido la presencia de mi abuelo, pero nunca imaginé que estuvieras ayudándome de esta manera."

"El amor y la guía no conocen límites de tiempo y espacio," respondió el ángel con una sonrisa. "El verdadero poder del reloj reside en el amor y el cuidado con que lo usas, y has demostrado ser una guardiana excepcional."

El ángel miró a Alejandra con ternura. "Ahora que has encontrado tu camino y has aprendido las lecciones que necesitabas, puedo descansar en paz. Mi misión ha sido cumplida."

"¿Y qué pasará ahora?" preguntó Alejandra, sintiendo una mezcla de tristeza y alivio.

"Mi presencia estará siempre contigo, incluso cuando no me veas," dijo el ángel. "El reloj seguirá siendo una herramienta poderosa, pero recuerda que su verdadero poder reside en la sabiduría y el amor que le imprimas. Sigue adelante con valentía y compasión, y todo estará bien."

Con esas palabras, el ángel comenzó a desvanecerse, dejando un resplandor suave en el aire. Alejandra sintió una oleada de paz y gratitud, sabiendo que su abuelo siempre estaría con ella en espíritu.

El resplandor se desvaneció, y la habitación quedó en calma. Alejandra se sentó en la mesa, mirando el reloj con una nueva comprensión y aprecio. Sabía que su abuelo había sido una guía amorosa, y que su legado viviría a través de sus acciones y decisiones.

Con una nueva determinación, Alejandra se levantó y salió de la habitación, lista para enfrentar el futuro con el conocimiento de que estaba respaldada por el amor y la sabiduría de su abuelo, tanto en el mundo físico como en el espiritual.