Cada día, a la misma hora
Querido Alec:
¡ERES UN COMPLETO IMBÉCIL!
Nunca había conocido a aun hombre tan confuso, y dicen que nosotras somos las que confunden.
Ahora recuerdo que yo iba cada día, a la misma hora allí, iba con alguien, pero no recuerdo muy bien con quien, pero volviendo a lo de ayer, ¿que te volverías adicto a mis besos?
Escucha amigo mío, tengo algo de dignidad y eso no me lo creo, pero bueno. Espero y algún día puedas responder todas mis dudas.
Te escribe: Una confundida Mía.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro