
【60】
-Antes de empezar quiero decirles que está parte va estar basada en un fanfic que hice en el año de 2017,titulado "Bad End" . Una historia alternativa que se me ocurrió un día de invierno,contendrá Aldeth pero en un sentido más oscuro,los que leyeron las curiosidades de Alfa librae sabrán de que se trata,así que puede ser incómodo para algunos.-
*•.❥ "Aldeth Is The Type Relationship That..."
— Bad End.
Seis años después de la guerra santa,las cosas habían cambiado mucho desde entonces,Hyoga volvió a Siberia,Seiya quedó como guardián del templo de Sagitario siempre fiel a Athena,Shun se convirtió en un médico que atendía toda clase de personas en oriente,Shiryu volvió a China con su amada Shunrei y en cuanto a Ikki,bueno,de él jamás se puede esperar que este en el mismo lugar por tanto tiempo. Los caballeros dorados por otra parte seguían con su labor de proteger y cuidar del santuario,ahora con la diosa en el templo las cosas parecían ir de a flote.
Aunque hasta ese día,había un pregunta que el segundo guardián de las doce casas no podía quitar de su mente,¿qué había ocurrido con aquella extraña mujer que solía vagar por todo el santuario?,recordaba que después del incidente con Saga ella dejó de esconderse y empezó a socializar más con los caballeros que quedaron luego de la tragedia,metiéndose constantemente con los guardias en pleitos sólo por diversión o "deporte" como ella solía decirle.
Nadie la había visto un día que Saori la envió a revisar el reino de los muertos buscando señales de Hades,mandaba cartas a menudo reportando cada acontecimiento,desde la total aparición del dios hasta la resurrección de los espectros, pero un día de la nada las cartas dejaron de ser recurrentes hasta dejar de llegar,muy pocos le preguntaron a la diosa lo que ocurrió con su paradero,pero esta respondía que ella simplemente desapareció por cuenta propia.
De alguna manera,Aldebaran sentía que algo andaba mal pero no se atrevía a preguntar al respecto,ni siquiera Milo sabía,Seiya intentó encontrar respuestas con Saori,pero ella cerraba los ojos y se retiraba sin decir nada,una vez de sus labios salió lo siguiente.
— Si te preocupa que siga allí abajo,no te angusties,nunca más podrá volver a ese lugar,ahora esta pasando por una situación especial.
Fue extraño,todo quedó ahí,Saori no dio más pistas.
No negaría que de alguna forma le hacía falta escucharla reír,o incluso hablarle de cualquier tema,muy seguido se divertían conversando.
Ella se fue dejando ese vacío.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por una llamada vía cosmos de Athena,diciendo a todos los caballeros reunirse en la sala del patriarca,era algo importante.
Al llegar,la diosa los recibió de forma cálida,luego les explicó que deseaba hacer una pequeña reunión para variar un poco de los duros y pesados entrenamientos que agobiaban a muchos,a todos les pareció una idea generosa de parte de ella.
La noche del encuentro,llegaron muchos de quienes se había dicho realizaron sus vidas de formas pacifistas,incluyendo a los caballeros de bronce,Shiryu llegó con la sorpresa de que Shunrei estaba embarazada,un momento de felicidad enorme para todos.
Aproximadamente de las 8:30pm,los guardias le avisaron a Saori que alguien desconocido buscaba entrar,la diosa se paró inmediatamente de su trono en camino a la entrada,los caballeros y caballeras permanecieron callados un instante,de repente de la puerta entró una mujer alta de vestido azul oscuro de la parte trasera larga y semi corto de adelante,su cabello recogido en una modesta moña,adornada de piezas de oro,nadie podía adivinar de quién se trataba,excepto el octavo guardián,¿qué otro fémina podría ser tan alta?.
—¿Eres tú...Odeth?.
Aldebaran abrió los ojos sorprendido,era un cambio radical,se miraba hermosa provocando que su corazón latiera con fuerza,pero algo era diferente,sus ojos reflejaban una tristeza inmensa aunque sonriera saludando a todos,Seiya sonriente se le acercó saludandola con alegría para luego fijarse en alguien que venía detrás de ella,algo pequeño.
—¿Y este niño?.-Preguntó el antiguo Pegaso,los otros caballeros se acercaron curiosos.
Odeth sonrió entrecerrando sus ojos,colocando al niño de frente de ellos quién mantenía sus manos agarradas del vestido de esta,nervioso y asustado,Aldebaran le calculó unos cuatro años,tenía la piel pálida,muy pálida de hecho el cabello rubio cenizo y los característicos ojos café de Odeth,Tauro no lo podía creer pero de su boca ella lo dijo.
— Caballeros,les presento a Sebastián,mi primer hijo...Anda mi amor,saluda. -Le pidió amablemente,él niño desvió la vista ante tanta presión.
— Me da pena...-Le susurro a su madre con total vergüenza,cubriendo su rostro con su vestido.
— Vamos,le prometiste a Mamá que serías buen chico esta noche. -Suavemente Odeth tomó las manitas de su hijo guiandolo a los presentes.
— H-hola,es un placer conocerlos señores,mi madre me ha contado mucho acerca de ustedes. -Hizo un pequeña reverencia.
— Debo confesar que me encuentro sorprendido,nunca imagine que alguien como tú pensará en tener hijos,siempre te vi más concentrada en las peleas. -Habló Saga intrigado.
— Sí...Fue sorprendente incluso para mi.
ALdebaran notó como el tono de su voz cambió,se enteró que no deseaba tocar ese tema,se preguntó porqué pero no era capaz de acercarse y preguntarle,el niño de repente se le acercó de manera curiosa con un dedo en la boca.
— Woah,eres tan alto como mi mamá,¿son amigos?.
Aldebaran quedó mudo un momento,la mirada de Odeth se posó delante de él,reaccionó inmediatamente.
— Podríamos decir que si,Sebastián.-Aldebaran se inclino un poco
Odeth sonrió acercándose a Aldebaran y tomando su mano por un momento,mirándole fijamente desprendiendo melancolía de su alma.
— Me alegra verte otra vez.
Las horas transcurrentes,Sebastián se le pasaba jugando con Milo y Seiya,seguido de Aioria y el resto de los caballeros de plata,Odeth por su parte permaneció al lado de Aldebaran toda la noche ambos en una mesa donde ella pudiera ver a su pequeño.
— Extrañaba esté lugar. -Soltó un suspiro al aire, Aldebaran volteó a verla.- Me ha hecho falta.
— Me lo imagino,nadie volvió a saber de ti desdé que te fuiste a esa misión,¿paso algo malo?.
— N-no realmente...-Desvió la mirada,acariciando sus manos fuerte.- Simplemente ocurrieron retrasos,fue todo,y cuando tuve a Sebastián esperé a que creciera lo suficiente para traerlo.
— Pero dejaste de comunicarte,creímos que tuviste problemas con algún espectro,estábamos preocupados. -Le habló suavemente.
— Aldebaran,¿Estabas preocupado por mí?.-Ella rápidamente giró su rostro a Tauro quién al notar la mirada esperanzada de esta,se puso realmente nervioso.
— Por supuesto,no lo negaré,hacías falta aquí,aún así me alegra verte que estés bien y ahora con una familia.
Eso le había pesado de decir,¿por qué?.
— Bueno...podemos ponerlo así.
—¿A qué te refieres?.
Ella no dijo nada más volteó de nuevo a ver a su hijo,el niño se divertía con Milo mientras esté lo cargaba a caballo y corrían por todo el salón, a varios les causaba bastante gracia,al menos él se divertía.
Aldebaran la invitó también a participar en la conversación que los otros tenían, para revivir buenos momentos,por unos minutos todo iba de maravilla,pero de repente hubo uno que sacó la peor de las preguntas de la noche.
—¿Quién es el padre de Sebastián?.
Odeth dejó de reír abriendo los ojos de par,como si la pregunta le hubiera asustado,se calmó tratando de pasar desapercibida de la acción de su rostro.
Mantuvo la calma.
— El padre de Sebastián desapareció después de las primeras semanas de mi embarazo. -Dijo en voz baja,tratando de que su hijo no escuchará,apretó el vaso con fuerza.- Si vuelvo a ver a ese imbécil,yo personalmente lo devolveré al inframundo de donde jamás debió salir...-Rompió el vaso con las manos saliendo a paso rápido del lugar,algunos estuvieron confundidos por la actitud pero pensaron que era lógico,aparentemente el tema del padre del niño era un tema completamente tabú.
Aldebaran se alejó del grupo siguiéndola,estaba demasiado oscuro y le era difícil ver entre la oscuridad,permaneció quieto un instante escuchando cerca un ligero quejido,siguiendo el ruido la encontró golpeando en piedra del lugar,sigilosamente se acercó a ella haciendo que su reacción fuese tratar de golpearlo,pero los reflejos de un caballero de oro eran impecables y logró detenerla con soló una mano,Odeth apenada se disculpó sin mirarlo.
Tauro no sabía que decir,quizás toda esa tristeza que sintió era por el abandono de su esposo,o al menos eso pensaba.
—¿Qué te ocurrió?.
— Recordé algo que no debí...
— No puede ser únicamente por eso. -Se acercó y ella se alejó.- Odeth,no trates de evadir el tema,algo te ocurrió mientras estabas fuera ¿No es así?.
Ella contuvo la respiración,y se le acerco con lágrimas en los ojos apretando la mandíbula.
— Te lo diré, pero quiero que esto quedé aquí y no salga jamás Aldebaran de Tauro.
— Tienes mi palabra.
Odeth le contó que al partir a los adentros del infierno,el inframundo estaba en pésimas condiciendones,dañado y hecho un caos,rastreó cerca de los Elíseos el débil cosmos de Hades,la tarea consistía en rescatar lo que se podía del poder de dicho dios y traerlo de vuelta,ya que cuando la guerra acabo Saori tuvo una fuerte discusión con su padre Zeus y este le exigió regresar a Hades a su puesto,pero ella no estaba segura de que fuera sensato ir sola por ende,necesitaba a alguien que ya supiera como manejar el estar en el infierno.
Le confesó que hace muchos,pero muchos años ella odiaba y maldecía a la diosa Athena y a sus seguidores por quitarles a una querida amiga de aquel momento,la mataron y maldijeron por algo que no hizo y no provocó, entonces deseo con todas sus fuerzas acabar con el imperio ateniense,Hades le ofreció eso a cambio de su lealtad absoluta.
Pero era joven e imprudente,y con él tiempo eso cambió,pero nunca podría olvidar todo lo que aprendió allí mismo,al ser alguien con experiencias era la más calificada.
Todo parecía ir normal,durante el primer mes los jueces y los dioses gemelos regresaron y por el instante pensó que podría irse,pero no fue así.
Había un juez que la detestaba por lo ocurrido hace 243 años,era un odio ilógico ya que ni siquiera ella estaba involucrada en esa guerra,sólo fue la espectadora de un acontecimiento horrible.
— Durante tres meses más tuve muchos problemas con él, a tal punto que comenzamos peleas físicas que siempre acababan mal,Hades y el resto estaban hartos de nosotros entonces a él lo castigaron en cuanto a mi no pudieron hacerme nada gracias a que el trato era que Hades no podía tocarme a cambio de regresarle el cosmos que perdió por órdenes de arriba,sin embargo fui encerrada un tiempo,Valentine uno de los subordinados de Wyvern vigilaba constantemente la celda donde me encerraron.
—¿Fue por eso que dejaste de escribir todos los días?.
— Correcto,tiempo después dejamos de pelear...pero un día...
—¿Si?.
— Tuvimos una pelea fuerte,muy violenta y en un descuido mío él me golpeó en la cabeza y me dejó aturdida en el suelo,escuché como se reía de mí y decía cosas que no logré entender,me sentía mareada y ese golpe me dejó borrosa de la vista,caí inconsciente unas horas...Fue cuando aprovechó para humillarme de la peor manera...-Guardó silencio un momento al borde del llanto.- Yo no quería,lo digo en serio en sólo recordar eso me da repugnancia.
Aldebaran quedó congelado allí mismo,su cabeza había sacado una conclusión terrible de donde se dirigía esa conversación.
— Cuando desperté,mi cuerpo estaba golpeado y adolorido,en especial en una zona específica...cuando me dí cuenta estaba sin ropa en una habitación y las sábanas llenas de sangre,me revisé y mis miedos aumentaron...Ese maldito me manchó Aldebaran,se llevó algo importante de mi como mujer.-Las lágrimas pronto brotaron de sus ojos,mordiéndose el dedo.- Y no se detuvo ahí,y cada vez era terrible para mi...Casi seis meses de tortura.
— Yo...No sé qué decirte,pero...¿Por qué no pediste ayuda?¡Hubiéramos hecho algo por ti!.
—¡Por Qué tenía miedo,¿de acuerdo?!,pensé en comunicarlo o decirle a Hades pero Radamanthys tiene una gran influencia con él,hubiera sido terrible para el destino de los demás si yo decía algo,por un descuido mío...
—¿Radamanthys?. -Aldebaran repitió ese nombre en su cerebro,ahora que lo notó,Sebastián se parecía bastante a él.-¿Él fue el maldito que te hizo esto?.
— Así es,Radamanthys es él padre de Sebastián,pero él no lo conoce todavía tampoco pienso presentarlo a ese hombre...Mi bebé merece algo mejor que esa escoria.
— A pesar de las circunstancias que la vida te puso encima,pareces amar mucho a ese niño...Aún con la forma que se dio.
— Jamás podría culparlo,ni mucho menos despreciarlo,de hecho un día harta de todo los abusos decidí lanzarme al río Aqueronte y ahogarme...De no ser por Caronte que me sacó a tiempo sin darme cuenta lo habría abortado y fue gracias a Minos que me di cuenta de que el crecía en mi vientre,claro que estaba enojado con Radamanthys por su imprudencia,y sin decirmelo envió a Lune a decirle esto a Hades yo terminé por decirle a Athena. Obviamente ninguno de los dos Dioses se miraba conformes con lo ocurrido,Athena se sentía ofendida y Hades ni se diga,al final para evitar una guerra más,ofrecí guardar silencio hasta el día de ahora,así que sin alternativas aceptaron muy disgustados por la situación,al final dí a luz en el castillo de Hades,no tenía donde ir y no quería que nadie me viera con la enorme barriga,no quería más malas miradas,después de que mi hijo nació me enfrente a Radamanthys con toda la ira que se vino encima,aún no sé porqué me exigió ver a Sebastián pero de seguro no era nada bueno viniendo de él,Valentine me sugirió irme de allí y por un tiempo estuve sorprendida por su comportamiento,me ayudo un poco en encontrar un lugar donde quedarme mientras Sebastián crecía.
— Lamento todo lo que te paso,pero sigo sin creer que Athena no haya hecho más por eso,lo que te hicieron fue imperdonable,más por el motivo que me has contado. Sabes qué es lo que más me enfurece,la cobardía de ese hombre por esconderse en su poder. -Apretó sus puños con fuerza.
— Eso ya no importa,pero tenía que decírselo a quién pudiera escucharme sin juzgar,no se lo diría a Milo conociendo como es,además Aldebaran...Eres la persona más importante con la que puedo contar,me alegra que me hayas oído.
Sin más,él se le acercó con un fuerte abrazo,provocando que el corazón de ella latiera euforia,débilmente esta puso sus brazos alrededor de Aldebaran,sintiéndose protegida y aliviada,Tauro puso su mano en la cabeza de esta acariciándola suavemente mientras Odeth se hundía en su pecho,en un momento Aldebaran soltó la liga con la que Odeth tanto esfuerzo se había hecho,las largos rizos dorados cayeron como cascada siendo recogidos por el viento de la noche,con un sonrojo en las mejillas ante tal acción,Aldebaran suavemente le dijo muy cerca de su rostro.
— Extrañaba verte,extrañé todo de ti.
Lentamente con una mano en su cadera,fue acercando de a poco a él,ella maravillada se dejó llevar por aquel bello acto cerrando sus ojos esperando al fin recibir el tan preciado beso de su amor,sus delgadas manos lo atrajeron rápidamente a sus labios,las comisuras de sus labios chocaron en un compás tierno,ese momento lo imaginó tantas veces que dudó un día que se hiciera realidad,pero ya no.
—¡Mamá!.
El grito del niño los hizo reaccionar,el rubio cenizo corrió a los brazos de su madre,quién entre ansiosa y nerviosa de que los haya visto,lo tomó en brazos apenada.
—¿¡Es cierto que fuiste un caballero de Athena!?.
— Ahh,si fuí un caballero,pero no precisamente de ese modo.
—¿Entonces como?. -Cuestionó ladeando la cabeza.
— Cuando seas mayor te lo diré,por el momento no diré nada respecto a eso.-Sonrió dándole un besito en la nariz al niño.
Quizás las cosas ocurren por algo,a veces no del mejor modo,depende de cómo se maneje.
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