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Era otro día hermoso, como todos los que había estado pasando con Mu. El viento era fresco, y no escuchaba otra cosa más que el sonido de este al chocar con las piedras. De repente apareció Mu, con su cálida sonrisa de siempre, tomado de la mano de Kiki.

M: ¿Vienes con nosotros? Vamos a mi casa a entrenar.

A: Claro, ¿por qué no?

Kiki se emocionó mucho, y me tomó de la mano. Nos fuimos caminando hasta la casa de Aries, donde se suponía entrenariamos. 

A: ¿Por qué no mejor vamos al coliseo?

M: Es que es más cómodo aquí.

K: ¡¿Que vamos a hacer hoy, maestro Mu?!

M: Bueno, hay que practicar tu telequinesis.

K: Está bien....¿que hago?

M: El levantar objetos es fácil, ya lo dominas, entonces, ¿que te parece cortar ese pilar, moverlo y volverlo a colocar?

K: ¿Pero que no es lo mismo?

M: No Kiki, una cosa es levantar un objeto, y otra es cortarlo, moverlo y volverlo a colocar como estaba, así como hice con mi torre cuando llego Shiryu.

K: Está bien, no creo que sea difícil.

Mu se sentó y me hizo señas para hecer lo mismo. Kiki se alejó unos cuantos metros hacia un pilar, e intentaba derribarlo.

A: ¿Que haces mientra esperas?

M: Solo veo a Kiki y le ayudo......Este ejercicio es porque el ya puede levantar objetos, pero no es lo suficientemente fuerte para resistir mucho tiempo, además, si no logra dominarlo del todo, no podrá utilozar las técnicas de los santos de aries, como la pared de cristal.

A: Ahora entiendo......

M: El debe descubrir como centrar su poder en su mano, o si lo logra, en un solo dedo, para así poder corar el pilar, moverlo, y volverlo a dejar en su lugar.

A: Sé que lo va a lograr.

Paso aproximadamente como una hora, y Kiki seguia sin poder derribar el pilar. Creo que se enfureció o decepcionó, y lanzó un golpe, que terminó por destruir el pilar.

M: ¿Kiki, estás bien? Déjame ayudarte.

K: ¡No! No tiene caso, ni siquiera puedo derribar un tonto pilar.

A: No hables así Kiki, no es- ¡No es justo! ¡¿Por qué otros caballeros si pueden y yo no?! ¡¡Estoy haciendo exactamente lo mismo que Spartan o que usted maestro!! ¡Y sigo sin poder hacerlo!

M: ¡No es -Espera Mu, no grites, dejamelo a mí- de acuerdo, pero el no tiene por que gritar.

A: Entonces tu dale el ejemplo y no grites. 

K: ¡¡Si voy a seguir sin poder haciendo esto, entonces ya no quiero ser un caballero!!

A: Kiki, ven conmigo.

K: ¡Yo no quiero seguir entrenando!

A: ¿Quién te dijo que ibamos a entrenar?

K: ¡Yo sé que si!

M: Kiki, debo disculparme contigo, no debí gritarte, pero por favor, solo ve con Aldebaran.

K: ¡Yo no voy a ningun lugar! ¡Lo único que quieren jacer es calmarme para después entrenar!

A: Kiki, ven, vamos a caminar.

M: Por favor kiki, solo ve con el.

K: Está bien, pero si vamos a entrenar, yo no voy a hacer nada.

Tome a Kiki de la mano, y lo lleve hasta un pequeño bosque cerca del santuario. El se emocionó y empezo a saltar. Se quedaba completamente  perdido en su mundo observando la cantidad de flores que había ahí. Yo quería sentarme y hacer lo mismo, simplemente perderme en un mundo de fantasía, pero había algo más importante que hacer: ayudar a Kiki.

A: Siéntate aquí.

K: ¿Qué vamos a hacer?

A: Quiero hablar contigo.

K: Es sobre lo de hace un rato, ¿verdad?

A: Solo te pido que me escuches, y ya será decisión tuya lo que hagas.

K: Está bien.

A: Mira, yo sé que tu piensas que lo único que quiere Mu es que entrenes y ya, pero no es así. Debo admitir que yo llegué a pensar exactamente lo mismo que tú, pero estás equivocado. Si, el entrenamiento que debemos tener los caballeros es muy duro, pero Mu lo hace porque te ama. El te pone todos eso retos para que tu, en algún momento de tu vida, puedas enfrentar cualquier cosa, por más horible, dura o dolorosa que sea, y no solo hablando de enemigos o batallas, sino también en la vida real. ¿Tu crees que Mu o yo fuimos igual de poderosos como ahora desde el principio?

K: No....

A: ¡Exacto! Incluso después de que obtuvimos nuestras armaduras seguimos entrenando, para ser cada día aún más poderosos que antes, y así, proteger a Atena, y a todas las personas de este mundo. Ahora, ¿tu crees que por el simple hecho de que yo sea adulto lo se todo?

K: No....

A: ¡Pues claro que no, jaja! Todos los días aprendes cosas nuevas, y perfeccionas lo que ya sabes. Yo, por ejemplo, no lograba lanzar correctamente mi "gran cuerno".

K: ¿En serio?

A: Si. Podía lanzar golpes y demás, pero no podía concentrar mi poder en mis puños. Igual que tu, yo me rendí, e incluso me fui, y me sente justo en donde estamos ahora tu y yo. Crei que nunca lo lograría, y simplemente me senté. Pasó un buen rato, y yo seguía sin hacer nada. De pronto, escuche un ruido extraño, y entonces me acerque. Era un pequeño ciervo que estaba atorado. Su pierna quedó aplastada bajo una piedra. Yo intenté moverla, pero estaba muy pesada, y entonces me di cuenta de que la única manera de ayudarlo era con mi cosmos. Lo intenté varias veces y seguí sin poder. Me decepcione y lloré. Después de un rato me retracte, ¿Cómo  era posible que mientras alguien necesitaba de mi, estuviera llorando?, entonces, me levanté y lo logre, libere al ciervo.

K: Pero, yo ya lo intenté y no pude......Nunca lo voy a lograr.

A: Kiki, como puedes decir eso. Si tu no das el ejemplo y demuestras que eres fuerte, ¿Quién lo va a hacer?

K: Pero yo no soy fuerte......

A: Si hablas de fuerza física, no tienes porque preocuparte, la puedes obtener con el tiempo, pero, de la fuerza que yo te hablo es diferente. Tu eres un niño pequeño, pero con una gran fuerza de voluntad. ¿A caso cuando no logras atrapar una mariposa te rindes? 

K: No.

A: ¿Que haces?

K: Ña sigo persiguiendo.

A: ¿Por qué?

K: Porque si no la atrapo pierdo el juego.

A: Entonces, es exactamente lo mismo que tienes que hacer con ese pilar.....¿Porqué crees que me convertí en caballero dorado? 

K: Para poder proteger a lasersonas que no lo pueden hacer por su cuenta.

A: Jajaja, ¡¿Lo ves?! Ya encontraste tu respuesta. Si no logras derribar ese pilar  -No podré ser caballero, y no podré proteger a los que me necesitan- Entonces, ¿Qué vas a hacer?

K: ¡Me voy a parar, voy a ir hasta es pilar, y lo voy a tirar!

A: Entonces vámonos.

Kiki salió corriendo de donde estábamos, soltando pequeñas risitas de emoción. Cuando llegamos al santuario corrió directamente hasta el pilar.

M: ¿Cómo te fue?

A: Que la determinación de Kiki te responda.

Kiki se quedó viendo el pilar, y no se movía. Tomé a Mu de la mano y lo jale hasta donde estaba Kiki.

K: ¿Están seguros de que voy a poder?

M: Si lo haces bien   A: y con toda la determinación que tienes   M: sumándole tu fuerza   A: y todo lo que ya sabes....

K: ¡Lo voy a lograr!

Mu y yo retrocedimos un paso y solo contemplabamos a Kiki con alegría. El solo respiro, y lo logró. Cortó el pilar por la mitad (increíblemente recto, sin imperfección alguna) lo sostuvo por un momento y lo regresó a su lugar. Me acerqué y toqué el pilar. No se distinguía cuarteadura alguna, y además, se veía como si Kiki no lo hubiera cortado antes.

K: ¡Lo logré! ¡Lo logré! Y todo gracias a su apoyo. Si usted maestro, no me hubiera enseñado a controlar mi poder, y si usted, señor Aldebaran, no me hubiera motivado, no lo habría logrado......

Kiki se soltó a llorar, y Mu y yo no s acercamos.

K: ¿Podemos darnos un abrazo de familia?

M: Por supuesto que sí, Kiki.

K: ¡Los quiero mucho!

A/M: Y nosotros a ti.