A la mañana siguiente, los caballeros de Tauro y Aries despertaron tranquilamente. Practicaron un rato, hasta que llegaron Shaka y Kiki.

K: ¡¡Maestro Mu!!

M: ¡Hola Kiki!

A: Bueno........tenemos que irnos Kiki.

K: Lo sé, desearía contarle todo lo que hice, pero necesita descansar......¡Se lo contaré cuando salga!

M: Está bien Kiki, yo esperaré pacientemente a que me cuentes todo.

Aldebaran se fue junto a Kiki, dejándo solos a Shaka y a Mu.

S: ¿Cómo sigues Mu?

M: Bien.....mis heridas están sacando rápidamente, y ya no me siento cansado......y tú, ¿Cómo has estado?

S: Bien........Mu, estás muy extraño.......

M: ¿Por qué lo dices?

S: "Será mejor que Alde le pregunte" ¿Seguro que estás bien?, ¿Te duele algo?

M: No, estoy bien.

Después de eso entró una doctora, que era quién atendía a Mu.

D: Bueno, por lo que veo, todo va bien, además, están sanando sus heridas. Eso significa que nada más tiene que estar en revisión de aquí a las doce, y si todo sigue bien, podrá irse a casa. Eso es todo por mi parte, buen día.

M: Sí, muchas gracias.

S: ¡Eso es genial Mu! ¡Podrás regresar al santuario hoy mismo!

M: Sí..........Gracias Shaka.

Mu y Shaka siguieron platicando hasta que llegaron algunas enfermeras a revisar a Mu. Al ver que estaba bien, lo dieron de alta. Salieron del hospital y se dirigieron directamente al santuario. Ya ahí, Aldebaran quedó completamente sorprendido, sim embargo, corrió a abrazar a Mu.

M: Voy con Kiki, y a dejar mis cosas.

A: Claro.

S: Alde, no quise entrometerse hace un rato, pero Mu está algo raro.

A: ¿Por qué lo dices?

S: Bueno, sus respuestas son muy secas, además, su actitud parece preocupada. Yo sé que no es por las heridas. Además, falta un día para su cumpleaños y no ha mencionado nada.

A: Gracias Shaka, yo hablaré con el.

Los santos de Tauro y Virgo se despidieron. Aldebaran se dirigió a donde Mu, y lo encontró divertido escuchando todo lo que Kiki le contaba. Cuando este terminó, Aldebaran invitó a Mu y a Kiki a caminar. Ambos aceptaron, entonces, Aldebaran los guió hasta un pequeño campo.

M: En serio, no entiendo como conoces infinidad de campos, bosques y praderas. Cada que salimos nos llevas a otro diferente.

A: Jajaja, es sólo que me gusta explorar, además, tiene flores, y me gustan las flores.

K: ¡¿ Puedo atrapar mariposas?!

A: Ve Kiki, pero no te alejes mucho........Mu, ¿Qué te pasa?

M: ¿Por?

A: Estás extraño.

M: No tengo nada.

A: Mu, no intentes sentirme, conozco tu mirada alegre, y esta no lo está, además, ni siquiera has hablado de tu cumpleaños.

M: ¡¿MI cumpleaños?! ¡¿Cuándo es?!

A: Ves lo que te digo, es pasado-mañana.

M: Está bien.......te lo voy a contar, pero ahora no, está Kiki......

K: ¿Podemos regresar?, tengo un poco de sueño.

M: Muy bien, vámonos.

Los tres se alejaron del hermoso prado en dirección al santuario. Ya ahí, Kiki se bañó, cenó un poco de avena con leche (que había preparado Aldebaran, y no faltaba momento en que Kiki mencionar a que estaba deliciosa), y se acostó a dormir.

M/A: Buenas noches Kiki.

K: Buenas noches.

A: Y bien, ¿Qué me ibas a decir?

M: -Tomando un ramo- Ven, sigueme.

Mu dirigió a Aldebaran hasta donde estaban las lápidas de los caballeros fallecidos. Siguieron caminando hasta que llegaron a una. Estaba limpia, y resaltaba, por una extraña razón, sobre las demás.

M: Esta es de mi maestro Shion..........

A: Mu, ¿Qué pasa? Confía en mi.

M: -Con la voz ya entrecortada- Yo confío en ti, pero, es difícil.........M-mi maestro cumple años u-un día antes-s de Kiki.......y he estado p-pensando mucho en el, que n-ni siquiera recordé el mío......y-yo......lo extraño......
N/A

Mu se soltó a llorar desconsoladamente. No sabía que hacer, jamás había tratado con algo así. Lo abracé por detrás y lo levanté.

A: No llores Mu.....duele, lo sé, pero no hagas esto.......Puedes seguir llorando, pidiendo que el vuelva, sentirte vacío, lamentar por lo que no hiciste o le dijiste, o incluso darle la espalda a lo bueno, oprimiendote lleno de dolor, o puedes recordar  todo lo bueno que el hizo, puedes llenar tu corazón de todo el afecto que te dio en algún momento, y hacer lo que a el le gustaría que hicieras: sonreír, amar, y seguir...Así que ahora levantate, y supera ese dolor que te consume por dentro.......Mira hacia atrás, recuerda todo lo que vivieron juntos, y después, déjalo ir, y sigue adelante...

Mu se sentó, lloró, golpeó el suelo, y se levantó...

M: G-gracias Aldebaran.....yo......te amo, y siempre lo haré........soy la persona más afortunada de todo este universo, por el simple hecho, de tenerte a mi lado.......

A: Yo.........también t-te amo......

M: Gracias por ayudarme con esto......no había podido superarlo........es momento de que yo te ayude a ti.

A: ¿A que te refieres?

M: ¿Por qué no me dijiste que tus padres están vivos?

A: N...........es......................

M: Aldebaran, ya me ayudaste, ahora deja que haga algo por ti.......respondeme.

A: Te lo dijo Kanon, ¿cierto?

M: Eso no importa ahora, necesito que me contestes.

A: Mira, uno aprende a ser feliz cuando aprende que estar triste no te ayuda en nada......y eso lo logré, cuando te conocí......tu me haces felíz con el simple hecho de estar junto a ti tan sólo un segundo......yo no soy una persona que demuestre mucho sus sentimientos, pero cuando te digo que te quiero, son las palabras más reales que puedes escuchar.........Esta vida te da muchas lecciones, y depende de nosotros, si aprendemos de ellas, o seguimos cometiendo los mismos errores.......el mío, por ejemplo, fue dejar que las personas me lastimar, y dejar que impusieran su actitud sobre mi, por el simple hecho de que no les gustaba como soy.......ellos lo hicieron......la historia que conoces, es cierta, sólo que no conoces toda......Después de que me dijeron «monstruo», yo regresé....estuvimos hablando, y les di otra oportunidad......sin embargo, la desperdiciaron. Ellos siguieron tratandome mal, decían que era un tonto, que no sabía ni podía hacer nada, en fin, siguieron lastimandome......A mi «amigo» lo trataban como un rey, le decían que era perfecto, inteligente, lo contrario a mi. Ahí fue cuando me fui definitivamente, con tan sólo seis años, y fue cuando obtuve mi armadura. Seguí entrenando, los conocí a Shaka y a ti, aunque había un problema.....mi «don» de guardarme todo el dolor que sentía por el trato de mis padres, y por el rechazo de la sociedad por mi forma de ser, poco a poco me fue destruyendo.......y todo se liberó cuando conocí a Kanon. Aunque no lo creas, y aunque se rija por la maldad, tiene amor y bondad en su interior. El me ayudó a superar el problema, surgió la relación, luego el problema, y tuve una misión: tenía que ir a Manaos por algo. Ahí me encontré de nuevo con mis padres.....ellos me reconocieron  y me invitaron a pasar a mi casa.......parecía Como si todo se hubiera arreglado sólo, hasta que llegó mi «amigo» Minotauro, ese es su nombre. El preguntó que porque estaba ahí, y que porque traía una armadura dorada, si se suponía que sólo los más fuertes podían usarla. Me defendí, e intente pedir apoyo de mis padres, sin embargo, ellos lo apoyaban a el. Me sali, y no los volví a ver hasta que regrese contigo a Brasil. Nos vieron basarnos junto a Minotauro, y se enojaron, por lo que escuche, ellos no aceptaron que tuviera una relación con un hombre. «Miralo, aparte de todo, le gustan los hombres». Los ignore completamente, pero no dejaban de vernos. Eso me molesto demasiado.......olvidé lo que me hizo daño en el pasado, pero jamás olvidé lo que me enseñó: Sólo estaría con las personas que en verdad aportaban algo positivo a mi vida, y dejaría de lado a los que me quitaran la sonrisa de mi rostro..........

M: Yo.......no se que decir.........creo que la decisión que tomaste fue la correcta.

A: Lo sé, y por eso no los veo, ni los volveré a ver, y por más que me haya dolido, te tengo a ti para sanarme.

M: Y yo te ayudaré siempre que me necesites, así como tu lo haces conmigo.

A: T-te amo Mu.

M: Y yo a ti, Aldebaran.