El cumpleaños de Aldebarán.
Para @ShanelinAkama
N/M
En 2 días iba a ser el cumpleaños de Aldebarán, y el no había dicho nada al respecto. Ni siquiera una pequeña mención de lo que quería hacer, o algo por el estilo, entonces, decidí preguntarle al respecto.
M: Oye amor, ¿Cómo vas a festejar tu cumpleaños?
A: Bueno, no quería hacer nada, pero sería un poco descortés después de que otros nos han invitado, entonces...¿Una pequeña reunión?
M: Suena bien. ¿Y que más?
A: Mmm...Obviamente comida, pero de ahí en fuera...Algo parecido a lo que hizo Milo.
M: (T) Pero no todo el día, necesito que estés conmigo. Además, tengo que darte tu regalo...
Aldebarán soltó una carcajada, provocando que Kiki se acercara para ver que estábamos haciendo.
K: ¿Por qué se ríen?
A: Bueno, tu maestro está algo...
Aldebarán no sabía que palabra utilizar. Era obvio que no podías hablarle sobre eso a un niño. En ese momento me arrepentí de sacar el tema.
K: ¿Bromista?
A: Sí, y mucho.
K: ¿Me puede cargar?...por favor.
A: Está bien.
Kiki levantó sus brazos como si se tratara de un niño de 3 años, en vez de uno de 8. Aldebarán lo recibió, y Kiki lo abrazó del cuello.
K: Los quiero mucho a los dos...y estoy feliz de que seamos una familia.
M: Y nosotros estamos felices de poder tenerte a ti, Kiki.
Nos dimos un "abrazo de familia", y permanecimos así durante mucho tiempo, hasta que Kiki rompió el silencio, preguntando "que íbamos a comer". Nos dirigimos a la cocina, dónde, de nuevo, Aldebarán consintió a Kiki haciéndole avena con leche, condicionándolo a que únicamente le serviría si se comía toda la fruta que le iba a servir, y es que el problema con Kiki no eran las verduras, era la fruta. Si le gusta, y claro que se la come, pero le gusta perder el tiempo y hacer payasadas, y por eso finge que le disgusta. En fin, preparamos spanakopita, y los tres picamos fruta. El plato tardó un poco en estar, pero valió la pena. Después de degustar el desayuno, llegó la hora problema, y fue cuando le dimos la fruta a Kiki. La vio con disgusto, y no movió ni un poco su tenedor.
M: Kiki, te está esperando tu avena.
Nada. 10 minutos y Kiki no había tocado el plato. Cuando Aldebarán y yo terminamos de comernos nuestra fruta, decidí hablarle.
M: (T) Creo que no se la va a comer.
A: (T) Mira. Se parece a una personita que está sentada a mi izquierda. De niño, llamaba un poco la atención, y eso es lo que ahora está intentando hacer su alumno.
M: (T) Yo sé que así actuaba, ¡pero ahora ya no!
A: (T) Solo no le digas nada, y se va a rendir.....Mira, hay que servirnos un poco de avena, y así, se va a apurar a comerse la fruta.
M: (T) Está bien.
Ambos nos levantamos de nuestras sillas, y fuimos por un tazón para servirnos avena. En el momento en que Kiki se dio cuenta de lo que planeábamos hacer, empezó a mover su cabeza desesperadamente, del tazón de fruta, hacia la olla donde estaba la avena. Tal como dijo Aldebarán, Kiki se devoró la fruta, y también se paró para servirse avena.
A: Creí que no te gustaba la fruta, Kiki.
El no habló, y solo apretó un poco su puño derecho, a la vez que fruncía un poco el ceño. Después, solo regresó a su silla, y cambió su expresión a la de siempre.
K: Si me gusta la fruta...
M: ¿Y entonces por qué no te la comes?
K: Porque....
A: Solo no hagas eso, ¿está bien? No ganas nada con mentir o fingir algo que no es cierto.
M: Las buenas personas deben ser honestas, Kiki.
K: Está bien. Lo siento. Ya no lo voy a hacer.
Aldebarán alborotó un poco el cabello de Kiki, y este le sonrió. Esa era otra de las cosas que amaba de Aldebarán: su forma de arreglar problemas hablando, sin perder el control. Después de hacerlo, se giró hacia mi, y me besó rápidamente. Kiki nos vio, y soltó una pequeña risita.
M: ¿Qué pasa Kiki?
K: Es gracioso.
M: ¿Qué?
K: Que se den besos.
A: Bueno, algún día entenderás el por que de los besos. Ahora, preocúpate por llegar a ser un caballero.
K: Si...De todas maneras, yo nunca voy a darle un beso a alguien.
A: Bueno, eso no lo sabes. Ahora dejemos de hablar de besos, y sigamos viendo lo de la fiesta.
Asentimos y nos levantamos para recoger todo, y así poder organizar lo del cumpleaños de Aldebarán. Decidimos preparar pelmeni, kottbullar, tsampa y samosas. A pesar de ser una pequeña reunión, con 13 personas (14 con Kiki), era necesaria mucha comida. Finalmente todo quedó listo para cuando llegara el viernes.
----------------
N/M
Después de felicitar a Aldebarán, Shaka, Kiki, el y yo, nos pusimos a acomodar todo para cuando llegaran los demás. Al rededor de las 12, aparecieron todos repentinamente, y bueno, como en todas la fiestas, saludaron. Se supone que la noche sería solo para Aldebarán y para mi, pero así como había pasado en otros festejos, no estaba seguro de que se lograra mi plan. Decidimos sentarnos en la mesa, dónde ya estaba todo listo. A mi izquierda estaba Kiki, y a la suya Shaka. A mi otro lado, estaba Aldebarán junto a Milo. Después Camus, DM, Afrodita, Shura, Aioros, Dohko, Saga, Kanon y Aioria. Todos se veían felices de estar ahí. Como siempre, empezamos a platicar, bromear y reír. Dohko empezó contando cosas sobre la Guerra Santa pasada. Después Afrodita nos contó sobre su maestro Albafica. DM cambió el tema con bromas, y Kanon le siguió también. Después Airoros empezó a hablar de trivialidades junto a Shura, Dohko, Saga, Milo y Camus. Todos compartíamos y opinábamos algo, sobretodo cosas que habían pasado hace tiempo. Después de un buen rato de conversar, Saga sugirió comer, a lo que todos asentimos. Afrodita se emocionó al ver el kottbullar, y por supuesto, fue lo que comió. Los demás degustaron de diversos platillos. Kiki, que había estado algo serio todo el tiempo, me preguntó que si podía salir. Yo le dije que si, por supuesto, no sería extraño que un niño de 8 años se aburriera al estar rodeado de adultos de entre 20 y 30 años. A decir verdad, la fiesta no estuvo mal, y sobretodo, Aldebarán nunca se mostró incómodo. Al llegar la noche, empezaron por irse los demás, hasta que, como comúnmente pasaba, solo quedamos Aldebarán, Shaka y yo.
S: ¿Van a hacer algo?
M: "Rayos" No, creo que no.
A: ¿Por qué lo dices Shaka?
S: Bueno, hace unos días, fui a dar un paseo al bosque donde siempre íbamos, y bueno, encontré algo.
M: ¿Qué es?
S: Decidí dejarlo ahí, porque esta muy frágil, y temí que se rompiera. ¿Vamos a verlo?...bueno, verlas...
A: Está bien.
Salimos del Santuario siendo guiados por Shaka. Conforme avanzábamos, tanto Aldebarán como yo íbamos recordando el lugar, o eso deduje por las expresiones de mi novio. Cuando llegamos al lugar, todo se volvió más claro.
A: ¡Ya lo recuerdo! Aquí jugábamos de niños....
M: Es cierto...¿¡Estará todo lo que dejamos?!
S: Pasa a verlo tu mismo.
Entré a la pequeña "cueva" que los tres hicimos "puliendo" una roca enorme con nuestros cosmos. Estaba llena de moho y polvo, pero estaba tal cual la habíamos dejado. Dibujos, objetos diversos y...
M: ¡Las cadenas!
Aldebarán, que veía uno de los dibujos, decidió voltear a ver.
A: ¡Es cierto! No recordaba esto.
Eran unas pequeñas cadenas que habíamos hecho de niños. Eran lianas trenzadas, que nos amarrábamos en la muñeca.
S: Después de que te fuiste, Aldebarán y yo dejamos de venir aquí. Cuando llegué, me sorprendí de que todo estuviera intacto y tal cual lo habíamos dejado, como si ni un solo animal hubiera entrado a husmear.
A: Jajaja, ¿recuerdan esto?
Shaka y yo volteamos a ver a Aldebarán, y descubrimos que tenía piedras en la mano.
S: ¡Son los fragmentos de las primeras piedras que rompimos!...No puedo creer que coleccionáramos piedras, jaja.
M: Bueno, todo aquí tiene algo de importancia, sobretodo el que nos recuerda nuestra amistad...e infancia.
Todavía estuvimos ahí un buen rato, hasta que decidimos que ya era tarde, y que debíamos volver al Santuario. Al llegar nos despedimos de Shaka, y nos metimos a la Casa de Aries. Kiki seguía despierto, y estaba jugando con su balón. En serio le había encantado.
K: ¡Hola! Estuve todo el día jugando.
M: No lo dudo Kiki, pero hay que dormir.
K: Entonces ahora vuelvo, voy a bañarme.
M: Está bien.
Me giré para ver a Aldebarán, quien se estaba sentando en el sofá.
M: ¿Estás cansado? ¿Ya te vas a dormir?
A: Bueno, estoy solo un poco cansado, y sobre tu segunda pregunta, no creo que me dejes hacerlo.
M: Pues estás en lo cierto, tengo que darte tu regalo.
Me acerqué a Aldebarán, justo para darle un beso. Este solo abrió sus ojos, y sonrió, correspondiéndome. Después de pensar un poco, respondí algo descepcionado.
M: Aunque creo que ahora no podemos. Está Kiki...agh...
Me acomodé junto a el, y dejé que me abrazara.
A: Tranquilo borreguito....no va a pasar nada por esperar un poco más.
M: Tienes razón.
A: A parte, mientras esperamos...podemos hacer otras cosas.
M: ¿Cómo qué?
A: Bueno, puedo hacer esto.
Aldebarán se giró hacia mi, y me tomó del cuello, justo para iniciar un beso apasionado. Posé mis manos sobre sus hombros, mientra el seguía en mis labios. Después de estar un tiempo así, decidí hacer más. Saqué un poco mi lengua, y Aldebarán supo que era lo que quería. Ambos lo prolongamos demasiado, o quizá fue la sensación de alegría por estar junto a mi torito...No, si duró mucho. Kiki estaba saliendo de bañarse.
M: Deja de hacer eso.
A: ¿Qué?
M: Bueno, no quiero que dejes de darme besos, pero cada que lo haces...te amo más.
A: Bueno, entonces tendré que darte al menos 3, o quizá más besos diarios.
Me dedicó una enorme sonrisa, y nos dimos otro beso, pero está vez corto. Sinceramente, sus besos eran de mejor. Mejor dicho, Aldebarán es todo para mi. Es el hombre con el que quiero pasar el resto de mi vida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro