N/M
Al lunes siguiente, Aldebarán, Kiki y yo, fuimos a visitar a Shaka a su casa. El nos recibió con una enorme sonrisa dibujada en su rostro, y además, se abalanzó a nosotros para abrazarnos, algo no muy común en el, aunque claro, también lo hace.

S: ¡¡Hola!! ¡Los extrañé!

M: ¡Hola Shaka!

A: La verdad es que nosotros también te extrañamos, y por eso vinimos a visitarte.

S: ¡Pasen! ¡No se queden ahí!

Entramos los 4 muy felices, y decidimos sentarnos a platicar un poco. Después de todo, había pasado mucho tiempo desde que no lo hacíamos.

K: Wow...Me gusta mucho la Casa de Virgo...

S: Jajaja, lo sé, es increíble, ¿no?

K: Demasiado...¿Puedo verla?

S: Bueno...está bien Kiki, solo ten cuidado.

Kiki asintió moviendo su cabeza de arriba para abajo como 3 veces, y después se puso a caminar con su pequeña carita llena de asombro y curiosidad.

S: ¿Qué tal la pasaron con sus maestros?

A: Bueno...

M: Bien...¿Y tu? ¿Que hiciste?

S: Platicar, meditar y practicar...y creo que meditar y practicar, aunque el martes solo medité y practiqué.

Todos soltamos enormes carcajadas por la inesperada broma de Shaka. En verdad, a veces te sorprendía que de repente dejara de estar serio, y sacara su lado bromista y juguetón.

S: La verdad es que eso fue lo que estuvimos haciendo, claro, suena más aburrido de lo que en realidad fue. Mi maestro Asmita es en verdad agradable, y pues, la pasé muy bien con el esta semana....¿Qué me dicen de ustedes?

M: Pff, los primeros días fueron un caos total. Mi maestro estaba...digamos, algo celoso, y bueno, ya sabrás que pasó....

El solo se limitó a asentir, y decidió seguir escuchándome. 

M: De ahí en fuera, no pasó nada más, todo fue normal.

S: ¿Y tu que hiciste Aldebarán?

A: Bueno, lo mismo. Lo primeros días fueron algo incómodos. Ya después...practiqué...

S: ¿Quieren comer algo?

A: Yo no, gracias Shaka.

S: ¿Y que tal un té? Yo se que ninguno de los dos deja pasar una oportunidad como esta.

De nuevo nos soltamos a reír, ¡y es que era verdad! No sé si era porque Shaka es de India, pero el té que prepara tiene un sabor distinto. Nos levantamos para preparar el té, y después servirnos una taza. De ahí en fuera, solo estuvimos hablando de trivialidades, riendo, e incluso carcajeando de vez en cuando...Siempre que estaba junto a Aldebarán y Shaka, me sentía bien. Alegre, e incluso pensaba que sin ellos, no sería lo que ahora. El grupo...nuestro grupo es como una familia, y creo que todos nos sentimos a gusto en ella. Siendo huérfanos desde pequeños, hizo que al conocernos los tres, nos volviéramos muy unidos. Y lo que más me agrada de todo, es que nada ha cambiado. Seguimos siendo el pequeño grupo de tres Santos de Oro. De tanto platicar y pasarla bien, no nos dimos cuenta de que ya estaba por anochecer, y, sin ser demasiado extraño, Kiki no había regresado.

S: Probablemente se salió, o ha de estar jugando en algún lugar...

M: Eso sin dudarlo, pero me preocupa que haya roto algo.

A: Voy a buscarlo, ahora vengo.

Aldebarán se quitó la capa de su armadura y la dejó en el sofá en que estábamos sentados, para después empezar a caminar en busca de Kiki.

S: Kiki es igual a tí, Mu.

M: ¿A qué te refieres?

S: Si, así eras tu....Y así sigues siendo, jaja.

M: Ah, te refieres a lo activo y risueño...Sí, la verdad es que si.

Seguimos hablando de cosas sin importancia, hasta que Shaka retomó a Aldebarán.

S: Está algo callado...¿Tiene algo?

M: No lo se, y bueno, no me ha dicho nada.

S: Y que tal vas con...con el...

M: Bueno, todo mejoró. Seguí tu consejo de ser paciente, y pues ya confía más en mi. Incluso ya no es muy tímido.

S: Eso es bueno. Normalmente duda al momento de actuar.

M: Sí...he querido intentar que sea menos inseguro, aunque....no ha resultado.

S: Te aseguro que se siente así por lo que pasó con Kanon. Aunque hayan resuelto su problema, Aldebarán no lo va a olvidar, y eso causa que dude en hacer las cosas...Sobre todo cuando cree que puede herirte. Tiene miedo de...

M: Perderme...¿cierto?

S: S-si...en parte. No creo que sea porque se vaya a deprimir, o algo por el estilo, sino porque no quiere herirte...Cuando empezaba lo del problema con Kanon, que recién se dio cuenta de que todo era mentira, me pidió perdón por haberse distanciado de mi. Me dijo que....bueno, resumiendo, que se había equivocado al momento de actuar, y que quería que mantuviéramos nuestra amistad. También que el nunca quiso lastimarme de esa forma, y bueno, todo regresó a la normalidad....

M: Entonces...¿piensa que me va a lastimar?

S: Algo así, aunque no es porque en verdad vaya a hacerlo, sino porque, no confía en el...Te aseguro que lo que el necesita es que le demuestres que no debe temer al momento de actuar, porque tu sabes que el nunca te va a lastimar, y es que es cierto.

M: Bien, lo haré...¿Y tu? ¿No hay alguien?...

S: N-no...No, n-no lo hay...aún...

Shaka se sonrojó un poco por mi pregunta, aunque yo estaba seguro de que si le gustaba alguien. En fin, decidí mejor no seguir hablando de ese tema, pues a Shaka le incomodaba un poco hablar sobre eso. En ese momento llegó Aldebarán, que traía a Kiki en sus brazos.

M: ¿Dónde estabas Kiki?

A: No creo que te responda, lo encontré en el suelo dormido, jaja.

Aldebarán tomó su capa, y con ella tapó a Kiki. Por inercia, o tal vez concientemente, Kiki abrazo del cuello a Alde, y este, para mi sorpresa, no actuó con nerviosismo, ni se sonrojo, sino correspondió a Kiki, y lo acomodó mejor para que pudiera dormir. Al contrario, me pareció tierno y favorable que ambos tuvieran esa estrecha relación, haciéndome sonrojar.

S: (T) ¿Qué pasa Mu?

M: (T) Es solo que...no sé cómo describirlo, pero...s-siento que cada día me enamoro más d-de el...y la culpa es de su personalidad. El es...Aldebarán, simplemente eso. 

Shaka me sonrió, y me dio unas palmadas en mi hombro. En verdad, no podía con el sonrojo. Sentía que por cada segundo que pasaba, mi rostro se tornaba más rojo.

S: Deberían irse para recostar a Kiki, por mi no hay problema, mañana pueden venir, o yo puedo ir.

A: Está bien, gracias Shaka.

M: Ahora voy amor.

A: Ah-es-no-o-esq-p...E-está bien, t-te espero en Aries...

Pasé a Virgo, y me paré frente a Shaka, que de nuevo, y extrañamente, tenía una enorme sonrisa.

M: ¿Qué pasa Shaka? ¿Por qué hiciste señas?

S: Bueno Mu, ese pequeño acto de amabilidad, demuestra que Aldebarán va a dar todo por ti, y que no te va a lastimar, es simplemente su desconfianza...En algún momento hácelo saber. Dile o recuérdale momentos en que actuó así, y el simplemente se va a dar cuenta de que no debe desconfiar de si mismo. Solo no lo presiones...

M: Gracias Shaka, tienes razón. 

Me acerqué a el para abrazarlo, y el correspondió amablemente. Salí de ahí, y empecé a bajar las escaleras para ir con Aldebarán. Ni yo se porque, pero por cada casa que pasaba, al momento de encontrarme con los otros Santos, los saludaba alegremente. En verdad estaba emocionado, y muy feliz...Me hacía feliz estar con Aldebarán. Cuando llegué, el estaba en el cuarto de Kiki, sentado junto a el.

A: Hola.

M: ¿Kiki tiene algo?

A: No, solo se despertó cuando lo acosté, y me pidió que me quedara...Aunque ya está dormido.

M: Gracias.

Esbocé una enorme sonrisa que le dediqué a el. Aldebarán se acercó a mi, y me tomó de la mano, para sacarme a las escaleras, y sentarnos ahí.

A: ¿Que...agradecías hace rato?

M: El que cuides a Kiki de esa manera.

A: Bueno, después de todo somos una familia, ¿no?

M: Claro que sí, amor.

El volvió a sonrojarse, pero a pesar de eso, no dejó de verme.

A: Me gustan tus ojos...

Sin si quiera esperar respuesta por parte mía, el se acercó a mi rostro, y me besó. El tenía en mente uno corto, pero yo lo prolongué abrazándolo del cuello, y al parecer, eso no le desagrado. Cuando paramos, el tomó mi mano, y creí que diría algo, pero al contrario, empezó reírse.

M: ¿Qué pasa?

A: Es algo...tierno, y gracioso, que cada que te doy un beso, te emocionas...Tu expresión se vuelve alegre, y tus ojos...b-brillan...más...

Volvimos a mirarnos a los ojos, pero esta vez nos abrazamos. No sabía que decir. Lo único que podía comprender en ese momento, era que mi sonrojo estaba de vuelta.

M: ...Es que...me gusta que me beses....tal vez las palabras no sean lo tuyo, pero cuando tus labios tocan los míos.....siento como si...no sé, me...siento...protegido, amado y...cuidado.

A: Y-yo...yo no...

Aldebarán se sonrojó y apenó. Creo que era el momento adecuado para hacer lo que me recomendó Shaka. Aldebarán empezaba a desconfiar de si mismo, y a dudar de su forma de actuar.

M: Oye, no te deprimas...Yo te amo, tal y como eres.

A: Mu, yo también te amo, y mucho, pero  -No Aldebarán. No desconfíes de ti mismo. Eres una persona amable, leal, confiable, bondadosa, cariñosa y buena. A parte de todo, siempre te preocupas por las personas que amas. Siempre has sido así, y quiero que sigas siendo así. Lo único que te pido, es que confíes en mi. Tu no eres del tipo de persona que daña a los demás intencionalmente, pero el que dudes de ti, y el que temas al actuar, o que te avergüences de tu bondad, lastima a otros. Por favor, solo quita de tu mente la idea de que me vas a lastimar. ¿Por qué crees eso?-  Yo..no lo sé...

M: ...Confía en mi...

A: Yo quiero hacerlo Mu, pero...dudo...

N/A

"Ya basta. Debo superarlo, y avanzar junto a Mu. El inclusive está siendo paciente por mi, porque sabe que soy tímido, y no estoy agradeciendo no correspondiendo debidamente".

A: Bien...

N/M

Aldebarán bajó su cabeza, dudando en decidir que hacer. Me acerqué a el, y tomé su mano. A comparación de la suya, mi mano era pequeña. El levantó su rostro rápidamente, y volvio a direccionar su mirada hacia mi. Correspondió el tacto, apretando de manera afectuosa mi mano, y empezó a hablar.

A: Después de lo que pasó con mis padres, no volví a verlos hasta que  hablamos sobre eso. Fue uno de los días dónde fui a la Casa de Tauro para cuidarla.  Me dirigí con Atena y le pedí permiso para salir solo un momento, y así fue. Regresé a Brasil, y los busqué. Como supuse, nada cambió. Minotauro seguía ahí, y mis padres parecían estar contentos con eso. Me quité mi armadura, y la deje junto a mi, mientras platicábamos los cuatro, sobre que había pasado durante el tiempo que no nos veíamos. Empecé a molestarme por su actitud fingida, pero logre tranquilizarme. Luego, Mino...Gordon, lo empeoró, sacándote al tema. Empezó con "¿Quién era ese chico con el que te besaste la otra vez? No parece de tu tipo, eh" Mis padres le siguieron, y bueno, lo único que hice fue ignorarlos. Después, de nuevo sacaron el tema de que no debía ser Santo de Tauro. Me levanté, y Gordon me tomó del brazo. Le pedí que me soltara. "No, no lo voy a hacer hasta que me des esa armadura. Yo debería ser quién la portara, y no un idiota como tu" Decidí usar mi tele-quinesis, y lo alejé, aunque siguió insistiendo. Empezó a golpearme, y yo no podía hacer nada. "Tengo entendido que no puedes utilizar tus poderes para asuntos personales, ¿verdad?". "Cuando te fuiste, y te volviste Santo de Oro, decidí dirigirme al Santuario para demostrarte que YO soy mejor que tu. Entrené forzosamente, rodeado de personas más grandes que yo. Sufrí, Aldebarán, mientras TU, gozabas de tu privilegio cuando ni siquiera lo mereces. Al final, ni siquiera pude ganar una armadura de bronce. Nunca valoraron y ni se dieron cuenta de mi verdadero poder, pero ahora, yo te lo voy a demostrar"...

M: Entonces, ¿¡el quería ser caballero!?

A: Si...Le contesté que no era mi culpa que el hubiera decidido dirigirse al santuario cuando ni siquiera tenía lo suficiente para hacerlo, y bueno, se molestó aún más. Después de eso, el estaba dispuesto a lanzarme un golpe, pero en vez de hacerlo, lo direccionó a mis padres. Logré ponerme mi armadura, e intenté protegerlos, pero.....

M: No necesitas decir nada más...Yo lo siento...

A: Tengo miedo de que todo se vuelva a repetir, Mu. Qué las cosas terminen mal entre los dos...

M: Sigue el consejo que me diste entonces. Da vuelta a la página...

Aldebarán se quedó callado un momento, viendo el cielo estrellado. 

A: Bien...Esto es extraño Mu.

M: ¿Qué?

A: No sé, me siento extraño.

Y la verdad, es que así era. Su repentino cambio de tema fue lo extraño. En fin, parecía que si había funcionado. Su rostro cambio de expresión, y Aldebarán ahora se veía menos tenso. Decidí cambiar el tema.

M: ¿Por qué tartamudeaste cuando te dije "amor"?

A: Es que nunca lo habías hecho, borreguito.

Ambos carcajeamos ante nuestros actos, pues creo que ambos teníamos la misma intención de bromear.

M: Entonces, ¿me la estás devolviendo, eh?

A: Mmm, quizá...¿Un beso?

M: Obvio que si.

Aldebarán se giró hacia mi, y cumplió lo que había dicho. En estos momentos deberíamos parecer personas sin experiencia alguna, lidiando con el amor. Varias veces había llegado ese pensamiento a mi mente, como cuando me sentí celoso. La verdad es que a veces actuamos con ridiculez. Aldebarán tomó mi mano, y volteó a ver a la Luna. Acto que yo repetí.

A: Confío en ti, Mu.

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Quiero agradecer a todas las personas que han llegado hasta este capítulo, y es que la verdad, no creí que esta historia llegara a los 2.191 K de lecturas. La verdad, estoy muy feliz por eso. Además, también quería agradecerle a @ShanelinAkama, pues fue ella quién me dio la idea de hacer los capítulos "Una reunión...¿Sobre qué?", "El acuerdo (Menos esperado, de hecho)...", "¿Qué debería hacer?" y "Días normales"