La cabeza de Taehyung daba vueltas mientras pensaba en la gran casualidad que había tenido ese mismo día, habían pasado cuatro años sin saber de Jungkook y justo cuando había perdido las esperanzas, él aparece en el lugar que menos creyó encontrarlo, siempre dicen que las cosas se encuentran cuando menos se espera. Jin había salido por un momento y había mandado a su asistente para que hablara con él, los demás chicos habían salido para conocer la empresa, así que solo estaría él con el castaño.

Después de unos minutos que para Taehyung parecieron horas, Jungkook entró por la puerta principal sin hacer mucho ruido, se veía tranquilo y feliz, aún no tenía vista, pero eso no era razón para ser miserable y todo gracias a aquel rubio que lo salvó cuando más había perdido la razón, él había sido la luz en su alma oscura, pero ahora no quedaba ni rastro de ello. Jungkook saludó amablemente haciendo una pequeña reverencia con su cabeza, se sentó en el puesto del jefe y empezó a sacar los papeles para firmar el trato, Taehyung estaba sorprendido por la manera en la que trabaja sin necesidad de utilizar sus ojos.

—Es un placer saber que usted firmará parte de ésta empresa —musitó con orgullo—. No puedo ver, pero créame que haré un excelente trabajo junto a ustedes.

Taehyung seguía en silencio, quería esperar el momento oportuno para decirle que era él y que aún lo amaba, pero primero debía firmar esos papeles y luego le diría su verdadera identidad.

—Estos son los papeles, firmelos todos y eso será todo —sonrió entregando los papeles.

—Veo que no has cambiado mucho —mencionó de la nada. En ese momento los colores se fueron del rostro de Jungkook.

—¿T-taehyung? —titubeó— ¿Qué haces aquí? ¿Me estas siguiendo?

—Primero que todo, yo no sabía que estabas aquí, te fuiste sin decir nada y nunca volví a saber de ti —susurró roto—. Cuatro años de sufrimiento sin saber de ti Jungkook, que injusto fuiste.

—¿Injusto? —rió sarcástico mientras empezaba a caminar hacia la puerta— ¡Me dices injusto a mí cuando todo fue tu culpa! Nunca te importaron mis sentimientos o lo que yo quería ¿Creíste que el dinero y lo material me harían feliz? ¡No seas idiota! Yo era feliz contigo, mi felicidad estaba contigo y a ti te importó un carajo.

—Solo pensaba en tu felicidad, yo no podía darte la vida a la que estabas acostumbrado. —contraatacó— lo hice por ti, fui egoísta con tus sentimientos, lo sé, pero prefería dejarte ir a condenarte a una vida de pobreza.

—Tus estúpidas lamentaciones no van conmigo —dijo sin ánimo—, no voy a querer en tu tonto juego nuevamente.

Jungkook se apresuró a salir rápidamente, pero Taehyung no estrelló contra ésta dejándolo sin movimientos.

—Yo sé que aún me amas —susurró cerca de su odio—, sé que me deseas tanto como yo a ti. Yo sé que quieres que te haga mío ahora mismo.

—No digas estupideces —murmuró.

—Dímelo Jungkook, dime qué quieres que te folle y aquí mismo lo haré, dímelo.

Últimos capítulos.