Jungkook dejó escapar sus últimas lágrimas y se despidió de todo, pero antes de que su cuerpo perdiera el equilibrio y cayera, unos brazos ajenos a los suyos lo abrazaron por la cintura arrojandolo al suelo muy lejos del muro, Jungkook cayó suavemente en su espalda sin saber lo que estaba pasando ¿Acaso había sido su padre? ¿Lo había descubierto? Eso no lo sabía, pero quien sea que fuera, le diría lo que pensaba sin tapujos. Unas manos grandes y fuertes lo tomaron por la camisa mientras era regañado por esa voz que odiaba y a la vez amaba.

—¡¿Acaso estás loco Jungkook?! —gritó con fuerza.

—¿Me lo dices a mí o se lo quieres gritar a toda la ciudad? —cuestionó Jungkook sin expresión alguna.

—Eres un tonto Jungkook, la vida se acaba cuando se tiene que acabar, no cuando tú quieras —dijo con seriedad.

—¡Te odio Taehyung! Nada de lo que digas me hará cambiar de opinión —gritó con todas sus fuerzas— no quiero vivir ¿Por qué no lo entiendes?.

—Tú lo tienes todo y aún así odias la vida, yo no tengo nada y amo cada segundo que me queda —susurró con voz aguda.

—Tú puedes ver, yo no tengo ese privilegio —sollozó.

Jungkook rompió en llanto mientras se arrojaba a los brazos de Taehyung, el rubio totalmente anonanado decidido tomarlo entre sus brazos y darle el consuelo que nadie más le podía otorgar, se sentía extraño y cómodo al mismo tiempo, era un mar de emociones desconocidas causadas por la misma persona. Taehyung tomó a Jungkook en sus brazos y lo cargó hasta su habitación, allí descansaría y quizás olvidaría sus deseos de querer morir; sin embargo, Jungkook no tenía ninguna intención de dormir o descansar, así que Taehyung se ofreció a cuidarlo hasta que estuviera seguro de que nada malo pasaría.

Pasaron algunos minutos, Taehyung y Jungkook habían entablado una conversación algo interesante, eso ayudaba para que el castaño se sintiera cada vez más cansado, pues ya era casi la madrugada y el sueño empezaba a hacer de las suyas.

—Gracias —agradeció Jungkook en un susurro—, si no fuera sido por ti... Estaría muerto.

—No tienes que agradecer.

—Pero... —Taehyung lo miró fijamente— ¿Cómo entraste a mi casa?

—Un ladrón jamás revela sus secretos —musitó queriendo encender un cigarro.

—No lo hagas, en mi habitación no —gruñó Jungkook sintiendo el asqueroso olor del cigarro.

Taehyung decidió ignorarlo y encendió el cigarro, Jungkook en un intento de quitarlo cayó encima de él evitando que su brazo se lastimara. Jungkook no podía ver tan comprometedora escena, pero aún así, sus mejillas estaba coloradas y calientes, había cometido un error muy grande, Taehyung se encontraba inmóvil con sus labios semi abiertos y sus ojos completamente abiertos, esa era su oportunidad de besar aquellos labios que tanto deseaba y claramente no iba a desperdiciar la oportunidad.

¿Listos para la escena?
😈😈😈