Capítulo 8.
"Ella era una criatura romántica y sentimental, con tendencia a la soledad, de pocas amigas, capaz de emocionarse hasta las lágrimas cuando florecían las rosas en el jardín".
Isabella Allande, La casa de los espíritus.
Me levanto cómo resorte, lo he decidido por completo.
Ya no más darle vueltas al asunto, Noah entró en mi vida, él se adentro a mi espacio es hora que se haga responsable de tal descaro suyo.
Las reglas están hechas para romperse y él rompió las mías hace mucho tiempo, ahora es mi turno de romper las de él.
Dejo mi bolso en mi cuarto.
Primer día de clases, no fue tan fatídico como lo pensaba, aunque veo difícil acostumbrarme a estar rodeada de personas con un acento muy diferente al mío y no solo eso, su forma de hablar, de expresar las cosas me causa mucho conflicto.
Tener que explicar cada palabra que sale de mi boca es realmente agotador.
Además no me gusta ver a personas metiéndose con otras, mucho menos que intenten meterse conmigo, solo porque soy "nueva" tengo dos años y medio aquí, se que la mayoría no me conoce y no es mi culpa que no vayan siempre a clase.
¿Pero intentar meterse conmigo? Mejor que no lo vuelvan a intentar si no quieren salir perjudicados, no deseo dejarme de nadie.
Retiro mi ropa y camino hacia el baño. Bien no está Noé y puedo respirar en paz, dijo que se quedaría unos días en su departamento, no tengo que pensar mucho para saber que es lo que está haciendo allí.
Terminó de darme el baño, me seco mi cuerpo para luego untarme crema y desodorante, me rocío un poco de perfume y paso por mi cabeza mi top para luego colocarme una camisa negra que era de mi hermano Santiago.
Deslizó unas bragas y salgo hacia la cocina, tengo hambre.
Por lo menos hoy no tengo trabajo.
Mi horario de trabajo cambió, solo dos días a la semana, viernes y sábado, mis días libres en la universidad.
-¿Qué haces? -Me asomo por el hombro mirando el chat.
-Hablando con Dan .-Me separó negando.
Se que ella no se da cuenta de lo que hace, pero aún así me enoja que se escriban, porque sé que él está loco por mi amiga y ella solo lo ve como un amigo, aunque a veces sus expresiones faciales cuando ve a una chica cerca de él son extrañas.
-¿Sientes algo por Dan? -
Me sirvo un vaso de agua y abro la nevera.
-¿De qué hablas? Estoy con Noe ¿Lo recuerdas? -
-¿Y? A veces sin darte cuenta empiezas a sentir cosas por otra persona si está te brinda la atención que mereces -
-Nara .-Suspiro.
-Lo siento ¿Vale? Solo pregunto, además si fuera el caso y él también sintiera algo por ti, sería equipo Dan sin dudarlo dos veces -
-Lo sé, pero estoy con Noé y lo amo-
Maldito canalla.
¿El amor es tan absurdo? ¿Somos tan estúpidos cuando nos enamoramos?
En serio a veces me asombro de la estupidez humana, entregamos todo por personas que no valen la pena.
-Mari .-Aprieto la puerta de la nevera y la cierro, hoy no voy cenar -Se que dije que no quería recordar nada de mi pasado, que dejaría que mis recuerdos volvieran, pero. -Suspiro -¿Cómo era mi relación con León? -
-Te tardaste en preguntar.-Se voltea y baja la mirada -Era tensa, ambos llevaban una pesada cruz y lo sabes, su relación no terminó muy bien que digamos-
-Si lo recuerdo perfectamente, gritos y luego nada, nos dejamos de hablar y la amistad que teníamos por años se esfumó -
-Luego conociste a alguien más, alguien que no te merecía ni un poco Nara .-Se quien es ese alguien, mi libreta habla mucho de él y su nombre está tallado.
Lo quiero olvidar, quiero olvidar cuánto daño me hizo, no deseo recordar, su olor aún perturba mis noches.
Me siento asquerosa cuando pienso en él, siento asco de mi misma.
No lo amo, pero dependo tanto de él.
¿Cómo llegué a querer a alguien así?
Tragó saliva he leído esas páginas millones de veces y por ningún momento he querido recordar a esa persona, el miedo, asco, vulnerabilidad, remordimiento, me hace desear no recordar nada de él.
No sé qué rayos fue de mi vida, desde mis quince. Sin embargo no deseo averiguarla.
-Ambos se volvieron a encontrar, mantenían una relación "estable" tensa y llena de celos, León nunca ha logrado superar o controlar sus ataques de ira, lo dejaste, literalmente lo tiraste, lo hiciste a un lado, no querías a alguien que perturbar tu paz, no estabas siendo egoísta, Nara, no, quería tu paz mental y estaba bien, estar juntos los estaba terminando de matar lentamente .-Ah, una perra sin sentimientos, el nombre me queda divino-Luego vino el accidente, él no se separó de tu lado, se sentía culpable por todo, cuando despertaste, para todos fue un alivio-
Un alivio que se volvió tortura para algunos, no recordar nada de los momentos vividos desde tus quince hasta tus diecinueve, no agradable para algunos.
-No para León, saber qué lo olvide fue un golpe duro-
-No eran nada, solo estaban volviendo a hablar poco, tu lo alejaste ya te lo dije ¿Sabes por qué? -
-Dejame adivinar, Noah-
Mari me sonríe y asiente.
-Al parecer mi antigua yo estaba obsesionada con él -
-Aun lo sigues -
-Un poco -
-Y paso lo que pasó, él te grito, tomó con fuerza tu brazo lleno de ira -
-Lo sé, a veces en serio pienso que no tengo sentimientos -
-Si no los tuvieras, no me querrías a mi o a tu familia, o a Noah -
Se levanta.
-Hablamos, iré al departamento de Noé ¿De acuerdo? No me esperes -
-Si algo pasa llama a Dan, es él único que tiene auto -
-Sí, señora -
Tomó un vaso y me sirvo chocolate caliente que Mari dejó y salgo hacia él balcón, observando hacia el otro lado.
Mi corazón empieza a latir como loco al ver cómo la luz es encendida, las cortinas son movidas y yo brinco.
Bien, actúa como si nada, tú no estabas esperándolo.
Oh, vamos ¿A quien engaño? Necesito verlo, dos días sin verlo es un suplicio.
Me siento en mi hamaca en forma de huevo, con mi corazón acelerado y espero, cuando no habla me volteó y lo primero que veo es su rostro muy cerca del mío.
-¡Mierda! ¿Acaso tú.... Tu es...estás loco? ¡Demente!-Llevo mi mano hacia mi pecho sintiendo mi corazón latir rápido, pero estaba vez no de emoción-Loco, estúpido-
Su risa me hace mirarlo mal.
-Lo siento -
-No, no lo sientes-
-Es cierto .-Termina de pasar hacia mi balcón.
Si está loco.
Me levanto dejando el vaso en la mesa de vidrio, por lo menos no bote el chocolate y me queme.
Me asomo, no estamos muy altos, pero se cae desde aquí y varios huesos se rompen.
-Es solo que quería verte con otro rostro-
-¿Otro rostro? Es el mismo-
-No, no lo es, mayormente siempre estás sería, locas veces sonríes en público, además quería saber qué cara pondrías si te asustaba-
-Imbécil -
Lo miró mal sentándome nuevamente y él solo se ríe.
Debo estar loca para estar enamorada de alguien como él.
Sorpresa, si lo estás.
Me gusta su risa, en cómo se arruga un poco sus ojos al sonreír o reírse, en como sus mejillas se tornan rojas y también cuando pasa su mano por su cabello.
Mierda, estoy enamorada de él, realmente enamorada.
También me gusta su sentido del humor extraño, lo poco que he visto me agrada, además quiero conocer las partes imperfectas de él, deseo conocerlo por completo.
Tomó mi vaso y bebo mirándolo.
Lo detallo con descaro y solo por unos segundos me permito perder en la oscuridad de sus ojos, en esa paz que me producen.
-¿Qué tanto me miras? -
Si lo he decidido, voy a conquistar a Noah.
No está mal que una chica coquetee. En esta vida si quieres algo, tienes que hacer hasta lo imposible por conseguirlo, no caerá del cielo.
Además, soy hermosa, haré que esté chico caiga rendido ante mí.
-Te observó -
-¿Y por qué lo haces? -
Le doy una sonrisa.
Prepárate Noah, no soy la misma que conociste, esa chica callada ha desaparecido, por tí sacará mis garras.
-Porque eres hermoso.-Él abre sus ojos y observo cómo sus mejillas se tiñen de rojo.
Es bello y tierno al mismo tiempo.
-Tu.-Veo que mira hacia ambos lados-Tu sentido del humor es raro -
-Lo sé .-Me encojo de hombros y le sonrió-Pero no digo una mentira, eres lindo,Noah, ya lo dije antes -
Mis reglas han sido rotas, él entró en mi mundo, ahora es mi turno de entrar en el de él.
-¿Vemos una película? -Me levanto.
-Claro -
Le doy una rápida mirada y me adentro sintiendo la intensa mirada de él puesta en mí. Esté ha sido la mejor elección de ropa que he tenido en toda mi vida.
Ni muy revelador, pero tampoco tan cerrado.
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