La tejedora de sueños
Todas las peticiones siempre eran: deseo tener un sueño alegre, deseo tener un sueño eterno, etc. La lista de sueños que tenía era insaciable. No importaba cuanto tejiera, nunca parecía ser suficiente.
¿Te has preguntado alguna vez de qué están hechos los sueños?
Por supuesto que no, porque tú no eres el encargado de fabricarlos. Solo la encargada de fabricar los sueños entendería el costo de hilo y aguja. La complejidad de cada patrón y cada color con su significado.
Solo la que teje sabría cuánto tiempo cuesta tejer un sueño.
Hoy, 7 de marzo, la araña vieja se ha cansado de tejer así que ha hecho un manifiesto en defensa de la hacedora de sueños. ¿Tienes quejas porque tuviste un mal sueño? Bueno, ¿siquiera sabes cuánto te costaría si la araña te hubiera cobrado por él?
Los bordados de las pesadillas son unos de los más complejos. Tienen bordes desordenados y descamados con colores que ningún pintor se atrevería a mezclar. Para hacer una pesadilla, la vieja araña solo le basta mirar tu pasado, extraer con pinzas la parte más gris y deformarla, enrollarla hasta que se formen ovillos con los que tejer.
Pero no pueden culparla por crear pesadillas. Solo lo hace cuando el viejo zorro la visita y molesta. Entonces, cualquier queja con el viejo zorro, gracias.
(A él solo lo vas a encontrar cuando el quiera se encontrado, así que no hay ningún correo postal al que puedas enviar tu queja)
¿Y qué pasa con la gente que tiene buenos sueños?
Esto es más difícil de fabricar que una pesadilla, pues no basta con husmear en el pasado y sacar hilo de allí. El hilo de un dulce sueño es dorado y traslúcido como la superficie de un mar debajo del amanecer. Solo se consigue después de una sonrisa o un cosquilleo en el corazón. Así que si alguien te ha hecho reír y has sentido tu corazón cosquillear posiblemente y solo si la vieja araña lo aprueba, tendrás un dulce sueño.
Queda hablar de los sueños extraños, esos que la persona al despertarse solo puede reírse de lo absurdo que fue eso. No te asustes. Cuando eso sucede es porque la vieja araña está cansada y baja la guardia. Entonces la puerta está abierta para la oruga.
Esta tiene manos torpes y regordetes. Sabe como tejer su capullo, pero al intentar ayudar a la vieja araña y querer hacer un buen sueño, ve tantos hilos de colores que cree que es buena idea mezclarlos todos en un bordado.
¡Ah! Que buena tejedora soy - suele exclamar orgullosa de su trabajo, arrancando trozos del pasado, presente y futuro, quemando trozos de fantasía y aunando retazos de realidad.
Cuando la vieja araña se levanta, la echa a patadas por supuesto.
Aunque siempre habrá una oruga nueva para la siguiente primavera llena de buenas intenciones y lista para ayudar en donde no le llaman.
La anciana se despide, dulces sueños y sino es dulce el sueño, la culpa es solo del dueño.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro