18. Siguiendo
Unos días después de haber tenido un frío accidente, Albina aún camina por las montañas, para entonces apenas entraba el invierno, y la nieve y el frío empezaba a invadir con fuerza.
Albina hacía lo posible por tratar de seguir caminando, pero sus patitas estaban congeladas al igual que su aliento, además tenía hambre.
La pequeña cachorra siguió caminando y caminando sin saber en qué dirección iba, los días se transformaron en semanas, y lo único que podía alcanzar a comer eran raíces de árboles ya desenterrados.
Siguió caminando por mucho tiempo, desafortunadamente, con las fuertes tormentas de nieve, Albina rápidamente se fue enfermando mientras sigue tratando de llegar a casa.
Ya después de mucho tiempo caminando entre las nieves, Albina no puede soportar más frío y cae al suelo sintiéndose hipotérmica, después de un rato se duerme.
A lo lejos una leopardo de las nieves adulta caminaba por las montañas buscando alimento, en el trayecto olfatea un ser vivo así que lo sigue.
Al llegar se encuentra con la cachorra blanca tirada en el suelo, ella le ruge ligeramente, pero ésta no responde al sonido, ella se la lleva a un árbol cercana a una cueva en lo que sigue con su búsqueda.
Al despertar, Albina no reconocía en donde estaba, pero pudo ver una cueva cerca de ella, con intención de alejarse del frío se adentró en ella con la poca fuerza que le quedaba.
Para su sorpresa, al entrar pudo ver a dos hermosos cachorros de leopardos de la nieve, con cautela se acercó a ellos, los pequeños empezaron a jugar con la cachorra.
Ésta no entendía muy bien que eran o qué hacían ahí, pero tocar su pelaje estaban muy calentitos, por lo que se acurrucó con ellos para entrar en calor.
Poco después, mamá leopardo regresa y ve a la perrita blanca durmiendo con sus cachorros, no le dio mucha molestia que Albina estuviera con ellos, solo se acostó a su lado y los abrigó a ellos y a Albina como si fuera una de sus cachorros.
Continuará....................
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