17. Inicio de un viaje congelado
Al día siguiente, Sweetie se despertó temprano, pero ésta vez no para hacerle una broma a su prima sino para ayudarla a alistarse para su partida.
Después de desayunar, Albina decidió elegir lo que necesitaba para llevarse, no quería ir muy cargada por lo que pensó en llevar nada más de que una foto de ella y su familia, que tomaron el día en que nació, además del poema de su madre que tanto amaba.
En el transcurso de la mañana, Albina estaba lista para irse, su destino era Bahía Aventura, ya que había oído hablar sobre su población amable y respetuosa.
La princesa y Sweetie la acompañaron a la salida de Ladriburgo para despedirse de la dulzura, mientras la princesa le ponía un abrigo de algodón de oveja a Albina, ya que decidió ir a Bahía Aventura caminado por las montañas nevadas.
Princesa: Ok, buen viaje y no te quites el abrigo para nada por favor
Albina: (Hace gestos de que no entiende)
Sweetie: (Traduce con movimientos de orejas)
Albina: (Afirma)
Sweetie: De acuerdo, creo que ya se va
Princesa: Sí, bueno eh, no sé qué decir
Sweetie: ¿La extrañarás?
Princesa: Eh sí, y mucho
Sweetie: (Mueve las orejas) Nunca pensé que diría esto, pero creo que la extrañaré mucho (se acerca a Albina) Cuídate mucho prima, no me olvides por favor
Albina: (Mueve las orejas) Claro prima, igual tú, sé que tu sueño se cumplirá algún día (dice adiós con la pata y se va)
En ese momento, Albina inicia su viaje hacia Bahía Aventura, no pudo evitar dar un último vistazo a Ladriburgo, el reino en que se crio cuatro años, cuatro largos años.
Cuando Albina por fin salió de las calles de Ladriburgo, Empezó a sentir algo así como nostalgia, su deseo siempre fue tener una vida mejor lejos de la ciudad, pero pronto empezó a sentir lástima por dejar su hogar.
La linda cachorra blanca duró casi todo el día caminado por la nieve, a ese paso tendría que llegar a Bahía Aventura en poco más de una semana, el clima no era tan frío así que pudo caminar sin ningún problema.
Pero pronto la cosa se complica cuando repentinamente una fuerte tormenta de nieve la golpea con fuerza.
Albina no podía ver ni su propia pata frente a su cara, trataba de seguir caminando, pero sin saberlo caminaba sobre un lago congelado que estaba a punto de romperse.
Tristemente lo que se supone que tenía que pasar pasó, el muy delgado hielo se rompió y la pobre cachorra blanca se cayó al agua helada.
Después de unos minutos logró salir, pero la tormenta no se calmaba, y ahora estaba toda mojada y perdió todas sus provisiones.
Pero no podía quedarse ahí, así que decidió seguir caminado, el hecho de que ahora está totalmente mojada con agua extremadamente fría y con las fuertes tormentas, Albina tardaría mucho más en llegar a su destino.
Ya veremos cómo le irá
Continuará...........................
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