Capítulo 24: Estrés
Alaska
Luego de que volviéramos al departamento, Ashton había estado actuando muy extraño. Parecía nervioso e incluso paranoico.
Se estaba paseando por todo el departamento limpiando cosas y hablando solo, lo que comenzó a preocuparme.
Me levanté del sofá de la sala con cuidado, fui hacia el cuarto de Gohan y entré sin tocar, como solía hacerlo.
Gohan estaba ordenado su pizarra de corcho y cuando me vio, habló:
—¿Qué pasa?
—¿Qué pasa con Ash? Está actuando muy raro.
—Bueno, siempre pasa eso cuando pasa por una situación de mucho estrés. No estoy muy seguro de que es, pero es como si algo se disparara en su cabeza y necesitara limpiar para relajarse —explicó—. Luego desaparecerá un tiempo, así que no te preocupes.
—¿Desaparecerá?
—Saldrá de acá y apagará su celular.
—¿Para qué?
—No lo sé, la última vez creo que se bebió unos cuantos shots de tequila en un bar, terminó ebrio en los autitos chocones de una feria y unos hippies lo recogieron y lo trajeron.
Yo lo miré horrorizada.
—¿Y no te preocupa que le pase algo?
—Claro, pero no puedo hacer que se calme. La última vez que intenté mantenerlo quieto se enfureció y me tiró desinfectante en la boca.
—Nunca lo había visto estresado —comenté, sentándome en la cama de Gohan.
—Es difícil que se estrese, pero ver a sus hermanos después de que se fue de casa siempre lo ha puesto así.
—Pero se veía bien cuando salimos de la casa —dije con poco ánimo.
—Sí, a veces se demora en empezar con sus obsesiones.
Gohan se sentó a mi lado y me puso una mano en el hombro.
—Ya verás que se sentirá mejor mañana, ahora solo debes dejar que se calme... a menos de que quieras probar el desinfectante.
Yo negué con una pequeña sonrisa y entonces, sentí la puerta del departamento cerrarse.
Estaba por pararme, cuando Gohan me detuvo y negó.
—Déjalo, ya volverá.
Yo suspiré y asentí.
No creía que Ashton desapareciera por tanto tiempo. En unas cuantas horas estaría de vuelta.
[...]
Eran más de las siete de la tarde y ya estaba oscuro, pero no había señales de Ashton.
Gohan había comprado la cena y estábamos comiendo en la sala como siempre, mientras veíamos la televisión.
—¿Y si le paso algo? —pregunté con preocupación.
Gohan rodó los ojos.
—Estará bien.
Aunque Gohan fingiera que estaba relajado, yo sabía que no lo estaba tanto. Había notado que había llamado a Ashton unas cuantas veces y era entendible. Si Gohan quería tanto a Ashton como decía, entonces tenía que estar preocupado.
—¿Cómo fue que tuviste el valor para responderle a los hermanos de Ash? —preguntó Gohan, de pronto—. Digo, ni siquiera yo había sido tan brusco o serio.
Yo me encogí de hombros.
—Bueno, ¿recuerdas a mi padre? —él asintió—. Toda mi vida le he tenido que llevar la contra para ser feliz y, al igual que los padres de Ashton, me compara siempre con mi hermana. Ella es perfecta, yo solo soy la hija que tuvo por accidente y desde entonces solo le trae decepciones.
Gohan me miró algo complicado.
—Lo siento... Tú eres muy buena persona, tu padre debería estar orgulloso.
Yo me sonrojé levemente.
—¿Y tus padres? Jamás has hablado de ellos.
Gohan comenzó a jugar con su comida y se quedó pensado.
—Bueno, solo tengo mamá y padrastro. Mi papá se fue cuando tenía seis y no sabemos dónde está, pero mi mamá comenzó a salir con mi padrastro unos meses después. Él no es muy agradable, pero sé que quiere a mi mamá, así que lo soporto.
Era la primera vez que notaba a Gohan algo serio, normalmente, hasta en las situaciones más complicadas estaba sonriendo o bromeando.
—¿Entonces te llevas bien con él?
—Dentro de lo que se puede.
—¿Y tus hermanos?
Gohan negó.
—No tengo hermanos. Mi mamá no puede tener más hijos y por parte de mi papá, bueno no creo que los tenga y, si es así, no lo sabré.
Por alguna razón sentía que Gohan estaba ocultando algo. Cuando había comenzado a hablar de su familia se había descompuesto, pero lo que decía no sonaba tan terrible.
—Oye, entiendo si no me quieres decir algo, pero, de todas maneras, yo estoy dispuesta a escucharte.
Gohan pareció pensarlo un momento.
—Bueno, hay algo que sólo Ashton sabe... y bueno, mi mamá, claramente.
—¿Qué cosa?
—Mi papá, además de ser de los idiotas que abandonan familias, es de los que llegan ebrios y golpean a su esposa e hijos...
Sentí como mi corazón se estrujo al oír eso.
No quería imaginarme al pequeño Gohan de tan solo cinco años teniendo que ver a su mamá siendo golpeada y que luego lo golpearan él.
Sin pensarlo mucho, lo estreché entre mis brazos y él respondió mi abrazo.
—Yo sé dónde está mi papá —dijo, luego de unos segundos—. Lo descubrí a los quince, pero yo soy el que no lo quiere ver.
—Y no tiene nada de malo...
Yo tampoco lo querría ver en ese caso, apenas me gustaba ver al mío, siendo que él jamás me había levantado la mano ni a mí ni a mi madre.
En ese momento, la puerta se abrió de golpe y Abby apreció, cargando a Ashton, quien parecía estar muy ebrio.
Gohan se separó de mí y limpió sus lágrimas rápidamente.
—¿Interrumpo algo? —preguntó Abby, preocupada.
Gohan negó fingiendo que nada sucedía y se puso de pie.
—¿Dónde estaba?
Gohan ayudó a Abby para dejar a Ashton en el sofá.
—Me lo encontré en un club cuando ya estaba muy ebrio, así que decidí traerlo para acá.
Me acerqué a Ashton para ver que estuviera bien.
—¿Ash? ¿Cómo te sientes? —pregunté.
—Miserable... —fue todo lo que respondió.
—¿Qué le pasó? —preguntó Abby—. No deja de decir que es la peor basura del mundo y que debió ser cirujano plástico.
—Es complicado de explicar —le dijo Gohan, para luego dirigirse a Ashton—. Te llevaré a tu cuarto.
Ashton negó y cuando Gohan intentó levantarlo, comenzó a patalear como un niño de cinco años.
—Yo lo haré —dijo Abby, pero nuevamente Ashton se comenzó a quejar.
—Alie —me llamó, estirando sus brazos—. Quiero ir con Alie.
Yo miré a los otros dos con preocupación, pero Gohan se encogió de hombros y no me quedó de otra que llevarlo yo, dejando a Abby con Gohan en la sala.
Dejé a Ashton en la cama o, mejor dicho, lo tiré, pues pesaba mucho para mí.
Lo ayudé a quitarse los zapatos, los pantalones y la chaqueta, dejándolo solo con la ropa interior y su camiseta.
Luego lo cubrí con la ropa de cama y cuando estaba por irme, me jaló de la muñeca para tirarme junto a él.
—Gracias por creer que no soy una basura.
Una pequeña sonrisa se formó en mi rostro y cuando quise pararme nuevamente, Ash me rodeó con sus brazos y me apegó a él.
—Un ratito... —pidió.
Yo asentí resignada y me acomodé para acompañarlo un momento.
Esperaba que Abby ya se hubiera ido porque no quería tener que verle la cara cuando saliera del cuarto de Ash.
¡Holis! ¿Cómo están?
En este capítulo conocieron un poco del pasado y familia de Gohan, ¿se imaginaban eso?
Espero que les haya gustado el capítulo. ¡Besitos!
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