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Capitulo 19

El aire chocaba contra los rostros de todos, una dormida Evan con su cabeza agachada soltaba leves ronquidos, una Lexa junto a un Gus y Wendy gritaban con emoción, y Jepperd...

— ¡Esto es, increíble! — exclamó Gus mientras se abría de brazos sobre las piernas de Evan cual aún dormía cómodamente en su lugar.

— ¡Deja de acelerar tanto! ¡Pon ambas manos sobre el volante! — dijo Jepperd mientras soltaba arcadas casi queriendo vomitar. — Mira hacia el frente.

— ¿Qué dijo? — preguntó Becky de forma burlona mientras sonreía y se daba la vuelta para mirar al grandote con burla.

Gus entró su cabeza al auto mientras aplaudía con emoción y se daba la vuelta para mirar a Lexa burlarse de Jepperd. Becky tomó la decisión de detener el auto de los últimos hombres para que Jepperd pudiera vomitar.

Gus se había sentado sobre el auto, Lexa estaba jugando con las trenzas de una Evan aún dormida, Becky se apoyó del carro mientras miraba los paisajes del estado junto a Wendy.

— Oye Becky. — nombró Lexa mientras se asomaba desde atrás por el hombro de Evan. La de rulos se dio la vuelta para mirar a Evan cabecear y a Lexa burlarse de Evan. — ¿Sabías que la mejor manera de despertar a una princesa es dándole un beso?

— Ya cállate y déjame dormir. — murmuró Evan entre balbuceos.

Becky soltó una carcajada y solo se dedicó a besar la mejilla de su novia, Evan abrió los ojos lentamente y lo único que logró mirar primero fue a Lexa mirarla con burla.

— Que asco, tarada. — murmuró Evan mientras se limpiaba la mejilla con asco.

— Ya quisieras que yo te besara. — dijo Lexa mientras gruñía. Evan giró su cabeza y miró a la chica de rulos.

— Ay, hola linda. — le saludó Evan mientras le sonreía y miraba sus alrededores. — ¿Dónde estamos?

— No tan cerca de Idaho. Nos detuvimos por que...

Una arcada por parte de Jepperd se escuchó a varios pies de las chicas, Evan frunció el ceño y se estiró para luego bajar del auto y mirar a Jepperd con asco.

— ¿Y a ese loco que le pasó? — preguntó Evan mientras apuntaba con su dedo a Jepperd, cual ahora tomó su compostura y miró a Becky.

El hombre alzó su dedo apuntando a Becky de forma amenazadora.

— A partir de ahora, yo manejo. — dijo el hombre en tanto que se apoyaba en sus rodillas y jadeaba.

Becky alzó sus cejas divertida, Evan colocó su cabeza en el hombro de Becky y suspiró.

— ¿Dónde estamos? — preguntó Gus mirando el mapa que tenía extendido a lo largo del cofre del auto. — ¿Dónde está Alaska? No está por ninguna parte...

Becky miró el mapa señaló una parte que supondría que era donde estaba ellos, luego deslizó su dedo hasta la otra punta donde no se veía rastros de nada, solo Canadá.

— No lo ves por qué está aquí arriba. — dijo Becky y hizo varios círculos sobre el mapa. — Y esa es la estación donde tu papá cree que tu mamá fue.

— Está muy lejos. — dijo Wendy mientras se le veía desanimada.

— Si, son como tres viajes a colorado. — dijo Gus mientras señalaba el lugar donde estaban ellos y luego hacia donde tenían que ir.

— Más bien 10. — murmuró Jepperd mientras refrescaba su memoria. — Este viaje será mucho más largo y difícil. — el tomó el mapa y lo volteó con ayuda de Becky, en el se veía parte de los Estados Unidos. — Estamos aquí, tomaremos solo las carreteras hacia el noroeste atravesando Idaho y... y luego llegaremos a Canadá.

— Si es que nos dejan entrar.

— Oh no. — murmuró Evan mientras alzaba su cabeza del hombro de Becky. — Yo dejé mi pasaporte y papeles en chile, no puedo entrar a Canadá.

— ¡Yo no tengo ni papeles! — exclamó Lexa saliendo del auto mientras tropezaba con sus propios pies. — ¿Saben lo que se tarda si quería pedir papeles en México? ¿No verdad? Hay que pensar en otro plan.

— Esos papeles no van a ser necesarios. — dijo Jepperd mientras alzaba sus brazos en forma de que se tomaran un respiro.

Gus seguía mirando los caminos del mapa hasta que por un momento encontró unas ilustraciones que mostraban unas montañas que no parecían estar tan lejos de ellos.

— ¡Por dios, soy ilegal, me van a deportar! — exclamaba Lexa mientras daba vueltas en su lugar, Evan asentía algo preocupada sobre la idea de la chica.

— Oigan, ¿qué es esto? — preguntó Gus a lo que señalaba las montañas que se veían en el mapa.

— Son las montañas rocosas. — respondió Becky mirando a Gus y ignorando el hecho de que Evan y Lexa se preocupaba por una cosa que era algo insignificante. — Si las vamos a cruzar es mejor hacer un plan.

— ¿Por qué? No se ven tan grandes. — dijo Gus bajando sus orejas.

— Ya se, tendremos que buscar identificaciones falsas. — dijo Lexa mientras que con su brazo derecho rodeaba sus hombros. — También hay que cambiarnos nuestros nombres y apellidos.

— Bien, yo me llamaré...— Evan pareció pensar mientras que Lexa parecía hacer lo mismo, ambas ignorando la conversación que se entablaba a sus espaldas. — Es más, tú tienes cara de Matilda.

— ¡Eso! — exclamó en un susurro Lexa. — Soy Matilda Rodríguez. Tú tiene cara de... ¡Zelda!

— ¡Zelda Rodríguez! Si nos preguntan somos hermanas. — dijo Evan mientras asentía repetidas veces.

— No te pareces en nada a mi, yo soy negra y tú pálida. — murmuró Lexa mientras gruñía. — Ya se, cualquier cosa tú eres mi marida.

— Ustedes dos. — dijo Becky tomando de los hombros de Lexa para apártala de Evan. — Andando, el viaje será largo y tenemos que estar listos.

— No solo será largo. — dijo Jepperd y Becky todo sus ojos. — También será peligroso. Ya no existen los últimos hombres. Pero no significa que aún no hayan personas malvadas y sin mencionar el juicio final.

— Como que juicio final...

— La gente está alterada. — dijo Becky mientras apartaba sus ojos de Jepperd y miraba a las otras dos chicas. — Y sin mencionar que ya viene el invierno.

— Y eso significa que los días serán más cortos y fríos. Si no nos apresuramos peligramos en ser capturados.

— No se si intentas hacernos cambiar de opinión por que si es así, lo estás consiguiendo, detesto el frío. — dijo Evan señalando al grandote con su dedo amenazadoramente. — Ya no quiero ir.

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