Luego de pasar un rato desde que aquella mujer comenzó a contarles su historia, todos estaban pendiente a Gus,a su reacción.

- ¿Entonces ella ya no vive aquí? - preguntó el pequeño hibrido con miedo a la respuesta.

- Me temo que no, Gus. - al decir aquellas palabras, todos notaron como Gus bajaba su cabeza al igual que sus pequeñas orejas.

- ¿No sabes a dónde fue? - pregunto Evan intentando saber algo de aquella mujer, lo único que quería era ver a ese niño feliz, como hace un rato.

- Sinceramente no se, una noche hizo sus maletas y se fue, trate de convencerla pero no me hizo caso. - dijo la mujer para poder mirar el piso y suspirar. - eso fue hace 10 años y estado esperándola desde entonces.

Evan asintió lentamente mientras miraba a Gus por el rabillo del ojo, pero hubo un gran silencio dónde Gus aprovecho para mirar la casa, noto un pequeño florero que estaba sobre una mesa de madera, está tenía una pegatina que decía " Fort Smith"

- ¡Fort Smith! - Exclamó Gus y volvió a sonreír, quien sabe por qué.

- ¿Que cosa?

- ¡La cosa de las flores! - dijo el niño señalando el jarrón con aquellas flores dentro. - ¡Dice Fort Smith, es igual al de papá!

- ¿Que papá? - pregunto Judy algo confundida.

- Todo niño tiene padre, anciana. - Murmuró Lexa mientras jugaba con sus manos.

- No entiendo que está pasando. - dijo Evan mientras rascaba su nuca.

- ¿Que es laboratorios Fort Smith? - pregunto Gus algo confundido, ni siquiera sabe si lo leyó bien.

- Es dónde trabajamos yo y tu madre, Gus. - dijo Judy dejando su taza a un lado. - Gus, tu madre era científica.

- ¡Entonces papá también era científico! - Exclamó el niño aún emocionado al conseguir aquellas respuestas.

La mujer tomo la cosa que tenía Gus, que más bien hace un rato busco con desesperación en su mochila y lo leyó sorprendida.

- Richard Fox...- leyó la mujer con sus ojos abiertos.

- ¿Conocías a mi papá?

Judy asintió lentamente y sin decir alguna palabra se levantó de su asiento, corrió a quien sabe dónde y volvió con una llave.

- ¡Andado!

- ¿A dónde? - pregunto Evan, todos ignoraron la pregunta de la chica y comenzaron a perseguir a la mujer. - Y yo que estaba cómoda aquí...

Osa detuvo a Lexa y Evan y las miro con algo de terror. - Fort Smith, ¿No les suena?

- Iba a opinar algo. - Murmuró Lexa mientras jugaba con sus manos. - solo se que cerró luego de todo ese desastre del virus.

- Se me acaba de venir algo loco a la cabeza. - les susurro Evan lo más bajo que pudo. - ¿Y si ellos...?

- ¿Y si ellos que? - preguntó Lexa con curiosidad, ganándose una mirada por parte de la de rulos.

- No, olvídalo. - Evan bajo su mirada y continúo siguiendo a los demás. - es algo imposible.

- Claro.

[...]

Conclusión de la situación, Gus se enteró que era un niño creado, pero no al modo natural, si no al modo científico, el pobre salió corriendo, Lexa y el grandote le siguieron.

Conclusión de la situación, Gus se enteró que era un niño creado, pero no al modo natural, si no al modo científico, el pobre salió corriendo, Lexa y el grandote le siguieron.

- ¿Y sus familias? - pregunto Judy mirando a ambas chicas, las dos estaban sentadas juntas en uno de los muebles de la casa.

- Los últimos hombres mataron a sangre fría a mis padres adoptivos. - dijo Osa con algo de calma y enojo.

- Los míos murieron, no se de qué en realidad. - Murmuró Evan, aún que se puso a pensar, ella no lograba recordar a sus padres.

- Dios...lo siento tanto.- dijo la mujer mirando a ambas.

- No, está bien. - respondió Osa mientras miraba a oso de peluche con algo de nostalgia. - En realidad nadie los mato. Ellos solo se fueron como el resto, se enfermaron. Y ellos tenían una bebé... Mi hermanita. Ella era una híbrida y unos hombres fueron a llevarsela. Quien sabe dónde ella está...

- ¿Adónde fuiste? - pregunto Judy con curiosidad y algo de tristeza por la joven.

- Estuve sola por mucho tiempo. - murmuró Becky mientras jugaba con sus manos. - Estuve alejada de la humanidad, y intenté con todos mis esfuerzos encontrar a mi hermanita... Pero fracase. Así que me rendí, odiaba a los adultos. Y luego...conocí a alguien igual que yo.

Evan estaba tan metida en sus pensamientos, no lograba entender por qué no recordaba a nadie de sus padres.

- Oye Judy. - le llamo Evan, mirando a la mujer con confusión. - ¿Crees que habrá algún híbrido mayor que Gus?

- No, Gus fue creada, desde ahí comenzaron a nacer los otros. - murmuro Judy dejando la taza que tenía en una de sus manos. - Aún que había una mujer, no recuerdo su nombre...

- ¿Y que con esa mujer? - pregunto Osa algo más curiosa por ese tema.

- Unos científicos me dijeron que trasladaron a una mujer que había sido mordida por una... - Judy se detuvo a pensar, tan si quiera recuerda por qué habia sido mordida aquella mujer. - Una... No me acuerdo...

- ¿Una Bamba Negra? - preguntó Evan con curiosidad y algo de esperanzas, al instante resivio una mirada de Osa.

- Si... ¿Cómo lo sabes? - preguntó Judy con confusión, miro a Evan abrir su boca y enseñar sus colmillos bastante afilados y aquella típica lengua de serpiente. - No es posible... Una simple mordida de serpiente en una mujer embarazada no puede causar eso.

- ¿Recuerdas el nombre de la mujer? - pregunto Evan, a lo que Judy alzo sus hombros despreocupada. - ¿Tan siquiera sabes si está viva?

- No lo se niña. - respondió Judy, quería escapar de esa conversación.

Evan asintio algo decepcionada, no pudo obtener respuestas de lo que podría ser su madre.

Había pasado un gran rato, tanto que ya era de noche, Osa estaba afuera, quería tomar algo de aire fresco. Estaba sentada en unos muebles con muchas almohadas, y tenía una fogata justo en frente de ella.

Evan estaba a su lado, leía papeles que había encontrado, o incluso veía todos los vinilos que tenían, le parecía interesante en cierta parte.

- ¿Estás bien? - pregunto Evan mirando a Osa, la cual tenia su mirada agachada.

Se sienta como senda lesbiana.

Los pensamientos de Evan volaban, no sabía que hacer en aquella situación, Evan estaba casi recostada sobre las almohadas pero Osa solo estaba a su lado sentada.

- Si. - respondió algo cortante la chica, miraba la fogata y sus brazos estaban cruzados sobre su estómago.

- ¿Por qué tan cortant conmigo, osita? - Murmuró Evan, tomo un pequeño trago de una botella de alcohol más antigua que quien sabe.

Osa la miro de reojo con confusión y nego repetidas veces. - Lo siento, solo estoy... ¿Alterada?

- Claro... - le afirmo Evan. - ¿Por qué me besaste?

- ¿Que? - pregunto Osa con confusión, aún que sintió su cara arder al ver a Evan mirandola con una mirada de seriedad.

- Contesta.

- ¿Quieres que conteste? - Osa murmuró y apretó sus labios. - No puedo negar que algo en mi, algunas veces intenté ignorarlo... Pero ya no puedo, simplemente quiero... Gritarlo al aire. Por eso te bese.

Evan asintio lentamente y sonrió. - ¿Quieres decir que te gustó?

Osa asintio, sin miedo alguno, lo admitió, la etapa más difícil. Evan se acercó a Osa y sin pensarlo salto sobre ella dandole un cálido abrazo, su rostro se escondio en el cuello de la de rizos y sonrió.

- Me da asco decir esto... - Murmuró Evan contra el cuello de Osa. - Quiero estar contigo...

Becky sonrió, sintió como miles de emociones se apoderaba de su pecho, la chica tomo la mano de la castaña y planto un delicado besó.

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