Dareck

Con el simple hecho de tener a Evelyn en mis brazos sentí como me volvió el alma al cuerpo. En ese instante todo a nuestro alrededor desapareció, quedando solamente nosotros dos y los restos de un amor desdichado que a pesar de los años ha logrado refugiarse en lo más profundo de nuestros recuerdos. Pero solo fue eso, un momento fugaz, sacrificamos nuestro amor por un bien mayor y algo me dice que tendremos que volverlo a hacer.

Me encontraba tan absorto en mis pensamientos que no me percaté que Evelyn me miraba atentamente. Me toma unos pocos segundos analizar su rostro y encuentro un sinfín de emociones arremolinadas en esos ojos que nunca me cansaré de mirar y que me advierten que ya ha tomado una decisión.

—Es momento de hablar con Alara, debo contarle la verdad sobre lo que ocurrió aquella noche.

A kilómetros puede notarse el miedo, la preocupación, pero por encima de todo eso puedo ver la culpa, esa misma culpa de la que ha sido prisionera durante tantos años.

—Evelyn no, aún no es el momento— le digo en un desesperado intento por conseguir algo de tiempo.

—Dareck, ya es la hora y ambos lo sabemos.

Y es en ese mismo momento que las puertas se abren dejando ver a una Alara con el ceño fruncido y respiración agitada, lo cual me hace pensar que ya no hay vuelta atrás, hoy se sabrá la verdad.

—¿Y bien, qué es eso que tengo que saber?

En este mismo instante me quedo como piedra, no sé como reaccionar. Miro a Evelyn que ya no tiene ni rastro de color en el rostro, respira profundamente en un intento de tomar todo el valor que necesita.

—La verdad sobre lo que ocurrió la noche en que tus padres murieron —habla en un tono tan calmado como le resulta posible.

—¿Cómo te atreves a hablar de ellos? No tienes derecho de nombrarlos cuando también eres responsable por su muerte— La furia de Alara es implacable, no sé cómo la haremos entrar en razón.

—No negaré que soy la culpable pero Alara por favor tienes que escucharme, tú más que nadie debe saber la verdad — La voz de Evelyn amenaza con quebrarse, el pasado que nos atormenta ha sido una herida abierta que no sé si algún día logrará sanar.

—Supongamos que te escuche, ¿cómo sé que lo que dirás es cierto?

—En ese caso déjame mostrarte y así serás capaz de verlo por ti misma.

Alara duda pero aún así asiente y sigue a Evelyn hasta el centro del salón. Sé cuál es su plan, le mostrará los fragmentos de lo que en realidad ocurrió esa noche. Ese es su don, mostrar el pasado.También sé que necesitará parte de mi energía, hay muchas cosas que mostrar y sola no aguantará.

Con tan solo mirarme ella comprende y me deja acercarme. Entre los tres nos tomamos de las manos, una densa niebla nos rodea en unos segundos y ahí es cuando comienza todo.

Volvemos a aquel terrible día. Alara acababa de escuchar la conversación de sus padres y reaccionó como cualquier adolescente lo haría, escapando de casa. Su padre intentaba consolar a Isabel que aún la llamaba a gritos totalmente desesperada.

Luego la imagen cambia y los padres de Alara empacan sus pertenencias. Todo lo que habíamos planeado había salido mal. Alara estaba rebelde y descontrolada y lo que más temían sus padres es que esas personas de las que tanto tiempo la habían mantenido oculta iban a por ella.

La idea principal era enviar a Lara con Evelyn, la hermana de Isabel y conmigo. Nosotros la mantendríamos
a salvo mientras ellos iban en busca de información sobre la magia de Alara.

Pero ya era demasiado tarde, ellos los encontraron antes de que pudieran irse. Llegaron justo unos minutos después de que Alara saliera corriendo al bosque. Isabel y Edgar trataron de luchar y casi logran vencerlos, pero nunca imaginaron que usarían magia negra.

Cuando Evelyn y yo llegamos aún estaban vivos pero no les quedaba mucho. Evelyn estaba desesperada, la única forma de salvarlos era intercambiar su lugar. Isabel no lo permitió y antes de morir le hizo prometer que protegería a Alara como si fuera su hija.

Una Evelyn con el corazón destrozado salió en busca de Alara y yo me quedé en la casa, debía borrar el rastro de lo que había ocurrido. Por la seguridad de todos, nadie debía saber lo que acababa de ocurrir. Así que decidí crear fuego, en aquel momento fue lo mejor que se me ocurrió para después ir en busca de Alara y Evelyn.

Luego la imagen vuelve a cambiar y estamos Eve y yo en el bosque. Buscamos por horas pero no logramos hallarla. La angustia reinaba en nuestros rostros. De un momento a otro percibimos una energía como nunca antes, nos dimos una mirada fugaz para correr otra vez hacia la casa, esa energía tan descontrolada provenía de Alara.

Para cuando llegamos Alara ya había matado a varios humanos que estaban alrededor de la casa y ahora era ella quien controlaba el fuego. No podíamos acercarnos, ella nos destruiría en solo un segundo. Cuando encontró a sus padres bajó la guardia, su atención solo estaba en ellos. Lloraba, gritaba y se abrazaba a ellos . Lentamente comenzamos a acercarnos y justo cuando iba a matarse Evelyn intervino y la dejó inconsciente.

Justo como le prometió a su hermana, ella la protegería aunque en aquel momento quizás no haya sido de la mejor forma. Evelyn invocó magia antigua y bloqueó la magia de Alara encerrandola dentro de ella misma. No pudo bloquearla por completo pero sí lo suficiente para que no llamara la atención.

Inesperadamente la magia de Evelyn rebota y nos lanza en diferentes direcciones trayendonos de vuelta a la realidad.

Alara se pone de pie y no dice ni una palabra, su rostro solo refleja dolor y confusión. Como si no lograra comprender lo que sucede a su alrededor y no la culpo, es demasiado para procesar.

Busco con la vista a Evelyn y la encuentro tendida en el suelo al lado de una estantería. Rápidamente corro hacia ella y la sostengo en mis brazos. Me mira y me da una pequeña sonrisa que se convierte en una mueca de dolor. La ayudo a ponerse de pie y nos giramos hacia Alara. Un silencio atronador se apodera del salón hasta que Alara comienza a hablar.

—¿Por qué...? —Su voz se quiebra y para este punto rompe en llanto.

Evelyn se suelta de mi agarre y camina hacia ella. Alara está perdiendo el control, las luces parpadean y los cristales de las ventanas estallan de miles de trozos. Alza la mirada y se encuentra con la de Evelyn que hace el intento de abrazarla pero se detiene por temor a la reacción de Lara. Pero ambos nos sorprendemos cuando es ella misma quien se lanza a los brazos de Eve.

Solo se escuchan sus sollozos incesantes hasta que Evelyn habla.

—Estaba perdida y desesperada. No sabía qué hacer. Solo tenía claro la promesa que le dice a tu madre, protegerte con mi vida si fuera necesario.

Alara no logra articular palabra alguna, sus lágrimas no se detienen.

—Sé que no fue la mejor manera pero era lo único de lo que estaba segura que te mantendría a salvo. Nunca te quité tu magia, solo la oculté dentro de ti todos estos años. Y dejé a Dareck como tu protector. Sabía que estarías sola y perdida y que necesitarías a alguien en quien confiar, aunque eso significara que ya no podríamos estar juntos.

Me parte el corazón verlas así, ambas han sufrido demasiado a lo largo de estos años, pero quizás ahora podamos volver a estar todos juntos otra vez .

—Tía Eve lo siento... —Alara vuelve a romper en llanto y la cara de Evelyn se iluminó, era una mezcla de sorpresa y felicidad. No me creo lo que veo, al fin está ocurriendo lo que soñamos durante tanto tiempo.

De pronto Evelyn cae al suelo prácticamente sin fuerzas. Todo ocurre demasiado rápido. Le sangra la nariz y la palidez se apodera de su rostro. Entonces Miko aparece entre nosotros y es cuando comprendo todo.

—No no no, ¿Eve cariño que haz hecho? —Digo mientras corro hacia ella y la abrazo. Me da una leve sonrisa y con mucho esfuerzo logra acariciarme la mejilla.

—Sabes que debía hacerlo, era la única forma de que viviera.

—Entonces me iré contigo, no puedes hacer esto Evelyn. No puedes dejarme otra vez cuando acabo de recuperarte —Se me desgarra la voz, no puedo perderla otra vez, no quiero.

—No puedes hacer eso, Lara necesitará de ti. Ahora que sabe la verdad deberán trabajar juntos y buscar respuestas. Deberás mostrarle cómo controlar su magia. Dareck ella te necesita.

—Te necesita a ti también, eres su familia. Acaba de recuperarte.

—Te convertiste también en su familia desde que juraste protegerla. Sé que juntos harán un buen trabajo. Confío en que vas a preparla lo mejor posible para cuando llegue el momento de enfrentar su destino. Tú serás quien enmiende mi error.

Veo como mi Eve se apaga lentamente en entre mis brazos. Mis lágrimas caen sin cesar. Ella me sonríe y limpia una lágrima.

—Shhh ya no llores por mi. Esto no es una despedida, sino un hasta que te vuelva a ver. Recuerda que no irás a ningún lugar sin que yo vaya contigo. Solo cierra los ojos y allí yo estaré.

Me aferro aún más a ella y sin que pueda hacer nada se desvanece en diminutos destellos brillantes.

—Te doy mi palabra de que cuidaré bien de ella —dice Miko frente a mí. Solo asiento, no soy capaz de hablar. Él se desvanece también para quedar solamente Alara y yo en ese lugar. Envueltos por una tristeza y un vacío de la que no sé si algún día seremos capaces de liberarnos.