★En la actualidad★

Flashback
Después de un largo día de trabajo me dispuse a subir a mi habitación y así poder descansar un poco. Estaba a punto de acostarme en el pequeño sofá frente a la chimenea, cuando de repente percibo la súplica de un alma, es agotador sí, pero es mi trabajo atenderlas y aunque parezca descabellado he llegado a amar lo que hago.

—Bueno, mi pequeño descanso tendrá que esperar —digo para mí misma y dejo que mi magia me guíe hacia el lugar de donde provino el llamado.

En tan solo unos segundos aparezco en la azotea de un edificio, uno bastante grande por cierto, mala señal me digo mentalmente.

Escaneo el lugar hasta que logro ver a una chica de no más de 17 años de edad, cruzando aquellas barandas.

Me acerco lentamente para no asustarla y solo me limito a decir un simple "hola". La chica voltea a verme con sorpresa reflejada en su rostro, pero no dice nada, así que decido hablar yo.

—¿Tienes un segundo? —pregunto con voz calmada.

—Si estás tratando de hacerme cambiar de opinión pierdes tu tiempo —dijo con voz apagada.

—Igual vas a lanzarte, ¿qué más da un segundo más?

—¡Un segundo no sirve de nada! —respondió algo irritada.

—¿Entonces por qué estás dudando? —Me miró sin saber qué responder.

—Escucha, hablemos un ratito y después si no has cambiado de opinión, yo no interferiré en lo que vayas a hacer.

Se lo pensó unos segundos y aceptó no muy convencida, bueno es un pequeño avance.

—¿Por qué te molestas en perder el tiempo conmigo? —preguntó con voz quebradiza.

—Número uno: no es una molestia y número dos: no es una pérdida de tiempo, solo soy alguien que quiere escucharte.

La chica parpadeaba sin creerse mis palabras.

—¡Mientes! seguro eres como los demás, dicen que entienden lo que me pasa. ¡Mentirosos! no saben nada. Apuesto a que me crees una cobarde aunque no lo digas.

—Pues no, no creo que seas una cobarde, en mi opinión ninguna persona que quiera quitarse la vida lo es. Van contra su instinto de mantenerse vivos y eso no todos tienen el valor de hacerlo.

Ella me observa con curiosidad, lo que dije tuvo un efecto positivo ya que se veía más relajada.

—Tú... eres diferente. No eres como esos terapeutas a los que me ha llevado mi madre.

—Oh vaya, me lo tomaré como un cumplido entonces. —Le doy una mirada cómplice—. No me has dicho tu nombre.

—Cierto, soy Zoe. ¿Cómo te llamas tú?

—Tienes un nombre muy lindo, Zoe y pues yo me llamo Alara. Ahora que nos hemos presentado, ¿puedes decirme por qué quieres acabar con tu vida?

Lo meditó unos minutos pero al final aceptó.

—Simplemente ya no tengo ganas de seguir viviendo, es difícil de explicar. Me siento vacía. Siento que soy un estorbo para todos y que estarían mejor sin mí. Ya nada me motiva, solo quiero estar sola en un rincón y en silencio —escucharla decir eso me hizo recordar mi pasado, estuve en su lugar y sé exactamente por lo que está pasando, así como también sé que con la ayuda necesaria saldrá adelante.

—¿Sabes algo? Está bien sentirse así, no hay porqué sentir vergüenza, todos en algún momento de nuestras vidas perdemos el rumbo, sin embargo, eso no significa que sea así por siempre o que sea el final. Sé que ahora no lo ves de esa forma pero te aseguro que es así, solo debes darte una oportunidad a ti misma y construir un nuevo futuro. Si acabas con tu vida ahora entonces no sabrás nunca cómo hubiera sido.

—Tienes razón, pero igual es difícil hallar el rumbo otra vez.

—Nadie dijo que será fácil, es todo un viaje en el cual tendrás tropiezos pero también habrán victorias. Fácil es rendirse con las dificultades, lo difícil es hacerles frente y seguir adelante, aprender de los errores y ser mejores cada vez.
»No sirve de nada que hoy impida que te mates si en tu mente repites una y otra vez que quieres morir. La decisión es tuya Zoe, pero recuerda esto, el cambio comienza en tu forma de pensar: solo aquel que tiene el valor de cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino.

Fin del flashback

Camino de regreso a casa, hoy estuve fuera toda la mañana ya que debía ocuparme de un asunto importante.
Apenas llego y me encuentro con un gran alboroto, ¿por qué no me sorprende?
—¿Se puede saber qué demonios está ocurriendo aquí? Un par de horas fuera y ya todo está patas arriba —digo poniendo cara seria.

—Alaaaara pero que radiante te ves hoy. —Comienza a decir Lucas, sé de sobra que han armado un buen rollo y no saben cómo decirlo—. Ve al punto Lucas, ¿qué ha pasado?

—Ok ok aquí va, a cierta niñita le ha parecido divertido ir a atormentar a unos pobres humanos en el bosque.Tan grande fue el susto que les dio que los encontramos cerca de aquí gritando como locos. Y antes de que preguntes, Dareck los ha dormido y están en el sótano.

Yo simplemente suelto una carcajada, provocando que Lucas me mire como si tuviera dos cabezas, pero tan solo con imaginarme a Willow persiguiendo a esos humanos me ha dado tremenda risa. Más tarde tendré una charla con ella, ahora debo ocuparme de los humanos.

—Bueno, primero me ocupo de los humanos y más tarde hablaré con Willow —digo tranquilamente.

Una vez que llego al sótano una Willow muy sonriente se abalanza sobre mí.
—¡Laaaraa has vuelto! —exclama feliz .

—Hola pequeña diablilla —le digo entre risas y tomándola en brazos.

—Me han contado que saliste sola a perseguir humanos esta mañana, ¿te has divertido peque?

—¡Pero vaya cosas que dices Alara! se supone que debes darle una reprimenda, no celebrar lo que ha hecho —dice un enojado Dareck.

—Cierto cierto, Willow es peligroso que salgas tu sola para atormentar humanos, la próxima vez tú solo avísame y nos vamos juntas —digo estallando a carcajadas, sé que eso ha molestado más a Dareck que solo niega con la cabeza dándome una mirada reprobatoria.

—Son un caso perdido las dos, a este paso harán que me salgan canas verdes —suspira rendido.

Willow decide ir a su sala de juegos y es ahí cuando aprovecho para hablar con Dareck sobre el estado de los humanos.

—No te preocupes Lara, les he borrado los recuerdos y ya los he dejado en las afueras del bosque.

—Ayy Dareck, ¿qué haría sin ti poniendo orden en este lugar mientras no estoy —digo algo cansada.

—¿Has ido a ver a Zoe, verdad?

—Así es, está muy cambiada. Tenía un brillo especial en sus ojos. Comenzó la universidad, estudia veterinaria. Se veía feliz y eso es lo importante.

—Me alegra escuchar eso, sé que ella te recordó a ti en la época en la que te encontré y por eso su caso se volvió tan importante para ti.

Estaba a punto de responder cuando la voz de Lucas se abre paso en mi mente, dice que hay problemas en la frontera sur y que debía ir de inmediato.

—¿Qué ha ocurrido Alara? —dice con el ceño fruncido.

—Hay problemas en la frontera sur, debemos ir de inmediato —digo intentando manteneme calmada, pero me es casi imposible, siento que algo muy grave está sucediendo.

En un parpadear ya estamos en la frontera y mis ojos no pueden creer lo que ven, hay al menos unos 4 cuerpos sin vida en el suelo y mucha sangre a su alrededor. Doy unos pasos hacia adelante y me quedo totalmente inmóvil al ver un quinto cuerpo.

—¡Naila!

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Hasta aquí el primer capítulo, espero que lo disfruten tanto como yo escribiéndolo. ¡Saludos!